¡Que se vayan todos!
QUE GOBIERNEN LOS TRABAJADORES
UNAMOS LA JORNADA PIQUETERA DEL MARTES 26 CON LA MOVILIZACIÓN CONTRA EL PAGO DE LA DEUDA DEL VIERNES 22.
VAMOS POR UN PLAN DE LUCHA Y LA HUELGA GENERAL CONTRA LOS KIRCHNER Y LA DERECHA SOJERA.
Por un Frente Único contra el FMI y un plan de lucha nacional hasta evitar el pago de la deuda.
Que los sindicatos, el movimiento piquetero, las asambleas populares, las federaciones, las coordinadoras y los centros de estudiantes se pronuncien por el plan de lucha y la huelga general por:
- Ni entera ni por partes, no al pago de la deuda / 2. Abajo el acuerdo entre Cristina y la oposición parlamentaria para pagar la deuda / 3. Juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de contraer la deuda. Que todos los culpables vayan presos y respondan con su patrimonio personal. / 4. Frente a la crisis fiscal: no al pago de la deuda, unificación de toda la banca privada y estatal bajo control de los trabajadores, derogación del IVA, abajo los tarifazos, cese inmediato de todos los subsidios a los capitalistas, nacionalización sin compensación de los puertos y los recursos naturales, control cambiario, de precios y el monopolio estatal del comercio exterior, impuestos directos al gran capital y usar las reservas del BCRA en un plan estatal para industrialización del país / 5. Por el ingreso universal a los planes "Argentina Trabaja" bajo control de las organizaciones piqueteras. Para lograr el pleno empleo, reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. / 6. Frente a las próximas paritarias, por un salario igual a la canasta familiar y la prohibición total de las suspensiones y despidos. / 7. Fuera la burocracia sindical de la CGT y la CTA. Por una nueva dirección de los sindicatos. / 8. Que la crisis la paguen los capitalistas / 9. Abajo cualquier conspiración golpista de la derecha. Ningún apoyo al gobierno de Cristina. / 10. Si están para pagar la deuda y hambrear a los trabajadores: ¡Que se vayan todos! ¡Que gobiernen los trabajadores!
Por un lado, este viernes 22 de Enero se realizará una movilización obrera, independiente y antiimperialista en contra del pago de la deuda. Por el otro, este martes 26 se realizará una jornada nacional piquetera por el ingreso y el control de los planes "Argentina Trabaja". Marchan por caminos separados, por lo tanto, el reclamo nacional contra el pago de la deuda y la lucha de la clase obrera piquetera. Dos grandes luchas sacudirán la última quincena de Enero pero falta una estrategia política común que las potencie y unifique. Entonces, entre el viernes 22 y el martes 26 de Enero, distan no solamente 4 días sino también una correcta compresión de la situación política. En la estrecha unión entre la lucha nacional y la lucha obrera, está la clave.
A LOS GOLPES, LA RESPUESTA DESDE ABAJO SE ESTÁ EMPEZANDO A FORMAR
Desde el FEL y Las Piqueteras, hace meses que venimos luchando por construir un Frente Único contra el FMI. Fue una constante en nuestra actividad denunciar la vuelta al Fondo y al mercado de capitales que estaban preparando tanto los kirchneristas como la oposición para tratar de evitar el default. Al mismo tiempo, participamos del acto por el aniversario del Argentinazo haciendo un señalamiento contundente: "es la hora de los piqueteros". Dijimos con toda claridad que estábamos frente a un auge de la lucha obrera y piquetera y que lo único que faltaba para intervenir en la crisis de poder era la decisión de hacerlo. Por todo esto, saludamos las marchas del 22 y el 26 porque son un enorme salto en calidad. Evidentemente, una violenta crisis política sacude por arriba y, a los golpes, la respuesta desde abajo se está empezando a formar.
Después de un año de grandes luchas sindicales que convulsionaron al país, ahora estamos pasando a la acción política directa de los trabajadores. Ahora, la lucha ya no es solamente contra el patrón individual (o la policía, el Estado y sus partidos en representación de todos los patrones) sino que estamos frente a un reclamo directo al Estado: por un lado, el reivindicativo (las cooperativas) y, por el otro, uno directamente político (el no pago de la deuda). Se empieza a gestar, entonces, la radicalización del conjunto de la clase obrera y los explotados. Ahora se lucha en las fábricas y también en los barrios. Se empieza a gestar, entonces, un reclamo nacional que puede unificar a todos el país detrás de la clase obrera. Desde abajo y por arriba, avanzan a paso firme las condiciones para una nueva rebelión popular.
EL GOBIERNO Y LA OPOSICIÓN SE PELEAN… PARA ARREGLAR CÓMO PAGAN LA DEUDA Y EVITAN EL DEFAULT
Los bandos patronales saben que si esta crisis se prolonga, pierden. Son concientes de que cada día que pasa caen los bonos, se resiente la economía y aumenta la fuerza de clase obrera. Por eso van a arreglar: los dos quieren pagar la deuda. Ya sean los K con el Fondo Bicentenario de 6569 millones de dólares de las reservas del BCRA para pagar ahora "aprovechando" la liquidez internacional y las bajas tasas de interés para volver a endeudar al país o la oposición usando las partidas del presupuesto, el tarifazo, el ajustazo y el recorte del gasto fiscal para pagar en Agosto (y, obviamente, también volver a contraer deuda).
Más allá de las diferencias, todos están de acuerdo en que tienen que llegar a un acuerdo para pagar la deuda. Duhalde, que se viene candidateando con bombos y platillos para el PJ, ya está hablando de un "acuerdo patriótico". Salió a decir que "el Gobierno nacional pone "en riesgo las reservas argentinas" y reclamó "prudencia" y "patriotismo" para producir una salida "consensuada" al conflicto desatado en el Banco Central (…) Por otra parte, advirtió que discutir si corresponde o no que el Congreso se autoconvoque para sesionar "es entrar en un debate interminable porque están las dos bibliotecas" con argumentos para uno y otro lado (…) Según dijo, el pago de deuda con reservas "es un interesante planteo", pero "lo que es totalmente reprobable es la manera en que se hace"." (Ámbito, 15/01/10).
Mientras se pague la deuda y se evite el default, toda vale: "Altas fuentes del BCRA y del Gobierno, en el banco y en el Ministerio de Economía se estudian alternativas más seguras para financiar el gigantesco gasto público. En las últimas horas prevalecía la idea de que, cualquiera que sea su presidente, el Central no depositará en una cuenta del ministerio los 6500 millones de dólares (…) Este cambio permitió ayer a oficialistas y opositores explorar un tímido acuerdo parlamentario. Los más solícitos son los radicales: ya hubo una conversación telefónica entre (la UCR y los K) en la que se habló de la posibilidad de aprobar el DNU con un par de condiciones: que se constituya sólo un fondo de garantía y que no se destinen reservas a aumentar el gasto corriente. Otra vía. Mario Brodersohn, muy gravitante entre los radicales, propone que, en vez de crear un fondo, el BCRA vaya transfiriendo al Tesoro, a través de letras, los dólares remanentes del superávit comercial. Serían, en sus cálculos, mil millones por mes. El nivel de reservas, en este caso, quedaría intacto. El ex diputado radical Raúl Baglini, principal asesor de Julio Cobos, estudiaba ayer un procedimiento similar. Brodersohn y Baglini tienen una antigua relación con el vicepresidente del Central, Miguel Pesce, un radical de origen mendocino que se incorporó al kirchnerismo con el vicepresidente. Si la Justicia confirmara el desplazamiento de Redrado, Pesce quedaría al frente del banco. La candidatura de Mario Blejer se debilitó junto con su padrino, Amado Boudou. Pesce y los directores encolumnados con él estudian un mecanismo para girar las reservas a medida que se presenten vencimientos. Los más importantes serán en agosto próximo. Hasta ese entonces, tal vez se adopten otros procedimientos, como los sugeridos por la UCR." (La Nación, 11/01/10)
SE VIENE LA ARGENTINA DEL DEFAULT Y LA REBELIÓN POPULAR
Toda la discusión está condicionada por la crisis capitalista y el default argentino. No hay vuelta que darle: "Si el gobierno no hubiera contado con los ingresos extraordinarios de las ex AFJP, los Derechos Especiales de Giro del FMI, las utilidades del Banco Central y las del Fondo de Garantía de la ANSES, en los primeros 11 meses de 2009 habría un déficit primario de $ 9.500 millones" (Ámbito, 28/12/09). La realidad es que "Como no ocurría desde la crisis de 2001 y 2002, las provincias argentinas cerrarán este año con sus cuentas en un preocupante rojo, que sumado se ubicará entre 9000 y 14.000 millones de pesos." (La Nación, 28/12/09).
El peligro del default se extiende por todo el país. Como dice La Nación del 13/12/09, "los gobernadores comienzan a aplicar nuevos impuestos locales, como sucede en los últimos meses, que agobian a las economías de sus provincias (…) El gobierno de Córdoba anunció que si no recibe los fondos que se le adeuda deberá emitir cuasimonedas. El de la provincia de Buenos Aires ya avanzó en la emisión de un bono para pagarles a los proveedores del Estado y el de Mendoza tuvo que endeudar a su provincia con el Banco Nación. Escenarios similares se repiten en Santa Fe, Jujuy y Catamarca, todas al borde de volver a emitir cuasimonedas". El quiebre de las cuentas es nacional, provincial y municipal, por eso pegan manotazo tras manotazo para pagar los vencimientos de deuda del 2010 que se estiman en 15.000 millones de dólares. Por eso mismo, los gobernadores insisten con la coparticipación: se están peleando para evitar que la bomba del default argentino estalle en sus manos.
Frente a esta situación, tanto el gobierno como la oposición están poniendo a la orden del día la política de tarifazos en los servicios públicos. "En la lista de espera también se encuentran los boletos de los colectivos, subtes y trenes y los peajes de las rutas nacionales. En ambos casos, las resoluciones para retocar las tarifas recién podrían aflorar en febrero o marzo" (Clarín, 11/12/09).
Sin embargo, hay una bomba que les preocupa más: el fantasma de la rebelión popular.
LOS TRABAJADORES Y LOS EXPLOTADOS FRENTE A LA CRISIS DE PODER
La Nación del 28/12 informa que sus "temores" son que "El déficit generalizado alimenta el fantasma de las cuasimonedas que podrían verse obligadas a emitir las provincias para hacer frente a sus obligaciones financieras. El antecedente más cercano también hay que buscarlo en la crisis de 2001." A su vez, el mismo diario del 15/11/09 titulaba "Consecuencias de las dificultades financieras. Las provincias, jaqueadas por conflictos con gremios estatales. Los reclamos salariales de docentes, médicos y judiciales se repiten en casi todo el país" y decía "Destrozos en el Concejo Deliberante cordobés, advertencias y huevazos contra el gobernador bonaerense Daniel Scioli, asambleas en Santa Fe, hospitales vacíos en Tucumán. Imágenes de un conflicto sindical que afecta a casi todas las provincias en el cierre de 2009 y amenaza con convertirse en una constante en 2010: el crecimiento de los reclamos salariales del sector público frente a la precaria situación económica de las provincias y los municipios." Y, agregamos nosotros, también recordemos que la burguesía industrial mantiene el régimen de suspensiones con alrededor de 120.000 subsidios de $ 600. Por lo cual, el default no sólo afecta directamente al propio Estado sino también a todos los sectores capitalistas que se mantienen gracias a los subsidios. Todo el esquema kirchneristas se desplomaría y la clase obrera industrial debería volver a ganar las calles y ocupar las fábricas para defender sus puestos de trabajo. Todas las clases sociales se preparan, entonces, para grandes luchas de cara al año que viene.
Esto, a su vez, no es sólo un pronóstico sobre lo que puede llegar a pasar sino que es, en primer lugar, un balance de la propia experiencia del movimiento obrero y popular durante el año pasado. Quien no entienda el 2009 poco podrá entender de la primera crisis política del 2010. Recordemos que ese año, siguiendo el camino de la enorme lucha librada por los trabajadores del Casino de Buenos Aires en 2008, arrancó y culminó con el claro protagonismo de la lucha obrera. Sólo en el primer trimestre del año, según el propio Ministerio de Trabajo, se contabilizó medio millón de huelguistas. En septiembre "los 145 cortes fueron la suma más alta registrada en este mes desde 1997" (informe de Nueva Mayoría, consultora de Rosendo Fraga), "con un total de 2050 cortes de ruta y un promedio de 139 por mes, el 2009 fue el tercer año con mayor cantidad luego de la crisis del 2002 y el conflicto con el campo de 2008" (ídem) y, en agosto, los paros alcanzaron el récord de 2009: 1,7 millones de trabajadores en conflicto. Insistimos: sólo en agosto de 2009, casi 2 millones de trabajadores pasaron por la escuela de la lucha de clases. La experiencia se acumula. Los nuevos cuadros obreros se forman. Las conclusiones se van sacando.
Y acá no se trata de pintar un paisaje catastrófico con cifras sino de grandes y pequeñas luchas que tienen nombre y apellido. Nos referimos a Kraft, el Subte, Bosch, Massuh, General Motor, Paraná Metal, Mahle, IVECO, Volswagen, Indugraf, Sealed Air, Atucha 2, Siderar-San Nicolás, Aceros Hornos Zapla, Siderca, ICT, Fargo, Siderar-Ensenada, Cadbury, CIVE, FP Impresores, Citedef, la cooperativa lechera de Cotar, TATSA, Blagey-Arcor, Pilkington y Arrufat. Nos referimos, también, a esa Patagonia rebelde que fue protagonista de la lucha de los petroleros y desocupados de Santa Cruz con huelgas, piquetes y cortes de ruta. La lista sigue e incluye a Tersuave, Gestamp, Aceiteros Rosarinos, Coop. Textil Quilmas, Ecotrans, UTA de Córdoba, la rebelión de la Línea 60, la lucha de los ferroviarios, los trabajadores de prensa de El Cronista, La Nación y Crónica, Radio Nacional, bancarios, Leveltec de Edesur, Disco y Coto.
2009, a su vez, fue un año de contrastes que deja lecciones. A diferencia de 2008, la marcha y el acampe de los pueblos originarios y los campesinos pobres en el Chaco, la lucha del Ingenio El Tabacal y el Ingenio San Isidro y los trabajadores rurales de Río Negro y Neuquén exigiendo que se respete el pago adicional de 20% por zona desfavorable demostraron cuál es la verdadera lucha campesina, piquetera y popular en contraposición a la "lucha" de la Sociedad Rural, apoyada tanto por la derecha como por la izquierda sojera.
La educación también se hizo presente con la lucha del SUTEBA La Plata contra el fraude de la burocracia de la CTA, en primer lugar. A la cabeza, estuvo la FUBA junto al Pelle, el Buenos Aires, la CUES, los no-docentes del Pelle y Sociales, el CBC de Escobar y la rebelión docente en 17 provincias contra el acuerdo firmado por la CTERA. Todo un episodio del la crisis nacional fueron las importantes movilizaciones contra el tarifazo.
Para terminar, queremos hacer una mención de la huelga general de Coronel Suárez y su lucha de 70 días de paro, asambleas y movilizaciones. Una lucha así marca un antes y un después para toda la provincia de Buenos Aires. Caso excepcional en todo el país, tan sólo se puede comparar a la impresionante lucha de los trabajadores de los hospitales públicos cuya huelga llegó a sacudir alrededor de 14 provincias y cuyo epicentro fue la pelea durante varios meses de los auto-convocados de Tucumán que terminó desembocando en una auténtica pueblada.
El método fue "(…) la implementación de "comités de lucha o de huelga" para incorporar a una acción activa y organizada no sólo a los delegados, sino también a los activistas." (Prensa Obrera, 22/10/09) La importancia fundamental de este tipo de organismos radica en que "El Cuerpo de Delegados del Hospital Avellaneda –con el apoyo de los delegados de los hospitales Obarrio, del Carmen y la Maternidad– tomó la iniciativa de convocar a organizaciones sindicales, estudiantiles, de derechos humanos y sociales a formar una coordinadora por el triunfo de la lucha de la salud y en apoyo a todos los reclamos obreros y populares. Fue una iniciativa dirigida a quebrar el bloqueo de la CGT, la CTA y la Federación Universitaria." (ídem)
La constitución de la Coordinadora de Lucha estaba inscripta en la tendencia a la unificación de las luchas: la tendencia a la rebelión popular. Pocos días después esto se vio confirmado plenamente: "El viernes 23 de octubre, Tucumán vivió una pueblada. Más de 12.000 personas se concentraron en la Plaza Independencia, convocadas por los trabajadores de la salud. Miles de antorchas encendidas iluminaron la noche. Desde el 1º de Mayo se llevan ejecutadas numerosas acciones de lucha. Desde hace 50 días, se transformaron en una huelga por tiempo indefinido. La pueblada del viernes 23 fue la 19ª movilización. " y, en su punto más alto, "La pueblada ha demostrado que los trabajadores de la salud son capaces de superar el bloqueo del gobierno, del clero y de la burocracia sindical. En la marcha se volvió a escuchar "que se vayan todos". (Prensa Obrera, 29/10/09). Antes del acta-acuerdo firmada a fines de Noviembre, "El paro por tiempo indefinido era masivo, los hospitales estaban virtualmente bajo control de los trabajadores, las movilizaciones semanales eran multitudinarias. El acuerdo se firmó, además, en circunstancias en que los gremios estatales, tanto los de la CGT como de la CTA anunciaban diversos reclamos y el movimiento piquetero comenzaba a dar muestras de reanimamiento y en la filas de la policía crecía el malestar salarial." (Prensa Obrera, 03/10/09). Todo esto explica que luego sectores de la Policía simpatizará con las manifestaciones y se negase a reprimir y que, en las cuerdas, el gobierno de Alperovich acepte un acuerdo para tratar de contener una lucha que todavía está muy lejos de terminar.
Coordinadoras de Lucha, rechazo de la Policía a reprimir y una pueblada cantando "Que se vayan todos". La pueblada de Tucumán cantó "que se vayan todos"… Entonces, ¿de qué clase obrera estamos hablando? ¿Qué situación política atraviesa el país?
¿CLIMA DESTITUYENTE O CLIMA INSURRECIONAL?
Decir que "la clase obrera no pincha ni corta en esta crisis" es una verdad a medias y, por eso, tal vez sea de las más peligrosas. Por un lado, tiene su fundamento en un hecho irrefutable: ninguna de estas luchas llegó a formular un planteo de poder. La clase obrera argentina no estaba luchando por el poder. Sin embargo, tampoco se puede negar un hecho igualmente irrefutable: la clase obrera dio un salto en calidad en 2009 protagonizando puebladas, acampes, huelgas y cortes de ruta que pusieron en cuestión el control de la burocracia y el gobierno nacional sobre los trabajadores. Las luchas obreras se enfrentaron objetivamente al bonapartismo K.
Por eso los Kirchner se sintieron muy incómodos cuando la lucha de Kraft puso en pie una oposición obrera en el centro de la crisis nacional. Lo mismo pasó con la lucha piquetera de fin de año. Frente a ambas, el gobierno salió a acusar de que eran "montadas con fines políticos" y para "desestabilizar". Los Kirchner, de esta forma, quisieron presentar como una realidad la caricatura reaccionaria de un frente único de izquierdas y derechas, de obreros y patrones, contra el gobierno nacional para atacar la legitimidad de las luchas e imponer la "paz social". Básicamente, si estás contra Kirchner sos de Clarín y la Sociedad Rural. El operativo es claro: negar a la clase obrera como un polo independiente y como una alternativa de poder. Lo mismo hacen, lamentablemente, quienes niegan que la clase obrera pueda intervenir en la crisis y desarrollar una situación revolucionaria.
La diferencia entre el golpismo y la revolución está mediada exactamente por eso: la intervención histórica independiente de los explotados. Lo mismo la situación pre-revolucionaria y la revolucionaria: la diferencia es la clase obrera saliendo a luchar por su propio gobierno y el poder. La caracterización sobre la clase obrera, entonces, es la discusión sobre cuáles son las posibilidades de la situación política en un sentido revolucionario. Veamos.
DE GOLPES Y AUTO-GOLPES
¿Hay en marcha una conspiración golpista de la derecha? Sí y no. Por un lado, nadie puede negar que Luis Juez, un ex K del palo de Alberto Fernández, haya amenazado con el juicio político a Cristina. Para colmo, a la lista de "golpistas" se acaba de sumar The Economist que en su anuario señala que "Cristina caerá en el 2010 por la pérdida del control del Congreso". A esto, se le puede agregar la ofensiva derechista en toda América Latina. Recordemos que en estos mismos días, el 27 de Enero, Porfirio Lobo asumirá la presidencia de Honduras legitimando así, con las urnas, el golpe militar pro-imperialista contra Zelaya. A su vez, se hablaba de preparativos golpistas contra Lugo en el vecino Paraguay. Todo esto configura un cuadro golpista en nuestro continente. Sin embargo, en Argentina la situación dista mucho de aquella de principios de año, donde muchos analistas dudaban de si Cristina por lo menos llegaba a las elecciones legislativas.
Hoy, por el contrario, luego del festival de bonos y frente a los anuncios del pago de la deuda, la oposición patronal no tiene en vistas echar al gobierno por el momento. De hecho, un titular poco discreto anunciaba "Cambio de estrategia: Cristina llega a 2011". (La Nación, 03/01/10). Esto tiene su fundamento económico y también político. Para la UCR, el 2010 es tan sólo la antesala del 2011: año electoral en el que todos dan por descontado que Cristina pierde. Si a esto le sumamos la "imagen positiva" de Cobos, la conclusión es sencilla: "no nos apuremos, aguantemos un año más y listo". Y, por el otro lado, el peronismo opositor también responde a la lógica del capital: "si hay negocio, también hay acuerdo patriótico". Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central en la presidencia de Duhalde dijo: "Las cosas van a mejorar y 2010 trae buenas posibilidades económicas. Y a nivel político trataremos de ser una opción para desplazar a este gobierno en las urnas." (Revista Fortuna, 09/01/10)
Es por eso que toda la oposición parlamentaria critica a Cristina pero también, en algún punto, la sostienen. Su planteo a principios de año era claro: "un cambio de gobierno o un cambio en el gobierno". La derechización galopante de los Kirchner los ha inclinado por la segunda opción. Sin embargo, eso no significa que haya bajado el voltaje político. El 19 de Enero EFE tituló "La oposición de Argentina pide juicio político para el jefe de Gabinete". Esto sería "por afectar con su actitud "el principio de independencia" de la Justicia." En esa movida están anotados "los dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR) Oscar Aguad, de Propuesta Republicana Federico Pinedo (PRO), de la Coalición Cívica Elisa Carrió y del peronismo disidente Felipe Solá" ¿Golpismo? Ni sí ni no. En realidad, el resultado que la oposición busca es pactar con Cristina y echar a Fernández. Evidentemente, el objetivo es usar el caballito de batalla de la "independencia judicial" para copar el gobierno desde adentro, maniatar al Ejecutivo y dirigir desde el Congreso la transición política al 2011. De todas formas, veremos cuantas ganas de juicio político le queda a la oposición después de haber acordado el pago de la deuda.
Es frente a este tipo de "conspiraciones de la derecha" que el gobierno presenta los DNU como una medida "nacional y popular". Frente al cerco del congreso, la Presidenta pretende tener la suma del poder público como si gobernará en nombre del pueblo. Una farsa total. En primer lugar, cabe recordar que el DNU de la discordia no es para expropiar ninguna empresa capitalista ni para defender ningún interés nacional o popular. No: ¡es para pagar la deuda!. Por lo cual, su objetivo es reforzar la capacidad de arbitraje del gobierno entre las facciones capitalistas. Es un DNU para demostrar quién dirige el "retorno al mercado de capitales". La antesala de este enfrentamiento, entonces, puede buscarse en la pelea del gobierno y la oposición por ver quién era el interlocutor válido para acordar con el FMI. En segundo lugar, los DNU fueron aprobados por la ultra-reaccionaria Constituyente menemista de 1994. Por lo cual, desde sus propios orígenes demuestran que son indiscutiblemente una herramienta al servicio del capital. Por último, el propio gobierno que hasta ayer decidía defender los DNU ya acordó pactar su modificación en el Congreso. Es decir, que quienes los defendían como un acto de reivindicación popular en sí mismos están en la lona. Ahora, es la propia oposición quien está pensando en defender los DNU para cuando ella misma sea gobierno. Un íntimo del vicepresidente comentó a La Nación: "Julio estaba de vacaciones en Chile. No me consta si habló con Redrado, pero si lo hizo, fue para decirle que había que encausar todo de manera institucional. No fue siquiera en defensa de la presidente. Es en defensa propia. A él no le conviene, si mañana llega al gobierno, que cada DNU se convierta en un pleito judicial iniciado por la oposición. Por eso quiere que todo vuelva al congreso". (11/01/10). El Bonapartismo K, entonces, lejos de combatir a la derecha termina preparándole el camino.
Y a su vez, con la misma excusa del "golpe", los Kirchner atacaron la tan mentada "independencia" del BCRA bajo el argumento de que debía estar "bajo el control de la voluntad popular", es decir, bajo el control de Cristina. Recordemos: ¿a quién proponía para ocupar el cargo? A Mario Blejer, un hombre de confianza del capital financiero internacional que tiene en el prontuario haber sido funcionario del FMI, presidente del BCRA con Duhalde y miembro del Banco de Inglaterra. "Si finalmente Mario Blejer ocupa la posición, los mercados podrían adoptar un giro positivo. Al mismo tiempo, no esperamos que la reapertura del canje (hacia los hold-outs) colapse producto de la demora del fondo de reservas" (Alberto J. Bernal-León Jefe de Estrategia Macroeconómica de Bulltick Capital Markets. Informe del 06/01/10). Blejer, a su vez, defiende la reducción del gasto fiscal y el tarifazo. Los planes del gobierno son claros. ¿Anti-imperialismo? ¿Voluntad popular? ¿Democracia? ¡Las pelotas! Sólo un BCRA bajo control y gestión de los trabajadores va a poder solucionar los grandes problemas nacionales. Esa es la única manera de terminar con la indignante "independencia" que exigen los banqueros y construir un BCRA al servicio de las mayorías populares.
Lo irónico de todo esto es que, finalmente, quien verdaderamente está en una campaña "destituyente" es la propia Cristina: Primero, echando a Redrado. Segundo, preparando siempre su propio "auto-golpe" para reforzar el bonapartismo. Tercero, con una campaña pública por la renuncia de Cobos. Pareciera ser que al único que Cristina no quiere echar a Macri. Sabe que si logramos imponer el "¡Fuera Macri!" en Capital, ahí sí, habría mejores condiciones para luego echarla a ella.
Por lo tanto, a nadie la preocupa la "institucionalidad". Detrás de tanta verborragia constitucionalista sólo hay una cruda lucha por el poder. Detrás del golpe y el auto-golpe está la pelea por ver quién dirige el país en 2010: "La pelea por el uso de las reservas y por el sillón de Martín Redrado no se limita tan sólo a una pelea por dinero y por la autarquía del Banco Central. Es una puja alrededor del estilo con que se ejerce el poder en el país y cómo se lo ejercerá en el futuro." (La Nación 09/01/10)
PINO SOLANAS, CLAUDO LOZANO Y LIBRES DEL SUR SON EL ALA IZQUIERDA DEL ACUERDO ENTRE EL GOBIERNO Y LA OPOSICIÓN PARLAMENTARIA.
Por lo pronto, en esta crisis política la centroizquierda ha jugado un rol decadente. Luego de repetir hasta el cansancio que lo central era la lucha por los recursos naturales y en contra del pago de la deuda mientras los trabajadores sufrían las consecuencias de la crisis capitalistas, ahora parece que tampoco están de acuerdo con luchar contra el pago de la deuda.
Ámbito Financiero del 15 de Enero explica que "el bloque de diputados que reúne a Proyecto Sur, Diálogo por Buenos Aires y Libres del Sur informó ayer que no participará en ninguna sesión que discuta la aprobación del Congreso del decreto de necesidad y urgencia que habilitó el uso de reservas del Banco Central para conformar el Fondo del Bicentenario, hasta que no se analice el origen de la deuda pública" Solanas, Lozano y compañía, entonces, dejan entrever que estarían de acuerdo en pagar sólo la parte "legítima" de la deuda externa. Les preguntamos: ¿cuál es? Evidentemente, de tanto citar y citar a Alejandro Olmos los progresistas y los nacionalistas de todo pelaje se han olvidado sus propias palabras: "O se está con la Patria y contra la deuda externa, o se está con la deuda externa y contra los intereses del país" Pino Solanas, ¿está con la patria o contra la deuda externa? ¿Y Lozano o Libres del Sur? Cada uno tendrá que responder con sus actos.
Mientras tanto, Pino Solanas ha presentado públicamente sus intenciones de formar un bloque político con Luis Juez y el sojero Binner. Vale recordar también el apoyo que Solanas y Lozano dieron al bloque sojero durante la crisis del campo. Es decir, que la centroizquierda en todas sus variantes, siguió siendo, en la situación política, la pata izquierda del bloque derechista parlamentario.
Sin embargo, como revolucionarios exigimos que quienes se presentan a sí mismos como luchadores den todo lo que puedan dar. Llamamos a Solanas, a Lozano y Libres del Sur a romper con su "estrategia parlamentaria" y a sumarse a la lucha contra el pago de la deuda. Planteamos: "Ni entera ni por partes, no al pago de la deuda". Les decimos: el acuerdo entre kirchneristas y radicales es cuestión de tiempo. El propio Sabatella ya se anotó al defender la necesidad de que se vaya Redrado y se discutan los pasos a seguir en el Congreso. En este sentido, cualquier "investigación" que se contraponga a la organización de un plan de lucha contra el pago de la deuda no es más que una maniobra distraccionista.
Al mismo tiempo, queremos señalarles a todos los trabajadores que confían en este bloque, que Solanas, Lozano y Libres del Sur no van a impulsar consecuentemente esta lucha. Ni siquiera se "animaron" a participar de una movilización. Nosotros decimos: si quieren venir, que vengan. Como no vienen, se demuestra que toda su "estrategia parlamentaria" contra la deuda es una fachada para negociar y capitular.
UNA SITUACIÓN PRE-REVOLUCIONARIA: ¡QUE SE VAYAN TODOS! QUE GOBIERNEN LOS TRABAJADORES.
Todos estos elementos tienen que ser tenidos en cuenta para entender la situación política. Grandes divisiones, convulsiones y choques por arriba que buscan resolver cerrando por derecha. Una feroz crisis capitalista mundial que en Argentina impactará de lleno con el default de las cuentas públicas, la emisión de cuasi-monedas, los tarifazos, los ajustazos, la negativa a cualquier aumento por encima de la inflación y el recorte en general del gasto público, entre otras cosas. Y, desde abajo, un auge de luchas que sacudió y fue ganando en perspectivas, radicalización y masividad durante todo el 2009 hasta que a finales de año desembocó en puebladas, una huelga general, un plan de lucha nacional piquetero y una marcha contra el pago de la deuda. De esta forma, cerramos el año con un salto en calidad: los trabajadores empiezan a ocupar su lugar en la crisis política nacional. Se plantea la posibilidad efectiva de una intervención independiente de los bandos patronales.
Y en esto consta las posibilidades de una situación pre-revolucionaria: cierran por arriba y hay un profundo giro hacia la derecha o los trabajadores aprovechamos esa división para intervenir de forma independiente. Como venimos señalando desde hace varios meses: "Toda la situación nacional marcha, con la burguesía argentina y sus respectivos representantes políticos (el gobierno y la oposición patronal) a un acuerdo con el FMI; es decir, a un gobierno del fondo monetario que ataque con crudeza a los explotados" (FEL Nº1, septiembre de 2009) porque "En nuestro país, luego del desvío kirchnerista, quieren cerrar de una vez por todas el proceso abierto por el Argentinazo" (ídem). Por eso la disyuntiva sigue siendo: FMI o gobierno de los trabajadores.
Justamente por eso, nosotros no "defendemos" al kirchnerismo contra las "conspiraciones" de la derecha, no. Por el contrario, vemos como el propio kirchnerismo cede lugar a la derecha y pacta con ella la transición política hacia el 2010. Aquí no hay un gobierno nacionalista que se enfrente al imperialismo sino un gobierno nacionalista burgués que, en su decadencia total, quiere presentar el pago de la deuda como una medida popular. Por eso, y teniendo bien presente la ofensiva pro-imperialista en toda América Latina, nosotros decimos: "Abajo cualquier conspiración golpista de la derecha. Ningún apoyo al gobierno de Cristina." Nos oponemos a los golpes de la derecha no en defensa de este gobierno K (que pacta una salida en común con la derecha) sino en defensa propia. Porque sabemos que cualquier golpe de la derecha no prepara mejores condiciones para nuestra lucha sino que, por el contrario, refuerza los rasgos más derechistas del régimen anterior.
Y, porque sabemos que el gobierno pacta con la derecha, es que al mismo tiempo luchamos por "¡Que se vayan todos! Que gobiernen los trabajadores". Porque sabemos que en todo el país se está gestando la rebelión popular contra los Kirchner y la derecha sojera. Porque sabemos que esa rebelión es justa y necesaria. Porque sabemos que hoy sobrevuela sobre Argentina el fantasma del default, el Argentinazo y el 2001. Sólo falta una voz de mando para imprimir una orientación independiente en la actual crisis de poder. Todas las luchas del 2009 demuestran que lejos de ser una suerte de "golpismo de izquierda", la consigna ¡que se vayan todos! choca de lleno con ambos bandos patronales y el "gobierno de los trabajadores" completa la estrategia de un segundo Argentinazo.
Por eso es criminal que la CGT y la CTA estén en manos de unos burócratas que han optado por subordinarse a una u otra variante de los bloques políticos patronales. Denunciamos a Hugo Moyano y a Julio Piumato como vendepatria por calificar de "regreso soberano del país al mercado internacional de capitales" al cipayo pago de la deuda externa. Denunciamos, asimismo, a Yasky que nada dice contra el pago del deuda, apoya al gobierno nacional que está entregando las riquezas nacionales al imperialismo y que apoya el fraude de Baradel en el Suteba La Plata. La lucha por una huelga general contra el pago de la deuda deberá barrer con un gran obstáculo para abrirse paso: echar a la burocracia de los sindicatos.
Y, por eso mismo, porque plantea una alternativa obrera independiente, saludamos la propuesta de declaración del Partido Obrero en contra del pago de la deuda. Entendemos que esa declaración dirigida a varias organizaciones, movimientos y partidos políticos puede ser la plataforma inicial para constituir un gran Frente Único contra el FMI. Esta convocatoria por parte del PO es, sin lugar a dudas, un claro giro a la izquierda. Este llamado, cuyo eje central es la lucha por la independencia nacional en la presente crisis política, expresa el carácter revolucionario del Partido Obrero. Deja pendiente, eso sí, que esa declaración se transforme en un llamamiento para organizar en un Frente Único al conjunto de las sindicatos y organizaciones en lucha en contra del pago de la deuda y que, finalmente, la crisis solamente podrá ser resuelta por el desplazamiento de los gobiernos capitalistas por un gobierno de los trabajadores. Con el objeto de apoyar la declaración y resolver estos límites, va nuestra propuesta.
POR UNA HUELGA POLÍTICA DE MASAS CONTRA EL PAGO DE LA DEUDA. POR UNA SALIDA OBRERA Y SOCIALISTA A LA CRISIS NACIONAL.
El pago de la deuda no puede ofrecerle ninguna perspectiva al país. No se trata de qué sería lo mejor sino que, el propio pago de la deuda, implica de por sí un perjuicio. Nadie se engaña: "Las perspectivas del canje de deuda argentino están alimentadas, en parte, por el horizonte de tasas cercanas a cero que mantienen la Reserva Federal, Japón y la Unión Europea. Sin embargo, Ben Bernanke advirtió ayer que la posibilidad de elevar los intereses no debe ser descartada si es necesaria para prevenir la formación de nuevas burbujas financieras." (Cronista, 04/01/10). Los días de la gran "oportunidad" de dinero barato se están acabando. Más sincero, algunos análisis dicen: "el pago de la deuda no es parte de ningún programa de rehabilitación económica. Argentina están buscando capital para poder meterse en un hoyo más profundo" (Startfor, Forecast 2010)
En este cuadro, que la clase obrera ponga en pie un plan de lucha nacional contra el pago de la deuda modificaría radicalmente la situación. Ni que hablar ya de conquistar la puesta en pie de huelga tras huelga en la perspectiva de la huelga general. Estamos hablando de una huelga política de masas: la transición entre la lucha reivindicativa y la lucha directa por el poder. Una bisagra que puede revolucionar la compresión de la clase obrera argentina.
Una huelga general impulsada entre Kraft, el Subte y el movimiento piquetero podría hacer estragos en la crisis política actual. Al mismo tiempo, quienes se opongan quedarán expuestos como agentes directo del gran capital financiero. El no pago de la deuda externa es una causa popular que va a deslindar campos al interior de los sindicatos. De su correcta utilización depende si va a terminar siendo un eje para que muchos trabajadores sigan detrás de las "estrategias parlamentarias" o si, por el contrario, se transforma en una fenomenal palanca para la lucha y la organización obrera independiente.
Lo mismo podemos decir del plan de lucha hasta que no se pague la deuda. El mismo supone una lucha activa y permanente contra todas las variantes del poder político. Por lo tanto, presupone la constitución de un Frente Único de organizaciones que se transforme en la cabeza política del movimiento y la puesta en pie de coordinadoras de base para aunar los esfuerzos prácticos y cotidianos en ese sentido. Insistimos, las posibilidades son múltiples.
Por ejemplo, en Islandia, el parlamento que había aprobado una ley para pagar la deuda de 3500 millones de euros se vio obligado a dar marcha atrás y convocar a un referéndum frente a la resistencia del pueblo islandés que se expresó en un petitorio contra el pago de la deuda que fue firmado por 56.089 personas (la cuarta parte del electorado). Son un ejemplo a seguir si lo tomamos como parte de un plan de lucha de nacional y la pelea por una huelga política de masas contra el pago de la deuda.
Por lo tanto, el desafío está planteado. La huelga política puede ser la bisagra entre la situación pre-revolucionaria y la puesta en pie de una intervención obrera independiente contra el poder y por el poder. El Frente Único contra el FMI puede ser una referencia política nacional y, luego, ser una plataforma para impulsar coordinadoras de bases e, incluso, para convocar una nueva ANT y desarrollar una estrategia de doble poder en el marco de una situación revolucionaria. Esta crisis política encierra una gran potencialidad política. La combinación entre la crisis fiscal, la lucha salarial y el no pago de la deuda externa pueden conformar una auténtica lucha obrera, nacional, independiente y antiimperialista que ponga a toda el país bajo la dirección política de los trabajadores.
Por lo tanto, como dijimos al principio, las marchas del 22 y el 26 pueden ser dos grandes iniciativas aisladas o pueden transformarse en los fundamentos, las bases y el inicio de una estrategia política independiente de la clase obrera frente a la crisis nacional. Si adoptamos la estrategia adecuada, estos pueden ser los primeros pasos para que la clase obrera se postule como un factor de poder.
Vamos por el Frente Único contra el FMI. El plan de lucha nacional hasta evitar el pago de la deuda y por una huelga general política de masas. Si estamos de acuerdo, manos a la obra.
22/01/10
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