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lunes, 23 de noviembre de 2015

[BALLOTAGE 2015] MANIFIESTO POLÍTICO DE LA TPR AL PUEBLO ANTI-MACRISTA Y ANTI-AJUSTE

MANIFIESTO POLÍTICO DE LA TPR AL PUEBLO ANTI-MACRISTA Y ANTI-AJUSTE

Frente Único Anti-Macri: la TPR propone una política para derrotar el ascenso de la derecha

“La mitad del país votó contra Macri. Respetar la voluntad popular es rechazar cualquier pacto con el PRO y ganar las calles contra la derecha”

Contra la ‘unidad nacional’, el ‘pacto social’ y el ‘pacto Macri-Scioli’, llamamos a Scioli y Cristina a no traicionar el contundente mandato popular anti-macrista que se expresó en las urnas


DESDE LA TPR, DESAUTORIZAMOS EL TRIUNFO DE MACRI: NO CONSIGUIÓ LOS VOTOS NECESARIOS COMO PARA PODER GOBERNAR CONTRA EL PUEBLO

Antes de distribuir responsabilidades sobre por qué ha llegado a la presidencia un reaccionario ajustador derechista y pro-imperialista como Mauricio Macri, nuestra tarea como izquierda revolucionaria es desautorizar el triunfo del PRO y convocar activamente a todas las fuerzas anti-macristas, en primer lugar al kirchnerismo y su candidato presidencial Daniel Scioli, a no transar con el PRO. Para derrotar a Macri, tenemos que dar una lucha política por el balance del ballotage, desautorizando cualquier exageración impresionista que le atribuya más legitimidad al PRO de la que realmente tiene.

Primero, Macri ganó tan sólo por 2 puntos: 51,40% (12.903.301) votos contra 48,60% (12.198.441). Tan pareja fue la votación que el FPV ha reclamado el recuento de votos y, hasta que tengamos el resultado final, es legítimo hablar de un empate técnico. A su vez, agregamos que ni siquiera es cierto que haya ganado justo por 700.000 votos porque sumando los 623.435 votos blanco y nulo totaliza 12.821.876 votos. ¡una diferencia de 80.000 votos! Más que un ‘triunfazo histórico de la derecha’ estamos hablando de una victoria pírrica: alguien que ‘ganó perdiendo’ porque no tiene un triunfo contundente que le de la legitimidad que necesita para gobernar contra el pueblo, como quiere hacer Macri. Con un padrón habilitado de 32 millones de personas, y con toda la distorsión tramposa del ballotage, Macri sólo pudo ganar con una diferencia de ¡0,25%! A esto hay que sumarle que perdió la primera vuelta y que supuestamente ‘lidera’ una alianza... donde su partido no es mayoría sino la UCR. 

En el Congreso tampoco le va mejor: no tiene mayoría propia en diputados y ni siquiera la primera minoría que seguirá en manos del kirchnerismo. Incluso si lograse el apoyo total del bloque de Massa para juntar 122 votos contra los 107 del FPV, el macrismo no podría aprobar nada en el Senado ¡porque todos los senadores juntos de la derecha no suman más que el kirchnerismo! De 72 bancas, 43 las tiene el FPV y aliados. Esto significa que el kirchnerismo tiene veto parlamentario y es imposible que Macri pueda aprobar ninguna ley sin el apoyo explícito de al menos un sector importante del kirchnerismo y sus aliados. La pelea por los votos del PJ, y del propio kirchnerismo, estarán en el centro de la próxima crisis política nacional.

Tampoco es cierto que el PRO sea débil parlamentariamente pero que sea la fuerza que gobierna en todo el país: la mayoría de las provincias seguirán siendo gobernadas por el FPV y el PJ, 10 sobre 24, y de los 4 distritos que gobierna Cambiemos 2 son de la UCR y 2 del PRO. El PRO, lejos de ser un partido nacional con la estructura para gobernar el país y una derecha que viene a arrasar con todo, es un globito amarillo rehén de sus aliados radicales y que sólo podrá imponer su agenda reaccionaria si cuenta con la complicidad activa del PJ y el FPV. El único ‘poder real’ que tiene el PRO es Capital Federal y Provincia de Buenos Aires, o sea que no pudo superar ser un fenómeno reducido al área metropolitana. Y el hecho de que Vidal pueda gobernar la provincia contra los docentes, los estatales, la lucha por vivienda en Merlo y contra los despidos y suspensiones en Cresta Roja, Metalsa, Coca-Cola y Hutchinson es algo que todavía está por verse. La burocracia sindical se ha comprometido a un ‘pacto social’ pero al mismo tiempo ese pacto iba de la mano de apoyar la candidatura presidencial de Scioli. Deberá verse todavía como se reacomodan frente a la victoria de Macri y si eso abre la posibilidad de nuevas crisis políticas y, tal vez, huelgas generales como el sindicalismo opositor le hizo a Cristina desde 2012. ¿No sería, acaso, un buen momento para que Yasky haga una huelga docente contra el PRO? ¿Y qué decir de Caló, el mismo que hacía asambleas llamando a votar a Scioli ‘en defensa de la industria nacional’? ¿Ahora va a permitir que Macri cierre todas las fábricas del país?

Por eso, nuestra consigna central es: “¡La mitad del país votó NO a Macri! ¡Ningún pacto con el PRO!”. La lectura ‘republicana’ de que ‘hay que colaborar con Macri por respeto a la voluntad popular’ es interesada y sobre todo completamente falsa. La mitad del país votó a Macri pero la otra mitad votó contra Macri. Por lo tanto, no se le puede echar la culpa a la gente. Los dirigentes políticos tienen que hacerse cargo de sus decisiones: con Macri o contra Macri. Desde la TPR, desde el día uno, le declaramos la guerra a Macri y llamamos a todos a pronunciarse en el mismo sentido. 

Y hacemos un pronóstico político: si los K van a las calles a combatir a Macri, como prometió Cristina desde el balcón en su última cadena nacional, se terminó el ascenso de la derecha en Argentina. La responsabilidad plena y total sobre a dónde va el país en el próximo período recae completamente sobre el kirchnerismo: pacto Macri-Scioli para darle el tiempo y apoyo político al PRO que necesita para poder acomodarse en el poder y transformarse en un verdadero partido nacional o Frente Único Anti-Macri y liquidamos a la derecha antes de que, ahí sí, la victoria de Macri sea ‘irreversible’. Contra la ‘unidad nacional’, el ‘pacto social’ y el ‘pacto Macri-Scioli’, desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria llamamos a Scioli y Cristina a no traicionar el contundente mandato popular anti-macrista que se expresó en las urnas y rechazar cualquier acuerdo con Macri. La tarea número 1 de toda la militancia popular anti-macrista es discutir en sus partidos esta caracterización y exigir de sus dirigentes un firme e inequívoco pronunciamiento contra Macri y una política activa de boicot a todas sus iniciativas políticas reaccionarias. 

Este ballotage, lejos de ‘cerrar la grieta’ como promete Macri, la dejó más abierta que nunca. La situación prerrevolucionaria que sacude a nuestro país y América Latina está en pleno desarrollo y mientras gana Macri por arriba tenemos un Argentinazo en preparación por abajo que, deformadamente, se expresó en las urnas con el voto a Scioli, en blanco y nulo. Por lo tanto en defensa de la perspectiva de la victoria de todas las luchas populares contra el ajuste, la huelga general y el “que se vayan todos”, hay que hacer respetar en las calles y en el Congreso el 50% del país que le dijo NO a Macri.

PRIMERO LO PRIMERO: APLASTEMOS POLÍTICAMENTE A LOUSTEAU, STOLBIZER, RODRÍGUEZ SAÁ Y MASSA. LOS TRAIDORES Y CIPAYOS QUE MINTIERON AL PUEBLO Y VOTARON A MACRI

Si Macri es un vende-patria, hay que decir que también tenemos una oposición traidora y cipaya que se construyó diciendo que era ‘independiente de Macri’ pero que en el ballotage llamó a votarlo. Tenemos que ajustar cuentas con ellos y hacerles pagar el costo político y el repudio popular que se merecen. 

Por eso es una completa canallada lo que hacen los medios de comunicación y los dirigentes del FIT, Frente de Izquierda y de los Trabajadores, como Del Caño, Altamira o Giordano al responsabilizar exclusivamente al kirchnerismo por la victoria de Macri. Es cierto que al kirchnerismo le corresponde una cuota importante de responsabilidad por ser el gobierno saliente y haber aplicado políticas directamente pro-imperialistas como la megadevaluación de 2014, el pago a Repsol, los juicios del CIADI, acuerdo Club de París, pacto secreto con Chevron y una larga de lista de ataques anti-populares. Ahora, no se puede decir todo esto, sin decir ni media palabra ¡contra los TRAIDORES que LLAMARON A VOTAR A MACRI! Si es cierto que el kirchnerismo es el padre político de Macri en la Ciudad y permitió su desarrollo por medio del pacto PRO-K, más cierto aún es que los mismos que denunciaban el pacto PRO-K ¡HOY VOTARON A MACRI! Si hay una mitad del país que votó contra Macri, ellos se encuentran dentro de la otra mitad que lo apoyó. Es necesario, por lo tanto, arrancar por el principio y aplastar políticamente a los que apostaron directamente por el triunfo del macrismo. 

La lista arranca, en primer lugar, con Martín Lousteau. El mismo que pidió el voto en Capital Federal contra el PRO en el ballotage y ahora no sólo llamó a votar a Macri sino que dijo que lo votaba porque ¡quiere privatizar Aerolíneas! Para colmo, utilizó como ejemplo de privatización... a YPF donde el 49% está en manos privadas. Toda una postal de la impostura política que verifica por partida doble la denuncia de la izquierda: Lousteau era un trucho que apoyaba a Macri y lo de YPF no fue una nacionalización sino una reprivatización. 

En segundo lugar está la dirigente del seudo-progresismo extinto Margarita Stolbizer, quien luego de decir que ‘nunca votaría a Scioli’ y decir que ‘entendía a quienes votaron a Macri’ la última semana decidió dejarse de dar vueltas y ¡juntarse con Vidal en su casa para atacar la toma de Merlo! ¿No es acaso perversa la derechización del progresismo? El voto a Stolbizer, como se ve, fue un ‘voto ganado’... para el macrismo. Libres del Sur, que muy correctamente llamó a votar en blanco, tiene que romper inmediatamente con este engendro derechista que es ‘PROgresistas’ si no quiere terminar votando en el Congreso los proyectos del PRO. 

En tercer lugar, lo tenemos a Rodríguez Saá, quien dio ‘libertad de voto’, es decir, libertad para votar a Macri. Esto se verificó en que Macri ganó por amplio margen en San Luis. El ‘peronismo federal’ culmina su derrotero liquidándose políticamente ante el ascenso de la derecha macrista.

Por último, pero tal vez el más importante de todos por su peso electoral, Massa. El massismo no sólo no indicó el voto sino que coqueteó a dos puntas mientras permitió que cada uno dentro del Frente Renovador apoyara a quien quisiera. Es decir que después de recibir el mandato popular de ser la tercera fuerza del país para liderar a aquellos que son ‘Ni Macri ni Scioli’, Massa se encargó de liquidar su espacio y reducir ese 20% a la misma nulidad política. 

Desde la TPR advertimos que el massismo va a una implosión producto de sus fuertes contradicciones internas y que solamente podrá sobrevivir si acepta ser un títere que levante la mano en el Congreso para disimular la debilidad del PRO. Lo que es definitivo es que no podrá ni quiere ser una oposición consecuente al macrismo porque en el ballotage no tuvo el coraje político de negarle el voto a Macri. Por el contrario, de forma vergonzante llamó a votar a Macri diciendo ‘la gente no quiere continuidad’, ‘no quiero que siga el kirchnerismo’ y presentando un supuesto ‘documento programático’, que de programático no tenía nada porque no indicaba el voto, cuyo título era ‘La Argentina necesita un cambio, pero no cualquier cambio’. El massismo, en el mejor de los casos, se reduce a una truchada de ‘macrismo crítico’. Para más oposición no quiere ni le da. Massa es un impostor. Desde la TPR decimos: ¡‘cambio justo’ las pelotas! Massa es Macri. Massa es la embajada de Estados Unidos. Massa no tiene autoridad moral o política para construir una oposición al PRO. 

Por todo esto le decimos al FIT: denunciar a los capituladores K sin decir media palabra contra los TRAIDORES como Lousteau, Stolbizer, Rodríguez Saá o Massa es encubrir su apoyo al macrismo o directamente pasarse de boludos. Llamamos al FIT a romper con este silencio cómplice y salir a denunciarlos públicamente por ser colaboracionistas con el PRO. La campaña mediática sobre el ‘voto bronca anti-K’ cumple una función política precisa: desmoralizar a la militancia kirchnerista y legitimar el triunfo del PRO. Es decir, consolidar el triunfo de la derecha. Por el contrario, la tarea de la izquierda no es acoplarse de manera boba a esta campaña ‘anti-K’ sino, como oposición de izquierda al macrismo y al kirchnerismo, exigir que se respete el 50% anti-Macri y dar una lucha política abierta contra la realización de cualquier pacto entre Scioli y Macri.

SI NO LOGRAMOS UN FRENTE ÚNICO ANTI-MACRI, EL KIRCHNERISMO VA A UN PACTO SCIOLI-MACRI PARA METER EL AJUSTE Y BLOQUEAR UN NUEVO ARGENTINAZO

En relación a las posibilidades concretas de poner en pie un Frente Único Anti-Macri para derrotar el ascenso de la derecha entendemos que es posible porque la mitad del país lo reclama. Existe un proceso popular anti-macrista que se verifica en las calles, en los lugares de trabajo, en las fábricas, en los barrios, en las escuelas, en las facultades, en el campo y se verificó contundentemente en las urnas. El voto anti-Macri se verificó en las urnas como una tendencia política que recorre a todo el país. 

Sin embargo, anticipamos que consideramos que es muy poco probable que se logre porque el FIT lo va a rechazar por su posición sectaria y ultraizquierdista y porque el kirchnerismo, en los propios discursos el día del ballotage, dejó bien claro que marcha hacia un pacto con Macri y para aplastar un Argentinazo. Esto lo decimos porque, muy lejos de la denuncia a los planes de ajuste de Macri que mostró Scioli en Argentina Debate, en su discurso de reconocimiento de la derrota pidió que ‘Dios ilumine a Macri para que gobierne bien’ y que él ‘estaba dispuesto a colaborar’. Esto cuando en el acto de cierre de campaña, Scioli había denunciado a Macri porque ‘pactó con los diablos de los buitres y el FMI’. La capitulación excede la metáfora. Más claro imposible: comprometer a Macri en la agenda del ajuste gradual para después juntos meter el ajuste de shock. 

El ‘Cuervo’ Larroque, diputado K y dirigente de La Cámpora, en entrevista con Majul dijo que “estaba muy tranquilo” y que el kirchnerismo “no le iba a hacer al gobierno de Macri lo mismo que nos hicieron a nosotros”. No se prepara, por lo tanto, para ser una “máquina de impedir” contra el macrismo sino para “el juego democrático”. O sea la impostura de “dialogar, generar consensos, apoyar lo bueno y criticar lo malo”... ¡de Macri! Es un camino de ida a la capitulación política ante el ascenso de la derecha.

Como si fuera poco, a la hora de emitir su voto la propia Cristina no atacó a Macri sino al Argentinazo y llegó al exabrupto derechista de defender a Roberto Alemann, ministro de Economía de la genocida dictadura militar de Videla y Galtieri, ¡contra los escraches de HIJOS! ¡Así termina el gobierno ‘de los derechos humanos’! El ataque a los escraches por parte de Cristina, algo totalmente extemporáneo, cumple la función política de mostrarse como solidaria, defensora y hasta garante de la impunidad de los gobiernos represores y anti-populares. No por nada en su discurso del Polo Tecnológico Cristina dijo "si gana Macri después no me vengan con eso de ‘Que se vayan todos'". 

La ‘guerra preventiva’ de Cristina contra un ‘nuevo Argentinazo’ no se trata de un ardid electoral y la famosa ‘campaña del miedo’: con los resultados en la mano y sabiendo que perdían, Cristina se alista en el campo político opuesto a la rebelión popular contra el gobierno derechista y fondomonetarista de Macri. Se trata de una campaña estratégica de la conducción kirchnerista para desmoralizar y directamente liquidar al proceso popular anti-macrista. Cristina y Scioli han creado un polo político que agrupa al 50% del país con un discurso anti-ajuste para intentar llegar a la presidencia y, ahora que han fracasado, ese mismo 50% que crearon con sus propias manos se les presenta como una criatura extraña y hasta peligrosa en su objetivo de pactar con el PRO. Parafraseando a Marx, Scioli y Cristina no quieren ser ‘aprendices de hechiceros’: ‘magos que ya no son capaces de dominar las potencias infernales que han desencadenado con sus conjuros’. 

Una postal que concentra este proceso político han sido las manifestaciones en apoyo a la candidatura de Scioli del 14 de noviembre, una semana antes del ballotage. Todos los medios, tanto oficialistas como opositores, coincidieron en que fueron convocadas de forma espontánea a través de las redes sociales y que fueron multitudinarias a pesar del boicot y los choques internos entre los distintos aparatos kirchneristas. De hecho, en el kirchnerismo, hay acusaciones cruzadas entre el sciolismo y La Cámpora, inculpándose mutuamente por haber intentado suspender la movilización, que en el Obelisco superó las 10.000 personas. El boicot a la marcha por parte de los aparatos centrales del kirchnerismo estuvo asociada a su política de apoyo a la guerra imperialista de Hollande, dado que un día antes de la manifestación ocurrieron los atentados en París. Estos choques internos se verificaron durante la campaña, donde, como admiten muchos militantes kirchneristas, la propia Cámpora no militó con fuerza la campaña electoral contra Macri e incluso se filtró en los medios de comunicación que hubo robo de recursos financieros que no fueron destinados a la actividad electoral. Todo esto pone de manifiesto la clara tendencia de las direcciones del kirchnerismo a reventar el proceso popular anti-Macri, y cómo ese proceso popular actúa con relativa independencia de sus direcciones, expresando a miles de trabajadores que no están dispuestos a ir al matadero con Macri sólo porque se lo diga Cristina o Scioli. Por lo tanto es una obligación política para la izquierda intervenir para llevar hacia la victoria esa lucha contra el macrismo y evitar que sea frustrada por el kirchnerismo.

Compañeras y compañeros kirchneristas, hablemos con el mismo lenguaje para entendernos mejor: el 50% que sacó Scioli en el ballotage ‘no fue magia’. Fue el producto de una campaña política anti-macrista donde el kirchnerismo dijo toda la verdad sobre el macrismo. Hasta Scioli, un confeso derechista, reivindicó haber ‘desenmascarado los planes de ajuste y megadevaluación de Macri’ en el Argentina Debate. ¡Ni que Scioli fuera del Frente de Izquierda! El pueblo argentino escuchó la campaña del kirchnerismo contra Macri y dio un voto de confianza a un gobierno que tras 12 años de gobierno deja una país con un Banco Central rifado, con inflación y recesión, con una deuda externa de 300 mil millones de dólares, y más pobreza y desocupación. ¿Qué más apoyo podían necesitar para decidirse a ir contra Macri? ¿Realmente piensan que hay que capitular al macrismo porque no sacaron un 2% más para ganar el ballotage?

Desde la TPR doblamos la apuesta: la importancia histórica de esta votación al kirchnerismo es incluso más importante que el 54% de apoyo a Cristina en 2011 porque no es un voto genérico ‘contra las corporaciones’. No. Es un voto político directo con un mensaje de lucha política explícito contra la derecha: DERROTAR A MACRI Y EL AJUSTE. 

Compañeras y compañeros kirchneristas: ¿van a asumir esa enorme responsabilidad que les dio la mitad del país en el ballotage o van a defraudar una vez más a millones de trabajadores pactando con Macri y bloqueando el camino a un nuevo Argentinazo contra la derecha? Como TPR, ustedes ya saben que no tenemos ninguna confianza en Scioli y Cristina. Por eso hemos llamado a votar en blanco. ¡Ahora les toca a ustedes tomar la decisión! ¡¿Con Macri o contra Macri?!

Y hay que tomar una decisión, y rápido, porque Cristina y Scioli ya decidieron. El próximo martes 24 de noviembre (¡mañana!) Cristina recibirá a Macri en la quinta presidencial. ¿Será para combatir a Macri o para rubricar un pacto y prepararse para ponerle la banda presidencial el próximo 10 de diciembre? Anticipamos un camino de capitulaciones cada vez más escandalosas hasta nacionalizar el pacto PRO-K que hicieron en la Ciudad y liquidar al kirchnerismo como fuerza de oposición entregándole el lugar al “Lousteau nacional”: Massa. Que sean cómplices de Macri no les va a permitir ganar en 2019: ¡todo lo contrario! La complicidad con el PRO en la Ciudad destruyó al kirchnerismo y permitió que el PRO no sólo gane elección tras elección sino que ahora gané el país. ¡Hay que sacar conclusiones! Por lo tanto, no tenemos que darle ni un día al macrismo: ¡ningún pacto con el PRO! ¡Frente único anti-Macri! Ese es el camino para derrotar a la derecha. 

LA IZQUIERDA TIENE QUE DEJARSE DE JODER: NO DENUNCIAR PACTO MACRI-SCIOLI Y NO EXIGIR QUE EL KIRCHNERISMO ROMPA CON MACRI ES NO COMBATIR EL ASCENSO DE LA DERECHA

Conforme mayor es el ascenso de la derecha, más desastrosa es la política de la izquierda argentina. Esto no es casual sino que está inscripto en la lógica de la situación política: para que ascienda la derecha tiene que haber una derechización de la propia izquierda. 

El caso más evidente y escandaloso de todo es Libres del Sur que hace rato se olvidó de la izquierda: de piqueteros en el Argentinazo, a kirchneristas después de 2003, a sojeros después de 2009 y finalmente apéndices del PRO en frentes provinciales y ahora estar con la PROgresista Stolbizer. Llamamos a que rompan inmediatamente ese frente. 

En segundo lugar, toda la izquierda que rechaza ser izquierda y, en oposición al FIT, se sumó al Frente Popular de De Gennaro. Un ‘mini-FAP’ que fue un rotundo fracaso electoral y político porque no sólo no junto votos sino que se partió en mil pedazos en el ballotage: el PCR festejó la derrota K, Camino de los Libres llamó a votar a Scioli, Emancipación Sur Provincia de Buenos Aires se planteó como “ni Macri ni Scioli” pero no a favor de llamar a votar en blanco (por lo cual no indicó el voto ni siquiera contra Macri) y Lozano declaró que “no votamos a Macri” por lo cual considera todas las opciones igualmente válidas, menos Macri. Es decir una reivindicación vergonzosa del voto a Scioli estilo Patria Grande o Camino de los Libres. El resultado de esta verdadera licuadora política fue un De Gennaro que llamó a votar “personalmente” en blanco (¡un ex candidato a presidente que se transformó en una persona sin partido por la crisis política!), anunciando su voto a último momento (¡el 19 de noviembre a la tarde! ¡2 días antes del ballotage!) pero, eso sí, siendo “muy respetuoso de aquellos que voten a Scioli porque es una opción o a Macri porque creen que es otra opción”. Sin palabras. O sea que el “voto en blanco personal” de De Gennaro es una impostura tardía para mejor disimular su adaptación política al macrismo (que no considera ‘igual de repudiable’ sino ‘igualmente respetable’ que el kirchnerismo, colocándose a la derecha de todo el Frente Popular) y que el Frente Popular estuvo completamente paralizado y dividido ante el ballotage mientras cada uno de sus partidos votó cosas distintas. Destacamos que el MST, supuestamente independiente del Frente Popular, comparte frentes provinciales con la UP como en Rosario con el Frente Social y Popular. A todos ellos les decimos, con la victoria de Macri consumada, ¿van a impulsar el Frente Único Anti-Macri o van a votarle las leyes al PRO sumándose al PROgresismo residual de Stolbizer? ¿Van a impulsar la huelga general en docentes y estatales contra Macri desde la CTA Autónoma o van a sumarse a la ‘paz social’ de Moyano y Macri?

En tercer lugar, y de forma muy distinta a quienes integraron coaliciones que colaboraron o no llamaron a votar contra el PRO, se encuentra la autoproclamada “izquierda que no le da lo mismo” encabezada por Patria Grande y amigos (Quebracho, PC, Seamos Libres, etc…). Esta izquierda es quizás la que ha atravesado la derechización más brusca de todas porque con el razonamiento aritmético de “juntar los votos para ganarle a la derecha” no sólo han demostrado un “sciolismo tardío” al comprometer el voto sino que directamente ¡pasaron a integrar frentes que apoyaban rectores de la Franja Morada (Pellegrini)! O sea que de anti-macrista su política no tenía un carajo. Más bien se trata de una vía de ruptura con la izquierda y las luchas, sin retorno y de integración profunda en el Frente para la Victoria. Por eso, denunciamos que se trata de una “derechización”. Cuánto más fuerte grita Patria Grande contra Macri, más bajito critican a Scioli y a la propia Cristina. Por eso, en su comunicado frente al ballotage, no denunciaron ni media palabra a Cristina y Scioli sino que, por el contrario, llamaron a una “resistencia inteligente” con “frentes amplios” pero SIN MARCHAS. Según sus propias palabras: “La experiencia demuestra que se trata de una derecha inteligente, con capacidad de gestión (¡¿cómo en el Borda?!) y que sabe disputar en los sectores populares (¡¿cómo en el Indoamericano?!). Por ello no debemos pensar que con lograr algunas movilizaciones estaremos ‘desenmascarando’ al macrismo. Frente a una derecha inteligente, debemos planificar una resistencia inteligente, y buscar articulaciones amplias de todo el campo popular para lograr ganar las batallas que se den de aquí en más” (http://patriagrande.org.ar/nacionales/gano-la-derecha-a-organizar-la-resistencia/). Un verdadero desastre político que contradice la editorial 29 de Cambio, su semanario, donde llamaban a “transformar el kirchnerismo” planteando: “Nunca nos identificamos con el kirchnerismo, a quien le reclamamos que abandone sus ilusiones en un ‘capitalismo en serio’ y en el ‘empresariado nacional’ que debería construirlo; que se despegue de las estructuras del Partido Justicialista que hoy se preparan para su -largamente calculada- vendetta y que se deje transformar por la movilización y la participación social” (ver: http://tpr-internet.blogspot.com.ar/2015/11/ballotage-2015-patria-grande.html). Ahora plantean: ni ruptura con el PJ ni ruptura con el PRO ni movilización ni participación social. Las nuevas consignas de Patria Grande son “resistencia inteligente” (sin marchas) y “articulaciones amplias” (disolución en el kirchnerismo). Después de la campaña anti-izquierda que hicieron contra el voto en blanco, la referencia a “todo el campo popular” es puro folklore nacionalista. Nadie tiene que ver con la izquierda y los luchadores.

Por último, y muy importante para nosotros, la campaña del FIT. A diferencia de todo el resto, fue la única referencia política nacional (la cuarta fuerza política de este país) que llamó a votar en blanco homogéneamente desde el día uno después de las elecciones generales (e incluso un poco antes). Esto es un capital político valiosísimo que debe ser utilizado para intervenir contra el ascenso de la derecha en la crisis política actual. Sin embargo, lo están usando políticamente para lo contrario: para mejor liquidar al kirchnerismo y abrirle las puertas de par en par al macrismo en lugar de intervenir sobre el 50% kirchnerista para impulsarlo contra Macri. El voto en blanco del FIT, en este contexto, puede transformarse en su contrario: de un declaración de guerra contra los ajustadores a declararle la paz a Macri “hasta que la gente se de cuenta que viene a aplicar un ajuste y que es de derecha”. En el caso de darse esa segunda variante, el propagandismo sectario del NI-NI va a cumplir la función de anular a la izquierda en la crisis política y darle el tiempo político necesario a Macri para liquidar al 50% anti-macrista y hacerse lo suficientemente fuerte como para aplicar el ajuste. El sectarismo, como se ve, tiene consecuencias letales para los trabajadores y la izquierda.

Veamos. En primer lugar tanto los balances del PO como IS sobre el ballotage se centran exclusivamente en atacar al kirchnerismo por la victoria del PRO en lugar de explicar cómo derrotar al macrismo. PO titula “el triunfo de Macri es responsabilidad del kirchnerismo” y la conclusión es “el PO luchará para que esa experiencia (choque severo contra los explotados) conduzca a reforzar decisivamente una alternativa política propia de los trabajadores”. O sea, después de que Macri aplique el ajuste buscaremos ganar más votos y reclutar más compañeros. Una posición completamente pasiva frente a la crisis política y auto-constructiva. Recordemos que el PO había señalado que estamos ante un “único bloque enemigo” y que “el 93% votó a favor del ajuste”. O sea que aquí no hay nada para hacer más que criticar lo que inexorablemente va a suceder con el apoyo de los trabajadores. Mucho peor, Gabriel Solano habló de un PROCESO POPULAR DE OPOSICIÓN y en la Prensa Obrera se habló de una OLA POPULAR contra el kirchnerismo. En abierta contradicción con esto, Altamira declaró en una entrevista en Rock & Pop que ‘no da 2 mangos por el ajuste de Macri porque el semanario inglés The Economist dice que en 2016, América Latina tendrá una situación conflictiva para aplicar el ajuste’. Esto no es más que una expresión de cretinismo antiparlamentario, suponiendo que la subjetividad de las masas tiene una readecuación automática frente a las consecuencias del ajuste y que una victoria de la derecha (y una traición de las fuerzas que se reclaman opositoras al ajuste) no puede desmoralizarlas, como de hecho se demostró en todo Europa con los planes de la austeridad de la Troika. El carácter contradictorio de estas posiciones en el PO no refleja orientaciones estratégicamente contrapuestas sino que la conclusión es la misma: pasividad política y entregarle la iniciativa al macrismo. La táctica del PO se trata de acoplarse al ascenso de la derecha por la izquierda, no de reventar al macrismo azuzando todas sus contradicciones con el kirchnerismo.

Izquierda Socialista por su parte directamente tituló “dura derrota del gobierno kirchnerista” (¡más contento con la victoria de Macri no se puede estar!) y en el desarrollo directamente niega que haya un “giro a la derecha” (¡Macri ganó las elecciones! ¡Entérense!) y que “no hay cheque en blanco a Macri” sino “voto castigo K”. Esto último es un típico artilugio morenista para ver la revolución donde hay contrarrevolución. Como buenos “intérpretes de las masas”, los morenistas de la UIT-CI quieren explicarnos que nuestros aliados son el 50% que le entregó el poder a Macri como castigo a los K, y que están muy atentos a castigar a Macri en cuanto demuestra que es igual al kirchnerismo. ¡Fantástico! Nos preguntamos: ¿esta gente vive en Argentina? ¿No sabe, acaso, que la elección se polarizó en el eje “ajuste sí o no” y que los bandos fueron muy claros a la hora de la votación? Incluso suponiendo que quienes votaron a Macri “no le den un cheque en blanco”, ¿no sería lo lógico salir a repudiar su victoria en lugar de morirse de alegría por la “dura derrota K” cuando es E-VI-DEN-TE que quienes votaron a Scioli lo hicieron contra el ajuste? Lo que los intérpretes de las masas no nos dicen es cómo caracterizan la “psicología” del voto a Scioli. ¿Será, acaso, un voto a favor del asesinato de Nisman, a favor de Chevron y a favor del veto al 82% móvil? El “anti-kirchnerismo” de Izquierda Socialista, una vez más, demuestra que no son una oposición de izquierda porque no pueden ocultar sus abiertas simpatías por la derecha. Por eso, la conclusión no es una convocatoria a luchar contra el ajuste de Macri sino que “aquellos trabajadores y sectores populares que han votado creyendo que habrá un ‘cambio’, con el correr de los meses se verá que no serán a favor del pueblo trabajador, ni para sacar al país de la actual crisis”. Sí, leyeron bien. ¡Meses! Su política es criticar a Macri a lo largo de ¡meses! A un gobierno de Macri y Vidal que todavía no sabe cómo hacer para pasar diciembre sin que estalle el país en medio de la quiebra del Banco Central y la crisis fiscal de la Provincia de Buenos Aires. Las posiciones del PO e IS son un absurdo descomunal que plantean mandarse a guardar y hacer la plancha en lugar de intervenir enérgicamente contra el ascenso del macrismo. 

El complemento de esta política sectaria y filo-macrista del PO e Izquierda Socialista es el ultraizquierdismo sindicalero y filo-kirchnerista del PTS. Luego de una campaña “kirchnerista consecuente” cuyos ejes fueron el anti-menemismo (“no le hagas el juego a la derecha” y “los hijos políticos de Menem”) y defender las conquistas (“luchar por el Nunca Menos”), ahora el PTS nos sorprende con un eclecticismo fenomenal al pedir prestados los argumentos filo-macristas de Izquierda Socialista. Si bien para el PTS “hay un giro hacia la derecha” eso no significa que “haya un cheque en blanco para Macri”. Evidentemente, esta incongruencia demuestra que para el PTS no es fácil estar bien con Dios y con el Diablo. Razonemos: si hay giro a la derecha (¡ganó Macri!), entonces SÍ hay “cheque en blanco” o, al menos, un cheque al portador. Es cierto que los trabajadores tal vez no tengan confianza ciega en Macri como para que pueda cobrarles cualquier monto llenando el “cheque en blanco” pero sí, al menos, reconocen que alguna especie de ajuste debe haber y que el gobierno entrante lo tiene que hacer. Por algo la mitad del país votó a Macri, ¿o no? Negar que votar a Macri es votar algún tipo de ajuste (¡aunque sea gradual!) es no entender ni siquiera el ABC de este ballotage. Es absurdo pero este es el nivel de filo-macrismo que prima hoy dentro del Frente de Izquierda. ¡Todavía dudan de si el ascenso del macrismo expresa un fenómeno político positivo o negativo! Para el PO e IS indudablemente se trata de un proceso positivo pero limitado. Por eso no hay un giro a la derecha. El PTS, por lo menos, se reserva el derecho a dudar del macrismo. 

Esa incomprensión, sin embargo, no lo lleva a plantear la pasividad sino una política ultraizquierdista y sindicalera. Por más que plantee “una izquierda de combate frente a la crisis de los gobiernos ‘posneoliberales’” y un “frente único anti-ajuste” por la “gran votación que hubo al FIT a diferencia del frenazo que caracteriza el PO”, el PTS sabe que es mentira. La realidad es que el PTS piensa que el ajuste es inevitable por la derechización y que deberán pasar meses de ajuste antes de poder dar una respuesta. Como reconoce el “giro a derecha” y que “no sacamos la votación que queríamos” por el voto en blanco, todo el eje de su política pasa por consolarse en que “nos vamos a encontrar en las luchas” ya que “los próximos meses van a ser difíciles para los trabajadores y el pueblo”. La euforia sindicalera que Del Caño pretende disimular diciendo que “hay que confiar en la lucha de la clase obrera” (al igual que el Nuevo MAS que habla del “tercer turno de las luchas”) se disipa en el aire cuando lo contrastan con la victoria electoral del PRO y el fracaso de la campaña por el voto blanco o nulo del FIT. A diferencia del PO (que piensa que el 93% apoya el ajuste), el PTS reconoce la existencia de una “mayoría del pueblo trabajador que rechaza el ajuste pero votó una alternativa patronal”... o sea que los reparte por igual entre Scioli y Macri hasta transformarlos en una nulidad política. Evidentemente, cuando el PTS grita más alto y promete “combates anti-ajuste” es porque no sabe para dónde disparar. 

Desde la TPR, advertimos que el Frente de Izquierda corre el riesgo de pasar del retroceso electoral a la derrota política. Advertimos sobre este contraste porque si bien hubo una retracción como nunca del voto (del millón y medio al medio millón) no es cierto que el FIT se haya equivocado en su apuesta política: correspondía luchar por el voto en blanco para ingresar en la nueva etapa política combatiendo el ajuste que se viene. Hoy el ajuste ha desatado una crisis política en forma de ballotage y la división del país en dos expresa, justamente, a esa “mayoría del pueblo trabajador que rechaza el ajuste”. Basta con reconocer esta realidad para saber orientarse en la lucha política. El Frente Único Anti-Macri es justamente esa herramienta para poder ahondar ese proceso popular anti-ajuste y anti-macri denunciando todos los pactos y capitulaciones que el kirchnerismo está impulsando con el macrismo. Sin intervenir en la transición política, el FIT corre el riesgo de vaciar de contenido la votación en blanco y terminar preparando las condiciones para aislar políticamente al FIT y hundirlo en una derrota política irreversible. La condición para que las luchas triunfen es fundamentalmente política: no se trata de ser más audaces en el plano sindical sino de bloquear la constitución del pacto Macri-Scioli o, en palabras del PO, impedir que exista el “único bloque enemigo”. Dividir a los ajustadores. Empujar a uno contra otro. Exigir que cumplan cada una de sus promesas electorales. Cerrarle el paso al macrismo y buscar generarle todos los obstáculos posibles para bloquear su iniciativa política reaccionara. ¡Ese es el camino para vencer! No tenemos que pensar política para el 3% que voto en blanco, ¡hay que pensar política para el 50% del país que votó contra Macri! ¡Tenemos que apoyarnos en los que ya entendieron que están en contra de Prat Gay y su megadevaluación de llevar el dólar a $15! ¡Tenemos que apoyarnos en los trabajadores que están en contra del FMI, del ALCA, del TTP, de la Alianza del Pacífico, de la guerra imperialista y del golpe contrarrevolucionario en Venezuela que expresa completa y cabalmente Macri! 

En el actual cuadro político de ascenso de la derecha, el sectarismo es un error político letal para la izquierda. Negar las contradicciones entre Scioli y Macri es negar la crisis política que tienen entre ellos para meter el ajuste y negarse a transitar el único camino que nos puede permitir vencer al macrismo. Una condición excluyente para que triunfe la lucha contra el ascenso de la derecha es que el Frente de Izquierda asuma como propia la política del Frente Único Anti-Macri.

NUESTRAS TAREAS EN LOS PRÓXIMOS 100 DÍAS DECISIVOS: NO CAER EN LA TRAMPA DEL AJUSTE GRADUAL. NO VOTARLE NADA A MACRI NI RENUNCIAR A NINGÚN CARGO. FRENTE ÚNICO ANTI-MACRI. APOYAR LAS LUCHAS. GANAR LAS CALLES. VAMOS POR LA PRIMERA HUELGA GENERAL CONTRA LOS GOBIERNOS DE MACRI Y VIDAL.

En oposición a esta perspectiva sectaria o ultraizquierdista del FIT que comparte la idea de que deberemos pasar por “meses” (¡meses!) de ajuste macrista hasta que los trabajadores se den cuenta de que Macri nos cagó, desde la TPR planteamos que la mitad del país le dijo NO a Macri y que el macrismo, lejos de tener garantizado meses de iniciativa política, puede y debe empezar a fracasar antes de dar el primer paso. Cada paso que de Macri será un paso que dará sobre la cabeza de los trabajadores. Nuestra tarea como izquierda revolucionaria es impedirlo y llevar el anti-macrismo y la lucha contra el ajuste al triunfo.

En este sentido, para concluir queremos advertir sobre un escenario improbable pero posible: que Macri desista de un “ajuste de shock” por ahora y decida aplicar un “ajuste gradual” con el apoyo de Scioli y Cristina. Esta variante no puede ser descartada en absoluto porque estaría en sintonía con la debilidad política de Macri y la tendencia a la capitulación y el pacto por parte del kirchnerismo. En el caso de darse esa variante, Cristina y Scioli podrían presentar el “ajuste gradual de Macri” como una victoria póstuma del kirchnerismo. Por algo tanto Scioli como Cristina y Página 12 rezan porque “Dios ilumine a Macri” (al margen de la evidente referencia terrenal a que el propio Bergoglio-Francisco reoriente al macrismo en esa dirección).

En esta variante, la lucha política de la izquierda deberá ser inmensamente superior porque será mucho más complejo poder intervenir sobre un 50% que voto a Scioli, justamente, en defensa del ajuste gradual. Se pondría en marcha la trampa sciolista pero bajo el control político del macrismo. En ese escenario, lejos de acoplarnos a esa política pasiva y cómplice del PRO, deberemos darle aún más importancia a todas las crisis políticas que arrancan el propio mes de diciembre. 

Por un lado, tenemos dos sesiones en el Congreso donde se pondrá a discusión qué vota el kirchnerismo antes de perder la mayoría propia en Diputados. ¿Serán proyectos que condicionen al gobierno de Macri tomando el mandato de las urnas o pondrán en marcha el pacto Macri-Scioli? El kirchnerismo ya trazó una agenda: un mayor copamiento de cargos públicos, votando ascensos en las Fuerzas Armadas, en la Cancillería y en la Justicia, con miras a designar fiscales alineados con Gils Carbó. Además, crearon organismos públicos y nuevos cargos jerárquicos en Deportes y Desarrollo Social. Todo pretende ser legitimado como una captura de posiciones para resistir contra Macri, condimentado con una ley para investigar las complicidades empresariales con la última dictadura militar. Desde la TPR, anticipamos que los kirchneristas se aprestan a rellenar espacios de un Estado que será dirigido por Macri, refugiándose en el aparato burocrático en vez de reforzar la lucha callejera contra el ajuste. La Cámpora refuerza su caja para negociar en mejores condiciones con el PRO. Una política parlamentaria anti-macrista, significaría licuar de atribuciones la figura presidencial, para evitar que el PRO pueda utilizar a su favor el régimen presidencialista. Pero fiel a su política bonapartista, Cristina Kirchner y su tropa legislativa no se encarga de dinamitar el Ejecutivo, sino que tan sólo buscan cubrirse para la retirada. Los casos de la ex Side (AFI), de la ley de subrogancias, y la instauración de un BCRA adicto, son herramientas que el FPV le lega al PRO, es decir, le dejan al macrismo un poder reforzado. 

A su vez, el propio 3 de diciembre está anunciado paro de judiciales de Piumato pidiendo la cabeza de Gils Carbó para poner a Carrió. ¿Renunciarán a sus cargos o direccionarán la justicia avanzando en las causas de corruptelas del PRO como Niembro o Nicolás Caputo en la Ciudad? En el terreno del BCRA, ¿renunciarán como parece anticipar Vanoli después de rifar el Central o harán respetar el mandato parlamentario hasta 2019 para intentar boicotear la política del macrismo? ¿Y el resto del directorio del BCRA que responde a Kicillof qué hará? A su vez, los 8800 nombramientos de última hora para “resistir en el Estado”, ¿serán utilizados para combatir a los intendentes, gobernadores y dirigentes políticos del PRO o, por el contrario, serán la moneda de cambio para que, si les garantizan esos puestos, el PRO pueda aplicar cualquier ajuste reaccionario que quiera? En el actual cuadro político, “terminar con que el Estado deje de ser el aguantadero de La Cámpora” cumple la función política concreta de exterminar al kirchnerismo, es decir, a la organización que hoy en día puede interpelar a ese 50% que votó a Scioli. Se trata, por lo tanto, de una campaña reaccionaria. Lo mismo las causas judiciales contra Cristina y compañía: lejos de ser una cruzada por la verdad y la justicia serán moneda de cambio para exigir apoyo político a la agenda reaccionaria del PRO. 

El kirchnerismo, muy probablemente, intentará cambiar apoyo al ajuste por impunidad judicial. ¿Podrá la izquierda superar la tentación pequeñoburguesa y moralista de colocarse como la abanderada de la “anti-corrupción contra todos” o comprenderá, de una buena vez, que los juicios por corrupción y los desplazamientos de cargos entren funcionarios son extorsiones para forzar virajes políticos? Tenemos que derrotar la ofensiva “anti-corrupción” y “anti-ñoquis” del macrismo para que la derecha tenga menos herramientas a la hora de legitimar su poder político. Hoy en día “meter en cana a Cristina” y “que La Cámpora vaya a laburar” es la bandera de aquellos que quieren un aparato estatal firmemente en manos del PRO y Cambiemos. No es una “cruzada ética”, sino un ajuste de cuentas entre aparatos políticos mafiosos. El Estado no puede ser purificado de mafias, porque es una mafia que intenta ser enmascarada por la vía constitucional. La “épica anti-corrupción” es una extorsión para que el kirchnerismo descarte cualquier idea de oponerse al macrismo, y les deje el campo descubierto. Por algo Macri dice no querer “revancha” sino “incluir a todos”... en la aplicación del ajuste y la devaluación, que sabe, no puede aplicar por sí solo. Rechazamos esa perspectiva reaccionaria y, en esa misma medida, rechazamos que los kirchneristas se transformen en buenos y obedientes funcionarios estatales del PRO. 

Rechazamos, a su vez, la aventura guerrillera que Carrió le imputa a La Cámpora. ¡No en nombre de la democracia sino de la lucha de masas contra Macri! Mientras Carrió amenaza con asesinar a todos los militantes de La Cámpora si se levantan en armas contra Macri, Firmenich llama a la “unión nacional” con el macrismo. En eso termina el montonerismo. Por el contrario, desde la TPR decimos: ¡a las calles! Junto a los docentes, junto a los estatales, junto los que luchan por vivienda. Esa es la responsabilidad política que el kirchnerismo debe asumir. Contra el macrismo en las calles o retirarse en desbandada desmoralizando a la base popular anti-Macri mientras el macrismo los va cazando uno a uno y se instala firmemente en el aparato del estado nacional. 

Como TPR, vamos por la victoria de todas las luchas populares. Vamos a dar la lucha contra el gobierno de Macri desde el día 1. Ninguna tregua. Llamamos a preparar ya mismo la primera huelga general contra el gobierno del PRO. Anticipamos que la paritaria docente y de estatales en la Provincia de Buenos Aires será una primera gran prueba de fuerzas no sólo por el carácter testigo de la paritaria docente sino por el protagonismo y la autoridad ganada por la izquierda en los SUTEBAs combativos. Llamamos a que toda la militancia anti-macrista se coloque firmemente del lado de la toma de Merlo e impulse un congreso por el derecho a la vivienda y por la victoria de la ocupación. Se trata de un Indoamericano contra Vidal y el kirchnerismo deberá elegir de qué lado colocarse: junto a la Metropolitana como hicieron en 2010 o junto a los ocupantes para combatir el ascenso de la derecha. 

Fuerzas para derrotar a Macri, sobran. El 50% que votó contra el macrismo ha dejado un mandato para luchar. El propio Cavallo, en su balance de la elección, ha escrito un artículo titulado ‘Contento pero preocupado’ donde plantea que lo que le preocupa es que ‘aún haya en Argentina más de un 48 % de personas’ que votaron al kirchnerismo y que ‘los ajustes son la consecuencia ineludible de la pesada herencia’ que deja Cristina. Básicamente, Cavallo reconoce que vienen a aplicar un ajuste y que la fuerza social para obstaculizarlo es el 50% que votó contra Cambiemos. Corresponde ahora a las organizaciones políticas asumir el lugar que les corresponde en el proceso político para combatir el ascenso de la derecha. Nosotros como Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), la organización que a meses de su fundación en 2010 logró poner en pie de guerra a los estudiantes secundarios de Capital Federal y a los ocupantes del Parque Indoamericano al grito de ¡Fuera Macri!, nos proponemos desarrollar la misma tarea con la toma de Merlo y las huelgas docentes y estatales que se vienen. No será todavía la consigna de ¡Fuera Macri! porque hoy, por responsabilidad de los traidores que lo llamaron a votar y de aquellos que aplicaron políticas reaccionarias, lo tenemos de presidente, pero sí será una consigna de boicot y ruptura política con la derecha: ¡Frente Único Anti-Macri! Con estos planteos la TPR se prepara para un enorme desafío histórico contra la derecha fondomonetarista: con el bandera del anti-macrismo al frente, vamos por un segundo Argentinazo. Escuchamos el mensaje de las urnas en este ballotage. Derrotemos el pacto Macri-Scioli que busca liquidar la energía combativa de la mitad del pueblo argentino y abramos paso a una enorme lucha de masas contra el gobierno derechista de Mauricio Macri.

23/11/2015

13 comentarios:

  1. Cierren el orto, si no les gusta la democracia vayan a Venezuela.

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  2. me sorprende gratamente este manifiesto especialmente trabajar sobre los que entendieron que no querian ajustes ,despidos,devaluaciones me dan esperanza, especialmente despues de haber leido a muchos izquierdosos del mismo FIT regocijandose en la derrota de los trabajadores que votaron el FPV necesitamos esos compañeros y cargandolos no los acercamos.Nuevamente gracias me voy a dormir mas tranqui la lucha empieza de nuevo pero con la certeza que "ALGO SE ESTA GESTANDO".

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  3. yo estaba un poco enojada con los trotskistas del FIT que yo misma voté la primera vuelta. después voté a Scioli pero ahora que perdió (y no me puse triste) leí lo que pusieron ustedes y estoy de acuerdo. no estaba de acuerdo en todo lo que decían antes de la campaña. que no querían que la izquierda se Sciolizara. entiendo el miedo de ustedes pero yo no iba a renunciar a mis ideas y a mis luchas por darle un voto a Scioli (porque nada me convencía más del otro lado de las cosas que leía). pero ahora cambió todo y estoy de acuerdo en llamar a la unidad y que los K no pacten y estoy de acuerdo que cuanto más los dejemos más difícil va a ser de quitarlos porque eso es lo que pasó con Menem. había ménos politización y no había centros de estudiantes fuertes después de tantas dictaduras y lo del Alfonsín (yo igual era muy chica con lo de Alfonsín estaba en la primaria). pero no lo dejemos a Macri 10 años como fue con Menem. que no llegue ni a los 4 años. ahora estoy más de acuerdo con ustedes que con el FIT. antes en la campaña coincidía con Itaí. no sé cómo irán a organizar la resistencia ahora esos grupos. Socialismo Libertario habló de resistencia a la derecha. suerte.

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  4. Se hacen llamar democraticos y hablan de revolucion cuando la democracia hizo que gane macri por q la gente lo. Voto. Ya que esta arta de los k.

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  5. Porque no dejan de incentivar tanta violencia y se ponen a estudiar? Huelgas docentes? Esto es democracia ganó el que mas votos tuvo ... ahora todos los argentinos Unidos para construir un futuro mejor. ...

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  6. hola ,acá es donde decian que Del caño era Filo K, y hablaban del PT-k y etc?

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  7. Es urgente llamar a las bases del kirchnerismo a una movilización exigiendo a CFK que derogue la Ley Antiterrorista YA en estas dos semanas que le quedan de gobierno, para no dejarla en manos de Macri. Si no es un arma terrible contra las movilizaciones anti-ajuste que se vienen.

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  8. No se que tanto miedo tienen, si como uds dicen el PRO no tiene poder en las cámaras, lo que se haga siempre se debe hacer en favor del pueblo y no de un partido político. Si pasa todo lo que venían diciendo antes del ballotaje o ahora con este gran testamento donde esta la democracia??, donde esran los derechos de los que votaron y eligieron... Y se jactan de los que votaron en blanco o nulo??? Eso que no tienen poder de elección para un país... Se que ninguno de los candidatos convencía pero a unió se debía elegir... Dejen hacer y veamos lo que pasa, de acá a cuatro si no cumplen... Se votara a alguien diferente...

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  9. A VER SI DEJAN DE BEBER EN AYUNAS CHICOS, LOS PORCENTAJES FUERON ALTERADOS Y LA DIFERENCIA A FAVOR DE MACRI ES DE UNOS CUANTOS PUNTOS MAS.. SI A USTEDES NO LES FUSTA HAY PAÍSES LIMÍTROFES QUE LOS RECIBIRÁN GUSTOSOS, PERO OJO, ALLÁ TIENEN QUE TRABAJAR EH! FIJENSE, BASTANTE SE RASCARON DURANTE TODA ESTA DÉCADA..

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  10. Y YA QUE ESTOY LES PIDO QUE SAQUEN ESA FOTO TRUCHA QUE PERTENECE A UNO DE LOS CACEROLAZOS ANTI K DEL 2013... NI EN SUEÑOS JUNTAN ESA CANTIDAD DE GENTE USTEDES....

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  11. En respuesta al “Manifiesto político de la TPR al pueblo anti-macrista y anti-ajuste”

    El texto comienza con una caracterización de la victoria o no-victoria, no se entiende bien, del macrismo.

    “Más que un ‘triunfazo histórico de la derecha’ estamos hablando de una victoria pírrica: alguien que ‘ganó perdiendo’ porque no tiene un triunfo contundente que le de la legitimidad que necesita para gobernar contra el pueblo, como quiere hacer Macri. Con un padrón habilitado de 32 millones de personas, y con toda la distorsión tramposa del ballotage, Macri sólo pudo ganar con una diferencia de ¡0,25%! A esto hay que sumarle que perdió la primera vuelta y que supuestamente ‘lidera’ una alianza... donde su partido no es mayoría sino la UCR.”

    “En el Congreso tampoco le va mejor: no tiene mayoría propia en diputados y ni siquiera la primera minoría que seguirá en manos del kirchnerismo. Incluso si lograse el apoyo total del bloque de Massa para juntar 122 votos contra los 107 del FPV, el macrismo no podría aprobar nada en el Senado ¡porque todos los senadores juntos de la derecha no suman más que el kirchnerismo! De 72 bancas, 43 las tiene el FPV y aliados. Esto significa que el kirchnerismo tiene veto parlamentario y es imposible que Macri pueda aprobar ninguna ley sin el apoyo explícito de al menos un sector importante del kirchnerismo y sus aliados”

    “La mayoría de las provincias seguirán siendo gobernadas por el FPV y el PJ, 10 sobre 24, y de los 4 distritos que gobierna Cambiemos 2 son de la UCR y 2 del PRO.”

    Después ahonda un poco sobre la situación post-ballotage.

    “Este ballotage, lejos de ‘cerrar la grieta’ como promete Macri, la dejó más abierta que nunca. La situación prerrevolucionaria que sacude a nuestro país y América Latina está en pleno desarrollo y mientras gana Macri por arriba tenemos un Argentinazo en preparación por abajo”

    Y luego hace una crítica a la editorial de El Socialista, prensa de la Izquierda Socialista:

    Izquierda Socialista por su parte directamente tituló “dura derrota del gobierno kirchnerista” (¡más contento con la victoria de Macri no se puede estar!) y en el desarrollo directamente niega que haya un “giro a la derecha” (¡Macri ganó las elecciones! ¡Entérense!)”

    ¿No era que? “La situación prerrevolucionaria que sacude a nuestro país y América Latina está en pleno desarrollo”

    Y continúa: “Que “no hay cheque en blanco a Macri” sino “voto castigo K”. Esto último es un típico artilugio morenista para ver la revolución donde hay contrarrevolución.”

    ¿En qué quedamos, hay situación revolucionaria o no?
    La contradicción es obscena. (SIGUE)

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  12. “Como buenos “intérpretes de las masas”, los morenistas de la UIT-CI quieren explicarnos que nuestros aliados son el 50% que le entregó el poder a Macri como castigo a los K, y que están muy atentos a castigar a Macri en cuanto demuestra que es igual al kirchnerismo. ¡Fantástico! Nos preguntamos: ¿esta gente vive en Argentina? ¿No sabe, acaso, que la elección se polarizó en el eje “ajuste sí o no”

    Pensar que el 50% de la población votó a Macri esperando un ajuste que recaiga sobre su poder adquisitivo es ridículo. Lo que bien retrata la editorial morenista es que el voto a Macri fue en gran medida, no un voto realmente macrista, sino un voto antikirchnerista,

    “El “anti-kirchnerismo” de Izquierda Socialista, una vez más, demuestra que no son una oposición de izquierda porque no pueden ocultar sus abiertas simpatías por la derecha.”

    Esta posiblemente sea la más inconsistente de las cosas que eh leído. En principio es difícil de entender cómo el hecho de mostrarse opositor a un partido burgués como el FpV podría quitarle a Izquierda Socialista su status de partido de izquierda. Ahora resulta que son los compañeros de la TPR los que nos acusan de hacerle el juego a la derecha por enfrentarnos al kirchnerismo de Berni, Milani y compañía. Les recuerdo a los compañeros del TPR que hasta hace poco ellos mismos afirmaban que “Scioli y Macri son lo mismo”.

    “Por eso, la conclusión no es una convocatoria a luchar contra el ajuste de Macri sino que “aquellos trabajadores y sectores populares que han votado creyendo que habrá un ‘cambio’, con el correr de los meses se verá que no serán a favor del pueblo trabajador, ni para sacar al país de la actual crisis”. Sí, leyeron bien. ¡Meses! Su política es criticar a Macri a lo largo de ¡meses!“

    Si hay algo que caracteriza a la prensa de IS es que es bastante simple, aparentemente no lo suficiente, pues el autor de este manifiesto tergiversa todo cuanto lee. La crítica por parte de IS al macrismo viene siendo una realidad desde hace tiempo. Lo que dice el texto es que, aquellos trabajadores que han votado creyendo que el cambio era para mejor (difícilmente alguien haya emitido su voto con la intención de ser mas pobre) notarán con el correr del tiempo que no es así. Obviamente IS, su dirección y toda su militancia, bregarán para que este hecho se haga visible cuanto antes, es más, en el texto ya se está haciendo. Hay que ser muy obtuso para no verlo.

    “Las posiciones del PO e IS son un absurdo descomunal que plantean mandarse a guardar y hacer la plancha”

    ¿Cual será el motivo por el cual una agrupación política que se llama a si misma revolucionaria ataca a un partido de izquierda y a su militancia con mentiras grotescas de este índole?

    Emanuel Bonino Riff.

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  13. Calmense un poco muchachos... http://i.imgur.com/YEzdy42.png

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