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jueves, 29 de mayo de 2014

[SITUACIÓN POLÍTICA] Acuerdo con el Club de París: una de las condiciones para el nuevo ALCA con la UE y para la entrega de Vaca Muerta

Los “créditos a la exportación” del capital financiero internacional no son “financiamiento para el desarrollo” sino para la timba, el parasitismo y el saqueo.

Acuerdo con el Club de París: una de las condiciones para el nuevo ALCA con la UE y para la entrega de Vaca Muerta

Kicillof acaba de rubricar el acuerdo con el Club de París. El gobierno argentino le ha reconocido al organismo una deuda de U$S 9700 millones, cuando la deuda consolidada según el BCRA al 2007 era de U$S 5562 millones. Este aumento del 74% en tan sólo 7 años no se podría explicar por los intereses punitorios, sino por la estatización de deudas privadas impagas de empresas y bancos que contaban con garantía del Tesoro Nacional. No por casualidad Kicillof no ha explicado en detalle la composición de la deuda que se ha comprometido a pagarle al Club de París. Hay que marcar, a su vez, que gran parte de la deuda con el Club de París fue contraída bajo la dictadura militar, así como también se trata de endeudamiento privado que fue estatizado luego de la caída de De la Rúa. El Estado argentino deberá desembolsar U$S 650 millones en julio de 2014 y U$S 500 millones en mayo de 2015, y deberá completar el resto de las cuotas (cuyos montos tampoco fueron informados) en un plazo de entre 5 y 7 años. Pero los U$S 9700 millones son el piso a pagar: según el comunicado oficial del Ministerio de Economía, ‘se fija un criterio de pagos adicionales en caso de incremento de las inversiones provenientes de los países miembros del Club’. O sea que el desfalco puede ser mucho mayor de lo que se ha anunciado. La letra chica del acuerdo no ha sido publicada y el acuerdo ha sido firmado sin que lo discuta el Congreso Nacional. Cabe destacar, finalmente, que el gobierno peronista de Kicillof y Cristina cierra un ciclo de entrega abierto por la dictadura gorila de Aramburu, surgida de la ‘revolución fusiladora’, dado que el Club de París se creó precisamente en 1956 como la reunión entre el gobierno de facto y todos sus países acreedores.

Estamos ante una brutal agachada y un hipotecamiento de la economía nacional que hay que rechazar. El acuerdo agrava la hipoteca ya existente: "Tomando los vencimientos desde el año próximo al 2020 inclusive, se percibe que la deuda en dólares o divisas promedia los u$s14.000 millones año tras año" (Infobae, 29/5). Tan grande y evidente es la entregada que Cristina ni se atrevió a mencionarla en el acto oficial del 25 de mayo en Plaza de Mayo, a pesar de que el acuerdo, por la velocidad con que se rubricó, ya estaba cocinado para ese momento. Cristina lo ocultó deliberadamente. El acto anti-imperialista de la TPR ese mismo 25 de mayo en el Obelisco, por el contrario, fue el único que denunció este acto de humillación nacional.

UN ACUERDO FESTEJADO POR LA PRENSA IMPERIALISTA, LAS BOLSAS Y LA MAYORÍA DE LA OPOSICIÓN TRUCHA

El hecho de que el acuerdo haya sido festejado por la prensa imperialista, las bolsas y la mayoría de la oposición trucha desnuda su naturaleza anti-nacional. El Financial Times lo caracteriza como “un paso importante en los esfuerzos de Argentina para atraer inversión extranjera (...) es un paso muy positivo en el demorado proceso de normalización del estado crediticio de Argentina” (29/5). Las bolsa porteña subió casi un 2%, y las subas de los papeles de los bancos que cotizan en Wall Street promediaron un 7%. En esta línea, Massa del Frente Renovador, Sanz de la UCR, Lousteau de UNEN y Sturzenegger del PRO saludaron el acuerdo firmado por Kicillof. La mayoría de la oposición ha demostrado, nuevamente, su carácter trucho, porque coinciden en la orientación estratégica de acordar con el imperialismo para retornar al mercado de crédito internacional.

¿NO HAY CONDICIONAMIENTOS? EL PROPIO ACUERDO CON EL CLUB DE PARÍS ERA UNA CONDICIÓN EXIGIDA POR EL CAPITAL FINANCIERO INTERNACIONAL

Sabiendo que no estamos ante una ‘patriada’ sino ante un acto de entrega, Kicillof y Capitanich salieron a atajarse declarando que el acuerdo no implica condicionamientos para nuestra economía. Falso: el acuerdo es una condición exigida por el imperialismo para re-habilitar el endeudamiento público y privado en el mercado de crédito internacional, que el gobierno ha decidido aceptar. El propio comunicado del Ministerio de Economía reconoce esto objetivamente cuando señala que el acuerdo con el Club de París “continúa el camino de regularización de los pasivos internacionales producidos por el default del año 2001 (...) Los canjes de deuda de 2005 y 2010, el pago del monto total adeudado al FMI en 2006, y los pagos a las empresas con laudos en el CIADI en 2013 fueron pasos fundamentales en este proceso de normalización de las relaciones financieras internacionales”. La finalidad del pago religioso de la deuda externa no era, por lo tanto, el desendeudamiento, sino por el contrario la “normalización de las relaciones financieras internacionales”, es decir, el retorno al endeudamiento externo en toda la línea. El brutal endeudamiento intra-estatal tuvo como objetivo general este retorno. A su vez, a Kicillof y Capitanich, que han salido a destacar que el FMI no participó de las negociaciones con el Club de París, les preguntamos: ¿por qué han modificado los índices del Indec de común acuerdo con el Fondo? Nosotros respondemos: no es cierto que el acuerdo con el Club de París implique el fin de la relación entre el gobierno y el FMI, sino que por el contrario refuerza la línea del kirchnerismo de “normalizar las relaciones financieras internacionales” para lo cual también busca “normalizar” las relaciones con el FMI. Anticipamos, precisamente en este sentido, que el próximo capítulo de esta agachada será la negociación con los fondos buitres para terminar de pagar toda la deuda en default. El régimen de emergencia montado por el kirchnerismo, por lo tanto, se desarrolló siempre condicionado por la presión del capital financiero. Lo importante es destacar que, ante este condicionamiento, el gobierno ha decidido pasar a gobernar de acuerdo con las exigencias del imperialismo.

A KICILLOF LE RESPONDEMOS: LOS “CRÉDITOS A LA EXPORTACIÓN” FINANCIAN EL PARASITISMO Y LA ESPECULACIÓN FINANCIERA, NO EL DESARROLLO Y LA PRODUCCIÓN

Kicillof y el kirchnerismo se han ocupado de destacar y festejar lo que el propio Club de París ha anunciado a través de un comunicado oficial después del acuerdo: “las agencias de crédito a la exportación de los países miembros del Club de París que deseen retomar sus actividades de exportación de crédito podrán hacerlo”. Según Kicillof, se trataría de “financiar el desarrollo, no la timba”. Kicillof utiliza como ejemplo el caso de Mitsubishi, empresa imperialista japonesa con la que se reunió para incorporarla a la explotación de Vaca Muerta. El principal obstáculo era, hasta el momento, que la falta de un acuerdo con el Club de París trababa los créditos para la inversión de las empresas de los países miembros (entre los que se encuentra Japón) en los países deudores. Ahora que han arribado a un acuerdo, se abre la puerta para una mayor penetración de capitales imperialistas en Argentina. Pero el sólo hecho de que la actividad de estos capitales dependa de los créditos pone de relieve que toda su actividad es parasitaria y especulativa. Precisamente, las terminales de los monopolios imperialistas no invierten un peso propio, saquean los recursos naturales, la capacidad instalada y la fuerza de trabajo de Argentina, y comparten la plusvalía con las agencias de crédito a través del pago de la deuda con intereses que contrajeron con ellas. Ya hemos visto como Repsol vació YPF. Quieren hacer lo mismo, a gran escala, con Vaca Muerta. Es financiamiento para la timba, no para el desarrollo, y a costa del saqueo de nuestra economía nacional.

CRISTINA Y KICILLOF: GARANTES DEL ENDEUDAMIENTO PRIVADO DE BANQUEROS Y EMPRESARIOS

Lo denunciado anteriormente demuestra, al mismo tiempo, cómo el gobierno de Cristina y Kicillof colocan al Estado como el garante del endeudamiento privado de banqueros y empresarios. Tal es el grado de parasitismo del capital imperialista, que no solamente dependen del crédito para desarrollar su actividad en nuestro país, sino que incluso luego fuerzan al propio Estado a pagar la deuda que ellos mismos contrajeron como condición para acceder a nuevos préstamos y a un nuevo ciclo de endeudamiento externo. Cristina y Kicillof no han tenido problema en hacerse cargo de las deudas de los parásitos, y lo han hecho para facilitar la continuidad de la actividad de los parásitos en nuestro país. Nada más lejos de la “soberanía” de la que ha salido a hablar Capitanich.

DESPUÉS DEL ACUERDO CON EL CLUB DE PARÍS, EL NUEVO ALCA CON LA UNIÓN EUROPEA


La función política y económica del acuerdo no se reduce a la entrega de Vaca Muerta al capital imperialista, sino que tiene como objetivo más general permitir el establecimiento del tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. El gobierno de Brasil ya ha sincerado que buscarán cerrar el acuerdo en junio, así como también que el gobierno argentino ha cedido en su línea de limitar las importaciones para garantizar que el tratado salga. De hecho, han anunciado la eliminación de prácticamente el 90% de los aranceles en el comercio con la UE. Este nuevo ALCA con la UE requería liberar el crédito a las exportaciones de las agencias financieras europeas para que pudieran desarrollar su actividad en Argentina. Los medios de comunicación han destacado que los acuerdos con Repsol y con el Club de París fueron claves para que avanzaran las tratativas para cerrar el tratado de libre comercio. El nuevo ALCA con la UE debe ser combatido, especialmente, por la clase obrera que lucha contra los despidos y suspensiones en la industria autopartista y automotriz, porque va a reforzar la importación de autopartes y automóviles en desmedro de la producción nacional, lo que las terminales y empresas radicadas en Argentina buscarán descargar sobre los trabajadores con más despidos, más suspensiones y más flexibilidad laboral.

ARGENTINA A LOS BRICS: ¿ROMPER EL AISLAMIENTO O SUBIRSE A UN BARCO QUE SE HUNDE?

En este marco, ha sido anunciada la invitación formal de parte del gobierno ruso al gobierno argentino para que participe de la cumbre de los BRICS del próximo 15 de julio. Esta invitación está antecedida por el pronunciamiento de los gobiernos de India, Brasil y Sudáfrica para que Argentina se incorpore a los BRICS. Los K han salido a festejar con bombos y platillos la invitación como la antesala de su integración efectiva a los BRICS, a pesar de que los gobiernos de China y Rusa, los de más importancia dentro del bloque, aún no han fijado posición oficial al respecto. El propio Carlos Heller declaró que "esto sirve como respuesta a todas las expresiones que dicen que estamos aislados del mundo" (Tiempo Argentino, 28/5). Lo que el kirchnerismo oculta es que los BRICS están atravesando un proceso de derrumbe producto de la bancarrota capitalista mundial. El fin de la emisión monetaria estadounidense está terminando con el mito de los BRICS, donde se desarrolla cada vez con más fuerza la fuga de capitales. De ahí que Brasil, India y Sudáfrica hayan sido incluidos, junto a Turquía e Indonesia, en la categoría de los “Fragile Five” (Cinco Frágiles en inglés) por parte del capital financiero internacional, y hayan experimentado fuertes tendencias devaluatorias. La retracción de la economía china está generando una crisis económica en Brasil, lo que ha derivado, por ejemplo, en una fuerte caída de la importación de autos por parte de este último, golpeando duramente la industria automotriz argentina. Los mal llamados “emergentes” fueron una rueda auxiliar para el capital imperialista en bancarrota, no una alternativa contra esta bancarrota.

Por eso no es casual que, mientras especula con el ingreso a los BRICS, acuerda con el Club de París, Repsol, Chevron, el FMI y la UE. El eventual ingreso a los BRICS, por lo tanto, no forma parte de una lucha contra el imperialismo, sino que por el contrario tiene como objetivo lograr mejores condiciones para negociar la entrega del país al imperialismo. La política del kirchnerismo sólo lleva a la Argentina a hundirse porque la sujeta a la política del imperialismo. En la disputa histórica que atraviesa a la bancarrota capitalista, los K deciden ir detrás del imperialismo. La TPR, por el contrario, se coloca contra el imperialismo, con la clase obrera y los países oprimidos. Sobre esa base, y en consonancia con el acto anti-imperialista que realizamos el 25 de mayo, llamamos a desenvolver una gran movilización obrera y anti-imperialista contra el nuevo ALCA con la UE, contra la entrega de Vaca Muerta y por la anulación del acuerdo con el Club de París.

Juan Marino, por el Comité Central de la Tendencia Piquetera Revolucionaria
29 de mayo de 2014
@JuanMarinoTPR
(011) 156 335 9278

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