A 35 AÑOS DEL GOLPE GENOCIDA
NUESTRA CITA CON LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA
Cada 24 de marzo, nuestra cita es con la
memoria, con la verdad, con la justicia; nuestra cita es con la lucha.
Es una cita que se renueva como compromiso, mirando el pasado desde los
ojos de nuestros compañeros y compañeras sembrados en la historia, y
mirando el presente con la misma crítica rebeldía que ellos y ellas
enarbolaron como bandera.
El 24 de marzo es una jornada de lucha. No
es un feriado. La cita es por la batalla contra la impunidad y por la
conquista de todos los derechos de nuestro pueblo.
Cada 24 de marzo, nos conmueven los viejos
y nuevos dolores. Salimos a las calles y a las plazas con nuestros
30.000 compañeros y compañeras presentes en la piel, en la sangre, en
los pañuelos, en las banderas, en los corazones.
Salimos construyendo la memoria histórica
en el repudio a la dictadura genocida, al golpe proimperialista que, a
costa de la sangre de nuestro pueblo, impuso ferozmente el endeudamiento
y la entrega, la explotación y el hambre.
Salimos para repudiar el exterminio de
decenas de miles de compañeros, dirigentes y militantes obreros y
populares. Repudiamos los campos de concentración, la cárcel, el exilio,
el secuestro, la tortura, la desaparición y el asesinato, crímenes que
comenzaron a ensayarse antes del golpe, en el Operativo Independencia en
Tucumán y con el accionar de la Triple A y demás bandas fascistas en
todo el país.
Salimos denunciando una vez más al poder
económico, a los banqueros, las empresas y la oligarquía terrateniente
que planificaron el golpe; a las patronales y dirigentes sindicales
traidores que entregaron cuerpos de delegados; a la mayoría de la cúpula
de la Iglesia que los bendijo; al poder judicial que los amparó; a los
políticos que los avalaron; y a los grandes medios de comunicación que
les lavaron la cara a todos ellos.
Salimos repudiando a la dictadura que
intentó destruir las formas de organización de los trabajadores y el
pueblo: cuerpos de delegados, centros de estudiantes, organizaciones
políticas, barriales, profesionales. Salimos a denunciar que la brutal
represión que implementó, perfectamente planificada, racional y
discriminada, tiene un nombre preciso: genocidio.
Salimos exigiendo castigo a los genocidas,
con la bandera de quienes dieron su testimonio y fueron una vez más
desaparecidos o asesinados: con Julio López, con Silvia Suppo. Estos dos
nombres son símbolo que grita la impunidad de ayer y de hoy.
El gobierno de los Kirchner quitó a Julio
de su agenda porque nunca quiso investigar a fondo ni desmantelar a la
bonaerense, heredera de los Camps y los Etchecolatz. La reciente
pantomima de rastrillaje fue una pantalla más para ocultar la inacción y
el encubrimiento de una causa en la que –a 4 años y medio- no hay un
solo imputado.
Salimos solidarios con la lucha de los
trabajadores y trabajadoras tercerizados, y con Mariano Ferreyra,
militante del Partido Obrero, asesinado por la patota de la Unión
Ferroviaria. Y aún con el dolor de esta pérdida, celebramos que la ola
de indignación popular, que se expresó en masivas manifestaciones en
todo el país, logró que el jefe político de la patota, José Pedraza y su
segundo, el gallego Fernández hoy estén presos. La detención de
Pedraza, es un triunfo de la lucha contra la impunidad.
Denunciamos que los hombres de Pedraza y
Maturano siguen siendo funcionarios de la Secretaría de Transporte e
integrando la gestión del ferrocarril. Seguimos luchando por el castigo a
los funcionarios, empresarios y policías cómplices de la patota.
Salimos haciendo nuestra la demanda de los
pueblos originarios por la recuperación de sus tierras ancestrales, y
con los hermanos Qom fusilados por la patota terrateniente y por la
represión del gobernador K Insfrán en Formosa, respaldados por el
gobierno nacional. Al día siguiente de los asesinatos hizo una
teleconferencia con él inaugurando obras públicas como si nada hubiera
ocurrido.
Salimos con Roberto López de la Corriente Clasista y Combativa y con Mario López del Mocafor.
Salimos defendiendo el derecho a tierra y
vivienda y contra la xenofobia, con quienes dejaron el cuerpo, baleados
por la policía federal y la Metropolitana, en el parque que lleva
curiosamente el nombre de indoamericano: con Bernardo Salgueiro,
Rosemary Chura Puña y Emilio Canaviri Álvarez.
Mientras no hay ningún imputado por los
crímenes del indoamericano y la brutal represión, son perseguidos, entre
otros, dirigentes de esos barrios, como Diosnel Pérez Ojeda y Luciano
Nardulli.
Salimos combatiendo la criminalización de
la pobreza, y apoyando a la pueblada de Bariloche contra el gatillo
fácil de otro gobernador aliado del gobierno nacional, con los pibes
asesinados: con Diego Bonefoi, Nicolás Carrasco, Sergio Cárdenas.
Salimos honrando la memoria de los
piqueteros Cristian Ibáñez y Marcelo Cuellar en Jujuy; con Carlos
Fuentealba, el maestro fusilado por enseñar a luchar, con Lázaro
Duarte, del MST, asesinado por militante político, todos ellos caídos
durante el gobierno de los Kirchner. Los responsables políticos de estos
crímenes siguen impunes.
Y salimos reivindicando las luchas de
nuestro pueblo que recorrieron y recorren la Argentina. salimos con
Darío Santillán y Maximiliano Kosteki asesinados en el Puente
Pueyrredón; con los piqueteros asesinados en General Mosconi: Orlando
Justiniano, Alejandro Matías Gómez, Aníbal Verón, Carlos Santillán y
Oscar Barrios; con Teresa Rodríguez de Neuquén, con Víctor Choque de
Ushuaia, con Mauro Ojeda y Francisco Escobar del puente
Chaco-Corrientes. Salimos con Petete Almirón y todos los compañeros y
compañeras caídas el 19 y 20 de diciembre del 2001 en todo el país.
Salimos con Carlos Fuentealba, el maestro fusilado por enseñar a luchar.
Por todos, por todas, decimos:Juicio y castigo a todos los responsables político y materiales de los crímenes contra el pueblo!
CON IMPUNIDAD Y REPRESIÓN NO HAY DERECHOS HUMANOS!
Cada asesinado, cada asesinada, todos se
vuelven raíz en la tierra, y se envuelven en la memoria de resistencia
de nuestros pueblos a los genocidas desde los tiempos de la Conquista.
La lucha contra la impunidad recupera
nuestra historia, es un hecho de estricta justicia, pero también y
sobre todo es parte de la construcción de un camino que termine con la
opresión y la explotación.
Después de 15 años de lucha contra las
leyes de obediencia debida y punto final, logramos que se reabrieran las
causas penales contra los genocidas y abrimos un camino inédito en la
historia, un extraordinario triunfo popular.
A los ex detenidos-desaparecidos, los
familiares, las organizaciones de derechos humanos, que durante años
habían llevado adelante las investigaciones sobre lo ocurrido en los
campos de concentración de la dictadura, se sumaron en todo el país
decenas de organizaciones populares, estudiantiles, gremiales,
políticas, que en forma colectiva hemos llevado adelante el juicio y
castigo a todos los genocidas. Desde las acciones jurídicas, hasta las
movilizaciones de apoyo a los juicios orales, desde el reclamo por la
publicidad de las audiencias, hasta las denuncias contra el poder
judicial y el poder político.
En estos casi 8 años de lucha conseguimos
que 196 represores en todo el país hayan sido condenados y que 820 se
encuentren procesados.
Estos juicios son nuestros logros históricos pero no son el fin de la impunidad de la dictadura:
Porque hay 450 genocidas fallecidos, absueltos, incapaces, prófugos y dejados fuera de las causas por falta de mérito
Porque 16 genocidas fueron absueltos de los aberrantes crímenes que cometieron.
Porque más del 90 % de los genocidas no han sido aún ni rozados por la justicia.
Porque no hay ni un represor condenado por cada uno de los 500 campos de concentración que existieron Argentina.
Porque existen miles de represores en todo
el país que siguen estando en actividad en las estructuras de las
fuerzas de seguridad.
Porque sólo son juzgados los represores
emblemáticos o aquellos que fueron reconocidos e identificados por los
ex detenidos-desaparecidos cuando estaban encapuchados y tabicados en
los centros clandestinos de detención.
Porque genocidas no son sólo los
integrantes de las fuerzas represivas que manejaban los falcon y
secuestraban picana en mano, sino también los funcionarios nacionales de
la dictadura, los obispos y capellanes que colaboraron con el plan de
exterminio, directivos de empresas que entregaron a los trabajadores y
sus cuerpos de delegados.
Porque los jueces no permiten la
televisación de las audiencias, para evitar que se escuchen los
testimonios, y para impedir que los represores puedan ser claramente
identificados por nuestro pueblo.
Porque las causas siguen siendo
fragmentadas, parcializadas, y funcionales a ocultar la magnitud del
genocidio, y a este ritmo va a llevar al menos 2 generaciones terminar
de juzgar a los que están procesados.
Porque el Poder Ejecutivo tuvo y tiene la posibilidad de impulsar el cambio de jueces cómplices/socios/familiares/ amigos de los genocidas y no lo hizo.
Porque el Procurador General de la Nación,
nombrado a propuesta de la Presidencia de la Nación, jefe máximo de los
fiscales, no apartó a los fiscales cómplices, ni dio instrucciones
precisas para que no se desguacen las causas.
Porque la Secretaría de DDHH, a pesar de ser querellante, no ha impulsado la unificación de las causas.
Porque la mentira perversa en la que aún
viven más de 400 jóvenes que no conocen su verdadera identidad, esa
identidad que parieron nuestras compañeras atendidas por médicos
militares en los campos de concentración y que les fue arrebatada por
los apropiadores y sus cómplices, sigue vigente.
Porque el gobierno se niega a abrir todos
los archivos de la dictadura, con los nombres, las fotos y los legajos
de los genocidas que manejaron los 500 campos de concentración. Esos
archivos que contienen la información sobre el destino de todos y cada
uno de nuestros 30.000 compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos y
de sus hijos apropiados.
Porque nuestro compañero Julio López sigue
desaparecido y porque el crimen contra la compañera Silvia Suppo sigue
sin esclarecer.
Porque siguen sin anularse en el Congreso los infames indultos del menemismo.
A casi 8 años de la nulidad de las leyes
de impunidad, detrás de discursos llenos de palabras que suenan a
justicia, el gobierno que se presenta como líder de la lucha contra la
impunidad, no ha tomado las medidas políticas necesarias para garantizar
el castigo a todos los culpables, y lejos de eso, pretende limpiar la
imagen de las fuerzas represivas que siguen teniendo en sus filas a los
genocidas de ayer y a sus discípulos de hoy.
Por eso, este 24 de marzo, seguimos
exigiendo que se unifiquen las causas, que los juicios sean por campo de
concentración, que se juzgue a todos los genocidas por los delitos
cometidos contra todos los compañeros, y por lo que son: genocidas.
Por todo eso decimos:
Cárcel ya a todos los genocidas!
Restitución de la identidad a los jóvenes apropiados!
Apertura de todos los archivos de la dictadura!
Aparición con vida ya de Julio López
Nulidad de los indultos
Como cada 24 de marzo nuestra cita es con
la verdad, denunciamos al gobierno nacional, porque utiliza la bandera
de los ddhh, honrada con tantos años de lucha de nuestro pueblo, para
eludir su responsabilidad en la persistencia de la impunidad.
Denunciamos al gobierno nacional porque
reprime, organiza patotas paraestatales o es cómplice de las patotas de
la burocracia sindical, promueve la criminalización de la protesta
persiguiendo judicialmente, con el código penal en la mano como dijo
Aníbal Fernández, a todos los que luchan.
El 2010 estuvo poblado de manifestaciones,
cortes de calles y de ruta, movilizaciones, huelgas, ocupaciones de
fábricas, de tierra y de edificios públicos, acampes, piquetes, las más
diversas formas de pronunciamiento en defensa de los derechos obreros y
populares. Pero también, en el 2010, Mariano Ferreyra, Los Qom, el
Indoamericano, Bariloche, son una prueba de la responsabilidad del
gobierno nacional en los hechos represivos y ponen al descubierto su
doble discurso.
Este gobierno mantiene las reformas
antiobreras del menemismo, privilegia el pago de la deuda externa, las
multimillonarias ganancias de su propio grupo económico, el compromiso
con las empresas imperialistas de la minería contaminante, de la soja,
del petróleo, de las grandes represas, la extranjerización de la tierra.
Esta política es la verdadera contracara del discurso con el que se
autodenomina progresista y defensor de los derechos humanos, nacional y
popular.
En esta cita que nos reúne cada 24 de
marzo, comprometidos con la historia, con el presente y con el futuro,
celebramos el crecimiento de la lucha y de las nuevas formas de
organización de los trabajadores ocupados y desocupados, de los
jubilados, de los estudiantes, de los ambientalistas, de los campesinos,
de los pueblos originarios, que pelean por la defensa de sus derechos,
que son nuestros derechos.
Y denunciamos que para frenar este
proceso, el gobierno utiliza distintas formas de represión: las fuerzas
de seguridad como en los casos de Kraft, de los vendedores ambulantes
del Ferrocarril Roca, los vecinos de Vicente López, SITRAIC de Lomas de
Zamora; las patotas paraestatales, como en el caso del INDEC, el
Hospital Francés, el Casino de Buenos Aires y los choferes de la UCRA.
También utiliza algunas hinchadas de
fútbol subcontratadas con los mismos fines, y es cómplice directo de
las patotas de la burocracia sindical aliada, como en el caso de
subterráneos y de los trabajadores tercerizados.
Valga la paradoja: el gobierno terceriza la represión.
La criminalización de la protesta se ha
profundizado. Hay presos políticos, y de cada conflicto surgen nuevos
procesados. Miles de causas penales están abiertas en todo el país
contra nuestros compañeros.
Y no sólo cada día se suman nuevas causas sino que las imputaciones pasan de contravenciones a causas penales.
El gobierno promueve esta persecución
contra los trabajadores como Néstor Segovia de Subterráneos, Ramón
Bogado y Javier Hermosilla de Kraft, Jorge Hospital y Omar Merino de
Ferroviarios, Alejandro López y Raúl Godoy de Zanón, Néstor Castelli y
Víctor Ottoboni de FATE.
Contra dirigentes ambientalistas como
Paola Robles de Gualeguaychú; contra dirigentes de organizaciones de
desocupados como Oscar Kuperman y Juan Carlos Alderete; y contra los
militantes políticos como Fernando Esteche, Raúl Lezcano, Alcides
Christiansen.
Todos ellos son sólo algunos de los nombres de los más de 4000 luchadores populares que hoy son perseguidos penalmente.
Salimos hoy también a
denunciar que en el momento culmine de la represión del indoamericano,
cuando estallaba en el país la demanda de tierra y vivienda, el gobierno
nacional respondió con la creación del ministerio de seguridad. Al
contrario del discurso oficial, la creación de este ministerio significa
el reforzamiento del aparato represivo, como lo demuestra las primeras
medidas que tomó: comandar la represión y las tareas de inteligencia en
el Roca y el envío de 6 mil gendarmes a la provincia de Buenos Aires.
A la policía federal ni la toca. Macri, por su parte, sólo se interesa
en tener su propio aparato represivo. Mientras tanto ni el gobierno
nacional ni el de la ciudad responden a las demandas populares.
Por todo esto decimos
¡Basta de represión estatal, para estatal y patotas de la burocracia sindical!
No a la criminalización de la protesta social.
Libertad a Roberto Martino, Karina Germano, Carlos Olivera, y demás presos políticos.
CIERRE DE LAS CAUSAS Y ANULACIÓN DE LAS
CONDENAS a los trabajadores, movimientos de desocupados y
territoriales, ambientalistas, estudiantes, campesinos, originarios,
militantes políticos y a todos los procesados por luchar.
Hoy salimos por los pibes y pibas
asesinados, desaparecidos una vez más: Luciano Arruga, Rubén Carballo,
Giuliana Jiménez, Miguel Portugal, Lucas Botella, Franco Almirón,
Mauricio Ramos.
El gatillo fácil, los asesinatos de jóvenes en las barriadas populares, son moneda cotidiana.
Las cárceles, los institutos de menores y
las comisarías son espacios de exclusión y olvido, donde la impunidad,
la tortura y la humillación se enseñorean.
Como siempre, la respuesta represiva se
esgrime como solución. Este año se tratará en el Congreso el proyecto de
baja de la edad de imputabilidad y la presidenta ha anunciado su apoyo a
la iniciativa.
Hoy, 24 de marzo, estamos también en la
denuncia de la desaparición de mujeres y niñas en manos de las redes de
la prostitución y de la trata, organizaciones que no podrían funcionar
si no contaran con la complicidad directa de la policía.
Hoy también salimos por justicia por los pibes de Cromañón.
Por todo esto decimos
Basta de Gatillo Fácil y del asesinato a jóvenes en las barriadas populares. Juicio y castigo a todos los responsables.
No a la baja de la edad de imputabilidad
El gobierno también impuso una reforma
electoral que afecta los derechos políticos de nuestro pueblo a un nivel
que no reconoce antecedentes desde el comienzo del período
constitucional posterior a la dictadura.
Por eso decimos:
Rechazamos la reforma electoral proscriptiva del gobierno K.
Este año, sigue aumentando la inflación y
las penurias de nuestro pueblo: salarios depreciados y tarifazos,
desocupación y miseria crecen violentamente.
El precio de la canasta familiar se aleja cada vez más de las posibilidades de la mayoría de los trabajadores.
La deuda externa se sigue pagando, una
deuda ilegítima que no fue contraída por el pueblo argentino,
fraudulenta y producto de estafas. Deuda que se paga con el hambre de
nuestros pibes, mientras los bolsillos de los poderosos se siguen
llenando.
Las penas siguen siendo nuestras, y las
tierras, el ferrocarril, el petróleo, el gas, la minería, y demás
recursos naturales siguen siendo ajenos.
Basta de bajos salarios, hambre y entrega.
No al pago de la deuda externa.
Salimos contra la intervención de la
coalición imperialista encabezada por Estados Unidos, Francia y Gran
Bretaña en Libia. Ningún misil de la OTAN traerá las libertades
democráticas y las reivindicaciones sociales por las que lucha el pueblo
libio, ya que el fundamental objetivo imperialista es el control del
petróleo y la región. Repudiamos el ataque imperialista y nos
solidarizamos con las movilizaciones del pueblo Libio contra la
dictadura de Khadafi y con todas las rebeliones de los pueblos árabes.
Denunciamos a su vez la brutal represión de Khadafi contra su pueblo.
No a la intervención imperialista. Solidaridad con la rebelión del pueblo libio.
Compañeros y compañeras:
Nuestro pueblo sigue luchando en defensa
de sus derechos. Cada día son más los que se movilizan y cada conquista
estimula nuevos reclamos. Cada injusticia, cada derecho violado genera
una respuesta popular.
Ante nuestros 30.000
detenidos-desaparecidos nos comprometemos a seguir dando nuestro
Presente en la lucha hasta conseguir que sus sueños se hagan realidad,
una Argentina liberada de la opresión imperialista y de la explotación.
En ese camino, sorteando todos los embates, estuvimos, estamos y estaremos cada 24 de marzo en esta Plaza.
Por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
30000 compañeros y compañeras detenidos desaparecidos… Presentes!
Ahora y Siempre!
ENCUENTRO MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA
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