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jueves, 13 de agosto de 2015

[FRENTE DE IZQUIERDA] CONCLUSIONES DE LA TPR TRAS LA VICTORIA DE NICOLÁS DEL CAÑO EN LAS INTERNAS (JUAN MARINO)

@JuanMarinoTPR

Mientras el FIT obtuvo algo más de 1 millón 200 mil votos en 2013, el domingo apenas superó los 700 mil. Avanzó la derecha, retrocedió la izquierda. No sólo se trata de Macri o Massa, sino que dentro del propio kirchnerismo, la pejotización es un fenómeno evidente: por algo Scioli reivindicó al operador Juan Carlos Mazzón. En este cuadro, la TPR vota a Nicolás Del Caño para presidente, exigiendo que participe de un debate con los demás presidenciables. Enfatizando que su campaña llama a votar en blanco en caso de que haya ballotage, el cual es una trampa. En ambos casos, haremos campaña activa y militante, en oposición al método de "voto plancha" (meramente declamativo y pasivo) que ha caracterizado al centrismo en las disputas electorales (lo cual demuestra su incomprensión de que la lucha electoral es una forma exacerbada, concentrada, de la lucha de clases).

Rechazamos el abstencionismo. La izquierda tiene que militar Del Caño presidente: postularse para "llenar de diputados de izquierda los Parlamentos", COMO PLANTEAN TANTO EL PO COMO EL PTS, significa capitular objetivamente frente a los candidatos del ajuste, en vez de dar una férrea pelea para que cada al voto sea por lista completa, fidelizándose de este modo con el FIT de forma estratégica. El voto del FIT, que desciende tangiblemente cada vez que hay elecciones ejecutivas, o sin ir más lejos, que se fugó mayoritariamente hacia Lousteau-UCR en el ballotage de Capital Federal, se ha demostrado como demasiado volátil. Los revolucionarios tenemos que transformar cada voto en un compromiso militante por una alternativa de poder. Lo contrario es cretinismo electorero y parlamentarista.

Siempre estuvo claro: la TPR vota al Frente de Izquierda (lista completa) en octubre contra los partidos del ajuste y la devaluación, sean cuales sean sus candidatos, y se involucrará en esa pelea tanto como el FIT se lo permita. Por eso insistimos siempre en que lo principal era definir un candidato presidencial contra Scioli, Macri, Massa, Stolbizer, en vez de dilatar la campaña.

Primero propusimos un Congreso Abierto, para resolver las diferencias, pero dado que todos los partidos del FIT lo boicotearon (PO-IS recién lo planteó de forma propagandística a inicios de este año y el PTS lo rechazó), ante la extorsión y el ultimátum del PTS, apoyamos vehementemente la contramarcha valiente de la dirección del PO. Que el PO haya decidido no aceptar la extorsión y dar la lucha en las PASO por imprimirle una dirección política consecuente al FIT ha sido saludable y vigorizante. De nuestra parte, involucrarnos en una interna sin aceptar su resultado sería típico de una secta irresponsable: nada de esto tiene que ver con nosotros.

La derrota de Altamira es un retroceso histórico del FIT y de la unidad de los luchadores, pero a eso no se le responde con faccionalismo despolitizado, sino impulsando comités de base abiertos de la Lista Unidad. Y de manera más general, luchando por la defensa del programa histórico del PO, que parcialmente fue virando desde el silencio sobre el peligro que representaba el PTS, hasta que parcialmente denunció el filo-kirchnerismo del PTS (que popularizamos como "PTK"). Sin embargo, Altamira fue inconsecuente en esto, lo cual se puede ver por ejemplo, en que no aceptó ir al debate en TV con Del Caño para clarificar los dos rumbos que estaban en debate para el FIT. Esto es reconocido como un error inclusive por el periodista Diego Rojas, simpatizante del PO, y también por cada vez más militantes del PO.

El voto contra Altamira fue impulsado por fracciones del gobierno kirchnerista y por los medios de comunicación, que ven en él la lucha contra todos los gobiernos dictatoriales y democráticos que hundieron a nuestro pueblo en la miseria, al constructor del partido de la clase obrera piquetera del Argentinazo. El voto por Del Caño es un voto estratégicamente extraño a la lucha por el socialismo, la revolución y el gobierno de los trabajadores: ese es el contenido objetivo de la "renovación". Así como el PO no quiso ir a fondo en la delimitación, tampoco el PTS lo hizo: en ese sentido, ambos despolitizaron la contienda, confundiendo al votante del FIT sobre lo que realmente estaba en juego.

Medios de comunicación y militantes afines al kirchnerismo festejan el resultado de la interna del FIT como una victoria propia, algunos reconocen haber trabajado por ese objetivo, e inclusive avisan que gran parte del voto a Del Caño, en medio de una polarización creciente, retro-alimentará al FPV y a Scioli. Por eso ratificamos, a pesar del carácter centrista, anti-piquetero, democratizante y filo-kirchnerista del PTS, que es necesario impulsar la candidatura de Del Caño.

En 2011 y luego en 2013, el PO y el FIT se negaron a realizar Congresos Abiertos (planteados por la TPR) y entraron al cuarto oscuro de Albamonte-Pistonesi a negociar de forma cerrada, cediendo a sus maniobras. Debido a ello, el PTS logró visibilidad a expensas del desarrollo nacional del PO. Se comprobó que el FIT, en su forma original, era un pacto contra el Partido Obrero. El resultado del domingo lo ha profundizado.

La ampliación al FIT de cara a todos los luchadores, que reclamamos desde su constitución (sin distinción ideológica de ningún tipo, sino política contra los bloques capitalistas), fue intentada de manera parcial y tardía por el PO, junto a IS. Fue positivo y por eso fuimos los más enfáticos junto a Izquierda Socialista, en el plenario convocado por las fuerzas que plantearon un polo amplio de izquierda en la Facultad de Sociales de la UBA, al destacar la necesidad de sumar a los compañeros de Pueblo en Marcha, CRCR, Pueblo Unido, etc. No somos parte del FIT porque ninguno de los partidos del FIT así lo quiso, pero luchando por el camino que antes detallé, pretendemos serlo. Es necesario desarrollar un congreso abierto y comités de base de la Lista Unidad como punto de partida para que el FIT sea un frente antiimperialista de toda la izquierda, que el FIT involucre a la TPR y a todas las organizaciones que lo apoyamos de forma plena, para que se imponga la tendencia revolucionaria sobre la democratizante.

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