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miércoles, 16 de julio de 2014

[PALESTINA] ¡NO A LA INVASIÓN SIONISTA A LA FRANJA DE GAZA!

Este miércoles 16/07 marchamos a las 16hs a la Embajada de Israel junto al Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino

¡No a la invasión sionista
a la Franja de Gaza!


- Cristina y la oposición son cómplices // - Ruptura de Argentina y el MERCOSUR con Israel //
- Libertad a los presos políticos palestinos // - Justicia x Mohamad Abu Khdeir y Tarek Abú Judeir


En el día de hoy se realizará una marcha convocada a la Embajada de Israel en repudio a la agresión militar a la Franja de Gaza por parte del Estado Sionista de Israel. 

Para difundir las razones por las cuales se realizará la movilización Juan Marino, dirigente de la Tendencia Piquetera Revolucionaria, explicó “la marcha no podía ser más oportuna porque se da en el marco de que el 7 de julio el Estado sionista de Israel lanzó el denominado ‘Operativo Borde Protector’ el cual ya totaliza 1.320 objetivos bombardeados en la Franja de Gaza. Los heridos, a su vez, alcanzan a 1.287 en total y el número de víctimas mortales, 177 muertos palestinos y 6 israelíes, ya supera al del ataque de noviembre de 2012 denominado ‘Operativo Pilar de Defensa’. Vale aclarar, también, que de los palestinos asesinados un 70% son civiles. Esto no es una casualidad. Como relata el propio diario Clarín, los palestinos denuncian que ‘el Ejército israelí ya no avisa antes de disparar’. Tomar esta decisión en el país más denso del planeta que cuenta con 1.7 millones de personas viviendo en 365 km2 implica que cualquier explosión va a concluir en cientos muertos entre los civiles. Desde la TPR repudiamos esta masacre y denunciamos que se trata, por lo tanto, de una limpieza étnica para lograr el objetivo racista de un Estado judío. Esto es proclamado abiertamente por Yisrael Beiteinu, el partido ultra derechista de Liberman. La ultra derecha que detenta el poder sostiene que Israel está amenazada por el ‘peligro demográfico’, es decir, que la población árabe posee una mayor tasa de natalidad respecto a la población judía. Incluso la miembro de la Knesset Ayelet Shaked declaró que ‘debemos asesinar a las madres de palestinos para que no nazcan nuevas serpientes’. En esta misma línea, Israel movilizó 40.000 reservistas y tanques a la frontera con Gaza para una posible invasión terrestre. En caso de concretarse, sería la primera invasión con infantería desde hace media década y su objetivo final sería la ocupación definitiva de Gaza. Como declaró el propio Liberman según el diario Haaretz ‘Todas las formulaciones diplomáticas son dañinas en este momento. La toma de control total sobre la franja de Gaza es el único camino para Israel’. Denunciamos, a su vez, que esta intentona sionista cuenta con el aval del imperialismo yanki ya que Obama, con su habitual hipocresía, declaró que ‘Israel tiene derecho a defenderse’. Es decir, Israel tiene carta verde para desarrollar una agresión militar de proporciones históricas. Desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria repudiamos esta tentativa belicista por parte del sionismo, denunciamos la complicidad del imperialismo y por eso nos movilizamos a la Embajada de Israel como parte de las múltiples movilizaciones que en todo el mundo se están desarrollando en solidaridad con el pueblo palestino”.

Consultado sobre por qué se produjo ahora este nuevo operativo militar sionista, Marino respondió: “Las olas de ataques del Gobierno de Israel se desataron el 14 de junio tras la supuesta búsqueda de tres jóvenes israelíes desaparecidos en Cisjordania, conocida como Operación Guardián del Hermano, y se intensificó luego de la madrugada del primero de julio, cuando encontraron sus cadáveres. Estos asesinatos fueron atribuidos por la dirigencia sionista a Hamas. Durante la búsqueda, las Fuerzas de Defensa Israelíes arrestaron a cientos de personas entre ellas el portavoz del Consejo Legislativo Palestino, varios diputados del mismo y 282 personas próximas a Hamás, según fuentes del ejército israelí. Según la Sociedad de Prisioneros Palestinos, Israel ha detenido en una semana a 390 personas en total. Parte de esas personas, ya antes presas por Israel, habían sido liberadas a cambio de la liberación de Guilad Schalit por prisioneros palestinos. Se trata, por lo tanto, de una provocación por parte del ejército sionista. Hamás juró que no detendría sus cohetes hasta la liberación de los nuevos arrestados. Actualmente hay 5.271 presos y presas palestinas en centros penitenciarios israelíes, de las cuales 196 son menores de 18 años y 192 se encuentran en régimen de detención administrativa, junto con ocho parlamentarios palestinos. Estos acaban de realizar la huelga de hambre más larga en la historia palestina: 50 días consecutivos desde el 24 de abril. Otro hecho que la prensa internacional no considera es el asesinato del joven palestino de 16 años Mohamad Abu Khdeir quien fue secuestrado y asesinado en Shuafat, un barrio de Jerusalem Oriental, a manos de tres sionistas quienes lo obligaron a beber combustible y lo prendieron fuego vivo. Esto pasó el día después del entierro de los tres jóvenes judíos. Se trató, como ellos mismos confesaron, de un crimen de odio con tintes de venganza. Este brutal y cobarde asesinato desató la indignación del pueblo palestino y fue el origen de una ola de protestas que sacudió Jerusalem durante 4 días. Para peor, en el marco de las protestas, su primo Tarek Abú Judeir de 15 años fue desfigurado por policías israelíes y se les presentó cargos por ‘resistencia a la autoridad’. La campaña internacional del sionismo fue tan fuerte que poco se supo de estos casos y en nuestro país incluso se atacó a periodistas como Pedro Brieger por no alinearse con la propaganda sionista. Desde la TPR nos solidarizamos con Pedro Brieger, más allá de las diferencias que podamos tener, y repudiamos la usina ideológica sionista que utiliza el asesinato de jóvenes judíos como una excusa para masacrar al pueblo palestino.”

En relación al contexto político del ataque, Marino desarrolló: ”No es cierto que Israel tenga interés en las hipócritas negociaciones de paz impulsadas por Egipto y Estados Unidos. Por el contrario, esta nueva guerra es producto de la crisis política que atraviesa el gobierno de Israel y busca ser usada por el sionismo para quebrar el acuerdo de unidad nacional pactado entre Hamas y Al-Fatah a fines de abril. Respecto al primer punto, esto se vio con toda claridad el propio miércoles 09/07 con la oficialización de la ruptura del bloque parlamentario entre los dos partidos mayoritarios que forman la coalición de gobierno: Likud, que responde al primer ministro Netanyahu e Yisrael Beiteinu que responden al ministro de relaciones exteriores Liberman. Algunos medios de la burguesía sionista han caracterizado esta ruptura como ‘el principio del fin del tercer gobierno de Netanyahu’. Según The Jerusalem Post, Liberman declaró que ‘no hay ningún secreto en que los desacuerdos con el primer ministro no permitían seguir trabajando en común’. La crisis incluso se remonta al mal desempeño electoral de Likud en las elecciones de octubre de 2012 donde consiguió sólo 31 bancas y, de forma más general, podría rastrearse hasta noviembre de 2005 cuando Sharon abandonó el Likud debido al avance del ala más derechista, encabezada por Netanyahu. Los ministros y los diputados de Sharon formaron un nuevo partido, Kadima. Se trata, por lo tanto, de un proceso de fragmentación política bajo una constante presión belicista y de derechización del régimen político. Tan intensa es la crisis política en el gobierno de Israel que en la última semana hubo una auténtica rebelión de ministros contra Netanyahu, tanto de su partido aliado como del propio. El ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Liberman, instó al gobierno a ‘llegar hasta el final y erradicar el régimen de Hamas en Gaza’. A este pedido se sumó el ministro de Economía Naftali Bennett pero también quienes son parte del partido de Likud como la jefa del Comité Interior de la Knesset, Miri Regev. Según el ministro de defensa Danny Danon el gobierno estaba ‘capitulando a Hamas’ y generando una ‘atmósfera derrotista’. Para frenar esta rebelión, Netanyahu decidió expulsar a Danon de su gabinete. Consultado sobre por qué no tomaba la misma decisión con Liberman y Bennet, sus asesores dijeron que era para preservar la coalición de gobierno. De hecho, Liberman viene ganando cómodo varias encuestas sobre quién será el próximo primer ministro. La crisis del gobierno israelí coloca a Netanyahu ante una encrucijada: si decide intentar ocupar la Franja de Gaza, sabe que hay una probabilidad cierta de que se desate una tercera intifada. Esta es una preocupación constante por parte de la prensa imperialista como The Economist. Las protestas por el asesinato del joven palestino, el movimiento de indignados en Israel y la oleada de huelgas obreras por la crisis económica en el estado sionista, a su vez, van en ese sentido. Y, del otro lado, si decide no invadir eso reforzará al sector más belicista y lo pone en jaque porque no cuenta con los votos suficientes para sostenerse en el poder. De esta forma, Netanyahu no es el árbitro sino un rehén de su propio gobierno.”

Por otra parte, en relación al pacto entre Hamas y Al-Fatah el dirigente de la TPR observó: “Este es el punto más complejo e importante para clarificar entre los luchadores palestinos porque todos estamos de acuerdo en repudiar la invasión sionista pero se abre una polémica inmensa cuando se discute cuál es la camino a seguir. De hecho, esta es la razón que da origen a las distintas organizaciones palestinas y las diferencias que tenemos desde la izquierda con el Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino. En su declaración, el Comité plantea que Israel quiere ‘destruir cualquier intento para consolidar el gobierno de unidad nacional palestino, conformado luego de un arduo trabajo colectivo, para que ese querido pueblo pueda contar con una sola voz ante el concierto de las Naciones y para terminar con la división en el seno de las organizaciones palestinas’. A su vez, el Comité espera que ‘se pueda establecer un mecanismo de diálogo que finalice en la creación de un Estado Palestino independiente en Cisjordania, Gaza y con capital en Jerusalem Oriental que signifique paz y seguridad para todos los países de la región sin excepciones’. Esto significa, ni más ni menos, la defensa de la política de “dos pueblos, dos estados” que terminó concretada en los acuerdos de Oslo impulsados por el imperialismo yankee. Es decir, resigna la lucha por una palestina única sobre el conjunto del territorio histórico y se limita a la creación de un estado títere, apañado por el imperialismo, subordinado a la presión del enclave militarista de Israel y ocupando sólo el 30% del territorio que le corresponde. No por nada, el Comité plantea que repudia ‘la ocupación que lleva ya 47 años’. Se trata de una alusión directa a los acuerdos humillantes de 1967 luego de la guerra de los seis días en lugar de denunciar la ocupación desde sus propios orígenes en 1947 cuando la ONU decidió el Plan de Partición de Palestina y apoyó la autoproclamación del Estado de Israel en 1948, lo que se conoce como el ‘Nakba’ o la ‘Catástrofe’ para el pueblo palestino por el exilio para más de 700 mil palestinos. Desde la TPR, por el contrario, nos declaramos partidarios de la destrucción del Estado sionista y colonial de Israel y nos pronunciamos por la restitución del territorio histórico de Palestina a los palestinos. Vamos por una Palestina única, laica, democrática y socialista en el marco de la unidad socialista de Medio Oriente. De esta forma, rechazamos cualquier forma de limpieza étnica y planteamos la unidad de los pueblos palestinos y judíos en la lucha contra el imperialismo. Hecha esta aclaración estratégica, corresponde aclarar que tanto Hamas como Al-Fatah defendían la integridad del territorio palestino en sus orígenes y fueron modificando su política conforme se fueron asimilando al imperialismo. Esta fue la razón, justamente, por la cual Hamas rompió con la autoridad palestina en 2007 contra el fraude de Al-Fatah que no quería reconocerle la mayoría conquistada en las elecciones. El contenido concreto del fraude de Mahmoud Abbas era defender los pactos con Israel y el ascenso de Hamas expresaba la tendencia insurgente del pueblo palestino que celebraba la derrota de Israel en 2006 con Hezbollah en el Líbano. Por eso, fijarse la meta en abstracto de ‘acabar con la división en el seno de las organizaciones palestinas’ puede sonar bien pero en realidad implica darle un cheque en blanco a quienes se dedicaron a pactar con Israel y el imperialismo. Como TPR, entendemos que la unidad del pueblo palestino es decisiva para derrotar al Estado sionista pero, justamente por eso, la unidad debe ser una unidad en la lucha y no en la capitulación. Si Al-Fatah repudia la resistencia de Hamas ante el ataque sionista como declaró públicamente Abbas, ¿qué clase de unidad se puede construir? Esta es la contradicción que busca explotar conscientemente el sionismo al atacar la Franja de Gaza. Los misiles a la población civil están dirigidos a torpedear el acuerdo de unidad nacional. De hecho, el propio 23 de abril Netanyahu dijo que Abbas tendría que elegir entre Israel o Hamas. Textualmente: ‘Podés tener a uno pero no al otro. Espero que elija por la paz; más allá de que no viene haciendo eso.” Esto equivalía, sin lugar a dudas, a una amenaza de guerra y luego vinieron los hechos que ya todos conocemos. Por último, corresponde aclarar que Israel rechaza el acuerdo porque, a diferencia de Al-Fatah y EEUU, considera que Hamas es irreducible y, en segundo lugar, entiende que existe la posibilidad real de ocupar militarmente la Franja de Gaza. Si no es ahora al menos en los próximos años. Esto es posible no sólo por la superioridad militar del sionismo sino también por la profunda bancarrota que sufre Gaza después de 7 años de bloqueo. Para tener un idea, se calcula que para 2020 la única fuente de agua limpia de Gaza será inutilizable. A esto hay que sumarle que luego del golpe a Morsi en Egipto el nuevo gobierno militar ha destruido todos los túneles de la Hermandad Musulmana entre Gaza y la Península del Sinaí que permitía un intercambio comercial mínimo y los ingresos fiscales que recibía por impuestos. En la misma línea, han establecido un bloqueo total en el paso de Rafah completando así el cerco que impone Israel. Esto genera una fuerte crisis presupuestaria en la Franja de Gaza. Por ejemplo, la policía sólo puede actuar si la población les paga el transporte y los 40.000 empleados públicos contratados por Hamas no cobran sus sueldos hace meses y sólo perciben un pequeño monto de subsistencia. La dictadura de Al-Sisi conoce esta situación crítica y por eso plantea que si Hamas acepta la unidad propuesta por Al-Fatah ellos están dispuestos a reabrir el paso de Rafah. El gobierno de ‘unidad nacional’, por lo tanto, no se trata de un acuerdo libre y soberano sino de una extorsión dirigida por el imperialismo y la dictadura contrarrevolucionaria de Egipto. Como TPR, sabemos distinguir la legítima expectativa de los luchadores palestinos a la unidad de la orientación pro-imperialista de sus direcciones. Señalamos que el resultado inmediato sería entregarle el poder a Al-Fatah en Gaza durante 6 meses para que reestablezca todas sus instituciones reaccionarias hasta que se convoque a elecciones. Advertimos, a su vez, que no está claro si Hamas tendrá que disolver sus fuerzas de seguridad y colocarse bajo el control de los fuerzas de la autoridad palestina. En ese cuadro, la dirección de Hamas se hace ilusiones con que Abbas termine su carrera política a fin de año y tener posibilidades de ganar las próximas elecciones palestinas. Desde la TPR preguntamos, ¿si Al-Fatah ya hizo fraude en 2007 porque aceptaría ahora que gobierne Hamas? De hecho, hasta los propios líderes de Hamas denuncian que el nuevo gobierno instalado en Ramallah no ha hecho nada por la Franja de Gaza.”

En relación a las negociaciones de paz, el dirigente de la TPR analizó: “El planteo de Netanyauh es que Hamas acepte un sistema de verificación y neutralización de los cohetes similar al montado sobre las armas químicas en Siria. Al igual que Al-Fatah y Egipto, todas las líneas del imperialismo apuntan en el mismo sentido: desarmar a Hamas. Por su parte, Hamas ha planteado cinco condiciones: 1) frenar los ataques aéreos; 2) que se respeten los términos del acuerdo de 2012; 3) liberar a los presos palestinos que fueron intercambiados por el prisionero Shalit y que fueron recientemente encarcelados; 4) detener el bloqueo; 5) no interferir con el gobierno de unidad Palestina. Como se ve, la idea de Hamas es tratar de aislar a Israel pactando con Al-Fatah y apoyándose en la política de un sector del imperialismo. Esta línea conciliadora, diametralmente opuesta a la política que dio origen a Hamas, es lo que explica el avance del salafismo vinculado a Irán. El grupo Jihad Islámica está logrando captar la base palestina de Hamas en Siria, Egipto y también en la propia Franja de Gaza. Se trata de una expresión más de la radicalización del pueblo palestino y el retroceso de la Hermandad Musulmana en todo Medio Oriente. Esto lleva a un choque religioso entre el pueblo palestino entre sunitas y chiítas y plantea una crisis de magnitud. Nuestra política como TPR es denunciar las consecuencias políticas de esta degeneración de Hamas y buscamos rivalizar con el salafismo planteando la unidad del pueblo palestino y judío en la lucha anti-imperialista y por la unidad socialista de los pueblos de Medio Oriente.”

Por último, para entender la disputa histórica y económica de fondo Marino agregó: “Esta confrontación se desarrolla en el marco de una lucha estratégica. Israel mantiene un bloqueo en la frontera con Gaza, que fue cerrada ilegalmente en junio de 2007, impidiendo el paso desde y hacia la Franja de Gaza de cualquier cosa, incluyendo ayuda humanitaria. El origen del bloqueo fue atacar a Hamas, actual gobierno de la Franja de Gaza, debido a que éstos apuestan a la derrota militar del Estado de Israel en contraposición a Al-Fatah, actual gobierno de Cisjordania y Jerusalem Oriental. A partir de este bloqueo, un verdadero apartheid racista, cada 2 años asistimos a una nueva agresión militar sionista que busca avanzar en el exterminio de la Franja de Gaza. A su vez, Israel también persigue un objetivo económico dado que, como denuncia Russia Today, ‘hace 14 años se descubrió gas natural por un valor de al menos 4.000 millones en el mar, cerca de la costa de Gaza (...) También está la 'gran perspectiva' de los 122 trillones de pies cúbicos de gas más los potenciales 1.600 millones de barriles de petróleo del Levante que están en las aguas pertenecientes a Israel, Siria, Líbano, Chipre y, claro, Gaza. Estas aguas son igual de disputadas que las rocas del Mar de China Meridional. Tel Aviv lo quiere todo".

Marino culminó sus declaraciones afirmando que "Cristina, Massa, Macri y el FAUNEN son cómplices de la masacre sionista en Gaza. Ninguno de ellos ha fijado posición pública: su silencio es complicidad. Cristina rechaza romper relaciones con Israel y nunca se ha hecho eco del reclamo histórico de las organizaciones palestinas y de izquierda de que se rompa el tratado de libre comercio entre Israel y el Mercosur. Massa se reunió, ayer, con el sionismo agrupado en el Consejo Judío Latinoamericano, para insistir en su línea del juzgamiento en ausencia, usando la causa AMIA en favor de su política pro-imperialista, sin decir una palabra contra la masacre. El mes pasado, Macri se reunió con Netanyahu para pedirle el apoyo a su candidatura presidencial. Carrió ha defendido la política pro-imperialista y sionista del fiscal Nisman en la causa AMIA. Todos ellos están vinculados al sionismo que está masacrando al pueblo palestino". El dirigente agregó, para finalizar, que "mientras el Frente de Izquierda, con un planteo sectario, rechaza marchar junto a las organizaciones argentino-palestinas y convoca a su propio acto cerrado para el día de mañana, dividiendo la lucha contra la masacre sionista, la TPR convoca a la movilización unitaria del día de hoy a la Embajada de Israel para exigir que cese la agresión sionista y defender la lucha del pueblo palestino".

Contacto:
Juan Marino, dirigente de la TPR - (011) 156 335 9278

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