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martes, 5 de abril de 2011

[Japón] El desastre nuclear amenaza a toda la economía japonesa


Con el aval del gobierno de Naoto Kan, TEPCO vertió 11500 toneladas de agua radiactiva al océano. Estamos frente al probable derrumbe de la industria pesquera de Japón

El desastre nuclear amenaza a toda la economía japonesa

En la antesala de una enorme crisis política, económica y social, luchemos por:

¡Fuera Naoto Kan y todo su gobierno! Juicio, castigo y cárcel a todos los responsables políticos, funcionarios y empresarios implicados, por acción u omisión, en las consecuencias del maremoto y la amenaza nuclear 


Tepco, la compañía dueña de la central nuclear de Fukushima, comenzó ayer a verter 11500 toneladas de agua radiactiva al mar. El agua liberada tiene una radiactividad 100 veces superior al límite legal. Dicha decisión fue avalada públicamente por el gobierno de Naoto Kan a través de su vocero, Yukio Edano. Además del agua contaminada que vertió Tepco, hay una grieta de 20 centímetros en un foso de contención en el segundo reactor a través de la cual se filtra líquido de forma continua, cuya radiactividad tiene un nivel 4000 veces superior al límite legal. Hasta ahora, Tepco ha fracasado en sellar dicha grieta.

A partir del desastre nuclear, se avecina el derrumbe del conjunto de la economía japonesa

Las implicancias catastróficas en el terreno medioambiental de lo que pasó son, para la mayoría de los especialistas en energía nuclear y radiación, incalculables. Según el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), el vertido de las 11500 toneladas de agua con baja radiactividad puede devastar el ecosistema marino de la zona: “La radiactividad, básicamente causada por trazas de yodo y cesio, se dispersará en el océano de modo similar al que lo está haciendo en el aire: una parte se detectará en niveles muy bajos en las costas de EEUU y Australia, pero otra parte se depositará en el lecho marino y los organismos. Luego fluirá en la cadena alimentaria, contagiándose a otras zonas con una gravedad que se anticipa elevada” (El País, 5/4). Para Francesc Barquinero, biólogo colaborador del OIEA, el cesio “se fijará en algas, peces y se ampliará a más depredadores. Económicamente será otro desastre para Japón” (ídem).

Ya el mismo día del vertido, el precio de algunas especies que exporta Japón cayó a la mitad. Esta tendencia probablemente se generalice los próximos días, porque difícilmente Japón tendrá demanda internacional de pescado durante un período relativamente prolongado. De hecho, desde el gobierno holandés ya anunciaron que examinaran cada barco japonés antes de permitirle el ingreso al puerto de Rotterdam, el de mayor tráfico de Europa y el cuarto del mundo. Japón es uno de los principales productores mundiales de pescado, y la industria de la pesca tiene un peso específico enorme en la economía japonesa. Se vienen los despidos masivos de trabajadores de esta industria, lo que va a generar una enorme crisis social y plantea la posibilidad de que en Japón la clase obrera se apropie de los métodos piqueteros y luche para que la crisis la paguen los capitalistas.

La actual situación generada a partir de la contaminación del océano, de los gastos que tiene que hacer el Estado por el desastre generado en todo el país y de el recorte energético que va a durar durante años, plantea el potencial derrumbe del conjunto de la economía de Japón: “un ex – oficial del Banco de Japón, Eisuke Sakakibara, dijo que el yen se debilitará en los próximos meses” (Buenos Aires Herald, 5/4). Eiji Herano, antiguo asistente de la dirección del Banco de Japón, dijo que “hay una fuerte chance de que la economía japonesa se contraiga en el presente año fiscal” (ídem). Es decir que estamos asistiendo al preludio de una enorme crisis económica en todo Japón, cuyas implicancias políticas ya comienzan a expresarse.

Los responsables tienen que caer: cada día más japoneses queremos la renuncia de Naoto Kan

Esta situación catastrófica para Japón tiene responsables, y esos responsables tienen nombre y apellido. Incluso, luego del maremoto y el desastre nuclear, el gobierno de Naoto Kan y la empresa Tepco han sido incapaces de controlar las consecuencias devastadoras y, por el contrario, las han profundizado. Por lo tanto, la reconstrucción de Japón necesariamente implica la desvinculación de la misma, de los responsables del desastre. La unidad que necesitamos los japoneses hoy en día es la unidad de todos los familiares de las víctimas y de todas las organizaciones de trabajadores y populares, para que caigan los responsables y para poner bajo nuestras manos la reconstrucción de Japón.

Según una encuesta citada por el diario El País del 5/4, “el 70% de los consultados aseguran que Naoto Kan no ha ejercido su papel de líder durante la triple crisis y el 19% quiere que dimita.” En esa misma edición del diario, está publicada una nota de opinión de Ulrich Beck, profesor emérito de la Universidad de Münich, quien afirma que “la decisión de construir centrales nucleares en zonas sísmicas no es un fenómeno natural, sino una decisión política de la que también debe darse razón en el ámbito político. No solo en el caso de la construcción de rascacielos, o en el de la planificación de una metrópoli como Tokio tales ‘catástrofes naturales’ se transforman en riesgos dependientes de decisiones de las que, al menos en principio, puede responsabilizarse a quienes las toman.”

Es claro: si hoy estamos frente a un desastre nuclear sin precedentes, es por la decisión política del gobierno de Japón y de las empresas de mantener las centrales nucleares en zonas sísmicas y de hacer oídos sordos frente a las advertencias del OIEA que en diciembre de 2008 ya le había señalado al gobierno que las plantas nucleares no estaban preparadas para hacer frente a poderosos terremotos. Las consecuencias de la catástrofe natural se podrían haber atenuado enormemente. Por eso, hay que repetirlo, si se podía evitar, no es una tragedia. La naturaleza del desastre que generó el maremoto es social y política. Por lo tanto, tienen que caer los responsables: ¡Fuera Naoto Kan y todo su gobierno! ¡Juicio, castigo y cárcel a todos los responsables! Por un plan de indemnizaciones y de reconstrucción de Japón bajo control de las organizaciones obreras y populares y de los familiares de las víctimas que sea financiado por el Estado y por medio de la expropiación de todo el patrimonio de las empresas y los funcionarios responsables. Hoy sigue planteada la necesidad de que quienes formamos parte de la comunidad japonesa internacional, y particularmente los que vivimos en Argentina, realicemos actos en las embajadas de Japón con este programa.

Natsumi Shokida
dirigente de la Tendencia Piquetera Revolucionaria
5 de abril de 2011
Tel: 154 071 9066 // Mail: natsumi_shokida@hotmail.com

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