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miércoles, 18 de septiembre de 2013

[PRENSA TPR] ¡FUERA URIBE DE ARGENTINA! Miércoles 18/09 - 17hs - en el Hotel Alvear Art: Suipacha 1036 (CABA)

Comunicado de Prensa de la TPR
Miércoles, 18 de septiembre

Concentración: Miércoles 18/09 - 17hs - en el Hotel Alvear Art: Suipacha 1036 (CABA)

¡FUERA URIBE DE ARGENTINA!

Desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR) repudiamos la presencia en nuestro país 
de este genocida y principal halcón del imperialismo yankee en América Latina

En el día de hoy la organización Marcha Patriótica organizará en Argentina un acto de repudio a la visita de Uribe a nuestro país. La convocatoria denuncia que "al finalizar su mandato, Álvaro Uribe –declarado por el Pentágono como el No.82 en el ranking de los narcotraficantes más peligrosos del mundo– dejó un país con cerca de 5 millones de desplazadxs internxs, 62.000 desaparecidxs, 3.000 ejecuciones extrajudiciales, 70% de la población en condición de pobreza y miseria, el tercer puesto mundial en desigualdad económica, 12% de niñxs en condición de desnutrición crónica, 11% de desempleo, más de 7.500 prisionerxs políticxs, 6,5 millones de hectáreas despojadas al campesinado, el 52% de la tierra en manos del 1% de los propietarios, el país más peligroso del mundo para la organización sindical y uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo. Durante su gobierno, cerca del 6% del Producto Interno Bruto del país se destinó a la guerra, mientras la educación y la salud fueron fatalmente desfinanciadas y privatizadas" Desde la TPR, consideramos que con mencionar estas cifras ya son razones más que suficientes como para que las organizaciones populares de nuestro país repudien la visita de tan nefasto personaje.

Por nuestra parte, no nos podremos hacer presente a la convocatoria porque en el mismo horario se estará realizando la movilización a Plaza de Mayo por cumplirse el 7mo aniversario de la desaparación del compañero Jorge Julio López. Una vez más, nos daremos cita con las organizaciones de derechos humanos en el principal centro político del país reclamando su inmediata aparición con vida al gobierno nacional kirchnerista. No obstante esto, consideramos que era importante fijar posición pública en apoyo a la protesta de los compañeros por la importancia continental de que el pueblo colombiano reciba el apoyo del hermano pueblo argentino. Esto con más razón en medio del inmenso paro agrario y popular que vienen protagonizando contra el gobierno de Santos.

Por último, adjuntamos al presente comunicado el artículo que publicaremos en la próxima edición de nuestro periódico partidario El Piquetero. Entendemos que la difusión del mismo es más oportuna que nunca en los momentos decisivos que atraviesa la lucha en Colombia. Valga este comunicado y nuestro artículo como una declaración de apoyo entusiasta y militante a esta gesta histórica del pueblo colombiano que sacude a toda América Latina y pone de manifiesto, una vez más, la plena vigencia de la lucha agraria y anti-imperialista en nuestro continente.

Contacto:
Juan Marino – (011) 156 335 9278

Secretaría de Prensa de la TPR
TENDENCIA PIQUETERA REVOLUCIONARIA
sec.prensa.tpr@gmail.com // tpr-internet.blogspot.com

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Tras el paro de la COB y el levantamiento popular en Brasil, la lucha agraria vuelve a ponerse en el centro de la situación política latinoamericana

APOYAMOS EL PARO AGRARIO Y 

POPULAR COLOMBIANO

La jornada de lucha del 12 de septiembre puede transformarse en una verdadera rebelión campesina, obrera y popular contra el gobierno de Santos

El paro agrario nacional convocado para el 19 de agosto pasado se ha transformado en la mayor acción de masas de los últimos 30 años en Colombia. Hubo “movilizaciones y actividades que se calcula que han involucrado a 200.000 personas entre campesinos e integrantes de otros sectores, con 50.000 camiones paralizados en 27 departamentos del país y más de 30 vías bloqueadas” (RadioFMReal, 27/08). El gobierno, que primero lo desconoció, tuvo que pedir disculpas y sentarse a negociar. Han muerto 5 personas por las balas oficiales y hay varias decenas de heridos y presos políticos. El 29 de agosto casi 100 mil personas se movilizaron en la capital en apoyo al paro, que fue militarizada por el derechista Santos.

Los reclamos más importantes planteados por la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuedo (MIA) son la suspensión y revisión del TLC (Tratado de Libre Comercio, que arruinan la producción nacional por la importación de alimentos de EEUU y la UE), la rebaja de los precios de los abonos  y plaguicidas, una política de compensación de precios subsidiada por el estado, el  “acceso a la tierra” (que es un planteo ambiguo porque no postulan reforma agraria ni terminar con el latifundo en un país donde menos 100 mil productores tienen el 41% de la tierra y más de 943 mil sólo el 3,7%), la rebaja en los precios del gasoil (transportistas) y la lucha contra la privatización (sanidad y movimiento estudiantil). El paro fue apoyado por los petroleros con un paro de 24 hs y por la Central Única de Trabajadores.

Lucha de clases y lucha política en el agro: los grandes productores no apoyan el paro, los minifundistas de Boyacá negocian y los campesinos más pobres siguen cortando las rutas

La Sociedad de Agricultores de Colombia (que nuclea a grandes empresas con sede en Bogotá), se colocó contra el paro cuando este fue convocado diciendo que “respetamos la protesta, pero no con actos por fuera de la ley” (La Opinión, 12/08), lo cual marca el primer contrapunto con lo que fue la protesta agraria en Argentina.

El gobierno negoció, en Tunja, con los campesinos de Boyacá (fundamentalmente minifundistas) y logró suspender el paro por unos días en algunos departamentos; aunque ya han declarado que el 6 de septiembre vuelven a los bloqueos de ruta si no se hacen efectivos los compromisos del gobierno. “Frente a las importaciones, el Gobierno propuso pagar a los campesinos por cada carga de papa que entre del extranjero como si ellos la hubieran producido”  (El País, 31/08). El gobierno ha sido muy claro con su estrategia, el secretario presidencial declaró: “Les pedimos a todos los campesinos que no han atendido el desbloqueo atender las instrucciones de sus líderes que están con nosotros en Tunja para que levanten el bloqueo. Eso nos permite conocer quiénes están en este proceso, quiénes siguen los intereses de los campesinos y quiénes siguen los intereses electorales y de desorden que no vamos a permitir” (Idem) Es decir, dividir el movimiento y reprimir a los que no se someten a las negociaciones. Boyacá tiene una importancia estratégica por su cercanía a Bogotá: la provee de alimentos y los bloqueos en esa zona afectan más directamente a la capital.

Mientras, en los departamentos del sur, donde hay mayoría de campesinos desplazados y pobres, como Huila, Putumayo y Caquetá, los bloqueos han seguido de forma continua, mostrando que los sectores más arrojados y luchadores son los estratos más bajos del agro colombiano. Según Marcha Patriótica, más de un millón de familias campesinas carecen de tierra. La Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo ha declarado que el paro continúa, y los campesinos de varios lugares han denunciado que la táctica divisionista del gobierno los deja fuera de las negociaciones: “Los publicitados acuerdos del gobierno nacional en algunos departamentos no representan a la amplia mayoría de los manifestantes ni recogen los intereses de los campesinos sin tierra, colonos y jornaleros, ni la de los pequeños y medianos productores agrícolas arruinados por la crisis estructural del campo” (Comunicado de MIA, 05/09)

Lo que ninguno de los voceros del paro plantea es la expropiación de los grandes latifundios y la reforma agraria, lo que demuestra la adaptación de un sector, que acuerda subsidios cuando la dinámica del movimiento es ascendente por un lado y la falta de estructuración e independencia política del sector más plebeyo por otro.

Crisis política en la derecha: Uribe dice que “Santos nos va a llevar al castro-chavismo”

En este marco, Santos tiene una crisis en su propio gobierno, marcada por el virulento ataque de Uribe, que lo acusa por negociar un proceso de paz con las FARC y por negociar en el marco del paro con la MIA. Las explosivas declaraciones de Santos coinciden además con una crisis en su propia coalición: el gobierno está renovando el gabinete y los conservadores, que cuentan con 4 ministros, hablan de “manifestaciones de inconformidad” (kienyke.com, 05/09). La imagen de Santos cayó un 21%. El hecho de que el descontento venga por derecha, tiene que alertar a los luchadores sobre que la burguesía quiere aplastar a los campesinos, trabajadores y estudiantes en lucha. Lejos de ser una lucha “funcional a la derecha” es necesario profundizar la lucha, ampliar la base incluyendo a todos los sectores y todos los reclamos populares.

El Polo Democrático, partido político de oposición al gobierno en elecciones y que ha participado de las movilizaciones en apoyo al paro, publica artículos que balancean la actitud de Santos diciendo que “el gobierno anuncia un pacto social para el campo. La actitud inicial ha cambiado y parecen abrirse caminos de diálogo y de concertación.” (polodemocrático.net, 02/09). El Polo Democrático está completamente adaptado a la negociación con el gobierno y, por lo tanto, forma parte del operativo político por desarticular la rebelión agraria y popular..

Vigencia de la lucha agraria y antiimperialista en América Latina

A su vez, el paro ha puesto de manifiesto que, contra todas las teorías acerca del desarrollo capitalista de América Latina y los “países emergentes”, contra toda tesis anti-capitalista u obrerista, la cuestión agraria es el motor de la lucha antiimperialista en nuestro continente. Con esta comprensión estratégica, los revolucionarios tenemos que intervenir en estos procesos para deslindar de los sectores pactistas y agrupar de manera independiente a quienes quieren dar una lucha antiimperialista a fondo. Las FARC, que reivindican para sí la tradición revolucionaria y campesina de Colombia, han quedado a contramano: en mayo negociaron un “plan de desarrollo agrario” con el gobierno que no ha solucionado nada. La lucha agraria estalló dejando en off-side a esta guerrilla que se ha separado del movimiento campesino al punto de desnaturalizarse por completo y quedar como un apéndice del gobierno de Santos. Es necesario sacar conclusiones del conservadurismo anti-popular de esta tentativa nacionalista pequeño burguesa.

“Somos anti-imperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios”

Las palabras de Mariátegui, pronunciadas hace 84 años, vienen a cuento porque lo que está efectivamente ausente en esta protesta es una dirección política que impulse la destrucción de la atrasada estructura latifundista en Colombia, en vez de buscar su supervivencia a través de subsidios, es decir, parasitar al Estado. En este sentido, la jornada convocada por la CUT el 12 de septiembre, en la que confluirán los mineros (los de Drummond llevan 46 días de paro), los docentes, salud, entre otros. El reciente levantamiento del paro por parte de los transportistas muestra que sin estrategia política, sin vocación anti-imperialista, el corporativismo aísla a los diferentes sectores del movimiento y prepara la derrota.

Por otra parte, la enorme intervención popular deja en evidencia la impotencia sectaria de la táctica anti-capitalista para intervenir en un histórico levantamiento agrario que sacude a toda América Latina. El problema no es sólamente que “emerjan” los reclamos obreros (como dice el PTS) ya que la burocracia sindical puede estar bien adaptada a la conciliación con el gobierno, sino que se necesita una dirección socialista que aúne a los sectores obreros y a los explotados del agro contra el poder político, contra la oligarquía y para vencer el sometimiento imperialista. Se trata de la alianza obrera y campesina para forjar un frente único anti-imperialista. El movimiento por la emancipación social de la clase obrera tiene que entroncar e impulsar con métodos de lucha de clases (y no pretender sustituir) la lucha agraria y popular por la tierra y por la liberación nacional. Todos los explotados de América Latina están interesados en la victoria popular contra el gobierno de Santos, principal halcón del imperialismo yanqui.

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