AL
SERVICIO DE PETROBRAS Y VALE
LULA-DILMA: AGENTES DE LA DEVALUACIÓN EN ARGENTINA
LUCAS
MALASPINA
@LMalaspinaTPR
El kirchnerismo hace la siguiente
crónica de la conferencia que brindó Lula en la Embajada, y destaca una de sus
intervenciones. “Estuvo discreto: omitió apuntar que las diferencias esenciales
sobre el final se produjeron entre Brasil y la Argentina (…) ‘Brasil no puede
crecer solo. Y Brasil tiene más responsabilidad que el resto. En la crisis del
2008 llamé al presidente del Banco Central y al ministro de Hacienda y les dije
que destinaran dinero a Uruguay y a la Argentina. No lo hicimos. Lo hizo China.
Pero Brasil no necesita 400 mil millones de dólares de reservas. Hoy podríamos
usar ese dinero para financiar la integración aquí y en el continente africano.
Pensemos, imaginemos. A veces me da la impresión de que los intelectuales de
América latina dejaron de pensar después de la caída del Muro de Berlín’”
(Página 12, 19/5). Sin embargo, quien escribe [Granovsky], tira la piedra y
esconde la mano.
LA CRISIS DE
VALE: BRASIL INVERTIRÁ SI ARGENTINA DEVALÚA
A raíz de la crisis en Vale
se expuso con mayor gravedad el distanciamiento entre las perspectivas de Dilma
y CFK. Danilo Astori, vice de Mujica, quien “sostuvo que las relaciones de
Uruguay con Argentina ‘empeoran día a día’ en materia comercial” a causa del
tipo de cambio actual, también dijo que esto es lo que está “generando que el
Mercosur viva ‘la peor etapa de su historia’” (Clarín, 3/5).
Como contrapunto, colocó a
Dilma, que sería dialoguista. Es que al PT de Brasil, lo que le importa es
esto: garantizar la devaluación argentina para garantizar una levantada en sus
exportaciones. “En Argentina, las importaciones de productos brasileños se
redujeron de un 27,1% a un 25,4%. En el mismo periodo, los chinos ampliaron su
participación del 14,9% al 16,6%. La caída supuso US$ 200 millones menos en
exportaciones para Brasil” (Folha de Sao Paulo, 7/5). El problema de Vale, y de
todos los inversores brasileños en general, es que traer dólares a un tipo de
cambio oficial para luego comprar dólares en el mercado paralelo es un suicidio
económico. Por eso el plan Lula de llenar de inversiones Argentina para
competir con China se hace complicado.
“El Gobierno tiene una
situación fiscal sólida y nivel de reservas” por lo que “hablar de devaluación
es una estupidez”, dijo Amado Boudou, vice de CFK y presidenciable del FpV. En
este cuadro se explica el fracaso de la reunión entre Dilma y CFK. Sólo
llegaron a “prorrogar por un año más la discusión de la Pacto Automotor Común
(PAC) negociado en 2008, que fija un mecanismo de administración del comercio
bastante favorable a ambos países y, mientras tanto, mantener cierto estatus
quo en el sector”. Mientras tanto otras empresas ya se fueron como Petrobras, y
el gobierno quiere tapar los agujeros con más Cristóbal López…
CRISTINA, LA
DERECHA Y EL FAP SE DISPUTAN EL APOYO DE UN ÁRBITRO PRO-IMPERIALISTA
“El gobierno de Dilma es el
mismo que el mío”, afirmó Lula en la misma ocasión que Granovsky describe,
pero oculta (Folha de Sao Paulo, 17/5). La frase no es casual, busca dejar en
claro que Lula también quiere la devaluación.
Sin embargo, al tiempo que
Dilma intercedió para evitar la intervención de Clarín, Lula sabe que tiene que
negociar con Cristina, por eso dijo que “se puede ver cualquier canal de TV,
pero no negar el apoyo que tiene este gobierno” (Folha de Sao Paulo, 16/5). Y
Cristina busca presentarse como la representante más fiel del lulismo, mientras
éste no para de elogiar a De la Sota o Binner.
Lula es un árbitro
pro-imperialista, y por ahora, pone un pie en cada plato. Así fue en Venezuela,
donde financió ambos listas, y tanto Capriles como Maduro lo reivindican.
Aunque hoy Cristina niegue la devaluación, y la derecha y el FAP la soliciten,
la alineación de todos con Lula, quien plantea una solución negociada contra
el pueblo y los trabajadores, es todo un síntoma.
CONTRA LA
UNIDAD DE LOS GOBIERNOS DEVALUADORES, VAMOS POR LA UNIDAD OBRERA Y CAMPESINA DE
ARGENTINA Y BRASIL
En “Argentina y Brasil en la
integración continental”, Liborio Justo, el fundador del trotskismo argentino,
afirmaba: “No se olvidan los que creen que la liberación y la integración de
América Latina depende, sobretodo, de la conjunción y del entendimiento
argentino-brasileño (...) porque los dos países están destinados, mediante la
alianza de su proletariado, a ser la vanguardia en la lucha por el socialismo
en el continente”. Corresponde al Frente de Izquierda delimitar de estas tres
fuerzas patronales, que fracasan sistemáticamente en la ‘integración
continental’ por su vocación inexorable de ultrajar la economía nacional. La
colaboración política que venimos sosteniendo entre el Partido do Causa
Operaria (PCO) de Brasil y la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR) de Argentina
es un principio de solución en ese sentido.

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