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martes, 3 de marzo de 2015

[GRECIA] PREPAREMOS LA HUELGA GENERAL CONTRA EL PACTO DE SYRIZA CON LA TROIKA

ACTO de la TPR en la Embajada de Grecia
Miércoles 04/03 - 18hs - Ramón Castilla 2952 

PREPAREMOS LA HUELGA GENERAL CONTRA EL PACTO DE SYRIZA CON LA TROIKA

¡Ninguna confianza en Syriza! Marchemos por: ¡Abajo la austeridad y el memorándum!
¡No al pago de la deuda! ¡Nacionalización de la banca bajo control obrero! 
¡Fuera los ministros derechistas de ANEL! ¡Fuera el presidente derechista de Nueva Democracia! 
¡Por un gobierno de Syriza-KKE, basado en asambleas obreras y populares!

En menos de un mes de gobierno, Syriza ya traicionó sus promesas. Tsipras pidió el voto al pueblo griego para terminar con los memorandos y, en tan sólo unas semanas, ya pactó con la Troika. Syriza logró la victoria electoral como un partido de izquierda y ya metió en el gobierno tanto a los derechistas de ANEL como Nueva Democracia. Constituye así, salvando las distancias, la forma gubernamental clásica del Frente Popular: frente de partidos obreros con partidos burgueses. Se trata, por lo tanto, de un nuevo cuadro político del cual debemos tomar nota. Es tarea de la izquierda revolucionaria en todo el mundo denunciar estas capitulaciones de Syriza para derrotar la trampa del frentepopulismo y abrir paso a la intervención de la clase obrera.

El voltaje vertiginoso de estos virajes políticos, a su vez, confirman que en Grecia tenemos una situación prerrevolucionaria. Para ser más precisos, tan revolucionaria como lo permiten Syriza y el KKE. Contra cualquier escepticismo democratizante y anti-catastrofista, la lucha entre revolución y contrarrevolución sacuden al pueblo griego. Esto exige golpear sistemáticamente para adecuar la experiencia política de los explotados a los nuevos desafíos que objetivamente se le plantean. Superadas las ilusiones en los partidos de la derecha y el socialismo burgués de la traidora II Internacional, ahora corresponde agotar en términos revolucionarios las expectativas en Syriza y el frentepopulismo pro-imperialista del Partido de la Izquierda Europea. 

Por eso, la tarea del momento en Grecia pasa por romper la parálisis en el movimiento obrero y retomar el camino de la huelga general indefinida. Tenemos que ganar las calles hasta romper los pactos con la Troika, expulsar del gobierno de coalición a la derecha xenófoba de ANEL-Kamenos y lograr la renuncia del presidente derechista de Nueva Democracia Prokopis Pavlopoulos. Contra la colaboración con los partidos derechistas, exigimos a las direcciones de Syriza y el KKE la colaboración gubernamental de los partidos obreros. Para llevar adelante todos estos planteos, tenemos que impulsar con fuerza en todo el país la constitución de asambleas obreras y populares. La respuesta de los explotados debe ser contundente: contra la traición de Syriza, ¡huelga general!

SYRIZA EN MINORÍA: TODA LA IZQUIERDA GRIEGA REPUDIA EL PACTO DE TSIPRAS CON LA TROIKA 

Al interior de la izquierda y el movimiento obrero griego tenemos una situación desigual que exige una fuerte lucha política por parte de los revolucionarios. De un lado, tenemos a una Syriza que ha quedado en total soledad: absolutamente toda la izquierda ha repudiado su capitulación. Este es un dato que no se le puede escapar a nadie y mucho menos a los revolucionarios. Y, del otro, las encuestas arrojan que alrededor del 68% de la población considera que el pacto ‘permite ganar tiempo’. Es decir que Syriza está en minoría dentro de la izquierda griega pero cuenta con un apoyo mayoritario de la población. De lo que se trata, por lo tanto, es de impulsar la unidad de la izquierda contra la austeridad para dirigirnos a las masas trabajadoras y emanciparlas de la influencia paralizante y traidora de Syriza.

De hecho, de alguna manera, esto ya esta pasando. La prueba más contundente es el pronunciamiento unánime y la convocatoria por parte de la izquierda griega a dos movilizaciones en repudio a la traición de Syriza. El KKE rechazó el pacto con la Troika y convocó un acto político el 27 en Plaza Syntagma. A su vez exigió que el acuerdo se vote en el parlamento, cosa que la dirección de Syriza pretende no hacer para no mostrar cómo Nueva Democracia y Pasok votan a favor mientras la izquierda de Syriza probablemente lo haga en contra. Antarsya, por su parte, también rechazó el acuerdo en un comunicado y planteó la nacionalización de la banca bajo control obrero y el no pago de la deuda. Con estos planteos llamó a movilizarse el jueves pasado, movilización de la cual también participó el EEK (sección griega de la CRCI). Por último, aunque no se movilizó, la OKDE Ergatiki Pali también rechazó el acuerdo. Este recuento de posiciones de la izquierda griega muestra el aislamiento absoluto en que se encuentra Syriza.

A su vez, la crisis política es tan grande que también golpea fuerte por dentro. Los diputados de Syriza no están siguiendo ciegamente a Tsipras en su traición al pueblo griego. Crece la lista de quienes votan en contra. Incluso Manolis Glezos, diputado de Syriza e histórico héroe de la resistencia antifascista, declaró públicamente y en directa polémica con Tsipras: “frente a la firma de la prórroga cambiar ‘troika’ por ‘instituciones’, ‘memorándum’ por ‘acuerdo’ y ‘acreedores’ por ‘socios’, es lo mismo que llamar ‘carne’ al ‘pez’, no modifica la situación”. Completó sus declaraciones diciendo: “De mi parte pido disculpas al pueblo griego por haber formado parte de esta ilusión. Antes de continuar en la dirección equivocada, antes de que sea demasiado tarde, reaccionemos. Sobre todo, los miembros, amigos y simpatizantes de Syriza, tienen que decidir en reuniones urgentes en todos los niveles de la organización si van a aceptar el acuerdo o no”. En este mismo sentido, en una votación indicativa, varios miembros del grupo parlamentario de Syriza rechazaron el pacto con la Troika. Según el grupo de Tsipras fueron 5 y según la Plataforma de Izquierda el número ascendería hasta 30 diputados sobre 149. Es decir que ¡un 20% de los diputados de Syriza podrían votar en contra del pacto!

Esta tendencia también se verificó en una reunión del CC de Syriza del último fin de semana: una propuesta presentada por la Plataforma de Izquierda para rechazar el memorándum tuvo 68 votos sobre 166. ¡El 40% del CC de Syriza votó en contra de Tsipras!. En esa misma reunión, la izquierda presentó un candidato propio para el cargo de Secretario del Partido, que sacó 64 votos contra 102 del candidato de la mayoría. El principal diario del país To Vima, levantó la crisis como “una advertencia contra el gobierno”. Por último, Kouvelakis, uno de los referentes del ala izquierda, caracterizó el acuerdo como “una derrota de Syriza” y dijo que “Syriza podría desintegrarse y se definirían las alianzas políticas” (Versobooks.com, 23/02), especulando con que “To Potami, Pasok e incluso Nueva Democracia” podrían colaborar con Tsipras.

Estas contradicciones tenderán a agudizarse inevitablemente en los próximos meses. A medida que Tsipras vaya intentando aplicar las medidas de austeridad e intentando pagar los vencimientos de deuda, está planteado que crezca la resistencia tanto afuera como adentro de Syriza. El desafío, por lo tanto, pasa por desarrollar una fuerte lucha política y sindical para hacer fracasar el pacto con la Troika. Que Syriza sea gobierno no significa que pueda elegir traicionar sin más al pueblo griego. Si pretende hacer pasar la austeridad, Tsipras primero tendrá que demostrar que puede derrotar al movimiento obrero y popular, incluyendo a la resistencia de su propio partido. Tenemos que explotar todas estas contradicciones para derrotar a Tsipras. Esta es la pulseada que se viene.

ROMPER LA PARÁLISIS DE LOS SINDICATOS: IMPONGAMOS LA PRIMERA HUELGA GENERAL CONTRA EL GOBIERNO DE SYRIZA-ANEL

Como se ve, la TPR propone a la izquierda y los trabajadores griegos establecer un objetivo claro y un método: la unidad de todos los luchadores contra el gobierno para impedir que Syriza aplique su pacto reaccionario con la Troika.

Rechazamos, por lo tanto, limitarnos a una denuncia pasiva que, en el mejor de los casos, permitiría acumular electoralmente mientras los trabajadores sufren las consecuencias de la traición de Syriza. No, lo que la TPR propone es pasar a la contra-ofensiva para intervenir en la crisis política, derrotar a Tsipras en las calles e imponer un rumbo de ruptura con la Troika en defensa de los intereses de los explotados. Los trabajadores griegos no son rehenes de Tsipras ni de Syriza. Tenemos que llamarlos a ser protagonistas y tomar en sus manos su propio destino. Esta situación muestra la necesidad de impulsar que el movimiento obrero bloquee tanto el acuerdo de prórroga del memorándum actual, como las negociaciones por un tercer memorándum en junio e imponga el no pago de la deuda y la nacionalización de la banca bajo control obrero.

Las marchas políticas son correctas pero insuficientes en la medida que no se plantean esta tarea: la intervención concreta del movimiento obrero para quebrar el pacto. Es necesario movilizar a la base popular de este gobierno contra el acuerdo pro-imperialista. No se trata de una utopía ni de un embellecimiento de Syriza. Esta variante está inscripta en la historia reciente del pueblo griego. En los '80, los trabajadores impusieron a los sindicatos griegos (dirigidos por el PASKE, la fracción sindical del PASOK) parar contra el “plan de estabilización” de Andreas Papandreou, primer ministro por el PASOK. En 2001, estos mismos sindicatos frenaron la reforma anti-obrera del mercado laboral impulsada por el propio PASOK desde el gobierno. De la misma manera, hoy, es necesario impulsar a luchar contra el pacto a quienes consideran a este “su” gobierno.

De igual forma, los militantes y simpatizantes de Syriza que estén contra el acuerdo tienen que organizar votaciones de base en los comités de Syriza para obligar a la dirección a retractarse. Como TPR llamamos a oponer los comités de base a la dirección, frente a la derechización de esta y frente a la inacción de la supuesta ala izquierda que sólo se opone de palabra. Advertimos que la izquierda de Syriza no llama a movilizarse contra el acuerdo. ¡Ni siquiera reclaman que lo vote el parlamento! Llamamos a romper con cualquier inmovilismo y conciliación política con los traidores al pueblo, tanto de afuera como de adentro de Syriza. Derrotemos el pacto con la Troika con métodos de lucha de clases: en las calles, en las fábricas, en los barrios, en los lugares de estudio, en el campo, en el parlamento y en los comités de base demos una lucha implacable en defensa de los intereses de los explotados griegos.

LA TRAICIÓN DE SYRIZA: “GANAR TIEMPO”... CONTRA LOS TRABAJADORES

Dicho esto, pasemos a ver los términos puntuales del pacto. Tsipras firmó la prórroga del memorándum con la Troika para seguir recibiendo financiamiento. A cambio, tendrá que ‘garantizar el superávit financiero’ (lo cual implica ajustes) y el pago de la deuda. Tsipras presentó esto como una “victoria” en la que se “gana tiempo”. Es una chantada: con este pacto no se “gana tiempo” contra la Troika sino contra los trabajadores.

En este acuerdo el gobierno griego se compromete, a cambio de 7.2 millones de euros para pagar sus deudas, a implementar bajo supervisión de la Troika medidas como “mejorar drásticamente la eficiencia del gobierno central” y “racionalizar los gastos de los ministerios” (Reuters, 24/02). Plantea además desarrollar la asociación “público-privada”, o sea, privatizaciones encubiertas. La promesa del salario mínimo, que fue uno de los puntos centrales de sus primeros anuncios de gobiernos, queda “a consultar con las instituciones europeas e internacionales”. Es decir que se trata de un acuerdo que debe ser denunciado con todos las letras como anti-obrero y pro-imperialista.

A su vez, que el acuerdo no fue una victoria del pueblo griego sino de la Unión Europea, puede verse en la profunda fuga de capitales que lo precedió. “La fuga de capitales se aceleró en los últimos días, con una fuga estimada de € 1 billón de los bancos griegos el viernes, según el Banco Central del país, dado que los inversores, temiendo la pérdida de ahorros si las conversaciones fracasaron, retiraban los fondos” (The Guardian, 21/02).

Por si quedaba alguna duda, la constatación más contundente de esta capitulación ha sido la reacción del imperialismo europeo. El diario inglés The Guardian tituló: “El pacto griego: primer paso de retorno a la austeridad” (20/02) donde dice que “más allá del giro positivo del gobierno, Atenas fue forzada a hacer importantes concesiones, incluido declinar sus demandas de recorte de deuda”. Por su parte, el alemán Deutsche Welle directamente se ríe de Syriza: “Tsipras anuncia el final de la Troika, del programa y de la 'política de austeridad'. Si así lo prefieren los griegos, puede buscar tranquilamente otras denominaciones mientras mantengan la sustancia en cuanto a reformas y ahorro. También puede hacer como si hubiese ganado más espacio en política social y más soberanía, mientras aumente el apoyo en Grecia. Sobre todo, para que la izquierda griega acepte mejor las malas noticias” (DW, 23/02).

Los trabajadores y la izquierda griega no deben ni tienen por qué tolerar esta humillación imperialista. Contra las provocaciones del capital internacional, respondamos con la huelga general.

SYRIZA APOYA LA UNIDAD DE LOS CAPITALISTAS DE EUROPA, NOSOTROS LA UNIDAD REVOLUCIONARIA DE LA CLASE OBRERA Y LOS EXPLOTADOS DE EUROPA

En este marco, la posible salida de Grecia del euro se discute en toda la UE. El diario alemán Spiegel publicó el 20/02 que “los bancos en toda Europa, incluido el Banco Central Europeo se están preparando para una posible salida de Grecia de la UE”. Pero también el ‘Brexit’, la salida de Gran Bretaña, amenaza a la zona euro. Cameron (primer ministro británico) propuso un referéndum sobre si seguir en la zona euro o no para 2017 y las encuestas dan una posible victoria a la salida de la UE. Es en este cuadro que está habiendo una corrida hacia el oro, contra el euro (The Telegraph, 21/02).

En un discurso el viernes 27/2, Tsipras anunció que enviará al parlamento medidas para frenar los desalojos para casas de valores menores de 300.000 euros, para garantizar casas a 30.000 personas sin techo, luz gratuita a quienes están bajo la línea de pobreza, refinanciación de las deudas con la seguridad social y la reapertura de ERT, la televisión pública griega. Están por verse las condiciones y los plazos en que se hará esto: no podemos olvidarnos de lo rápido que capituló el gobierno con la subida del salario mínimo. Desde la TPR advertimos que se trata de medidas totalmente insuficientes y distraccionistas. Su único objetivo es encubrir la verdadera naturaleza del gobierno que es la de pactar el ajuste con la Troika.

En paralelo con estas medidas, el gobierno de Syriza acaba de recortar el presupuesto de salud de marzo un 51%, frente a lo cual muchos directores de hospitales “advirtieron que no iban a poder cubrir necesidades básicas”. “Se esperan otros recortes similares en otros ministerios para llegar a pagar los 1.400 mil millones de euros al FMI este mes” (To Vima, 3/03). El Ministro de Economía dijo que el pago de la deuda al FMI era una prioridad y que “iban a sacar sangre de las piedras” para pagarlo (WSJ, 2/03). Mientras la burguesía europea discute el posible despedazamiento de la zona euro, Syriza muestra su disposición a aplicar el ajuste para salvar el proyecto del imperialismo del Viejo Continente. No por nada el Ministro de Finanzas Vardoulakis, declaró que “la implosión del repugnante capitalismo europeo, más allá de cualquier enfermedad, debe ser evitada a todo costo”. En el mismo sentido, también señaló “Si esto significa que nosotros, los convenientes marxistas erráticos, somos quienes debemos tratar de salvar al capitalismo europeo de sí mismo, entonces que así sea” (18/02). Contra esta perspectiva reformista y contrarrevolucionaria, tenemos que luchar contra el pacto con la Troika.

LUCHAR CONTRA EL AJUSTE ES LUCHAR POR EL PODER: ¡FUERA LOS MINISTROS Y EL PRESIDENTE DERECHISTA! ¡FUERA ANEL Y NUEVA DEMOCRACIA DEL GOBIERNO!

Al meter a la derecha en el gobierno, ministros y presidente incluidos, Syriza demostró que su verdadero compromiso no es con los reclamos obreros sino con la defensa del Estado burgués, de su aparato represivo y del imperialismo. La tarea inmediata pasa por oponer la colaboración entre los partidos y los sindicatos obreros contra esta colaboración con los partidos derechistas. Tenemos que asumir como propia la tarea de romper estos acuerdos reaccionarios. La coalición con derechistas y el pacto con la Troika llegaron juntos y juntos se van a caer. Golpeando sobre la derecha de Syriza, despejamos el camino para que los trabajadores rompan con Syriza y pasen al campo político de la izquierda revolucionaria.

En este sentido, lo primero es desautorizar las excusas de Syriza. El pacto de Tsipras con la derecha xenófoba de ANEL (Griegos Independientes) no se debe a que “le faltaban 2 diputados para tener mayoría parlamentaria” sino a que Tsipras ahora rechaza un ‘gobierno de izquierda’ (como reivindicaba en 2012) y apuesta a un ‘gobierno de salvaciòn nacional’ para mejor pactar con la Troika. Por eso no desarrolló una lucha política abierta para que el KKE los apoye, aunque sea en un gobierno minoritario (compromiso de no boicot sin formar parte del gobierno). Denunciamos que las “negociaciones express” con el KKE solamente fueron un trámite para quitarse cualquier responsabilidad y mejor justificar su política de acuerdos con la derecha.

A su vez, el hecho de que Syriza entregue a la derecha el Ministerio de Defensa, clave en el control del aparato represivo del Estado, es una prenda de compromiso con la defensa del Estado burgués griego. Esto ya tuvo consecuencias inmediatas. El propio jueves 26 de febrero en la movilización convocada contra el pacto con la Troika, la policía utilizó la acción minoritaria de un grupo de anarquistas como excusa para reprimir a los manifestantes. Nada dijo el gobierno de Syriza frente a esto. Se trata, por lo tanto, de un viraje histórico: de estar a la cabeza de las movilizaciones contra el Estado, ahora Syriza está a la cabeza de la represión del Estado contra las movilizaciones.

Desde la TPR denunciamos esta traición y exigimos al gobierno de Syriza que desmantele el aparato represivo de la Troika. Si coexiste con la policía y el ejército, advertimos que Tsipras está admitiendo que está dispuesto a mancharse las manos con la sangre de los trabajadores griegos. Por lo tanto, la lucha por echar a la derecha del gobierno es estratégica, incluso y en primer lugar para aquellos compañeros que albergan ilusiones en Syriza. Tenemos que evitar los crímenes contra la clase obrera antes de que sucedan. Todavía está fresco el recuerdo del joven anarquista Aléxandros Andréas Grigorópulos de 15 años asesinado por la policía de Karamanlis. De hecho, unos días después de la firma del pacto con la troika, Syriza impuso la elección de Prokopis Pavlopoulos, ex ministro de Nueva Democracia, como presidente de Grecia. Los puntos de contacto no podrían ser más evidentes y groseros. La TPR advierte: el pacto con la Troika y la derecha son una declaración de guerra al movimiento obrero por parte del gobierno de Tsipras.

CONSIGNA DE PODER: ¡POR UN GOBIERNO DE SYRIZA-KKE, BASADO EN ASAMBLEAS OBRERAS Y POPULARES!

Por su parte, en lugar de colocar a Syriza en el brete de tener que elegir entre un gobierno con la izquierda o con la derecha, el KKE le hizo un gran favor a Syriza adjudicándose a sí mismo la responsabilidad de rechazar un gobierno de la izquierda. No se trata de un error ocasional y no responde a una orientación “dogmática” o “principista”. Todo lo contrario: el rechazo del KKE a un gobierno con Syriza es directamente proporcional a su adaptación a la derecha y la Troika. Desde la TPR, denunciamos que colocar a todos los partidos de Grecia en igualdad de condiciones es trabajar para el enemigo. Denunciamos que el KKE, al rechazar un gobierno con Syriza, permite el avance de la derecha y que, de esta forma, genera las mejores condiciones para que Syriza tenga las manos libres para llevar adelante su polìtica pro-imperialista de pactar con la Troika.

Detrás de la verborragia izquierdista, la verdadera posición del KKE es radicalismo parlamentario para encubrir una actitud totalmente pasiva. Teniendo importante posiciones sindicales y siendo por lejos el partido de izquierda con mayor inserción obrera en Grecia, el KKE no impulsa la huelga general contra el acuerdo con la Troika. Esta misma orientación burocrática y capituladora tuvieron cuando boicotearon la huelga general docente que podría haber tirado abajo al gobierno de Samaras en 2013. El KKE justifica esta política en que el voto a Syriza es un retroceso en la conciencia del movimiento obrero y que, por lo tanto, lo único que se puede hacer es mostrar que el KKE tenía razón y fortalecerse para futuras luchas y elecciones. Este es el sentido concreto de su llamado a la construcción de “una fuerte oposición obrera y popular” (kke.gr, 28/01). Lejos de intentar atravesar y superar con un programa de transición y consignas de acción inmediata la etapa abierta por el gobierno de Syriza, el KKE encubre su pasividad con una propaganda que recuerda al estalinismo del ‘tercer período’. Básicamente, su planteo es rechazar la colaboración con el reformismo para enfrentar a la derecha y limitarse a esperar que la revolución caiga en sus manos como si se tratase de un fruto maduro que cae del árbol del Estado. Desde la TPR, denunciamos que esta teoría estalinista de “cuanto peor, mejor” y “no asumir ninguna responsabilidad por Syriza” no le abre paso a la izquierda sino a la derecha.

La experiencia histórica ha demostrado ampliamente que el fracaso de las tentativas reformistas sólo desprestigian a la izquierda en su conjunto y le otorgan la iniciativa a la reacción política. Precisamente, esa es la función estratégicamente contrarrevolucionaria del Frente Popular. Por eso, para evitar el ascenso de la derecha, la iniciativa contra el gobierno debe venir por la izquierda y es responsabilidad de toda la izquierda, haya votado a Syriza o no, intervenir en el destino de este gobierno que los trabajadores griegos consideran como propio. Por el contrario, la pretensión pedante de saltearse la experiencia política de las masas en nombre de defender la ‘claridad’ del partido revolucionario solamente facilita el trabajo a la derecha.

Por eso, desde la TPR apoyamos la consigna formulada por el EEK que reclama la expulsión de ANEL y plantea un gobierno Syriza-KKE. La falta de estas consignas en la agitación de Antarsya y la OKDE Ergatiki Pali puede terminar llevando al absurdo de pretender colocar la lucha contra el acuerdo como una lucha por la 'radicalización' de este gobierno... sin exigirle romper con la derecha. Exigimos al KKE que ponga sus votos al servicio de un política revolucionaria: enfrentar a los partidos del memorándum y comprometer polìticamente a Syriza ante los trabajadores de Grecia. Advertimos, a su vez, que romper el gobierno de coalición con la derecha e imponer un gobierno de partidos obreros y la izquierda no resuelve el problema, tendremos que afrontar nuevos desafìos, pero la consigna tiene la enorme utilidad de mostrar muy claramente el rechazo mortal de las direcciones de Syriza y el KKE a colocar a los trabajadores griegos en el camino de la revolución proletaria. En este mismo sentido, exigir que dicho gobierno responda a asambleas obreras y populares permite profundizar este trabajo de clarificación estratégica y potencia la capacidad insurgente de los explotados abriendo la posibilidad de un proceso de doble poder contra el Estado capitalista.

Por último, ante posibles analogías oportunistas que establece el EEK entre Tsipras y Kerensky, queremos marcar que, si de hacer analogías se trata, es más adecuada la analogía con Alemania 1918 que con Rusia 1917 porque el actual gobierno de Syriza no ha consumado revolución alguna, ni burguesa ni obrera. Por el contrario, el pacto con la Troika es el inicio de una nueva etapa de contrarrevolución burguesa contra los trabajadores en defensa de un aparato represivo estatal que se mantiene incolumne y, precisamente por eso, férreamente protegido en manos de la derecha. La conquista del poder político del Estado por parte de la izquierda (y mucho peor si es en coalición con la derecha) no debe ser identificado ni comparado con una revolución que golpeó mortalmente al zarismo. Por el contrario, distinguir blanco sobre negro, revolución de contrarrevolución, cumple la función pedagógica de enfatizar la necesidad de salir a luchar inmediatamente contra la traición del gobierno y, sobre esa base, abrir paso a la ruptura de la coalición gubernamental derechista.

La realización de un gobierno Syriza-KKE (o incluso un gobierno de Syriza sólo) constituye la variante más izquierdista de gestión del Estado que la burguesía griega y el imperialismo pueden tolerar. En ese punto, de romperse la coalición con la derecha, la situación se podría emparentar con Alemania 1918: un gobierno del Estado burgués en manos de partidos obreros que buscan frenar la revolución proletaria. En la actual correlación de fuerzas, luchar por dicho gobierno es una táctica clasista que contribuye a que los trabajadores griegos se emancipen de Syriza (y en menor medida del KKE) a partir de su propia experiencia política. De ahí la importancia estratégica de discutir este método con toda la izquierda griega y combatir tanto el oportunismo de quienes pretenden “radicalizar a Syriza” (¡sin exigirle romper con la derecha!) como la capitulación de quienes consideran que es preferible permitir el avance de la derecha antes que asumir un compromiso con un partido de izquierda democratizante como Syriza.

PODEMOS-SYRIZA: CON LA BANCA Y LA TROIKA, CONTRA EL PUEBLO GRIEGO

Por otra parte, en una reciente entrevista en el programa español Salvados al dirigente de Podemos Iñigo Errejón y al dirigente de Syriza (y actual vice-ministro de Defensa) Costas Isychos, el periodista preguntó si Podemos en caso de ganar las elecciones perdonaría los 26.000 millones de euros que le debe a España. “No. Nosotros querríamos recuperar ese dinero” fue la categórica respuesta de Errejón. Por su parte, Isychos no lo cuestionó. Se ve que Podemos está más preocupado por congraciarse con el imperialismo europeo que por impulsar la solidaridad con los trabajadores griegos y la lucha contra la deuda.

En ese mismo sentido Pablo Iglesias saludó el pacto de Syriza con la Troika. Esto cuando el sentido más profundo del chantaje de la extorsión de la Troika a Grecia era aleccionar a los españoles para que sigan votando al PP y al PSOE. Ironía aparte, Isychos nació en Argentina y Alejandro Bodart del MST argentino trata de usar políticamente su vínculo reivindicándolo como “su amigo personal”. Así que, como dice el dicho, “dime con quién andas y te diré quién eres”. Los luchadores españoles, griegos y argentinos tienen que rechazar esta orientación pro-imperialista y anti-obrera por parte de PODEMOS-SYRIZA y exigir el no pago de la deuda griega.

APOYAR AL PUEBLO GRIEGO ES DENUNCIAR EL PACTO DE SYRIZA CON LA TROIKA. ESTE MIÉRCOLES 4/3, MARCHEMOS A LA EMBAJADA DE GRECIA EN ARGENTINA

Por último, desde la TPR llamamos a todas las organizaciones de izquierda a los luchadores a movilizarnos a la embajada griega contra el chantaje de la Troika, contra el pacto de Syriza y la UE, por el no pago de la deuda. Señalamos que probablemente no respondan a nuestro llamado ya que gran parte de la izquierda argentina está a la derecha de la izquierda de Syriza. Ni siquiera se ha posicionado en contra del pacto o lo ha reivindicado como un acuerdo necesario.

Es el caso de Patria Grande que, como todo el chavismo, acompaña las sucesivas capitulaciones del frentepopulismo griego. El MST, después de haber afichado toda la Capital Federal en apoyo a la victoria de Syriza y reivindicarla en los medios, justifica los pactos con la derecha y no rechaza esta capitulación histórica. El Partido Obrero, por su parte, lo ha denunciado en su periódico pero rechaza reivindicar públicamente en los medios la lucha del EEK contra Syriza. A nivel mundial, el mandelismo se limita a reivindicar a la izquierda de Syriza, eso implica tanto los errores como aciertos. De esta forma, termina atándose al derrotero del gobierno griego.

Contra el chantaje de la UE y la traición de Syriza, desde la TPR llamamos a marchar este miércoles a la embajada griega en Argentina,. Construyamos la primer huelga general contra el gobierno de Syriza-ANEL. Vamos por una intervención obrera revolucionaria para terminar con la sujeción de Grecia a la Troika.

Contacto:
Juan Marino - (011) 156 335 9278
@JuanMarinoTPR

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