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miércoles, 21 de marzo de 2012

[ELECCIONES DEL SUTNA] LLAMAMOS A VOTAR A LA NEGRA-VERDE DONDE PRESENTA LISTA Y A LA NARANJA EN FIRESTONE



DECLARACIÓN POLÍTICA DE LA TPR ANTE LAS ELECCIONES DEL SUTNA - 2012


LES TOMAMOS LA PALABRA

CONTRA WASIEJKO Y POR UNA PARITARIA DEL 35%

LLAMAMOS A VOTAR A LA NEGRA-VERDE
DONDE PRESENTA LISTA Y A LA NARANJA EN FIRESTONE










1. CUADRO DE SITUACIÓN: UNA ELECCIÓN POLARIZADA ENTRE LA NEGRA-VERDE Y LA VIOLETA

Entre el 20 y 22 de marzo serán las elecciones del SUTNA. A nivel nacional se presentan tres listas: la Violeta (Pedro Wasiejko), la Negra-Verde (independientes de la Marrón, COMPA, MST, ex sectores de la burocracia, etc…) y la Marrón (MAS y PTS).

La elección está trazada por tres elementos: el surgimiento de la Naranja en Firestone –expresión de un genuino proceso antiburocrático en el bastión histórico de Wasiejko-, la presentación de la Verde en Pirelli a partir de que un sector de la propia burocracia  rompe con Wasiejko y la expulsión de la izquierda de la histórica Marrón en FATE debido a que la Seccional, contando con el aplastante apoyo de la mayoría de los trabajadores de fábrica y activistas de la Marrón, resuelve disimular sus diferencias con la burocracia de Micheli para conquistar su apoyo en las elecciones contra Wasiejko (lo mismo incluso con facciones moyanistas). Se trataría, según ellos mismos, “de una maniobra para sumar más apoyos contra Pedro”.

El cuadro de esta elección se caracteriza, por lo tanto, por la puesta en pie de una oposición muy heterogénea y con presencia en las tres fábricas que, partiendo de distintas experiencias y probablemente buscando distintos objetivos, aplasta las posibilidades de la izquierda en el gremio y monopoliza para sí mismo ser la única alternativa que pueda disputar la conducción del SUTNA a Wasiejko - segundo de Yasky en la CTA.

Por lo tanto, este es el dato central: la polarización entre la Negra-Verde (que cuenta con un importante apoyo de los trabajadores en las tres fábricas) y la Violeta (que se encuentra, como mínimo, debilitada).

2. COMPAÑEROS DE LA NEGRA: NO SE PUEDE CONSTRUIR “LAS MÁS AMPLIA UNIDAD DE LOS SECTORES QUE SE OPONEN A LA VIOLETA” EXPULSANDO A LA IZQUIERDA

Un elemento secundario pero muy significativo de esta elección es que el reagrupamiento “anti-burocrático” (Negra-Verde) se construye sobre la base de expulsar a la izquierda del armado de su lista.

Esto no es para nada un dato menor si recordamos que en la última elección de SUTNA (2008) la Marrón nacional encabezada por Ayala (es decir, el MAS) sacó el 48% contra Wasiejko quedando a tan sólo 300 votos de recuperar el gremio. Si a esto le sumamos el fraude que hizo Pedro con el padrón trucho de gomeros, sin lugar a dudas podemos decir que esa elección la ganó la izquierda. Fue una elección espectacular que reforzó a la izquierda clasista en todo el país. Lo mismo pasó en relación a las elecciones de la CTA en 2009: la Marrón se postuló como el eje de reagrupamiento de la izquierda poniendo un gremio industrial como cabeza de una oposición de izquierda contra Yasky y Micheli. Por lo tanto, FATE era un bastión industrial del clasismo y la izquierda.

Hoy, por el contrario, los independientes y el ala derecha de la Marrón (el MST como representante directo de Micheli, en primer lugar) deciden expulsar a la izquierda. De esta forma, de ser la cabeza histórica de la oposición en estas elecciones la izquierda seguramente quedará relegada a un tercer puesto absolutamente marginal.

A su vez, si el problema de la Negra-Verde realmente fuese “la más amplia unidad de los sectores que se oponen a la Violeta”, no deja de llamar la atención que “el cambio” se construya excluyendo a la izquierda.

Cualquier trabajador, más allá de lo que piense de la izquierda, se da cuenta que sería mucho mejor que haya dos listas en lugar de tres para transformar la elección en un plebiscito contra Wasiejko y no en una “interna abierta” para definir “¿quién representa a la oposición?” (resultado que, sin lugar a dudas, todos coinciden en que será a favor de la Negra-Verde). Esto no es una casualidad sino que es un síntoma de qué rol juega el frente en cuestión y cómo se inscribe en la evolución del clasismo y la situación política a nivel nacional.

En el SUTNA, estamos asistiendo al resultado combinado de la disgregación de la burocracia kirchnerista (la Verde), la expulsión de la izquierda de un agrupamiento clasista mayoritario que evoluciona hacia posiciones cada vez más conservadoras (la Negra) y la emergencia de un nuevo agrupamiento opositor en la propia fábrica de Wasiejko (la Naranja). Todos ellos, CONTRA LA IZQUIERDA.

Incluso la Naranja, que tiene entre sus candidatos a un compañero del MAS, en uno de sus volantes se encarga de aclarar que “no son la Marrón disfrazada”. Por lo cual, de ser la Marrón (cuando dirigía la izquierda) el eje natural de reagrupamiento anti-burocrático ahora es rechazada por todos como si fuese una suerte de “peste clasista”.

Esto mismo se ve en que la Negra se nutre de “sacarle gente” a Wasiejko (la Verde) pero también y fundamentalmente de “sacarle gente”… a la izquierda. Todo este proceso de creación artificial de un tercer campo “ni con Wasiejko ni con la izquierda”, apadrinado por la burocracia de Micheli, terminó concluyendo en la conformación de un centrismo conservador cuyo principal objetivo es bloquear la evolución a izquierda de los trabajadores (un rol absolutamente reaccionario) pero que, contradictoriamente, juega un rol objetivamente progresivo en oposición a Wasiejko porque funciona como catalizador de los compañeros anti-burocráticos en las tres fábricas.

Esa es la naturaleza de la Negra-Verde: busca romper la unión anti-burocrática entre la Naranja y la Marrón pero, al mismo tiempo, potencia a la Naranja a nivel nacional contra Wasiejko. Lo mismo pasa en FATE: aíslan a la izquierda del resto del activismo pero, al mismo tiempo, son la única garantía de que no gane Wasiejko y que la Seccional “siga siendo de los luchadores”.

¿Cómo pueden “ser luchadores” si se presentan separados y contra la izquierda? De alguna  forma, si se compara con la evolución de los luchadores luego del Argentinazo, siguen el mismo camino que la conformación de la Mella quien, de ser militantes del PTS, rompen y se transforman en agente del chavismo catalizando las alas izquierdas del kirchnerismo para formar “la izquierda independiente”. O sea, la “izquierda” que ataca las “medidas extremas” como las tomas (en este caso los paros indefinidos) y bloquea a la izquierda legitimando “por izquierda” un sentido común conservador y nacionalista, es decir, de negociación, integración y capitulación en lugar de lucha independiente contra el Estado capitalista. Y de todas formas, a pesar de todo, no son lo mismo que las agrupaciones kirchneristas ni la burocracia sindical. Hasta el momento en general son el ala derecha de los luchadores, no la izquierda de la burocracia.

La vinculación entre ambos procesos es clara: no por nada el propio Marcelo Gallardo, quien es candidato a Secretario General del SUTNA, está vinculado a la COMPA (Mella-FPDS-Socialismo Libertario). Si se mira bien, lo que está pasando ahora en FATE forma parte del mismo proceso que se dio en los colegios secundarios de Capital Federal en 2010 con la destitución del FEL (nuestra agrupación estudiantil) y el ascenso de Lobo Suelto (la COMPA) ANTES DEL ESTUDIANTAZO.

Se trata de la presión brutal que sufren los luchadores producto de la bancarrota capitalista y la escisión de la burguesía entre “campo-gobierno”. El centrismo se monta sobre la base de la fatiga del movimiento o la expectativa pragmática de negociar para “apoyar lo bueno y criticar lo malo” y el centrismo se derrumba sobre la base de una necesaria delimitación política hacia la izquierda a partir del ascenso del movimiento. El centrismo colapsa bajo la presión de estar a la cabeza del levantamiento popular o cristaliza a derecha contra el levantamiento popular. La posibilidad de que “evolucione a izquierda” no puede ser descartada pero a condición de que se apoye en la lucha, es decir, que se transforme efectivamente en izquierda y esto, por regla general, se procesa a través de crisis y no de forma pacífica. Por eso, el centrismo escapa a la lucha y siempre prefiere “ser responsable” y “preservarse para una futura batalla”. Así no tiene que tomar definiciones y puede “seguir siendo independiente”. Su conservadurismo, por lo tanto, se basa en un neto instinto de auto-preservación.

El proyecto de la Negra, entonces, se podría resumir en la siguiente frase: “podemos ser clasistas y derrotar a Wasiejko, usando de forro a Micheli y sin alinearnos con los partidos de izquierda”. Por eso, la mayoría de la Marrón (hoy Negra) decidió expulsar a la izquierda.

3.  LAS LISTAS AL CALOR DE LA LUCHA: EL BALANCE DE LA TPR ANTE LAS PARITARIAS 2011

¿Cómo se ve esta caracterización a lo largo del año? El balance de la TPR sobre qué papel jugó cada lista en las paritarias podría resumirse en lo siguiente:

- la Violeta (Wasiejko) fue la representación directa de la patronal

- la Verde (quien ahora rompe con la Violeta) fue la representación directa de la Violeta dentro de Pirelli.

- la Negra fue el sector conservador de los luchadores.

Esto se ve en que: 1. Son quienes detuvieron la realización de cualquier medida de lucha durante casi medio año mientras pedían “el aval” de los compañeros para ser “los paritarios quienes manejen la situación” (o sea, no las asambleas) // 2. No organizaron un plan de agitación política, un acampe o un acto público contra los despidos de Juan Rodríguez en Radial Camión y Mario Coronel // 3. Se opusieron al paro de las 64 hs planteando que había que votaron por el NO en el plebiscito // 4. Levantaron marchas acordadas entre el activismo // 5 Y, tal vez lo más grave, adoptaron una actitud por lo menos “paternal” donde bajo la excusa de que “corremos el riesgo de que Wasiejko y la patronal ilegalicen el sindicato” se arrogaron para ellos mismos la decisión de no seguir la lucha en lugar de someterlo a la votación de todos los compañeros (y si no se podía hacer en la fábrica, tampoco quisieron hacer por lo menos una asamblea lo más representativa posible).

Que luego hayan hecho un “acto” (no asamblea) para aceptar el 26% es anecdótico porque una vez que los compañeros estaban sufriendo una hemorragia salarial por los descuentos claramente había que firmar para poner un torniquete para frenar el desangre de los luchadores. El problema no fue si los compañeros “apoyaron firmar” sino que se hizo antes (cuando estábamos de paro) para no tener que terminar firmando un aumento que no conforma a ningún trabajador de FATE.)

En resumen, se negaban a largar un plan de lucha, cuando los compañeros largaban alguna medida por sector o en toda la fábrica acompañaban y, en cuanto llegó el momento crítico, levantaron las medidas porque “los compañeros no acompañan” o porque “es muy riesgoso seguir la medida”. De esta forma, siguen transmitiendo un balance conservador y desmoralizante contra la lucha del Casino y la heroica lucha de FATE en 2008 imputándole la derrota a los luchadores y no a la acción conjunta de la burocracia sindical, la patronal, el aparato represivo, la justicia y el gobierno kirchnerista.

- la Naranja recién se oficializa ahora pero promete mucho porque se coloca claramente del lado de los luchadores.

- la Marrón, en retirada y en absoluto aislamiento, representa al grupo de delegados que, con sus límites como no haber planteado un plan de lucha desde principio de año (como hicimos los compañeros de la TPR con nuestros afiches y volantes), son lo mejor de FATE y una clara referencia de lucha contra la patronal y la burocracia. Sin embargo, lamentablemente, la derrota de la lucha los llevó a una derrota de los luchadores dentro de la Marrón. Motivo por el cual hoy están fuertemente aislados y prácticamente no expresan ningún sector significativo de la fábrica. Su aislamiento se debe a la derrota de la lucha pero, en primer lugar, a la política de expulsión que resolvió tomar la mayoría de la Marrón (hoy Negra) contra ellos.

Es a partir de esta caracterización que, desde la TPR, sacamos el balance de que en estos últimos cuatro años desde que se conquistó la Seccional San Fernando, la tendencia no fue a izquierda. Desde 2008 para acá, hay una involución del activismo.

A no confundirse, quienes hoy encabezan la Negra en FATE son, en su mayoría, la misma dirección política de FATE que se adaptó a la maniobra de Wasiejko de colocar las paritarias del neumático aisladas de las paritarias a nivel nacional para luego cerrar, a través de un plebiscito controlado por la misma burocracia, un acuerdo del 26%.

Contradictoriamente, esta dirección es parcialmente compartida y ampliamente acompañada por el activismo más combativo de la planta. Sin ir más lejos, en la Negra se encuentran los compañeros que impulsaron y pararon en soledad en el sector de Juan –Radial Camión- y que pararon también para rechazar el plebiscito trucho de Wasiejko. La izquierda fue impotente para establecer una delimitación y la absoluta mayoría de la Marrón y del activismo de FATE ha pasado a la Negra.

Por su parte, el sello de la Marrón ha quedado en manos MAS y el PTS (este último ya venía planteando desde antes romper la antigua Marrón). Esta lista ha quedado completamente aislada y, debido a su absoluta debilidad, lo único que puede lograr es restarle votos a la Negra en FATE, lo que en el peor de los casos podría generar que Wasiejko recupere la Seccional San Fernando.

Por eso, desde la TPR apoyamos el reclamo del PO de bajar la lista Marrón en FATE y, a su vez, también pensamos que la lista no debería presentarse a nivel nacional porque no es cierto que hoy exprese un reagrupamiento anti-burocrático que pueda disputarle a Wasiejko.

Para nosotros, el problema de esta elección no es dirimir las disputas entre los luchadores sino golpear fuertemente a Wasiejko. Por eso, el hecho de que la Negra haya expulsado a la izquierda (y la izquierda lo haya aceptado) representa una derrota para todos los luchadores que deberá ser procesada a lo largo del año que viene y no en estas elecciones donde debemos colocar, en primer plano, nuestras diferencias con Wasiejko).

4. LA NEGRA ES RESPONSABLE DE LA EXPULSIÓN DE LA IZQUIERDA DE LA MARRÓN HISTÓRICA. LA IZQUIERDA SE EQUIVOCÓ EN NO ACEPTAR LA DERROTA DE SER MINORÍA DE UNA MARRÓN UNIFICADA BAJO EL MANDO DE LA NEGRA

¿Quién es responsable de la división de la Marrón? Como TPR, pensamos que la responsabilidad por la expulsión de la izquierda recae en la mayoría de la Marrón (lo que hoy es la Negra) y no en la izquierda por “hacerse echar”.

La expulsión de la izquierda se decidió argumentando tres cuestiones:

I.              Que la mayoría de la Marrón vota pedir apoyo económico a la burocracia de Micheli para la campaña contra la otra CTA, la de Yasky-Wasiejko. El famoso “debate” de los $100.000. Sobre esto dos cosas.

En primer lugar, es ridículo decir que una agrupación entera “se venda” por $100.000 cuando ¡toda la agrupación y la fábrica saben perfectamente de la votación y están de acuerdo! Esto lo decimos más allá de que el apoyo llegue “en afiches o en efectivo”. Da la impresión, por lo tanto, de ser un argumento para convencer a alguien que no sabe lo que pasa en FATE. Y, por otra parte, si el problema es la plata ¿por qué mejor no venderse a Wasiejko o a la propia patronal directamente? ¡Seguro que entre todos “los mercenarios y corruptos” de la Marrón podrían juntar más plata en concepto de indemnización por despido injustificado! Y nunca faltaría algún sobre que les pase Madanes por debajo de la mesa. Evidentemente, la denuncia de que “se vendieron” se cae de maduro.

En segundo lugar, lo más sorprendente del asunto es que se denuncia que la Negra “agarra los $100.000 de Micheli” a cambio de alinearse con ellos en la pelea de burócratas que tienen con Yasky” (MAS 217, 03/02/2012) o “La Lista Negra-Verde se comprometió a reconocer a la CTA-Micheli en el caso de ganar la elección” (PO 1213, 08/03/2012). Recordemos que esto se dice cuando tanto la Lista 3 (PO), Lista 4 (PTS) y Lista 5 (MAS y otros) se “alinearon con Micheli” contra el fraude de Yasky y la intervención estatal de la CTA. ¡Y eso estuvo MUY BIEN!

¿¡O a caso se olvidaron del “reclamamos un Congreso de Bases de la CTA” para “votar una dirección provisoria que evite la división de la Central”?! Desde la TPR nos preguntamos, a partir del resultado de las elecciones de CTA, ¿quién iba a ser la “dirección provisoria”? ¿Un frente PO-PTS-MAS o Micheli a la cabeza y, a lo sumo, algunos representantes del resto de las listas?

Es una impostura denunciar a la Negra por “exigir que se reconozca a Micheli como titular de la CTA” cuando todos los partidos de izquierda planteamos exactamente eso: nosotros no somos michelistas, estuvimos y estamos en contra de la BUROCRACIA michelista, pero exigimos se reconozca el resultado de esta elección y nos pronunciamos contra el fraude de Yasky y la intervención estatal de la CTA.

Por el contrario, lo que tenemos que hacer POR PRINCIPIOS (y no por $100.000) es DENUNCIAR A MICHELI por ADAPTARSE A LA INTERVENCIÓN ESTATAL DE LA CTA. Justamente, “defender una política de independencia de clase” significa expulsar la intervención estatal de la CTA. Lo cual hoy, por decisión de los trabajadores, lamentablemente significa defender el derecho de Micheli a reclamar la titularidad de la Central.

Por eso, del frente único con Micheli que se planteó ni bien se consumó el fraude de Yasky, hoy la política adecuada es DENUNCIAR A MICHELI por su sistemática capitulación ante Yasky dado que, en lugar de convocar a un plan de lucha por el reconocimiento de la CTA y por la expulsión de la intervención estatal, va disputándole posición por posición con métodos de aparato mientras le reconoce a Yasky la titularidad de “la otra CTA”. Por eso ahora está intentando armar artificialmente una “CTERA paralela” y, por eso también, apoya a la Negra-Verde contra Wasiejko. Forma parte de un intento de copar la CTA yaskista por adentro sin necesidad de enfrentar en las calles a Tomada, es decir, al propio gobierno de Cristina.

No por nada Micheli dirige a la burocracia sindical de ATE que nada hizo ante los miles de despidos que decretó el kirchnerismo como parte de su política de ajuste. Micheli no será kirchnerista (porque está con De Gennaro-Binner) pero De Gennaro-Binner apoyan la política de ajuste que impulsa Cristina. Después la marcha del 14 de Marzo “contra el ajuste” está muy bien pero queda en la foto porque el ajuste se lo enfrenta, en primer lugar, luchando contra cada despido.

Micheli rechaza a la izquierda y, por eso mismo, nunca convocó a que la izquierda participe (aunque sea con voz pero sin voto) de la directiva de la CTA “independiente” (en realidad, subordinada al FAP y los sojeros). No, por el contrario, usó los guarismos de una elección impugnada por el fraude para negarle cualquier representatividad a la izquierda e imponerle los mismos estatutos anti-democráticos donde “el ganador se lleva todo” y las minorías son excluidas. Como se ve, Micheli rechaza cualquier colaboración con la izquierda y sólo acepta un movimiento obrero adicto a sus maniobras con el kirchnerismo.

Por último, el curioso argumento del MAS-PTS-PO no deja en claro a qué CTA habría que reconocer ¿A la CTA intervenida por el gobierno de Cristina, a través de Yasky? ¿A “ninguna de las dos” y, por lo tanto, convalidar la “paridad” impuesta por Tomada? ¿Se puede ser tan obtuso como el MAS para reducir la pelea contra la intervención estatal de la CTA a “una pelea entre burócratas”?

De ninguna manera, desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR) rechazamos la intervención a la Central y denunciamos que Micheli no ha convocado ningún plan de lucha contra ella, adaptándose por completo al kirchnerismo. También le queremos poner de relieve esta adaptación fatal a los compañeros de la Negra-Verde: Micheli mismo no se reconoce como alternativa independiente porque permite la ruptura nacional de la CTA y hostiliza a la izquierda. Hoy, romper con la izquierda e integrarse a las filas de Micheli es capitular y entregarle la CTA al kirchnerismo.

II.             Otro argumento para justificar la expulsión de la izquierda fue “que no acataban las resoluciones de la agrupación donde ellos quedaban en minoría y después decían y hacían lo que querían.”

Lo primero que corresponde decir ante esto es que acá no hay un debate sobre cómo organizarnos en el vacío sino que el reclamo de la mayoría iba dirigido para que los delegados de izquierda NO SE DELIMITEN de la Seccional por sus, como mínimo, errores. No se trata, naturalmente, de ser “democráticos o autoritarios” sino que la Seccional estaba buscando imponer por votadora un balance nefasto a los delegados que defendieron la lucha. Por lo tanto el sentido de tal restricción, aunque formalmente sea correcto, es claramente reaccionario.

En este punto cabe preguntarse, ¿tenía derecho una minoría a OPINAR DISTINTO? Sí, porque no se trataba de una “minoría caprichosa y circunstancial”. No es que los compañeros son muy orgullosos o son “malos compañeros”. Los compañeros que hoy integran la Marrón se delimitaron públicamente de la Negra, porque no estaban de acuerdo en levantar el paro de 64 hs sino había una asamblea que lo resolviera. Como se ve, es una diferencia que afecta a los principios y los métodos de la agrupación y, por lo tanto, MERECÍAN SER RECONOCIDOS COMO UNA MINORÍA DENTRO DE LA MARRÓN. Esto significa poder opinar públicamente lo que consideren correcto y militar  las campañas que resuelva la mayoría de la agrupación. Con esto nos referimos a los militantes de la izquierda que estaban adentro de la agrupación y no a sus partidos dado que los mismos, que son una estructura nacional independiente, no tienen por qué subordinarse a la votación de una agrupación de fábrica. Pueden llegar a aceptarlo por decisión propia pero bajo ningún punto de vista se los puede obligar. Obviamente, para que esto funcione tenía que haber un acuerdo entre la mayoría y la minoría donde ambos dos se consideren luchadores y, a pesar de las diferencias, estén dispuestos a mantener un marco organizativo común.

La izquierda, lejos de dar una lucha pública exigiendo su derecho a poder ser TENDENCIA DE LA MARRÓN, decidió rechazar de plano cualquier derecho de la agrupación a resolver sobre su actividad en la fábrica dando así el pie perfecto para que la mayoría los acorrale.

III.            Por último, el problema de toda elección: los cargos.

Luego de ser derrotados en las paritarias y luego de ser censurados en la reunión de agrupación, se abre la discusión de los cargos para las elecciones de SUTNA. Aunque suene increíble, después de todas las derrotas arriba mencionadas, la propuesta del MAS era que Ayala encabece la lista nacional y la lista para Seccional. O sea, un despropósito total. La realidad, a fuerza de lamentables derrotas, ya no era la de 2008 donde el MAS encabezaba. Sin embargo, los compañeros no lo quisieron reconocer.

Del lado de la mayoría, las propuestas a la izquierda son como mínimo dudosas y a nosotros como TPR no nos consta que les hayan contrapropuesto alguna lista que los contenga. Sin embargo, más allá de las versiones, el resultado final es el mismo: la mayoría le dice a la izquierda (la minoría) que todos los cargos se resuelvan en la reunión de agrupación. Es decir, que a través de una “pantalla democrática” (su control de la mayoría) querían blanquear que efectivamente había una minoría y que la iban a aplastar en el plenario. De lo contrario, podrían haber acordado una propuesta unitaria para el plenario y seguramente todos los compañeros de la Marrón hubiesen estado a favor.

Sobre este punto, lo siguiente: la denuncia de la izquierda es cierta en que no los contemplaron en ningún cargo pero, sin embargo, tampoco la mayoría tenía ninguna razón para hacerlo dado que las tendencias ya estaban delimitadas. En todo caso, el debate es por qué la izquierda pretendía que una mayoría que ya le había rechazado incluso el derecho a crítica ahora le diese ¡el puesto a secretario general! Lo mismo vale para cargos de menor valía porque el acuerdo político de hecho ya no existía. Por eso, nuestra opinión como TPR, es que la minoría tendría que haber ido al plenario a luchar por los cargos que pudiese conseguir y, como minoría, debería haber luchado por la mayoría en lugar de aceptar su expulsión de todo cargo y derecho a crítica.

5. LA POLÍTICA DE LA TPR PARA ESTAS ELECCIONES, PARA LA PRÓXIMA ELECCIÓN DE DELEGADOS Y PARA LA PARITARIA

El problema central de toda elección es saber apreciar cuáles son los campos en disputa y cuál es la correlación de fuerzas entre los luchadores, la patronal y la burocracia. Partiendo de esta concepción es que nuestra principal preocupación es cómo ayudamos a evolucionar a los luchadores que intervienen en esta elección bajo la bandera de la Negra-Verde contra Wasiejko y a los compañeros de la Naranja que están poniendo en pie un heroico proceso anti-burocrático en la principal fábrica de la burocracia.

En primer lugar, señalando que la izquierda en el SUTNA tenía un derecho ganado en la lucha a participar (como mínimo en minoría) de la lista opositora a Pedro. Negarle al MAS y al PTS la participación en cualquier cargo constituye una proscripción que sólo puede abrirle paso a la burocracia sindical en cualquiera de sus variantes: Yasky, Micheli e incluso, quién sabe, al propio Moyano. El proyecto reaccionario de construir un clasismo “equidistante” entre la izquierda y Wasiejko está condenado a la cooptación y a la derrota.

En segundo lugar, apoyando con todas nuestras fuerzas a la Negra-Verde y a la Naranja contra Wasiejko, contribuimos a debilitar las fuerzas de la burocracia partiéndole al medio las 3 fábricas del SUTNA. Este es un objetivo en sí mismo más allá del resultado de la elección donde, obviamente, un triunfo sobre la burocracia sería un éxito abrumador. Independientemente de esto, más allá de si ganan o no, consideramos que la presentación de la lista es un paso en sí mismo porque genera una delimitación contra la burocracia en todas las fábricas del gremio. Son un fuerte punto de apoyo, por lo tanto, para intervenir en un nivel superior de organización frente a las próximas paritarias. Sobre esa paritaria vamos a poder medir las posibilidades reales que abre el frente. Para nosotros, como dijimos en las elecciones nacionales con el Frente de Izquierda, votar a alguien no es algo “táctico” porque la táctica lleva a la estrategia o al oportunismo. Por eso, si votamos a la Negra-Verde no es porque “votemos en contra de” (un mal menor) sino porque apostamos a la evolución a izquierda de todos los luchadores que hoy integran la Negra.

En tercer lugar, partiendo de nuestra alineamiento con la Negra-Verde, nosotros no apoyamos en calidad de secta (para criticar, dividir y ganar a un par) sino porque entendemos que es nuestra obligación como TPR apoyar a cualquier proceso de independencia a la burocracia sindical porque, por más difuso o limitado que sea, constituye un fenómeno progresivo. Por eso pusimos nuestra militancia al servicio de afichar y difundir la propuesta de la Negra-Verde y la Naranja en estas elecciones.

Para la TPR, la Negra-Verde no tiene nada que ver con “cavar trincheras con la burocracia” de la CTA, aquella nefasta política morenista del MIC, sino que es exactamente lo contrario: se trata de aislar a la burocracia, dividirla y recuperar los sindicatos. Por empezar, no es verdad que para la izquierda sea “inadmisible” hacer frentes con la burocracia. En 1984, el PO recuperó el Sindicato Gráfico junto al burócrata Raymundo Ongaro, dando en 1997 una enorme lucha desde la planta de la Editorial Atlántida contra los masivos despidos. En el mismo sentido, reivindicamos lo actuado por el PO en FOETRA (año 2005) al hacer frente con la burocracia de Marín (CTA, luego devenido yaskista) y de Iadarola (moyanista) logrando echar a la vieja burocracia repodrida del menemista Guillán y dandole así expresión al movimiento de lucha en curso (en contra de la política sectaria que le oponía el PTS). Lo mismo hicimos al recuperar la FUBA en 2001 echando a los radicales junto a TNT (hoy la mayoría en La Cámpora), Patria Libre (hoy Libres del Sur en el FAP), el MST (hoy en Proyecto Sur y el Secretariado Unificado) y más de 8 agrupaciones universitarias menores de las más variadas. Lo mismo hacemos hoy cuando defendemos la FUBA con una conducción entre el PO, La Mella, Libres del Sur, Izquierda Socialista y el PCR. Así construimos y defendemos la FUBA piquetera.

Esto no es novedad ni patrimonio exclusivo de la corriente que reivindicamos sino que hasta 2004, el PO y el propio PTS (que hoy se rasga las vestiduras por el “michelismo” de la Negra y que atacó siempre al PO por ir con Marín-Iadarola en FOETRA) tenían un frente en el Roca con la burocracia de Moyano, que ya se había vendido al gobierno kirchnerista, y sin embargo el frente sólo se rompió cuando el moyanismo del Roca se pasó a la Verde de Pedraza, no porque el PO y el PTS lo hayan roto. El problema es si la izquierda toma una política independiente y se sirve del frente único con sectores de la burocracia para hacer avanzar a los luchadores, tomando posiciones para impulsar la movilización de los trabajadores o si, por el contrario, se adapta y se integra.

En este caso, lo que tenemos es una dirección de luchadores que vienen avanzando hacia posiciones conciliadoras (la Negra), acompañados de un activismo combativo que quiere derrotar a Wasiejko y tiene diferencias por izquierda con la seccional (que también está representado por la Negra), que se han aliado para ello (¡lícitamente!) a un sector que se desprendió de la burocracia (la Verde de Pirelli), y que reciben el apoyo de otro sector de la burocracia (el michelismo), lo cual también es lícito. El MAS y el PTS no saben distinguir el blanco del negro y pretenden impugnar el frente de la Negra con la Verde de Pirelli debido a que es un desprendimiento de la burocracia sin tener en cuenta las perspectivas que se abren a nivel general del SUTNA. El MAS incluso llega al absurdo de decir que la Negra-Verde es “una oposición por derecha y pro-patronal a la Violeta” (MAS 217, 03-02-2012). Le preguntamos al MAS ¿sería una “derrota” para los luchadores que la Negra-Verde le gane a Wasiejko? ¡Ridículo!

Por el contrario, lo nuestro se trata de un método político: como TPR, apoyamos toda fuerza política que juegue un rol progresivo porque estructura a los luchadores contra la burocracia y prepara mejores condiciones para luchas de mayor envergadura. Naturalmente, eso no significa que sustituya a la izquierda y, por eso mismo, defendemos el derecho de la izquierda a participar del frente con fisonomía y candidatos propios.

Por eso, como consideramos que la Negra-Verde es progresiva contra Wasiejko y necesita evolucionar a izquierda para no ser cooptada, apostamos a ganar una minoría que adopte nuestro programa y luche porque la mayoría siga el mismo rumbo. Por eso, insistimos, la lucha por el 35% en las paritarias que vienen y la equiparación salarial en todo el gremio al salario de FATE –el más elevado en el SUTNA- constituyen dos peleas sobre la base de la cual podremos (la TPR y los trabajadores del SUTNA) medir la evolución de este nuevo reagrupamiento. Lo mismo sucederá con el reclamo sobre las condiciones laborales y contra la persecución gremial.

Por último, no somos indistintos ante el fuerte retroceso que está sufriendo la izquierda en el SUTNA. Si bien desde nuestra propia fundación estamos programática y organizativamente delimitados del morenismo en sus distintas variantes (en este caso el MAS y PTS – el MST, tanto por su política en el SUTNA como a nivel general, ya no merece el calificativo de izquierda) lo cierto es que la expulsión del MAS y el PTS también es, en algún punto, la expulsión de toda la izquierda argentina – incluida la TPR.

Durante todo el año nuestras posiciones frente a las paritarias estuvieron mucho más emparentadas con ellos que con la seccional. Por eso, para la TPR seguirá siendo una tarea fundamental defender a los delegados de izquierda, darnos una política para que la izquierda rompa con su aislamiento y pelee por la puesta en pie de un frente único en las próximas paritarias que demuestre realmente quién es cada uno y qué se proponía realmente en la campaña electoral.

Por todo lo dicho, desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR) vamos por:

I.             Estas elecciones: golpear a Wasiejko votando a la oposición en cada fábrica y a nivel nacional

II.           Para la elección de delegados: apoyar a los candidatos de la Marrón para romper el aislamiento y defender a los delegados de izquierda. Donde no se presenten, apoyar a la Negra-Verde, la Naranja e independientes contra Wasiejko.

III.         Poner en pie un frente único con la Negra-Verde, la Marrón y la Naranja para pelear una paritaria por el 35%

Llamamos a todos los compañeros del SUTNA que compartan esta perspectiva a incorporarse a las filas de la TPR.


Martes, 20 de Marzo de 2012

TPR
TENDENCIA PIQUETERA REVOLUCIONARIA
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