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martes, 12 de agosto de 2014

LA IZQUIERDA LE RESPONDE AL GOBIERNO - "NO VAMOS A PEDIR DISCULPAS POR LUCHAR"

La izquierda le responde al gobierno – Nota de opinión de Juan Marino, dirigente nacional de la TPR

NO VAMOS A PEDIR DISCULPAS POR LUCHAR

Que el gobierno pida disculpas por reprimir para defender a empresas que despiden trabajadores

JUAN MARINO
12 de agosto de 2014

El gobierno ha montado una campaña política e ideológica, a través de Pignanelli, Capitanich, Scioli y la propia Cristina, contra los trabajadores que enfrentan las suspensiones, los despidos y los cierres de fábricas, y contra las organizaciones de izquierda que los apoyamos. Su objetivo es deslegitimar la lucha obrera y, de esa forma, convalidar a la clase capitalista en su intento por descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores.

Desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria le salimos al cruce a Pignanelli, Capitanich, Scioli y Cristina, con el objetivo de desnudar que su campaña tiene como objetivo encubrir la política represiva que desarrollan en defensa de empresas que despiden compañeros. De esta forma, buscamos aportar a la clase obrera en lucha las herramientas políticas para responder a la campaña del gobierno, militar para derrotarla e imponer los intereses de los explotados en esta disputa.

Pignanelli ha dicho que los luchadores “buscan en el enfrentamiento con la Policía, la Gendarmería o con los trabajadores que se produzca una desgracia". Pero las desgracias las producen ellos cuando reprimen con el aparato represivo y la patota de la burocracia sindical. A Pignanelli le respondemos: Mariano Ferreyra no “buscó su propia muerte”, a Mariano Ferreyra lo mató la burocracia sindical con la complicidad del gobierno de Cristina. Cuando los luchadores, como Mariano Ferreyra, persistimos en nuestra lucha a pesar de las amenazas de burócratas como Pignanelli o Pedraza, no es porque busquemos “una desgracia” sino porque buscamos el triunfo de la lucha de los explotados y no vamos a permitir que ninguna patota ni ningún aparato represivo nos amedrente.

Pignanelli ha dicho que los luchadores “quieren la lucha continua, la anarquía en el movimiento obrero". Pero el problema son los Pignanelli que quieren terminar con la lucha para imponer la regimentación del movimiento obrero y su subordinación a la patronal.

Capitanich ha dicho que "no puede ningún partido político obstaculizar el desempeño de los trabajadores por cuestiones ideológicas, porque se convierten en idiotas útiles a favor de otros intereses". Pero el problema es que el partido político de Capitanich está impidiendo trabajar a los compañeros de Lear por cuestiones ideológicas, dado que no responden a Pignanelli. Los idiotas útiles son Capitanich y Pignanelli, que sirven a los intereses de la patronal norteamericana de Lear.

Capitanich ha dicho que “la verdadera izquierda revolucionaria en este país siempre ha sido el peronismo y sus sindicatos, que han defendido el trabajo argentino y a los trabajadores". Miente: tenemos al peronismo de Pignanelli y Capitanich dirigiendo al sindicato SMATA y actuando como tropa de choque para defender los despidos de argentinos, tanto en Gestamp como en Lear y en toda la industria autopartista y automotriz.

Capitanich ha dicho que los luchadores "actuan de modo coordinado para promover conflictos". Pero oculta que el gobierno y la burocracia sindical han actuado y actúan de modo coordinado para desarticular las luchas de Gestamp y Lear. ¿O no fue acaso un ejemplo de coordinación ejemplar la reunión de Capitanich con Giorgi, Scioli, Pignanelli, Berni y la patronal de Gestamp, donde conspiraron a espaldas de los trabajadores para imponer el levantamiento de la toma? ¿La militarización de la planta de Lear, no es un caso de coordinación entre el gobierno nacional y la empresa, contra los trabajadores? La Tendencia Piquetera Revolucionaria llama a responder a esta coordinación contra las luchas, con un plan de lucha coordinado por el triunfo de todas las luchas.

Capitanich ha dicho que "hay una estrategia para radicalizar protestas con el objetivo de promover una política opositora". Niega la estrategia del gobierno para reprimir las protestas con el objetivo de imponer una política oficial anti-obrera, anti-popular y anti-nacional: el Rodrigazo. Contra esta estrategia reaccionaria (Rodrigazo), la Tendencia Piquetera Revolucionaria defiende como estrategia la lucha política por poner en pie una oposición de izquierda, un plan de lucha y la huelga general.

Capitanich ha dicho que "el que defiende los intereses de los trabajadores argentinos es el Partido Justicialista a través, por ejemplo, de las convenciones colectivas de trabajo. El Partido Obrero defiende los intereses de la patronal para hostigar el funcionamiento de la actividad económica y de las empresas". Capitanich oculta que en sus pagos, su sucesor Bacillef, miembro del Partido Justicialista, ha suspendido durante meses cualquier negociación salarial con docentes y estatales. Capitanich es el que viene de afirmar que no hay condiciones para reabrir paritarias: ¿eso es defender los intereses de los trabajadores en un cuadro inflacionario que supera por 10 puntos las paritarias firmadas durante el primer semestre? Mientras tanto, en los pagos de Capitanich también, un piquete de los trabajadores de Indunor frente a la delegación del Ministerio de Trabajo, apoyado por los piqueteros del MCC y el Movimiento 20 de Diciembre (miembros de la Coordinadora en defensa del Frente de Izquierda junto a la TPR y el CC-POR de Rosario) y el Partido Obrero, conquistó el cese de 30 suspensiones y la reincorporación de 16 despedidos. Los obreros de Donnelley, en Garín, Zona Norte de Gran Buenos Aires, han ocupado la planta para evitar que 400 familias queden en la calle, apoyados por la izquierda. Entonces, ¿quién defiende a los trabajadores en este país?

Como no hay peor astilla que la del propio palo, no hay mejor respuesta a los dichos de Capitanich que los de Scioli, el principal candidato a presidente en 2015 por el Partido Justicialista. Scioli declaró: "Nosotros necesitamos que se sigan abriendo persianas de fábricas, no que se cierren, esto es seduciendo al capital, no es combatiendo al capital". ¿Esta es la “izquierda revolucionaria peronista” a la que hace referencia Capitanich? ¿Alguien se imagina a los obreros marchando el 17 de octubre cantando “seduciendo al capital”? Esto es lo mejor que puede ofrecer el peronismo: seducir al capital… combatiendo a los obreros. La verdadera izquierda revolucionaria en este país ha sido la izquierda piquetera y el clasismo y, en particular, la representada por el trotskismo del Partido Obrero. Esa es la izquierda que defendemos desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria.

La propia Cristina ha convalidado todo este discurso en sus apariciones públicas. Se ha ocupado de hacer una apología abierta de la patronal, cuando dijo que “el panadero no está para hacer beneficencia, el carnicero tampoco, el carpintero tampoco, están todos para ganar plata. Así que, por favor, terminen con esas locuras del socialismo y todas esas cosas”. Pero Cristina decía eso para justificar subsidios a las empresas vaciadoras del transporte y a los capitanes de la industria, y comisiones para los bancos, no planes de incentivo para panaderos, carniceros y carpinteros. Cristina ocultó que, bajo el capitalismo, los panaderos, carniceros y carpinteros, no sólo no están para ganar plata sino que están condenados a perderla. Porque lo que prima es la tendencia decreciente de la tasa de ganancia y la tendencia al derrumbe del capital. Cuando Cristina niega esto busca cerrarle los ojos a la clase obrera y permitir que el capital la arrastre a su propia catástrofe. A Cristina le respondemos: si estamos suficientemente locos como para luchar por el socialismo, es porque estamos suficientemente cuerdos como para entender que es necesario y la única salida a la bancarrota capitalista.

Fue Cristina la que aprovechó para dejar en claro su carácter anti-revolucionario durante la lucha de Gestamp: “Hay quienes siguen soñando con la toma del Palacio de Invierno, porque creen que mientras peor, mejor. Pero déjenme decirles algo: no hay toma del Palacio de Invierno porque estamos en un mundo nuevo”. Pero Cristina omitió señalar que los que queremos la toma del Palacio de Invierno somos los que defendemos los puestos de trabajo de los argentinos, mientras que ella rechaza la toma del Palacio de Invierno porque la Casa Rosada avala a las empresas que despiden trabajadores.

El gobierno pretende que nos avergoncemos y pidamos disculpas por salir a luchar. Lejos de avergonzarnos, estamos orgullosos de luchar para imponer los intereses de la clase obrera y los explotados, afectando los intereses de los capitalistas y los explotadores. Estamos orgullosos de estar del lado de la clase obrera de la Zona Norte y la Zona Sur de Gran Buenos Aires, de Córdoba, de Chaco, y de todo el país, que enfrenta los despidos, las suspensiones y los cierres con piquetes y ocupaciones. Todo este ataque kirchnerista contra la izquierda busca ocultar su propia política de defensa de la clase capitalista. Nuestra reivindicación de la lucha es un llamado a toda la clase obrera a ponerse de pie, luchar, hacerse partido político, e imponer sus intereses.

No vamos a pedir disculpas por luchar. Que el gobierno pida disculpas por reprimir para defender empresarios que despiden trabajadores. Que la crisis la paguen los capitalistas. Que gobiernen los trabajadores.

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