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sábado, 24 de septiembre de 2011

DOCUMENTO DE LA TPR PARA LAS JORNADAS DE DEBATE EN APOYO AL FRENTE DE IZQUIERDA

Documento de la TPR para las jornadas de debate en apoyo al Frente de Izquierda

A 10 años del Argentinazo, el programa del FIT es el programa de la izquierda argentina

QUE ABRAN EL DEBATE

SOBRE LA CAMPAÑA ELECTORAL DEL FIT
Y EL PARTIDO DE TRABAJADORES

Desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), planteamos que todos los trabajadores y todos los partidos de izquierda que apoyen tengan derecho a participar del debate

Después de las elecciones de agosto queda sobre el escenario político un elemento fundamental: el Frente de Izquierda logró evadir (no derogar ni superar) la reforma proscriptiva. Y, no sólo eso, sino que en algunos casos logró concitar la atención y los votos suficientes como para plantear concretamente la posibilidad de meter diputados y concejales de izquierda en las próximas elecciones de octubre. Por estas razones, desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria saludamos estos triunfos, llamamos a votar al Frente de Izquierda en octubre y tenemos el orgullo de haber militado la campaña del 14 de agosto con nuestros propios afiches, volantes y compañeros que sumamos para la fiscalización. De esta forma, nuestra crítica al Frente de Izquierda se revela como un instrumento programático de clarificación política y no como una excusa para bloquear la lucha electoral en común cuando las circunstancias lo demandan.

¿POR QUÉ LA TPR NO ESTÁ EN EL FRENTE DE IZQUIERDA?

Sin embargo, nosotros no formamos parte del FIT –a pesar de que lo hemos apoyado y lo apoyamos en estas dos batallas decisivas (agosto y octubre). Esto en primer lugar porque, como mínimo, considerábamos indispensable que un frente 100% de izquierda, real y en la claridad impulse la deliberación popular y la acción directa contra la reforma proscriptiva, como dejamos en claro en nuestra Carta al XX Congreso del PO. En cuanto a esto, fue el propio Jorge Altamira quien supo aclarar que “no llamamos a nadie que tiene intención de votar por partidos capitalistas a que nos dé un ‘voto democrático’ en nuestras internas, porque si se trata de luchar contra la proscripción el método es la movilización, no la confusión (estafa) política” (“‘Apoyo crítico’ llama a votar por los K en octubre y en una segunda vuelta”, PO Nº 1179 – negritas y subrayado nuestro, NdR). Es decir que Altamira planteó con toda claridad que el Frente de Izquierda no era para luchar contra la proscripción, lo cual explica – dígase de paso - por qué ninguno de los 3 partidos que lo integran tampoco impulsó en ningún momento que los sindicatos, comisiones internas combativas o centros de estudiantes hicieran algo (siquiera un petitorio como estamos impulsando los compañeros de la TPR).

Por otra parte, el llamado “programa de urgencia” de los 10 puntos nos parecía harto limitado, al punto de caracterizarlo como democratizante (dado que no reivindicaba los levantamiento populares del 2010 y no realizaba ningún planteo de poder como condición para realizar el programa) y anti-piquetero (dado que no planteaba como método la lucha de clases y no levantaba los reclamos de la vivienda, Argentina Trabaja, entre otros). En pocas palabras, no planteaba la unidad de toda la clase obrera piquetera (ocupados y desocupados) y le daban la espalda a la ocupación del Parque Indoamericano. Y, a su vez, tampoco compartimos la posterior “declaración programática” porque, si bien incorpora puntos centrales que nosotros reclamamos que se sumen (y en este sentido lo saludamos porque mejora la calidad política del FIT) como contrapartida termina cristalizando un claro conservadurismo frente a la crisis capitalista mundial (anti-catastrofismo). El ejemplo más patente es que una consigna elemental como “que la crisis la paguen los capitalistas” está mencionada al pasar y está excluida de los puntos (ejes y conclusiones) que postulan dicho documento. O sea, no constituye un eje de la campaña electoral.

Por último, y al margen de los límites del programa, consideramos que preguntarnos a los compañeros de la TPR por qué no integramos el Frente de Izquierda tiene una explicación muy sencilla: esa posibilidad no existe. Por más que un nuevo partido quiera, no puede “estar dentro del FIT”. O sino, explíquennos qué tienen que ver hoy en día con el Frente de Izquierda partidos como el PSTU, CS, Opinión Socialista, que en un principio se sumaron al mismo. La respuesta es: absolutamente nada. El FIT ha quedado reducido a los 3 partidos principales que monopolizan las candidaturas (PO, PTS, IS). Lamentablemente, en el Frente de Izquierda, si no tenés un cargo no tenés derecho a opinar.

Le recordamos a todos, en este sentido, que LA TPR ESTÁ A FAVOR DE QUE HAYA UN FRENTE DE IZQUIERDA. Por algo, nuestra consigna fue: ASI NO, y no una mera oposición unilateral a la existencia misma de un frente. Nosotros dijimos: esta es nuestra plataforma política para armar un frente de izquierda en Argentina. Sin embargo, nadie nos respondió.

Por eso preguntarnos por qué no entramos en el FIT, más allá de las diferencias planteadas, no tiene sentido porque una de las principales razones es justamente la inexistencia de espacios de discusión sobre la política a adoptar. 

UN FRENTE DE IZQUIERDA TIENE QUE FUNCIONAR CON ORGANISMOS DE FRENTE ÚNICO

Esta falta de práctica frentista, a su vez, se puede verificar fácilmente en que la verdadera vitalidad y riqueza de un frente se mide en organismos comunes de frente único donde puedan intervenir los luchadores y sus organizaciones políticas (como decía la propia Prensa Obrera): “La propuesta de un frente tiene que materializarse, por un lado, en reivindicaciones sentidas por las masas que actúan, y por el otro lado en la sistemática explotación de circunstancias de crisis nacionales o de luchas. Tiene que tener un carácter de lucha, no electorero; servir para que las masas creen organizaciones de combate supra-partidarias, no para que sigan enchalecadas por sus aparatos. La consigna de la unidad frentista debe ser la fórmula de la lucha por la unidad de los explotados como clase; las formas más altas de frente único son los Consejos de delegados de obreros y trabajadores, incluidas sus organizaciones políticas. Esta política frentista destruye la política stalinista de congelamiento de la lucha de clases por los aparatos y la política clerical de conciliación de clases, no es de ningún modo una adaptación a ellas.” (PO Nº 335, 11/07/1991, “Izquierda en picada libre: la Conferencia del Mas parió un ratón”).

Por el contrario, hasta ahora el FIT se ha caracterizado por la nula posibilidad de constituir dichos organismos; los Comités de Apoyo se estructuraron sólo por frentes y en muchos casos por partido (es decir, cada uno se tenía su propio “comité de apoyo al FIT”). Sin negar que cada uno pueda hacer su propio plenario (tienen todo su derecho), esto demuestra que no hay una intención de transformar al Frente en una verdadera plataforma política de intervención frentista. Hubo foros y charlas, es cierto, pero lo real es que no existen comités de apoyo de las tres fuerzas (más todos los que quieran sumarse) que debatan y resuelvan campañas propias como método. Un ejemplo claro de esto es que los partidos del FIT formaron una columna común durante la marcha por el quinto aniversario de la desaparición de Julio López (muy bien), pero disolvieron las actividades del 23/7, el día internacional contra la trata, aun cuando esas actividades habían sido votadas por el Congreso de la CUES y han sido realizadas históricamente por la FUBA. O sea que no asumen como propio un trabajo frentista en la agenda de la mujer.

Para colmo, tampoco ha tenido una actitud frentista con los partidos de izquierda que, estando fuera del Frente de Izquierda, igualmente hemos llamado a votar y apoyado con nuestros afiches, nuestra militancia callejera e incluso fiscalizando el propio 14 de agosto. En nuestro caso, por ejemplo, ni siquiera se nos ha permitido asistir a la concentración en el bunker central del FIT el 14 de agosto. Si bien tienen todo el derecho a no permitirnos participar (y lo respetamos) lo que está claro es que ese tipo de actitudes no la pueden tener en nombre del frentismo (y menos de izquierda).

LA ASAMBLEA DE INTELECTUALES, UNA EXCEPCIÓN EN TODO EL FIT 

En este cuadro la Asamblea de Intelectuales representa una excepción en el Frente de Izquierda, dado que su dinámica la colocó como la única instancia donde realmente se puede dar un debate público sobre el Frente de Izquierda y los Trabajadores.

Es por esto que desde la TPR venimos a participar de estas jornadas, no porque seamos específicamente intelectuales, sino que como tendencia expulsada del Partido Obrero queremos ser parte del debate, ya que consideramos que en la discusión sobre el FIT y el PT se concentra el debate sobre el rumbo que adopte la izquierda en la Argentina.

SI QUIEREN ARMAR UN PT, ¡ENTONCES HAGÁMOSLO! DESDE LA TPR, PLANTEAMOS 6 CAMPAÑAS A LA ASAMBLEA DE INTELECTUALES DEL FIT

Luego de las primarias, el PO comenzó a plantear la necesidad de formar un partido de trabajadores, sin especificar con qué programa, con qué métodos y con quiénes se plantea formar dicho partido. El PTS, frente a esto, señaló que ellos proponen un partido de trabajadores revolucionario internacionalista. Este debate se ha instalado como uno de los ejes de discusión en el blog de la asamblea de intelectuales. Nadie, sin embargo, ha propuesto un plan de acción para la formación de dicho PT. Y esto es muy importante porque para que un partido exista, como mínimo, tiene que estructurarse en torno a determinados objetivos, a determinadas campañas. Para nosotros, primero hay que arrancar por el principio: si no podemos estructurar campañas en común, entonces difícilmente podremos poner en pie un Partido de Trabajadores que, como mínimo, es la expresión organizada de un trabajo de frente único militante. Esto vale antes, durante y después de la campaña electoral.

Por eso, como TPR decimos: si quieren hacer un PT, ¡entonces hagámoslo! Por eso proponemos a la asamblea de intelectuales que vote a favor de una serie de campañas que permitan avanzar en una agenda y plan de trabajo común, es decir, un paso práctico para avanzar y medir los límites y las virtudes reales de formar un Partido de Trabajadores.

Por esto, proponemos:

1)     Una campaña de apoyo a la lucha de los Indignados de Wall Street, quienes, inspirándose en los Indignados de España y en la revolución árabe, se encuentran acampando en oposición al gobierno de Obama y a los capitalistas norteamericanos.
2)    Una campaña recolectando adhesiones al plan de lucha piquetero por el aumento de los planes Argentina Trabaja, y que se movilice a la marcha del miércoles 28/9 con bandera de la asamblea.
3)     Una campaña en apoyo a la huelga y la lucha de la Línea 60 contra la patronal y la burocracia sindical; por la libertad de los petroleros de Santa Cruz, Oñate y Acosta; por el desprocesamiento del conjunto de los trabajadores y luchadores populares.
4)     Una campaña para participar y convocar a las marchas que se van a realizar en el aniversario del asesinato de Mariano Ferreyra, de Indoamericano y los QOM.
5)   Un pronunciamiento a favor de movilizarse el martes 27/9 y el miércoles 28/9 al Congreso para exigir la aprobación del proyecto de ley de la campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
6)     Sobre la base de todas estas campañas, que la asamblea de intelectuales convoque una jornada abierta por un Partido de Trabajadores en el marco de la cual todos puedan expresar sus posiciones.

¿QUÉ CAMPAÑA ELECTORAL LE PROPONE LA TPR AL FRENTE DE IZQUIERDA?

Al mismo tiempo, desde la TPR queremos aprovechar que la asamblea de intelectuales es la única instancia abierta de debate sobre el FIT para plantear nuestra posición en relación a la campaña electoral del Frente de Izquierda. Lejos de pretender que la asamblea vote por tal o cual orientación para la campaña del FIT, lo que en realidad corresponde al propio FIT y no a una asamblea en su apoyo, lo que queremos es exponer públicamente nuestra propuesta de campaña para abrir un debate con el FIT y con todas las organizaciones simpatizantes. Y si lo decimos acá, es porque a pesar de nuestra insistencia, el FIT no ha aceptado reunirse con nosotros para que le planteemos nuestra posición.

La TPR propone la siguiente campaña electoral:

1)      Una campaña para instalar la oposición de izquierda al kirchnerismo: Desde la TPR saludamos que la campaña del FIT haya virado desde la picardía sabatellista para las elecciones de agosto (“A los que quieren defender el modelo, que voten a Cristina y para abajo a nosotros” Entrevista a Altamira en Diagonales 24/07) a la campaña por desarrollar “una oposición de izquierda” (Editorial PO 15/09). Para que esto se lleve a cabo, hay que plantear una campaña que haga eje en que hay que votar al FIT PARA QUE ALGUIEN DIGA LO QUE CRISTINA NO DICE, es decir, polarizando con el kirchnerismo y estructurando la oposición de izquierda a través de las consignas del frente.

2)      Una campaña que le dispute el voto a Binner y Pino Solanas: Uno de los principales espacios políticos contra los que el frente tiene que batallar los votos es la centroizquierda sojera de Pino y Binner. Por lo tanto, la campaña tiene que señalar tanto la naturaleza sojera y devaluacionista de Binner como la claudicación de Pino frente a la proscripción al punto de que quedó fuera de las elecciones de octubre. Una campaña socialista no es sólo propagandizar (o agitar) los reclamos sino, fundamentalmente, mostrar la incapacidad de las otras corrientes, oponiendo programa contra programa y partido contra partido. Esto tiene que plasmarse no sólo en programas o notas de los periódicos sino en la militancia cotidiana a través de afiches y materiales específicos, consignas y en los spots radiales y televisivos.

3)     Una campaña para que la crisis la paguen los capitalistas: La campaña democrática de agosto tiene que abrir paso a la campaña de octubre que ponga en primer lugar cómo pensamos llevar adelante los reclamos: es decir, un auténtico programa de transición, que no se limite a los 10 puntos del programa de urgencia sino que despliegue todo el arsenal político del FIT. Si la campaña es consecuentemente anticapitalista, entonces tiene que colocar en primer lugar que la crisis la paguen los capitalistas y la expropiación de los capitalistas, lo cual tiene que ser desarrollado a partir de las reivindicaciones que el FIT ya tiene en su programa y tiene que usar en esta campaña electoral. De cada reclamo, tiene que desprenderse una consigna transicional: para que exista el 82% móvil, pongamos la Anses bajo control de trabajadores y jubilados, no pago de la deuda externa y basta de subsidios a los capitalistas; para acabar con las suspensiones y despidos, expropiación bajo control obrero de toda fábrica que suspenda, cierre o despida. Agosto ya pasó, ahora hay que desarrollar cómo se pueden llevar adelante las consignas que se proponen. Sin explicar con qué método vamos a dar satisfacción a los reclamos populares, no se puede estructurar una oposición de izquierda al gobierno.

4)   Una campaña electoral a 10 años del Argentinazo: No hay que olvidar que las elecciones 2011 son en el décimo aniversario del Argentinazo. Es una oportunidad política que tenemos que aprovechar. El kirchnerismo milita las elecciones contra el Argentinazo (“cuando voten no se olviden del ruido del helicóptero”, dicen), nosotros, como oposición de izquierda, tenemos que militarla en apoyo a la rebelión popular. Y, a 10 años, podemos decir que el Argentinazo sigue vivo en el Parque Indoamericano, el Estudiantazo, la gran huelga de los docentes de Santa Cruz y la lucha de los petroleros; es decir, en los levantamientos obreros y populares que vienen sacudiendo a Argentina. Por eso, el Frente de Izquierda tiene que colocarse como la expresión política de estos levantamientos y batallar por diputados y concejales de izquierda que polaricen con el conjunto de los partidos patronales en defensa de dichos levantamientos. Que nosotros, la TPR, defendamos esta posición no es casualidad sino que parte de nuestra estrategia para esta etapa que se ordena entorno a la consigna “Por un segundo Argentinazo contra los K y la derecha sojera”. Por eso, para nosotros el ingreso al parlamento no tiene que estar ubicado en función de gestionar de forma izquierdista el capital (sólo “llevar el reclamo” al parlamento), sino que, sobre todo, tiene que ser un punto de apoyo para desarrollar la tendencia a la rebelión popular y la lucha por un gobierno de los trabajadores (forma popular de denominar a la sociedad en transición bajo la dictadura del proletariado).

A 10 AÑOS DEL ARGENTINAZO, EL PROGRAMA DEL FIT ES EL PROGRAMA DE LA IZQUIERDA ARGENTINA. COMO PARTE DE LA IZQUIERDA ARGENTINA, DESDE LA TPR QUEREMOS QUE SE ABRA EL DEBATE SOBRE EL PROGRAMA DEL FIT Y DEL PT

Esto no es menor porque el programa “para la campaña electoral” es, en realidad, el verdadero programa que la izquierda le va a proponer a millones de trabajadores. Con cada campaña electoral, se redefine la fisonomía política concreta de la izquierda argentina y, con cada elección, una nueva generación de militantes, simpatizantes y votantes se educan en un nuevo método político. No es cierto que hay un programa trotskista inmaculado para todos los días y un programa “con sentido común” para las elecciones. Esto es absolutamente falso. Por el contario, cuando discutimos las elecciones se trata, ni más ni menos, del verdadero programa de la izquierda argentina.

Por eso, es absolutamente necesario que se abra el debate sobre el programa del FIT y el PT al conjunto de los luchadores de la izquierda argentina, entre los que estamos, naturalmente, los militantes de la Tendencia Piquetera Revolucionaria. Si el PT tiene que agrupar a grandes contingentes de la clase obrera y los explotados, y si el FIT tiene que constituirse como un factor de oposición política al kirchnerismo a nivel nacional, es necesario que la vanguardia desarrolle una lucha política para que grandes masas se apropien del programa e intervengan sobre la situación política en función de eso.

En ese sentido, la Asamblea de Intelectuales tiene una oportunidad: retomando el ejemplo de Milcíades Peña y Silvio Frondizi, la Asamblea de Intelectuales tiene que jugar un rol protagónico en el debate programático (es decir, sobre el FIT y el PT y su relación contradictoria con las clases, los partidos y el Estado), y, en esa misma medida, dar una lucha para que dicho debate sea abierto e involucre al conjunto de la vanguardia obrera y de la izquierda argentina.

Si el FIT abre el debate sobre la campaña electoral y sobre la formación del PT, entonces las condiciones para pelear por un programa obrero, piquetero, socialista y catastrofista que haga carne en la clase obrera serán mucho mejores. Desde la TPR, luchamos por esto.

24 de septiembre de 2011

TPR
Tendencia Piquetera Revolucionaria
correotpr@gmail.com // tpr-internet.blogspot.com // Tel: (011) 156 335 9278

3 comentarios:

  1. Bueno, ahora el programa del FIT es el programa de la izquierda argentina... mas allá del giro de 180º me parece mas acertado este camino que plantear que le falta la quinta pata al gato una y otra vez. Estamos hablando.

    Nof

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  2. Esto no es ningún giro de 180º.
    Estás muy equivocado. Nosotros no decimos que el programa de la izquierda argentina está bien.
    Te recomiendo leer TODO el material.

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  3. Uds plantean ahora que se abra el debate: deberían haberlo hecho hace 5 meses. Uds me han planteado que el FIT es un porqueria, que la mesa coordinadora de Santa Fé es una provocación al... PO. Antes plantearon impugnar o votar por el FIR (¡!), ahora plantean que el programa del FIT es el programa de la izquierda argentina y que hay que votarlo para que no nos callen. Creo que han dado un giro, si no queres de 180º creo que por lo menos 90º hubo.

    Abrazo

    Nof

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