7 de octubre - Elecciones municipales en
Brasil
Contra el Frente Popular de Belém
Votamos al PCO
Allí donde se presente, y en blanco donde no
Para construir un verdadero Frente de Izquierda
Las
elecciones municipales del 7 de octubre en Brasil están cruzadas por la
bancarrota capitalista, que tiene como consecuencia los despidos y las
suspensiones masivas, así como también un ataque al salario de los trabajadores
a nivel nacional. Frente a esto, los trabajadores de Brasil se han comenzado a
levantar contra el gobierno del PT de Dilma y Lula: huelga general de los
profesores de las universidades federales, huelga de los administradores
públicos, huelgas de trabajadores del correo, huelga de la Policía Federal en
apoyo a los trabajadores públicos, así como también la ocupación de la
Universidad de San Pablo por parte de sus estudiantes y la ocupación del
Pinheirinho por vivienda. Los trabajadores están atravesando una experiencia en
oposición al PT y a su burocracia sindical, dirección de la CUT. Las elecciones,
por lo tanto, se colocan como un episodio central de la lucha política a nivel
nacional para estructurar una verdadera alternativa de izquierda al gobierno
frentepopulista y proimperialista del PT.
PSoL: una reedición frustrada del PT
El PSoL
(Partido Socialismo y Libertad) busca capitalizar el retroceso político del PT.
Su pretensión de capitalizar el derrumbe del PT no se desarrolla en base a
superar la experiencia del PT sino en el intento de reeditarla. El candidato a
gobernador de Río de Janeiro del PSoL, Marcelo Freixo, hace campaña diciendo
que la instalación de la Unidad de Policía Pacificadora en las favelas se trató
de una conquista popular. En Belém, su candidato a gobernador, Edmilson
Rodrigues, se reunió con el arzobispo metropolitano en plena campaña, para dar
muestras de su vocación eclesiástica. Todo esto no
evita que los grupos de Brasil vinculados al MST argentino (MES) y a Izquierda
Socialista (CST), sigan formando parte del PSoL sin delimitarse.
El PSoL,
sin embargo, está a punto de atravesar una fuerte crisis: su dirección pretende
armar un partido en común con Marina Silva, quien fuera Ministra de Medio
Ambiente de Lula, sobre la base de disolver al propio PSoL. La puesta en pie de
una formación política común con Silva por parte de la dirección del PSoL va a
dejar a la deriva a las organizaciones morenistas que se han integrado al PSoL,
poniendo de relieve el fracaso de las tentativas de poner en pie “partidos de
tendencias” basados en los apetitos electorales de una camarilla parlamentaria.
PSoL-PCdoB-PSTU: Frente Popular en Belém
En la
ciudad de Belém, el PSoL puede ganar la gobernación sobre la base del completo
derrumbe del PT. Allí, encabeza un frente integrado por el PCdoB (partido que
forma parte del gobierno nacional de Dilma), y por el PSTU, sección brasilera
de la LIT morenista. El PSTU se integró al frente caracterizándolo como la
expresión de la ruptura de las masas por izquierda con el PT. Sin embargo, la
dirección del frente tiene un planteo de gestión capitalista del Estado, y su
propio candidato ya fue dos veces gobernador por el PT. En todo caso, la
candidatura de Edmilson Rodrigues sirve para contener y negar la ruptura a
izquierda de las masas con el PT, no para expresarla y darle proyección
política independiente. Todo esto es importante porque en Belém es donde el
PSoL efectivamente tiene chances de ganar: el PSTU ha decidido alinearse con el
Frente Popular allí donde efectivamente puede llegar al poder del Estado
capitalista.
PCO: La oposición al Frente Popular
El
Partido Causa Operaria (que conquistó la personería electoral durante los ’90 y
que formó parte de la fundación de la CRCI junto al Partido Obrero) no tiene
una política de subordinación al Frente Popular. Rechazan el Frente en Belém y
dan una lucha en el movimiento obrero contra la política conservadora del PSTU
y contra las direcciones burocráticas del PT y el PCdoB. En ese punto, el PCO
expresa una posición independiente de los trabajadores. Sin embargo, el PCO se
distanció de la CRCI sin publicar un balance sobre dicho distanciamiento, lo
que constituye un límite político porque cualquier partido revolucionario que
se precie como tal solamente se puede construir en una estrecha relación con la
lucha política a nivel mundial por la puesta en pie de una organización
revolucionaria internacional de los trabajadores – la IV Internacional. A su
vez, la actividad del PCO se concentra en el terreno sindical, lo que no se
complementa con una intensa actividad de agitación política contra el resto de
los partidos en el plano electoral – incluso en el período inmediatamente
previo a las elecciones.
La alternativa: construir un verdadero Frente
de Izquierda contra el PT y el Frente Popular
Pero en
Brasil es necesario desarrollar una lucha política revolucionaria en todos los
planos. La construcción del partido revolucionario no se contrapone sino que se
complementa con y se desarrolla a través de la lucha por la ruptura de la
izquierda con la burguesía y con el Frente Popular. Hay que desafiar al PSTU,
al PCB y a las organizaciones de izquierda que forman parte del PSoL, y
exigirles que rompan con el Frente Popular. La consigna de poner en pie un
verdadero Frente de Izquierda es un instrumento para desenvolver esta pelea
política, en oposición a los falsos Frentes de Izquierda que escamotean
formaciones frentepopulistas.
Con
este planteo, desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria llamamos a votar al
Partido Causa Operaria allí donde se presente y en blanco donde no, el 7 de
octubre en Brasil.
Juan Marino
3
de octubre de 2012


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