La nacionalización
de Transportadora de Electricidad en Bolivia
EVO, CON REPSOL, CONTRA BOLIVIA
Y ARGENTINA
Una nacionalización que no se
enfrenta al imperialismo, que no soluciona los problemas energéticos de Bolivia,
y que buscó expropiarle el 1º de Mayo a la clase obrera boliviana
Evo Morales anunció el 1º de Mayo la nacionalización de Transportadora
de Electricidad (TDE), propiedad de la empresa española Red Eléctrica Española
(REE). La crisis energética que atraviesa Bolivia no tiene en el transporte de
energía sus causas, sino en la falta de inversiones y en la orientación
exportadora y saqueadora de las empresas de hidrocarburos. La medida fue
políticamente utilizada contra el pueblo boliviano, ya que fue anunciada en
medio de un fuerte movimiento de lucha combinado de la clase obrera y el
movimiento originario de Bolivia contra el gobierno de Evo Morales y el MAS
(ver nota). El mismo día, Evo y Brufau (presidente de Repsol) inauguraban una
inmensa planta para la exportación de Gas Natural, propiedad de Repsol.
Evo no se enfrenta al
imperialismo español
El diario público.es publicaba el 2/5 que “la
aportación de la sociedad Transportadora de Electricidad (TDE) a la cifra de
negocio del grupo REE es del 1,5%”. El mismo ministro de Industria, Energía y
Turismo (Juan José Soria) que había participado de la conferencia de prensa
donde el gobierno español hizo las declaraciones contra Argentina por la
nacionalización de YPF, dijo que la medida del Estado boliviano sobre TDE “se
ajusta a derecho” y que “no es comparable con la nacionalización de YPF en
Argentina” (Europa Press, 10/5). El
cruce de declaraciones sobre la posible indemnización a REE fue saldado el
sábado 11/5 con la visita de Jesús Gracia (secretario español de cooperación
internacional y para Iberoamérica). “[Evo] Morales, indica la Oficina de Información
Diplomática en un comunicado, ´se comprometió a que los términos de referencia
para seleccionar a la empresa que debe hacer la valoración de TDE sean
consensuados con la parte española`” (Europa
Press, 11/5).
La contracara del
anuncio de la nacionalización (y que extremadamente representativa del curso
político que toma el gobierno del MAS) fue el anuncio el mismo día de la
inauguración de la planta de Repsol en Margarita (campo de gas explotado por la
empresa española en sociedad con British Gas y Pan American Energy), que va a
servir para incrementar hasta un 15% las exportaciones de gas natural
boliviano. En el acto, Evo declaró que “reconozco y reconocemos el liderazgo de
Repsol, una de las empresas internacionales más grandes de todo el mundo, y su
inversión siempre será respetada como socio, señor presidente de Repsol” (Cronista, 2/05). Como se ve claramente,
el gobierno del MAS está asociado al capital español que, como retrata la planta
de Margarita, orienta la extracción de hidrocarburos a la exportación, no hacia
el mercado interno desabastecido de energía.
La derecha boliviana demuestra toda su impotencia
atacando al MAS por la nacionalización
La derecha salió a
atacar a Evo tras la nacionalización con dos argumentos, además de la
constatación de la crisis energética y la falta de inversiones. Primero,
diciendo que convierte a Bolivia en una “zona roja para las inversiones” (Prensa Convergencia, 3/05) porque
ahuyenta la inversión extranjera. En segundo lugar, intentando apoyarse en la lucha
obrera y popular contra el ajuste de Evo y el MAS: “creemos que esto obedece a
una falta de iniciativa por el 1 de mayo cuando no se tiene respuesta a
las demandas salariales y sociales, cuando no se tiene respuesta a la creación
de empleos por lo que tratan de confundir con una nacionalización que en
verdad no tiene sentido” (Idem). En
primer lugar, claramente el imperialismo sí invierte en Bolivia producto de que
Evo le garantiza la orientación de la economía boliviana en función de sus
intereses: la misma inauguración de la planta de Repsol el 1º de mayo lo
prueba. Pero es una inversión con un contenido extractivo, saqueador, que no
favorece el progreso del país, sino su atraso. En segundo lugar, lo único que
demuestra que la derecha busque usufructuar la legitimidad de los reclamos
populares para atacar al gobierno del MAS es su nivel de bancarrota política inusitada.
Las acusaciones de los masistas, tratando de usar estas declaraciones de la derecha
para asociar a la movilización con la reacción no tienen sentido. En todo caso,
se plantea un peligro y un desafío político de primer orden: la oposición
obrera, popular y de izquierda frente a la política entreguista y de ajuste del
MAS debe hacer carne en los reclamos populares para que la derecha no se
apropie de la lucha contra el ajuste y se relegitime en el futuro.
Bolivia atraviesa una crisis
energética. El gobierno de Evo es responsable del desabastecimiento energético
y el saqueo del gas
Teniendo una inmensa riqueza hidrocarburífera, Bolivia está
atravesando una crisis energética producto del control del imperialismo los
recursos naturales y la incapacidad del nacionalismo burgués de Evo de
desarrollar la industrialización de los recursos naturales para el desarrollo
de Bolivia. Entre 2009 y 2010, Bolivia
comenzó a importar energía secundaria (industrializada), fundamentalmente GLP y
diesel oil, así como también electricidad. En 2011, algunas empresas comenzaron
a comprar generadores por los cortes de energía. El mismo Evo decía en octubre
pasado que “no hay nuevas plantas hidroeléctricas. Hay que
reconocer, críticamente, que apenas
aportamos con una planta termoeléctrica y esto no es suficiente” (Clarín,
4/8/11). La causa es la política que el gobierno de Evo viene profundizando:
colocarse como un exportador de gas e hidrocarburos sin procesar a Brasil y
secundariamente a Argentina. El año pasado, Bolivia exportó mas de 39 millones
de metros cúbicos de gas por día a Brasil y Argentina (3/4 de los cuales van
para Brasil) mientras que para el mercado interno destinó 8,15 millones (América economía, 26/4). En esta misma
línea se coloca la iniciativa “promovida por Colombia, que
planteó que se debería retomar la idea de conformar un anillo energético entre
los países de Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Chile y Ecuador” (HidrocarburosBolivia, 20/03). Es decir,
consolidar el rol exportador de energía de Bolivia.
La nacionalización de una transportadora como lo es TDE, no soluciona
la crisis energética; la asociación con Repsol para exportar Gas Natural la
profundiza.
La nacionalización de TDE se
inscribe en el fracaso de las nacionalizaciones de 2006-2010
En este punto hay que tener en cuenta que se está procesando la
conclusión, en medio de la crisis capitalista mundial del fracaso de la
política de nacionalizaciones y asociación con el imperialismo que el gobierno
del MAS lleva adelante desde la nacionalización de YPFB en 2006. Las
nacionalizaciones que llevó adelante Evo (las petroleras YPFB y Andina, y las
eléctricas nucleadas en ENDE) fueron aisladas de una política de
nacionalización de la banca, del comercio exterior y de la organización de la
economía según un plan centralizado bajo control y dirección de la clase
obrera. Por el contrario, en vez de formar parte de una orientación obrera y
popular, las nacionalizaciones terminaron en la asociación con el imperialismo,
es decir, siendo la rueda auxiliar del saqueo capitalista de los recursos
naturales e hidrocarburíferos de Bolivia. Es así que hoy las empresas
extranjeras cada vez tienen más participación en la producción boliviana: “PETROBRAS Bolivia conserva al 2010 su participación con 59,91% de la
producción de Gas Natural y junto con las otras empresas transnacionales
totalizan el 80,04%, es decir más de 2/3 partes de la producción siguen en
manos extranjeras. Las nacionalizadas han visto reducir aún más su
participación hasta el 2010: YPFB ANDINA alcanzó este año tan solo 7,26% y YPFB
CHACO 12,71%; juntas controlan tan solo 19,97%, cuando en 2004 sumaban 31%” (Se prepara la restitución del triángulo
energético, CEDIB.org).
En este sentido, la
nacionalización de TDE, ¿Va a servir para llevar la conexión del Sistema
Interconectado Nacional a los 9 departamentos de Bolivia, como prometió Sosa,
Ministro de Hidrocarburos y Energía? Hoy “la red de transmisión en alta
tensión, a su cargo [de TDE], se extiende sólo a seis departamentos: La Paz, Cochabamba, Santa Cruz,
Sucre, Oruro y Potosí” (LaJornada.net,
03/05). La española REE no cumplió su compromiso de completarlo. La
experiencia de las nacionalizaciones anteriores demuestra, a su vez, que por la
negativa del gobierno del MAS a nacionalizar la banca y expropiar a los
capitalistas para desarrollar las inversiones necesarias para Bolivia, la nacionalización
de TDE no va a ser un paso adelante a la hora de completar el anillo energético
de Bolivia.
Evo, con Repsol, contra Bolivia
y Argentina
En este cuadro es que tenemos que ubicar la política de Evo frente a
la crisis energética de Bolivia y Argentina: con Repsol, contra Bolivia y
Argentina. Frente al nuevo negociado de Cristina con YPF, Evo Morales no dudo
en salir a defender abiertamente a Repsol, diciendo que "es
un tema de Argentina y España", y agregando para que no queden dudas que
"nosotros tenemos una relación de mucha confianza con Repsol" (Infolatam, 19/04). Es decir, se ubicó
como un defensor de los intereses del imperialismo español. En esta misma
línea, el 1º de mayo, luego del anuncio de la expropiación de TDE inauguró la
planta de Repsol en Margarita. Evo se coloca contra la necesidad de Bolivia de
industrializar sus recursos naturales, y lejos de criticar el planteo del
kirchnerismo por ser una Sociedad Anónima para asociarse con nuevos capitales
imperialistas (y no una estatización), se coloca junto a Rajoy y Brufau contra Cristina
(supuesta aliada suya en la región)… pero sobre todo contra la perspectiva de que
Argentina pueda extraer e industrializar los suyos.
Que la COB fije posición contra el
gobierno y luche por la nacionalización bajo control obrero de la banca y el
comercio exterior, por la nacionalización bajo control obrero de todas las
empresas privadas de energía, por la expulsión del imperialismo de América
Latina
En este cuadro, los trabajadores bolivianos tienen que sacar una
conclusión y poner a sus organizaciones al servicio de la lucha anti-imperialista:
la crisis energética boliviana es una realidad. Esto requiere de lucha política
fundamental contra la burocracia de la de la COB, que reclama la “reactivación del aparato
productivo”, una fórmula como mínimo ambigua que sirve para encubrir su alianza
con la patronal (como en el caso de la burocracia de la FSTMB, ver nota); el
desarrollo de Bolivia e incluso la salvación de las empresas ya nacionalizadas
dependen de romper con la asociación al capital imperialista, y por lo tanto la COB debe discutir la lucha por
nacionalizar sin pago todas las empresas energéticas e hidrocarburíferas de
Bolivia, y por nacionalizar la banca para poner todos los recursos en función
de un plan económico nacional dirigido por los trabajadores. Debe rechazar la
defensa de Evo de Repsol y luchar contra el saqueo que realizan las empresas
extranjeras junto con YPFB. Esta es la única política que cabe frente a la
crisis energética producto del saqueo imperialista y la capitulación del
nacionalismo pequeño-burgués.
Sebastián Laguja
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