NO AL GOLPE INSTITUCIONAL DE CAPRILES Y EL MUD
¡Ninguna confianza en Maduro! ¡Por un gobierno de los trabajadores!
Acto de la TPR en la embajada de Venezuela en Argentina
Jueves 10/01 – 18hs – Av. Luis María Campos 170
Chávez se encuentra internado en
coma inducido en Cuba, sin hacer ninguna aparición pública desde hace 3
semanas. Su imposibilidad de asistir a la ceremonia de asunción del 10 de enero
ha desatado una crisis política en Venezuela y a nivel continental: la derecha
y el imperialismo especulan con que no podrá volver a gobernar y han desatado
una ofensiva política para desarrollar un golpe institucional y llamar a nuevas
elecciones. Frente a esta situación, el chavismo cerró filas atrás de Maduro
(el vicepresidente) que fue indicado por Chávez como el sucesor para la
presidencia si hubiera próximas elecciones: Cabello salió a decir que “esta
asamblea no es el congreso de Paraguay, ni yo Franco [el vicepresidente que
derrocó a Lugo, NdR]” (vtv.gob.ve, 08/01) y el Tribunal Supremo de Justicia
resolvió que no hay “falta absoluta” y que Chávez puede asumir cuando vuelva de
su tratamiento en Cuba
Ante esta crisis de poder que capta la atención de los revolucionarios de América Latina y el mundo entero, desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria planteamos la necesidad de desarrollar una movilización a nivel continental e internacional hacia las embajadas de Venezuela para derrotar el golpe institucional de Capriles y el MUD, llamando a los trabajadores a no depositar ninguna confianza en Maduro - quien ya está negociando con el imperialismo y preparándose para aplicar el ajuste- y a organizarse de forma independiente para evitar el re-establecimiento de un gobierno pro-imperialista en Venezuela y conquistar finalmente un gobierno de los trabajadores.
EL IMPERIALISMO Y LA DERECHA APROVECHAN LA ENFERMEDAD DE CHÁVEZ PARA
CONSPIRAR Y PROMOVER UN RECAMBIO PROIMPERIALISTA
La derecha de Capriles (principal
opositor y gobernador del estado de Miranda) y el MUD (Mesa de Unidad
Democrática, donde se nuclea la oposición derechista a Chávez) están
aprovechando la situación para intentar montar un golpe institucional diciendo
que si Chávez no puede estar presente para la ceremonia, existe “falta
absoluta” (figura legal de la constitución de Venezuela para decir que el
presidente designado no puede hacerse cargo de la función) y por ende debería
asumir la presidencia el presidente de la Asamblea Nacional (el chavista
Cabello) para luego convocar nuevas elecciones. Cabello es el representante del
sector ligado a los intereses del aparato militar y de la “boliburguesía”,
enfrentado dentro del chavismo a Nicolás Maduro (vicepresidente). Dicho
operativo se expresó con claridad en el hecho de que el MUD envió una carta a
la OEA (Organización de Estados Americanos, el “Ministerio de Colonias” como le
decía el Che) diciendo que sino asumiera el presidente de la Asamblea Nacional
“se habrá consumado una grave violación al orden constitucional en Venezuela” (Clarín, 08/01). El propio Capriles llamó
a los presidentes latinoamericanos, que habían sido convocados por el chavismo,
a no ir al acto del gobierno del 10 de enero en apoyo a Chávez y hubo sectores
de la derecha que convocaron a hacer un “paro cívico”. Incluso en algunas
páginas webs y blogs ha circulado una declaración de un denominado “Frente
Institucional Militar” firmada por más de 70 generales y coroneles de las
Fuerzas Armadas que apoyan el reclamo de la derecha y “ante la compleja
situación nacional, exhorta a nuestros
compañeros de armas a cumplir cabalmente sus deberes militares y respetar plenamente
la Constitución Nacional” (diarioenlamira.com,
9/01).
La derecha levanta la cabeza
bancada por el imperialismo: The
Washington Post del 9/01 publica que “con los 14 años de mandato de Chávez
probablemente llegando a su fin, EEUU proyecta mejores lazos con Venezuela” y
que “los funcionarios americanos no saben la condición exacta, pero creen que
debe estar cerca de la discapacidad o la muerte”. El diario inglés Financial Times publica el 8/01 que el
banco Barclays comunicó a sus clientes que “pasar por alto la constitución en
este momento haría cuestionable la legitimidad del gobierno después del 10 de
enero, trayendo incertidumbre e incrementando el riego de una crisis de
gobernabilidad”. Cuando el imperialismo habla de “cuestionamiento de la
legitimidad del gobierno” y de “crisis de gobernabilidad”, en realidad lo que
está diciendo es que legitima una línea golpista. Esto demuestra que la línea
del golpe institucional de Capriles y el MUD no es una ultrada de la derecha
venezolana sino que es un planteo político que cuenta con el respaldo de, por
lo menos, un sector del imperialismo yanqui e inglés.
CAPRILES ORDENA, LA CELAC, EL MERCOSUR Y EL ALBA OBEDECEN: LOS
GOBIERNOS LATINOAMERICANOS AISLAN AL CHAVISMO PARA DEJAR PASAR LA OFENSIVA
IMPERIALISTA
El chavismo, lejos de impulsar un
proceso de movilización popular a nivel continental para derrotar las
conspiraciones y el golpe del imperialismo, ha apelado a los gobiernos
latinoamericanos para enfrentar el intento de golpe institucional de Capriles.
A través de Cabello, convocaron a un acto para el 10 de enero, donde pretendían
realizar un acto de apoyo político a Chávez con la presencia de los distintos
presidentes de América Latina.
Sin embargo, su pretensión concluyó
en una frustración. Como parte de la ofensiva del imperialismo, “el líder de la
oposición venezolana, Henrique Capriles, pidió a los presidentes de la región
que ‘no se presten’ a la llamada del Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV) y no acudan a los actos convocados para el jueves, día en que debería
asumir el presidente Hugo Chávez” (El
Espectador, 8/1). De esta forma, el golpismo busca imponer un cuadro de
aislamiento al chavismo para facilitar un recambio pro-imperialista. Dicho y
hecho: Piñera, presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC) fundada en 2010 en Caracas, y Santos, ambos exponentes de la
derecha latinoamericana, respondieron al llamado de Capriles y se negaron a
participar. En esa misma línea, Rousseff (miembro de la CELAC y del MERCOSUR)
confirmó su ausencia a través de su asesor internacional. Correa (miembro de la
CELAC y el ALBA) y Cristina (miembro de la CELAC y el MERCOSUR), por su parte,
resolvieron enviar a sus cancilleres, pero sin hacerse presentes ellos mismos. El
que sí irá es Mujica, pero para trabajar por la penetración imperialista en el
continente: “El presidente, dijo que ´ante la muerte hay que apostar por la
vida´, por lo que aprovechará su viaje a Venezuela para dialogar con los cancilleres
de los demás países de la región para impulsar un acuerdo comercial con la
Unión Europea” (Unoticias, 8/1). Evo
Morales, que también formará parte del acto, sin embargo no abrió la boca
frente al desplante del resto de los presidentes latinoamericanos.
La CELAC, que se fundó con la
única utilidad de promover un proceso de asociación de los gobiernos
nacionalistas con los gobiernos pro-imperialistas, ha concluido en un rotundo
fracaso, al igual que el MERCOSUR. Lo mismo ocurre con el ALBA, el instrumento
de Chávez para desarrollar una asociación política y comercial con gobiernos
afines a él. La causa de la unidad latinoamericana no puede ser satisfecha por
los gobiernos nacionalistas burgueses, que privilegian sus compromisos con el
imperialismo antes que la defensa de la lucha unitaria contra éste. Si la
CELAC, el MERCOSUR y el ALBA se borran en el preciso momento en que el
imperialismo inicia un golpe en Venezuela frente a la desaparición física de
Chávez, la conclusión que tenemos que sacar los luchadores es que tenemos que
promover la unidad de obreros y campesinos a nivel continental, y luchar por
los Estados Unidos Socialistas de América Latina. La única forma de expulsar al
imperialismo en nuestro continente es superar los límites del nacionalismo
burgués.
NINGUNA CONFIANZA EN MADURO: UN GOLPE NO SE ENFRENTA METIENDO UN
AJUSTE CONTRA LOS TRABAJADORES, PAGANDO LA DEUDA EXTERNA Y ACERCÁNDOSE AL
IMPERIALISMO YANQUI
El imperialismo, evaluando la posibilidad de que Maduro logre imponerse después del 10 de enero, ya está operando para
derechizar el régimen político y retomar el control sobre el país. El mismo
artículo de The Washington Post del 9/01 dice que “Roberta Jacobson, la más
alta diplomática para América Latina, habló por teléfono con el vicepresidente
Nicolás Maduro en noviembre y discutió maneras de mejorar los lazos en varios
asuntos como pelear los carteles de droga y el terrorismo”. Incluso informan que
“Maduro y otros desde adentro del gobierno de Chávez también buscan una
reaproximación [con el gobierno de EEUU, NdR]” y que “el diplomático
estadounidense Kevin Whitaker también ha estado en contacto regular con Roy
Chaderton, el embajador venezolano a la OEA en Washington”.
El chavismo asimismo viene
preparando un ajuste contra los trabajadores. The Economist del 15/12 dice que
“quien sea que termine gobernando Venezuela se va a enfrentar a decisiones
económicas difíciles. (…) la economía probablemente se desacelerará. (…) el
déficit público está estimado en un 14.7% del PBI (…) y la inflación, de 18%,
probablemente aumente el año que viene”. El gobierno lanzó “el anuncio por
parte del ministro de Planificación y Finanzas Jorge Giordani de aumentar la
gasolina y las tarifas de los servicios públicos” (Elimpulso.com, 23/11/2012). También se perfila una devaluación para
este año: “tanto la firma de inversión inglesa Barclays como la firma de
investigación venezolana Ecoanalítica proyectan que la divisa venezolana es muy
probable que se devalúe un 46% durante el primer cuarto del año” (El Universal,
26/10/2012). El tarifazo y la devaluación, son en función de pagar la deuda
externa, ya que “el servicio de la deuda externa venezolana se lleva 12 mil
millones de dólares cada año” (Notitarde.com, 11/08/2012).
De esta forma, el chavismo le da
de comer a la derecha y el imperialismo, que explotan demagógicamente la
miseria social que cada vez aumenta más en Venezuela. Si el chavismo quisiera
profundizar la movilización popular para derrotar a la derecha, no tendría que
ajustar y pagar la deuda, sino que por el contrario debería dar satisfacción a
los reclamos populares. Por eso, llamamos a la militancia popular que confía en
Chávez, a pronunciarse contra el ajuste, el pago de deuda y los compromisos con
el imperialismo, impulsando un plan de lucha contra el golpe y por todas las
reivindicaciones de las masas.
LA REPRESIÓN CHAVISTA A LOS LUCHADORES SÓLO PUEDE ABRIRLE PASO A LA
DERECHA. ¡BASTA DE REPRESIÓN Y DE PATOTAS! ¡POR EL TRIUNFO DE TODAS LAS LUCHAS
OBRERAS!
El chavismo no sólo está
preparando un ajuste anti-obrero contra el pueblo sino que también está
desarrollando una orientación represiva contra las luchas obreras. Esto tiene
que ser repudiado y combativo de pleno por todos los luchadores (incluso los
chavistas) ya que con cada represión, el chavismo no hace más que hacerle el
juego a la derecha. La lucha de Galletera Carabobo, para que se respete el
convenio colectivo de trabajo, ha sido recientemente reprimida y se detuvieron
a 5 militantes (ya liberados), entre los que se encuentra el compañero Roberto
Yépez de Opción Obrera (sección venezolana de la CRCI). A esto se suma la
represión a los pueblos originarios del estado de Zuliá, el ataque a Oswaldo
Pacheco (militante del PSL), la represión a las enfermeras de la Maternidad Laura
Vaamonde, Luisa Romero y Nairobi Hernández, la brutal golpiza a José Luís
Morocoima (secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Alúmina),
entre tantos otros. La liberación nacional no puede conseguirse de la mano de
la represión contra las luchas obreras sino uniendo la lucha contra el
imperialismo con la lucha de los trabajadores.
PARA DERROTAR EL GOLPE DE CAPRILES Y EL MUD, HAY QUE ROMPER CON LA
DERECHA ENDÓGENA. CONSTRUYAMOS UN FRENTE ANTIIMPERIALISTA DE TODA LA IZQUIERDA
QUE LUCHE POR UN GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES
A todos los militantes populares
que confían en el chavismo les decimos que la única salida frente a la ausencia
de Chávez del gobierno de Venezuela es luchar por un gobierno de los
trabajadores. Su alejamiento del cargo ya ha desatado una enorme presión del
imperialismo y la derecha para procesar un recambio pro-imperialista en la
dirección del Estado. 14 años con Chávez en la presidencia están concluyendo con
la derecha pro-imperialista unificada detrás de Capriles y con la derecha
endógena del chavismo copando la dirección tanto del PSUV como de la burocracia
estatal. Su ausencia va a desatar una guerra de camarillas al interior del
chavismo, la que solamente puede ofrecer un mayor terreno para la cooptación de
las mismas por parte del imperialismo y el avance de la derecha a través del
MUD. La posible desaparición física de Chávez amenaza con precipitar una enorme
presión del imperialismo para cerrar definitivamente el proceso
anti-imperialista abierto con el Caracazo del ’89 y el golpe cívico-militar chavista
de 1992. Si esto es así, es por responsabilidad del propio Chávez, que lejos de
profundizar un proceso de revolución anti-imperialista, decidió promover a la
derecha endógena, mantener la estructura social atrasada y oprimida de
Venezuela y colaborar con la derecha pro-imperialista de Santos y Uribe en el
ataque sistemático a guerrilleros y activistas latinoamericanos.
Para evitar que el posible alejamiento
de Chávez concluya en el establecimiento de un gobierno pro-imperialista en
Venezuela (sea por la vía de un golpe o de la derechización del propio
chavismo), es indispensable que la base popular chavista supere los límites del
nacionalismo burgués y se organice junto a la izquierda (en primer lugar, junto
a los compañeros de Opción Obrera y el PSL de Orlando Chirino) llamando a los
trabajadores a movilizarse contra el golpe, a no confiar en Maduro ni en
ninguno de los elementos de la derecha endógena que han copado el PSUV y el
aparato estatal gracias a Chávez, y a luchar por su propio gobierno: un
gobierno de los trabajadores.
Cualquier luchador en Venezuela,
sea o no chavista, tiene que denunciar las negociaciones que el propio chavismo
está llevando a cabo con el imperialismo mientras éste plantea un golpe
institucional, exigirle al conjunto de las fuerzas chavistas que rompan con el
imperialismo y llamar a la organización independiente de la izquierda, los
obreros y los campesinos para desatar una movilización anti-imperialista y
revolucionaria.
Los compañeros de la izquierda que
todavía no rompieron con el chavismo considerando que Chávez, por sí mismo,
podía garantizar contra la derecha endógena y contra la derecha
pro-imperialista (e incluso “profundizar el socialismo del siglo XXI” como
parte de un supuesto “proceso revolucionario”) tienen que entender que ahora
sin Chávez, se cierra una etapa. Ahora van a ser esa derecha endógena y esa
derecha pro-imperialista, las que se van estar disputando el poder en
Venezuela. Por eso Venezuela tiene dos caminos: avanza hacia un gobierno de los
trabajadores (sin capitalistas ni burócratas) o avanza hacia un gobierno de la
derecha. En cualquiera de los dos casos, la ruptura con el chavismo y la
organización de un Frente de Izquierda y de los Trabajadores que encabece un
polo anti-imperialista es la clave de la situación.
Para impedir que venga un gobierno
de la derecha, hay que luchar contra Capriles y el MUD delimitados del PSUV y
de la burocracia estatal. Tenemos que organizar un frente anti-imperialista de toda
la izquierda que batalle por un gobierno de los trabajadores. ¡Abajo el golpe
institucional de Capriles y el MUD!
9 DE ENERO DE 2013
TPR
TENDENCIA
PIQUETERA REVOLUCIONARIA
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