A continuación, reproducimos extractos de un artículo de Martín Ogando (ex dirigente del PTS y fundador de La Mella-Patria Grande) donde puede verse con total claridad la caracterización común que hacen del kirchnerismo ambas organizaciones como un “agente de la recomposición del consenso y del ciclo de acumulación de capital –devaluación mediante-, pero sobre la base de viabilizar la ampliación de derechos y la satisfacción de algunas demandas populares postergadas”. El título es: LAS RAZONES PREVISIBLES DE UN RESULTADO IMPREVISTO.
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Arriba, Martín Ogando, dirigente de PG, en un congreso de la UP. Abajo: Rosso, dirigente del PTS y director de La Izquierda Diario |
La visible similitud entre ambos planteos tiene que poner en alerta al Frente de Izquierda dado que si bien hoy el PTS llama a votar en blanco por mero propagandismo sectario (porque los dos candidatos no son del FIT) la mimetización en la caracterización política del gobierno va preparando un camino de capitulación política. En el fondo, sectarios y oportunistas coinciden en que la tarea es “bancar el Nunca Menos” ya sea en fórmula FPV (votar a Scioli) o en fórmula “K consecuente anti-Scioli” (votar en blanco porque “ni Randazzo apoya a Scioli” y “todos son hijos políticos de Menem”).
Por el contrario, la tarea estratégica de la izquierda pasa por una impugnación del kirchnerismo y su programa anti-obrero devaluatorio y sojero que es el núcleo fundamental de ambas candidaturas de Scioli y Macri. Lo que propone Prat-Gay (dólar a $14) no es más que lo que hizo Duhalde-Lavagna-Kirchner con la devaluación de 2002 liquidando en un 30% de un mazazo los sueldos de los trabajadores y la agro-minería de la soja que primarizó la economía argentina no permitirá ninguna reactivación económica en el marco de la caída internacional de los precios de materias primas. El desafío es mostrar que la devaluación no sólo es anti-popular de manera inmediata sino que es impotente en el largo plazo. Es a partir de esta caracterización científica de la situación económica internacional y nacional, que se puede fundamentar políticamente el voto en blanco. Por el contrario, apelar a sentimentalismos, subjetivismos o corporativismos es cerrar los ojos utilizando el atraso político de la clase obrera como excusa para liquidar la función política de una dirección revolucionaria.