Ley de
Medios = Ley de Testaferros. La Ley de Medios no defiende la libertad de
expresión ni a los trabajadores de prensa.
CONTRA
CRISTINA Y CONTRA CLARÍN,
Vamos
por la expropiación de los grandes medios bajo
control obrero y popular
Los trabajadores de prensa, los medios alternativos y la izquierda tenemos que montar nuestro propio acto en Plaza de Mayo
“'Si esperamos tres años, podemos esperar un
par de días más. Pero necesitamos una definición’, afirmó el titular del Afsca,
Martín Sabbatella, en diálogo con Radio Continental” (Infobae, 7/12). Las
declaraciones de Sabbatella son la confesión de la derrota política que acaba
de sufrir el gobierno de Cristina a partir de la extensión de la medida
cautelar favorable al Grupo Clarín. Finalmente, ni el 7D ni el 10D el gobierno
forzará a desinvertir al Grupo Clarín: toda su política consiste en apelar a la
Corte Suprema valiéndose del per saltum votado en el Congreso para que anule la
cautelar y habilite la desinversión. El 9D, día en que el gobierno monta un festival
en Plaza de Mayo, el kirchnerismo sólo tendrá un nuevo fracaso entre sus manos.
LA
DESINVERSIÓN DE LA LEY DE MEDIOS = FESTIVAL DE LOS TESTAFERROS DE LOS
MONOPOLIOS MEDIÁTICOS
Toda esta crisis política tiene como epicentro
la puja por la redistribución de los medios entre diversos grupos capitalistas,
tanto oficialistas como opositores. La Ley de Medios tiene como objetivo
vehiculizar esa redistribución. La política del gobierno no es acabar con
Clarín como primer paso pasa desmantelar los monopolios mediáticos y
entregárselos a las organizaciones populares. Detrás de la fachada de la
“desmonopolización” de los medios, lo que se esconde es la creación de
múltiples testaferros para preservar la existencia de los monopolios privados
vinculados al gobierno. El plan de desinversión presentado por el Grupo Uno de
Vila-Manzano “proponen disolver el actual grupo y dividir entre sus socios
originales parte de las licencias del Grupo, conformando nuevas unidades
productivas a cargo de cada socio o en vinculaciones que, a título personal, no
presentan incompatibilidades entre sí (…) Alfredo Vila Santander, por su parte,
conformaría una nueva sociedad independiente de SC, con la cual operaría 15
licencias de cable junto con 7 licencias de radios en el interior del país. A
su vez, junto a Daniel Vila, se harían cargo de una sociedad que explota dos
canales de televisión y una radio en la zona de cuyo. Por su parte, Daniel Vila
junto a José Luis Manzano, compartirían la sociedad que opera seis licencias,
entre las que se encuentran América TV (con otros socios) y radio La Red, junto
a otras del interior. Barbarita Vila asumiría la titularidad de una licencia de
una radio de FM en Cuyo” (Urgente 24, 2/12). El objetivo del 7D del gobierno
giraba en torno a garantizar esta “desinversión”, o sea, este negociado para
los capitalistas. La propia naturaleza del articulado de la Ley de Medios tiene
el objetivo de redistribuir las licencias entre titulares privados.
De hecho, para Sabbatella el famoso 7D se
reduce a que Clarín siga el ejemplo del Grupo Vila-Manzano. Según Los Andes del
04/12 “El funcionario comentó que la propuesta del Grupo Vila-Manzano incluye
su disolución y la división entre sus socios de las radios, canales de
televisión y operador de TV por cable que actualmente gestiona, así como la
transferencia y venta de unas 30 licencias. Para Sabbatella, lo mismo podrían
hacer los dueños del Grupo Clarín 'porque la ley busca que ninguna empresa
tenga un tamaño grande'". La Ley de Medios, por lo tanto, es una Ley
de Testaferros que preserva la existencia de monopolios privados y públicos en
el terreno de la comunicación audiovisual.
LEY DE
MEDIOS K: CONTRA LOS TRABAJADORES DE PRENSA Y LOS MEDIOS ALTERNATIVOS, CON LA
IGLESIA, LA BUROCRACIA SINDICAL Y LA CENSURA A LOS LUCHADORES
Justamente por ese motivo, la ley no tiene
como objetivo defender la libertad de expresión ni a los trabajadores de
prensa. El 7D del gobierno no iba a acarrear el aumento del salario de los trabajadores
de los medios ni la defensa de sus derechos a organizarse política y sindicalmente.
Muy por el contrario, la reestructuración pone en riesgo sus puestos de
trabajo, dado que el objetivo del gobierno es imponer personal que responda al
kirchnerismo.
En esa misma línea, AFSCA no otorga a los
medios de comunicación alternativos el 33% destinado a las “organizaciones sin
fines de lucro” dado que busca censurar a todos aquellos que expresen de una u
otra forma la lucha popular. No es casualidad que los K cuenten como uno de sus
aliados en la pelea contra el Grupo Clarín al propio Bergoglio: “el arzobispado
de Buenos Aires –que Bergoglio aún conduce– se propuso poner en marcha lo que,
puertas adentro, se conoce como el principal proyecto comunicacional de la
Iglesia: el canal 21, el canal del cardenal. Se trata de una señal de
televisión abierta que pertenece al arzobispado porteño y cuenta con una
autorización que le concedió el ex COMFER en 2005, durante la gestión de Julio
Bárbaro, y en el inicio del primer período de Bergoglio al frente del
Episcopado. Desde entonces, la esgrima silenciosa entre Clarín y el jesuita no
hizo más que profundizar las diferencias. En el canal se quejan porque, con el
argumento de que es anticomercial, Cablevisión no lo sube a la grilla pese a
que se trata de un canal de TV abierta. El 21 se puede ver de 8 a 16 en el
canal 78 de Cablevisión, lo que equivale para Bergoglio a una especie de
confinamiento que no le permite llegar a donde quisiera (…) Paradojas del 7D,
Bergoglio, que se para en las antípodas del kirchnerismo en muchos temas, acompaña
en este caso en silencio. ‘En este tema, la relación es muy buena’, admiten (…)
Se nos van cerrando los caminos’, dice Rimoldi, el director del canal, que es
uno de los más fastidiados con el asunto y asegura contar con todo el respaldo
del cardenal. ‘Es mentira que cumplen con ley. Ninguno lo hace’, dice Rimoldi.
El artículo 65 de la Ley 26.522 obliga a los cableoperadores a incluir en la
grilla a los canales de televisión abierta en su zona de influencia. Y asegura
que desde la AFSCA, que ahora conduce Martín Sabbatella, los ayudaron muchísimo
en todas las gestiones” (Tiempo Argentino, 7/12).
Por otra parte, mientras los medios populares no han sido beneficiados
en nada, la utilización de la Ley de Medios por parte de la propia burocracia
sindical es grosera. Para dar un ejemplo, el sitio web www.patagonesnoticias.com.ar
denuncia que “la UOCRA destinó $ 5 millones (US$ 1.250.000) durante 2 años para
comprar el Canal 4 de televisión abierta de la Ciudad de Buenos Aires, que era
un canal comunitario de San Telmo, para convertirlo en el canal Construir TV y
subir su señal a la plataforma de la TV digital abierta, que gestiona Tristán
Bauer, responsable de los medios públicos. La plataforma de TV digital estatal
en la que se puede ver Construir TV está integrada por otras 15 señales, entre
ellas los canales 7 y 9, las señales de noticias C5N, CN23 y Telesur, los
educativos Paka Paka y Encuentro, y el deportivo Gol TV.” O sea que la TV digital
abierta es una usina proseletista del kirchnerismo que sirve como para
plataforma para el agente del Batallón 601, Gerardo Martínez. Sin palabras.
La naturaleza reaccionaria de la Ley de Medios,
por lo tanto, se verifica no sólo en su carácter capitalista sino también en
estos hechos concretos. En última instancia, no es menor que su autoridad de
aplicación está designada por un gobierno que transa con la Iglesia, ataca los
derechos de los trabajadores de prensa y censura al conjunto de los luchadores.
El gobierno de la Ley Antiterrorista y la reforma proscriptiva contra la
izquierda nunca podrá ser un gobierno que “democratice” los medios de
comunicación.
LA
DESINVERSIÓN Y LA LEY DE MEDIOS NO SON UN PASO ADELANTE EN LA LUCHA CONTRA LOS
MONOPOLIOS: ES UN NUEVO NEGOCIACIADO PARA LOS CAPITALISTAS CONTRA LOS MEDIOS
ALTERNATIVOS
En este marco, los medios alternativos,
agrupados mayoritariamente en la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA),
han lanzado una campaña cuyas consignas son: “SI a la desconcentración, NO a
los monopolios privados o estatales. Sin legalización de los medios populares,
alternativos y comunitarios no habrá democratización”.
La campaña tiene la virtud de poner sobre la
mesa el hecho de que el gobierno discrimina a los medios alternativos y
vinculados a distintas organizaciones populares. Sin embargo, tiene el claro
límite de reivindicar la Ley de Medios y, por ende, la desinversión promovida
por el propio kirchnerismo.
De hecho, dentro de ese espacio milita el
Frente Popular Darío Santillán que emitió un comunicado junto a Marea Popular y
otros grupos, afirmando que “lamentamos que haya jueces y camaristas que estén
al servicio de intereses minoritarios y exigimos que las instancias judiciales
superiores (en este caso, la Corte Suprema) se pronuncien de manera unívoca en
torno a los plazos de desinversión del Grupo Clarín y el resto de los grupos
(Vila-Manzano, Cristóbal López, Cadena 3, etc). Si el 7D es el fin del ejercicio
monopólico de las licencias por parte de los multimedios, allí estaremos para
festejar. Al mismo tiempo, acompañamos los avances en materia de comunicación
que implicó la creación de un ente de control federal y democrático como el
AFSCA”. Es decir que respaldan abiertamente la política del kirchnerismo de
apelar a la Corte Suprema para que resuelva a favor de la “desinversión”.
Marea Popular, luego de eso, decidió hacerse
más kirchnerista que los propios K y planteó que “el Estado nacional puede, y
debe, actuar de oficio a través del AFSCA para hacer cumplir la ley” (Declaración
de MAREA Popular a raíz del 7D, 6/12). Este partido político chavista promueve
la intervención estatal directa para ordenar la redistribución de los medios a
manos de diversos grupos capitalistas.
La política de los compañeros de la RNMA
pretende lograr el desarrollo de los medios alternativos en paralelo a la
existencia de los monopolios privados o estatales, porque la realidad es que la
“desinversión” no implica la “desmonopolización” sino la recreación de las
condiciones monopólicas bajo otras formas jurídicas.
LOS
MEDIOS ALTERNATIVOS TIENEN QUE ROMPER CON LA LEY DE MEDIOS Y LUCHAR CON LOS
TRABAJADORES DE PRENSA Y LA IZQUIERDA POR LA EXPROPIACIÓN DE LOS GRANDES MEDIOS
DE COMUNICACIÓN
Por lo tanto, la salida no pasa por buscar
ampararse bajo el ala del kirchnerismo y su ley para garantizar la
democratización de los medios, sino que por el contrario la clave pasa por
unificar a los trabajadores de prensa de los monopolios privados y públicos con
los medios alternativos y desarrollar una lucha común tanto contra el gobierno
como contra Clarín.
Justamente, para defender la libertad de
expresión y los derechos de los trabajadores de prensa, hay que acabar con la
monopolización de la comunicación audiovisual expropiando los grandes medios
bajo control de los trabajadores y las organizaciones populares. Sólo así vamos
a generar el terreno para el desarrollo de medios de comunicación propios de
los trabajadores y los luchadores, que garanticen el pleno desenvolvimiento de
la libertad de expresión.
Con esta posición, llamamos a los trabajadores
de prensa, los medios alternativos y la izquierda a montar nuestro propio acto
en Plaza de Mayo el próximo 10 de diciembre.
7 DE DICIEMBRE DE 2012
TPR
TENDENCIA PIQUETERA REVOLUCIONARIA
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