PINO-CARRIÓ-GEN-PS: ¿Frente “anti-corrupción” o frente caprilista en defensa de Clarín y la justicia patronal?

EL PACTO PINO-CARRIÓ-GEN-PARTIDO SOCIALISTA

¿Frente “anti-corrupción” o frente caprilista en defensa de Clarín y la justicia patronal?

Pino Solanas ha lanzado un “frente anti-corrupción” con Carrió, el Partido Socialista y el GEN para las elecciones legislati­vas en la Ciudad de Buenos Aires. Los dos ejes programáticos sobre los que se estructura el pacto Pino-Carrió son la defensa de la “justicia independiente” y la “lucha contra la corrupción”. El objetivo de Pino y Carrió, sin lugar a dudas, es capita­lizar electoralmente las movilizacio­nes del 8N y el 18A. El frente tiene como objetivo disputar el tercer se­nador por Capital Federal para Pino y renovar la banca como diputada para Carrió con la ignominiosa con­signa de ser el caprilismo argentino.

El contenido del pacto Pino-Carrió es abiertamente reaccionario. En una de las entrevistas que ambos dieron en común como parte de su campaña electoral, Carrió explícita­mente dijo que “el contrapoder que existe en la Argentina para frenar a esta dictadura avasalladora es el Grupo Clarín (…) en consecuencia, hay que defender esta muralla don­de la gente pueda expresar” (Tiem­po Argentino, 16/5). Por otra parte, la “justicia independiente” que am­bos dicen defender no es otra cosa que el aparato judicial reaccionario corroído estructuralmente por la co­rrupción.

PINO: CON CARRIÓ Y CON LA UCR, CONTRA LA IZQUIERDA

La decisión de Pino de ir con la derechista Carrió le valió una crisis política en Proyecto Sur, que se ex­presó en el hecho de que el MST resolvió rechazar el frente con la dirigente de la Coalición Cívica e irse al igual que doce de los quin­ce comuneros. Su política electoral manifiesta su carácter político de conjunto. Pino Solanas está muy lejos de encabezar un proyecto “emancipador” de tintes anti-im­perialistas, como señala el MST. A partir del choque entre el gobierno y las patronales agrarias, Solanas se transformó en la pata izquierda del capital sojero. Desde ese momento, se convirtió en un férreo defensor, él mismo, del Grupo Clarín. Abandonó por completo cualquier iniciativa en oposición al pago de la deuda exter­na, y llegó a declarar que hay que pagarles a los fondos buitres: “la Ar­gentina está obligada a pagar a los llamados fondos buitres, porque de lo contrario entraría en default” (La Nación, 25/11/2012).

CON CARRIÓ O TAL VEZ TAMBIÉN CON LA PROPIA UCR

Su oportunismo derechista se ve­rifica en la noticia reciente de que Pino podría inclinarse con romper el frente con Carrió, pero no para defender el acuerdo con el MST en Proyecto Sur, sino para ir con… la UCR: “En declaraciones a BAE, el cineasta bajó los decibeles contra los radicales y no descarta hoy con­tar con el apoyo de ellos para llegar a su banca en la Cámara alta. ‘Acá no hay nada cerrado, estamos tra­tando de hacer lo que la gente nos pide, que no es otra cosa que nos unamos’, dijo el cineasta” (Diario Bae, 20/5).

Este coqueteo de Solanas con los radicales empalma con el hecho de que la UCR lanzó su campaña elec­toral oficialmente “con una convo­catoria a realizar un frente nacional con fuerzas afines como el FAP, la Coalición y Proyecto Sur” (Cronista, 25/4). Teniendo en cuenta que Bin­ner acuerda con este planteo, con la sola excepción de que quiere excluir a Carrió del frente (por los constan­tes ataques que Carrió dirige contra Binner), hay una presión combinada del FAP y la UCR sobre Solanas para cerrar un acuerdo. Esto se ve­rificó en declaraciones de Donda: “Donda dio el primer paso la sema­na pasada, cuando intentó fisurar la alianza de Pino y Carrió: ‘Nos parece que dividir el espacio, seguir dividiéndonos es un grave error’, sostuvo, y afirmó: ‘Ojalá Pino pueda ver la necesidad de competir en las primarias porque es una excelente herramienta para dirimir cualquier tipo de rispidez y diferencia políti­ca’” (Diario Bae, 20/5). Su objetivo es forzar unas internas abiertas de ambos espacios para reunificar al FAP con vistas a un tercer espacio caprilista unificado.

Vaya con Carrió, vaya con la UCR, vaya con ambos, Solanas ha dejado en claro que se opone frontalmente a desarrollar un agru­pamiento “emancipador” y “anti-imperialista” con la izquierda, sino que ha decidido ser colectora de tal o cual variante pro-imperialista. La lucha por el desarrollo de un polo anti-imperialista en Argentina re­quiere la ruptura con Pino Solanas y Proyecto Sur.