La izquierda le responde al
gobierno – Nota de opinión de Juan Marino, dirigente nacional de la TPR
NO VAMOS A PEDIR DISCULPAS
POR LUCHAR
Que el gobierno pida
disculpas por reprimir para defender a empresas que despiden trabajadores
JUAN MARINO
12 de agosto
de 2014
El gobierno ha montado una campaña política e
ideológica, a través de Pignanelli, Capitanich, Scioli y la propia Cristina,
contra los trabajadores que enfrentan las suspensiones, los despidos y los
cierres de fábricas, y contra las organizaciones de izquierda que los apoyamos.
Su objetivo es deslegitimar la lucha obrera y, de esa forma, convalidar a la
clase capitalista en su intento por descargar la crisis sobre las espaldas de
los trabajadores.
Desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria le
salimos al cruce a Pignanelli, Capitanich, Scioli y Cristina, con el objetivo
de desnudar que su campaña tiene como objetivo encubrir la política represiva
que desarrollan en defensa de empresas que despiden compañeros. De esta forma,
buscamos aportar a la clase obrera en lucha las herramientas políticas para
responder a la campaña del gobierno, militar para derrotarla e imponer los intereses
de los explotados en esta disputa.
Pignanelli ha dicho que los luchadores “buscan en
el enfrentamiento con la Policía, la Gendarmería o con los trabajadores que se
produzca una desgracia". Pero las desgracias las producen ellos cuando
reprimen con el aparato represivo y la patota de la burocracia sindical. A
Pignanelli le respondemos: Mariano Ferreyra no “buscó su propia muerte”, a
Mariano Ferreyra lo mató la burocracia sindical con la complicidad del gobierno
de Cristina. Cuando los luchadores, como Mariano Ferreyra, persistimos en
nuestra lucha a pesar de las amenazas de burócratas como Pignanelli o Pedraza,
no es porque busquemos “una desgracia” sino porque buscamos el triunfo de la lucha
de los explotados y no vamos a permitir que ninguna patota ni ningún aparato
represivo nos amedrente.
Pignanelli ha dicho que los luchadores “quieren la
lucha continua, la anarquía en el movimiento obrero". Pero el problema son
los Pignanelli que quieren terminar con la lucha para imponer la regimentación
del movimiento obrero y su subordinación a la patronal.
Capitanich ha dicho que "no puede ningún
partido político obstaculizar el desempeño de los trabajadores por cuestiones
ideológicas, porque se convierten en idiotas útiles a favor de otros
intereses". Pero el problema es que el partido político de Capitanich está
impidiendo trabajar a los compañeros de Lear por cuestiones ideológicas, dado
que no responden a Pignanelli. Los idiotas útiles son Capitanich y Pignanelli,
que sirven a los intereses de la patronal norteamericana de Lear.
Capitanich ha dicho que “la verdadera izquierda
revolucionaria en este país siempre ha sido el peronismo y sus sindicatos, que
han defendido el trabajo argentino y a los trabajadores". Miente: tenemos
al peronismo de Pignanelli y Capitanich dirigiendo al sindicato SMATA y
actuando como tropa de choque para defender los despidos de argentinos, tanto
en Gestamp como en Lear y en toda la industria autopartista y automotriz.
Capitanich ha dicho que los luchadores "actuan
de modo coordinado para promover conflictos". Pero oculta que el gobierno
y la burocracia sindical han actuado y actúan de modo coordinado para
desarticular las luchas de Gestamp y Lear. ¿O no fue acaso un ejemplo de
coordinación ejemplar la reunión de Capitanich con Giorgi, Scioli, Pignanelli,
Berni y la patronal de Gestamp, donde conspiraron a espaldas de los
trabajadores para imponer el levantamiento de la toma? ¿La militarización de
la planta de Lear, no es un caso de coordinación entre el gobierno nacional y
la empresa, contra los trabajadores? La Tendencia Piquetera Revolucionaria llama
a responder a esta coordinación contra las luchas, con un plan de lucha
coordinado por el triunfo de todas las luchas.
Capitanich ha dicho que "hay una estrategia
para radicalizar protestas con el objetivo de promover una política
opositora". Niega la estrategia del gobierno para reprimir las protestas
con el objetivo de imponer una política oficial anti-obrera, anti-popular y
anti-nacional: el Rodrigazo. Contra esta estrategia reaccionaria (Rodrigazo),
la Tendencia Piquetera Revolucionaria defiende como estrategia la lucha
política por poner en pie una oposición de izquierda, un plan de lucha y la
huelga general.
Capitanich ha dicho que "el que defiende los
intereses de los trabajadores argentinos es el Partido Justicialista a través,
por ejemplo, de las convenciones colectivas de trabajo. El Partido Obrero
defiende los intereses de la patronal para hostigar el funcionamiento de la
actividad económica y de las empresas". Capitanich oculta que en sus
pagos, su sucesor Bacillef, miembro del Partido Justicialista, ha suspendido
durante meses cualquier negociación salarial con docentes y estatales. Capitanich
es el que viene de afirmar que no hay condiciones para reabrir paritarias: ¿eso
es defender los intereses de los trabajadores en un cuadro inflacionario que
supera por 10 puntos las paritarias firmadas durante el primer semestre? Mientras
tanto, en los pagos de Capitanich también, un piquete de los trabajadores de
Indunor frente a la delegación del Ministerio de Trabajo, apoyado por los
piqueteros del MCC y el Movimiento 20 de Diciembre (miembros de la Coordinadora
en defensa del Frente de Izquierda junto a la TPR y el CC-POR de Rosario) y el
Partido Obrero, conquistó el cese de 30 suspensiones y la reincorporación de 16
despedidos. Los obreros de Donnelley, en Garín, Zona Norte de Gran Buenos Aires, han ocupado la planta para evitar que 400 familias queden en la calle, apoyados por la izquierda. Entonces, ¿quién defiende a los trabajadores en este país?
Como no hay peor astilla que la del propio palo, no
hay mejor respuesta a los dichos de Capitanich que los de Scioli, el principal
candidato a presidente en 2015 por el Partido Justicialista. Scioli declaró: "Nosotros
necesitamos que se sigan abriendo persianas de fábricas, no que se cierren,
esto es seduciendo al capital, no es combatiendo al capital". ¿Esta es la “izquierda
revolucionaria peronista” a la que hace referencia Capitanich? ¿Alguien se
imagina a los obreros marchando el 17 de octubre cantando “seduciendo al
capital”? Esto es lo mejor que puede ofrecer el peronismo: seducir al capital…
combatiendo a los obreros. La verdadera izquierda revolucionaria en este país
ha sido la izquierda piquetera y el clasismo y, en particular, la representada
por el trotskismo del Partido Obrero. Esa es la izquierda que defendemos desde
la Tendencia Piquetera Revolucionaria.
La propia Cristina ha convalidado todo este discurso
en sus apariciones públicas. Se ha ocupado de hacer una apología abierta de la
patronal, cuando dijo que “el panadero no está para hacer beneficencia, el
carnicero tampoco, el carpintero tampoco, están todos para ganar plata. Así
que, por favor, terminen con esas locuras del socialismo y todas esas cosas”.
Pero Cristina decía eso para justificar subsidios a las empresas vaciadoras del
transporte y a los capitanes de la industria, y comisiones para los bancos, no
planes de incentivo para panaderos, carniceros y carpinteros. Cristina ocultó
que, bajo el capitalismo, los panaderos, carniceros y carpinteros, no sólo no
están para ganar plata sino que están condenados a perderla. Porque lo que
prima es la tendencia decreciente de la tasa de ganancia y la tendencia al
derrumbe del capital. Cuando Cristina niega esto busca cerrarle los ojos a la
clase obrera y permitir que el capital la arrastre a su propia catástrofe. A
Cristina le respondemos: si estamos suficientemente locos como para luchar por
el socialismo, es porque estamos suficientemente cuerdos como para entender que
es necesario y la única salida a la bancarrota capitalista.
Fue Cristina la que aprovechó para dejar en claro
su carácter anti-revolucionario durante la lucha de Gestamp: “Hay quienes
siguen soñando con la toma del Palacio de Invierno, porque creen que mientras
peor, mejor. Pero déjenme decirles algo: no hay toma del Palacio de Invierno
porque estamos en un mundo nuevo”. Pero Cristina omitió señalar que los que
queremos la toma del Palacio de Invierno somos los que defendemos los puestos
de trabajo de los argentinos, mientras que ella rechaza la toma del Palacio de
Invierno porque la Casa Rosada avala a las empresas que despiden trabajadores.
El gobierno pretende que nos avergoncemos y pidamos
disculpas por salir a luchar. Lejos de avergonzarnos, estamos orgullosos de
luchar para imponer los intereses de la clase obrera y los explotados,
afectando los intereses de los capitalistas y los explotadores. Estamos
orgullosos de estar del lado de la clase obrera de la Zona Norte y la Zona Sur
de Gran Buenos Aires, de Córdoba, de Chaco, y de todo el país, que enfrenta los
despidos, las suspensiones y los cierres con piquetes y ocupaciones. Todo este
ataque kirchnerista contra la izquierda busca ocultar su propia política de
defensa de la clase capitalista. Nuestra reivindicación de la lucha es un
llamado a toda la clase obrera a ponerse de pie, luchar, hacerse partido
político, e imponer sus intereses.
No vamos a pedir disculpas por luchar. Que el
gobierno pida disculpas por reprimir para defender empresarios que despiden
trabajadores. Que la crisis la paguen los capitalistas. Que gobiernen los
trabajadores.
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