Documento
de la TPR para las jornadas de debate en apoyo al Frente de Izquierda
A 10 años del Argentinazo, el programa
del FIT es el programa de la izquierda argentina
QUE ABRAN EL DEBATE
SOBRE LA CAMPAÑA ELECTORAL DEL FIT
Y EL PARTIDO DE TRABAJADORES
Desde
la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), planteamos que todos los
trabajadores y todos
los partidos de izquierda que apoyen tengan derecho a participar del debate
Después de las elecciones de agosto queda sobre el escenario
político un elemento fundamental: el
Frente de Izquierda logró evadir (no derogar ni superar) la reforma proscriptiva. Y, no
sólo eso, sino que en algunos casos logró concitar la atención y los votos
suficientes como para plantear concretamente la posibilidad de
meter diputados y concejales de izquierda en las próximas elecciones de
octubre. Por estas razones, desde
la Tendencia Piquetera Revolucionaria saludamos estos triunfos, llamamos a
votar al Frente de Izquierda en octubre y tenemos el orgullo de haber militado
la campaña del 14 de agosto con nuestros propios afiches, volantes y compañeros
que sumamos para la fiscalización. De esta forma, nuestra crítica al Frente de
Izquierda se revela como un instrumento programático de clarificación política
y no como una excusa para bloquear la lucha electoral en común cuando las
circunstancias lo demandan.
¿POR QUÉ LA TPR NO ESTÁ EN EL FRENTE DE
IZQUIERDA?
Sin embargo, nosotros no formamos parte del FIT –a pesar de que lo hemos
apoyado y lo apoyamos en estas dos batallas decisivas (agosto y octubre). Esto
en primer lugar porque, como mínimo, considerábamos indispensable que un frente
100% de izquierda, real y en la claridad impulse la deliberación popular y la
acción directa contra la reforma proscriptiva, como dejamos en claro en nuestra
Carta al XX Congreso del PO. En cuanto a esto, fue el propio Jorge Altamira quien
supo aclarar que “no llamamos a nadie que
tiene intención de votar por partidos capitalistas a que nos dé un ‘voto
democrático’ en nuestras internas, porque si
se trata de luchar contra la proscripción el método es la movilización, no
la confusión (estafa) política” (“‘Apoyo crítico’ llama a votar por los K en octubre y en una segunda
vuelta”, PO Nº 1179 – negritas y subrayado nuestro, NdR). Es decir que
Altamira planteó con toda claridad que el Frente de Izquierda no era para
luchar contra la proscripción, lo cual explica – dígase de paso - por qué
ninguno de los 3 partidos que lo integran tampoco impulsó en ningún momento que
los sindicatos, comisiones internas combativas o centros de estudiantes hicieran
algo (siquiera un petitorio como estamos impulsando los compañeros de la TPR).
Por otra parte, el llamado “programa de urgencia” de los 10 puntos nos
parecía harto limitado, al punto de caracterizarlo como democratizante (dado
que no reivindicaba los levantamiento populares del 2010 y no realizaba ningún
planteo de poder como condición para realizar el programa) y anti-piquetero
(dado que no planteaba como método la lucha de clases y no levantaba los
reclamos de la vivienda, Argentina Trabaja, entre otros). En pocas palabras, no
planteaba la unidad de toda la clase obrera piquetera (ocupados y desocupados) y
le daban la espalda a la ocupación del Parque Indoamericano. Y, a su vez, tampoco
compartimos la posterior “declaración programática” porque, si bien incorpora
puntos centrales que nosotros reclamamos que se sumen (y en este sentido lo
saludamos porque mejora la calidad política del FIT) como contrapartida termina
cristalizando un claro conservadurismo frente a la crisis capitalista mundial (anti-catastrofismo).
El ejemplo más patente es que una consigna elemental como “que la crisis la
paguen los capitalistas” está mencionada al pasar y está excluida de los puntos
(ejes y conclusiones) que postulan dicho documento. O sea, no constituye un eje
de la campaña electoral.
Por
último, y al margen de los límites del programa, consideramos que preguntarnos
a los compañeros de la TPR por qué no integramos el Frente de Izquierda tiene
una explicación muy sencilla: esa
posibilidad no existe. Por más que un nuevo partido quiera, no puede “estar
dentro del FIT”. O sino, explíquennos qué tienen que ver hoy en día con el
Frente de Izquierda partidos como el PSTU, CS, Opinión Socialista, que en un
principio se sumaron al mismo. La respuesta es: absolutamente nada. El FIT ha
quedado reducido a los 3 partidos principales que monopolizan las candidaturas
(PO, PTS, IS). Lamentablemente, en el Frente de Izquierda, si no tenés un cargo
no tenés derecho a opinar.
Le
recordamos a todos, en este sentido, que LA TPR ESTÁ A FAVOR DE QUE HAYA UN
FRENTE DE IZQUIERDA. Por algo, nuestra consigna fue: ASI NO, y no una mera
oposición unilateral a la existencia misma de un frente. Nosotros dijimos: esta
es nuestra plataforma política para armar un frente de izquierda en Argentina.
Sin embargo, nadie nos respondió.
Por
eso preguntarnos por qué no entramos en el FIT, más allá de las diferencias
planteadas, no tiene sentido porque una de las principales razones es
justamente la inexistencia de espacios de discusión sobre la política a adoptar.
UN FRENTE DE IZQUIERDA TIENE QUE
FUNCIONAR CON ORGANISMOS DE FRENTE ÚNICO
Esta
falta de práctica frentista, a su vez, se puede verificar fácilmente en que la
verdadera vitalidad y riqueza de un frente se mide en organismos comunes de
frente único donde puedan intervenir los luchadores y sus organizaciones
políticas (como decía la propia Prensa Obrera): “La propuesta de un frente
tiene que materializarse, por un lado, en reivindicaciones sentidas por las
masas que actúan, y por el otro lado en la sistemática explotación de
circunstancias de crisis nacionales o de luchas. Tiene que tener un carácter de
lucha, no electorero; servir para que las masas creen organizaciones de combate
supra-partidarias, no para que sigan enchalecadas por sus aparatos. La
consigna de la unidad frentista debe ser la fórmula de la lucha por la unidad
de los explotados como clase; las formas más altas de frente único son los
Consejos de delegados de obreros y trabajadores, incluidas sus organizaciones
políticas. Esta política frentista destruye la política stalinista de
congelamiento de la lucha de clases por los aparatos y la política clerical de
conciliación de clases, no es de ningún modo una adaptación a ellas.” (PO Nº
335, 11/07/1991, “Izquierda en picada libre: la Conferencia del Mas parió un
ratón”).
Por
el contrario, hasta ahora el FIT se ha caracterizado por la nula posibilidad de
constituir dichos organismos; los Comités de Apoyo se estructuraron sólo por
frentes y en muchos casos por partido (es decir, cada uno se tenía su propio
“comité de apoyo al FIT”). Sin negar que cada uno pueda hacer su propio
plenario (tienen todo su derecho), esto demuestra que no hay una intención de
transformar al Frente en una verdadera plataforma política de intervención
frentista. Hubo foros y charlas, es cierto, pero lo real es que no existen
comités de apoyo de las tres fuerzas (más todos los que quieran sumarse) que
debatan y resuelvan campañas propias como método. Un ejemplo claro de esto es
que los partidos del FIT formaron una columna común durante la marcha por el
quinto aniversario de la desaparición de Julio López (muy bien), pero
disolvieron las actividades del 23/7, el día internacional contra la trata, aun
cuando esas actividades habían sido votadas por el Congreso de la CUES y han
sido realizadas históricamente por la FUBA. O sea que no asumen como propio un
trabajo frentista en la agenda de la mujer.
Para
colmo, tampoco ha tenido una actitud frentista con los partidos de izquierda
que, estando fuera del Frente de Izquierda, igualmente hemos llamado a votar y
apoyado con nuestros afiches, nuestra militancia callejera e incluso
fiscalizando el propio 14 de agosto. En nuestro caso, por ejemplo, ni siquiera se
nos ha permitido asistir a la concentración en el bunker central del FIT el 14
de agosto. Si bien tienen todo el derecho a no permitirnos participar (y lo
respetamos) lo que está claro es que ese tipo de actitudes no la pueden tener
en nombre del frentismo (y menos de izquierda).
LA ASAMBLEA DE INTELECTUALES, UNA
EXCEPCIÓN EN TODO EL FIT
En este cuadro la Asamblea de Intelectuales representa una excepción en
el Frente de Izquierda, dado que su dinámica la colocó como la única instancia
donde realmente se puede dar un debate público sobre el Frente de Izquierda y
los Trabajadores.
Es por esto que desde la TPR venimos a participar de estas jornadas, no
porque seamos específicamente intelectuales, sino que como tendencia expulsada
del Partido Obrero queremos ser parte del debate, ya que consideramos que en la
discusión sobre el FIT y el PT se concentra el debate sobre el rumbo que adopte
la izquierda en la Argentina.
SI QUIEREN ARMAR UN PT, ¡ENTONCES
HAGÁMOSLO! DESDE LA TPR, PLANTEAMOS 6 CAMPAÑAS A LA ASAMBLEA DE
INTELECTUALES DEL FIT
Luego
de las primarias, el PO comenzó a plantear la necesidad de formar un partido de
trabajadores, sin especificar con qué programa, con qué métodos y con quiénes
se plantea formar dicho partido. El PTS, frente a esto, señaló que ellos
proponen un partido de trabajadores revolucionario internacionalista. Este
debate se ha instalado como uno de los ejes de discusión en el blog de la
asamblea de intelectuales. Nadie, sin embargo, ha propuesto un plan de acción
para la formación de dicho PT. Y esto es muy importante porque para que un
partido exista, como mínimo, tiene que estructurarse en torno a determinados
objetivos, a determinadas campañas. Para nosotros, primero hay que arrancar por
el principio: si no podemos estructurar campañas en común, entonces
difícilmente podremos poner en pie un Partido de Trabajadores que, como mínimo,
es la expresión organizada de un trabajo de frente único militante. Esto vale
antes, durante y después de la campaña electoral.
Por
eso, como TPR decimos: si quieren hacer un PT, ¡entonces hagámoslo! Por eso
proponemos a la asamblea de intelectuales que vote a favor de una serie de
campañas que permitan avanzar en una agenda y plan de trabajo común, es decir,
un paso práctico para avanzar y medir los límites y las virtudes reales de
formar un Partido de Trabajadores.
Por
esto, proponemos:
1)
Una campaña de apoyo a la lucha de los Indignados de Wall
Street, quienes, inspirándose en los Indignados de España y en la revolución
árabe, se encuentran acampando en oposición al gobierno de Obama y a los
capitalistas norteamericanos.
2) Una campaña recolectando adhesiones al plan de lucha piquetero
por el aumento de los planes Argentina Trabaja, y que se movilice a la marcha
del miércoles 28/9 con bandera de la asamblea.
3)
Una campaña en apoyo a la huelga y la lucha de la Línea 60
contra la patronal y la burocracia sindical; por la libertad de los petroleros
de Santa Cruz, Oñate y Acosta; por el desprocesamiento del conjunto de los
trabajadores y luchadores populares.
4)
Una campaña para participar y convocar a las marchas que se
van a realizar en el aniversario del asesinato de Mariano Ferreyra, de
Indoamericano y los QOM.
5) Un pronunciamiento a favor de movilizarse el martes 27/9 y el
miércoles 28/9 al Congreso para exigir la aprobación del proyecto de ley de la
campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
6)
Sobre la base de todas estas campañas, que la asamblea de
intelectuales convoque una jornada abierta por un Partido de Trabajadores en el
marco de la cual todos puedan expresar sus posiciones.
¿QUÉ CAMPAÑA ELECTORAL LE PROPONE LA TPR
AL FRENTE DE IZQUIERDA?
Al
mismo tiempo, desde la TPR queremos aprovechar que la asamblea de intelectuales
es la única instancia abierta de debate sobre el FIT para plantear nuestra
posición en relación a la campaña electoral del Frente de Izquierda. Lejos de
pretender que la asamblea vote por tal o cual orientación para la campaña del
FIT, lo que en realidad corresponde al propio FIT y no a una asamblea en su
apoyo, lo que queremos es exponer públicamente nuestra propuesta de campaña
para abrir un debate con el FIT y con todas las organizaciones simpatizantes. Y
si lo decimos acá, es porque a pesar de nuestra insistencia, el FIT no ha
aceptado reunirse con nosotros para que le planteemos nuestra posición.
La TPR propone la siguiente campaña
electoral:
1) Una
campaña para instalar la oposición de izquierda al kirchnerismo: Desde la TPR saludamos que la campaña del FIT haya virado desde la
picardía sabatellista para las elecciones de agosto (“A los que quieren
defender el modelo, que voten a Cristina y para abajo a nosotros” Entrevista
a Altamira en Diagonales 24/07) a la campaña por desarrollar “una oposición
de izquierda” (Editorial PO 15/09). Para que esto se lleve a cabo, hay
que plantear una campaña que haga eje en que hay que votar al FIT PARA
QUE ALGUIEN DIGA LO QUE CRISTINA NO DICE, es decir, polarizando con el
kirchnerismo y estructurando la oposición de izquierda a través de las
consignas del frente.
2) Una
campaña que le dispute el voto a Binner y Pino Solanas: Uno de los principales espacios políticos contra los que el frente
tiene que batallar los votos es la centroizquierda sojera de Pino y Binner. Por
lo tanto, la campaña tiene que señalar tanto la naturaleza sojera y
devaluacionista de Binner como la claudicación de Pino frente a la proscripción
al punto de que quedó fuera de las elecciones de octubre. Una campaña
socialista no es sólo propagandizar (o agitar) los reclamos sino, fundamentalmente,
mostrar la incapacidad de las otras corrientes, oponiendo programa contra
programa y partido contra partido. Esto tiene que plasmarse no sólo en
programas o notas de los periódicos sino en la militancia cotidiana a través de
afiches y materiales específicos, consignas y en los spots radiales y
televisivos.
3) Una campaña para que la crisis la
paguen los capitalistas: La campaña democrática de agosto tiene
que abrir paso a la campaña de octubre que ponga en primer lugar cómo pensamos
llevar adelante los reclamos: es decir, un auténtico programa de transición,
que no se limite a los 10 puntos del programa de urgencia sino que despliegue
todo el arsenal político del FIT. Si la campaña es consecuentemente
anticapitalista, entonces tiene que colocar en primer lugar que la crisis la
paguen los capitalistas y la expropiación de los capitalistas, lo cual tiene
que ser desarrollado a partir de las reivindicaciones que el FIT ya tiene en su programa y tiene que usar en esta campaña
electoral. De cada
reclamo, tiene que desprenderse una consigna transicional: para que exista el
82% móvil, pongamos la Anses bajo control de trabajadores y jubilados, no pago
de la deuda externa y basta de subsidios a los capitalistas; para acabar con
las suspensiones y despidos, expropiación bajo control obrero de toda fábrica
que suspenda, cierre o despida. Agosto ya pasó, ahora hay que desarrollar cómo se pueden llevar adelante las consignas que se proponen. Sin explicar con qué método vamos a dar
satisfacción a los reclamos populares, no se puede estructurar una oposición de
izquierda al gobierno.
4) Una campaña electoral a 10 años del Argentinazo: No
hay que olvidar que las elecciones 2011 son en el décimo aniversario del
Argentinazo. Es una oportunidad política que tenemos que aprovechar. El
kirchnerismo milita las elecciones contra el Argentinazo (“cuando voten no se
olviden del ruido del helicóptero”, dicen), nosotros, como oposición de
izquierda, tenemos que militarla en apoyo a la rebelión popular. Y, a 10 años,
podemos decir que el Argentinazo sigue vivo en el Parque Indoamericano, el
Estudiantazo, la gran huelga de los docentes de Santa Cruz y la lucha de los
petroleros; es decir, en los levantamientos obreros y populares que vienen
sacudiendo a Argentina. Por eso, el Frente de Izquierda tiene que colocarse
como la expresión política de estos levantamientos y batallar por diputados y
concejales de izquierda que polaricen con el conjunto de los partidos
patronales en defensa de dichos levantamientos. Que nosotros, la TPR, defendamos
esta posición no es casualidad sino que parte de nuestra estrategia para esta
etapa que se ordena entorno a la consigna “Por un segundo Argentinazo contra
los K y la derecha sojera”. Por eso, para nosotros el ingreso al parlamento no
tiene que estar ubicado en función de gestionar de forma izquierdista el
capital (sólo “llevar el reclamo” al parlamento), sino que, sobre todo, tiene
que ser un punto de apoyo para desarrollar la tendencia a la rebelión popular y
la lucha por un gobierno de los trabajadores (forma popular de denominar a la sociedad
en transición bajo la dictadura del proletariado).
A 10 AÑOS DEL ARGENTINAZO, EL PROGRAMA
DEL FIT ES EL PROGRAMA DE LA IZQUIERDA ARGENTINA. COMO PARTE DE LA IZQUIERDA
ARGENTINA, DESDE LA TPR QUEREMOS QUE SE ABRA EL DEBATE SOBRE EL PROGRAMA DEL
FIT Y DEL PT
Esto
no es menor porque el programa “para la campaña electoral” es, en realidad, el
verdadero programa que la izquierda le va a proponer a millones de trabajadores.
Con cada campaña electoral, se redefine la fisonomía política concreta de la
izquierda argentina y, con cada elección, una nueva generación de militantes,
simpatizantes y votantes se educan en un nuevo método político. No es cierto que hay un programa trotskista
inmaculado para todos los días y un programa “con sentido común” para las
elecciones. Esto es absolutamente falso. Por el contario, cuando discutimos las
elecciones se trata, ni más ni menos, del verdadero programa de la izquierda
argentina.
Por
eso, es absolutamente necesario que se abra el debate sobre el programa del FIT
y el PT al conjunto de los luchadores de la izquierda argentina, entre los que
estamos, naturalmente, los militantes de la Tendencia Piquetera Revolucionaria.
Si el PT tiene que agrupar a grandes contingentes de la clase obrera y los
explotados, y si el FIT tiene que constituirse como un factor de oposición
política al kirchnerismo a nivel nacional, es necesario que la vanguardia desarrolle
una lucha política para que grandes masas se apropien del programa e
intervengan sobre la situación política en función de eso.
En
ese sentido, la Asamblea de Intelectuales tiene una oportunidad: retomando el
ejemplo de Milcíades Peña y Silvio Frondizi, la Asamblea de Intelectuales tiene
que jugar un rol protagónico en el debate programático (es decir, sobre el FIT
y el PT y su relación contradictoria con las clases, los partidos y el Estado),
y, en esa misma medida, dar una lucha para que dicho debate sea abierto e
involucre al conjunto de la vanguardia obrera y de la izquierda argentina.
Si el
FIT abre el debate sobre la campaña electoral y sobre la formación del PT,
entonces las condiciones para pelear por un programa obrero, piquetero,
socialista y catastrofista que haga carne en la clase obrera serán mucho
mejores. Desde la TPR, luchamos por esto.
24 de
septiembre de 2011
TPR
Tendencia Piquetera Revolucionaria
correotpr@gmail.com //
tpr-internet.blogspot.com // Tel: (011) 156 335 9278
Bueno, ahora el programa del FIT es el programa de la izquierda argentina... mas allá del giro de 180º me parece mas acertado este camino que plantear que le falta la quinta pata al gato una y otra vez. Estamos hablando.
ResponderEliminarNof
Esto no es ningún giro de 180º.
ResponderEliminarEstás muy equivocado. Nosotros no decimos que el programa de la izquierda argentina está bien.
Te recomiendo leer TODO el material.
Uds plantean ahora que se abra el debate: deberían haberlo hecho hace 5 meses. Uds me han planteado que el FIT es un porqueria, que la mesa coordinadora de Santa Fé es una provocación al... PO. Antes plantearon impugnar o votar por el FIR (¡!), ahora plantean que el programa del FIT es el programa de la izquierda argentina y que hay que votarlo para que no nos callen. Creo que han dado un giro, si no queres de 180º creo que por lo menos 90º hubo.
ResponderEliminarAbrazo
Nof