Mientras la burocracia dice
que “no hay pacto social”, Cristina y la patronal quieren usar la paritaria
bancaria como caso testigo para imponer el tope salarial del 20%
PARITARIAS 2013: ¡DERROTEMOS
EL PACTO SOCIAL DE CRISTINA! ¡AUMENTO DE 35% PARA TODOS!
Las burocracias de las CGT y
las CTA boicotean el plan de lucha contra el pacto social. Impulsemos asambleas
para ir al paro y plan de lucha por aumentos salariales superiores a la
inflación.
La primera paritaria del año, la de los bancarios,
es un ejemplo del Pacto Social que Cristina y la patronal pretenden imponernos
al conjunto de los trabajadores del país. Luego de varios días de iniciada la
negociación paritaria, recién ahora los banqueros hicieron una propuesta: 20%
de aumento. “La propuesta que oficializaron ayer los bancos coincide con las
pretensiones de la administración de Cristina Kirchner. El gobierno quiere que
este año las subas salariales se mantengan por debajo del 20%” (Clarín, 8/1). Como parte de este
acuerdo, el gobierno convocó a conciliación obligatoria para quebrar el paro
convocado por el sindicato para el 27 de diciembre, amenazando al gremio con
multas, sanciones y con sacarle la personería sino la respetan. Ahora, la ha
extendido hasta el 28 de enero, para bloquear el desarrollo de cualquier plan
de lucha de los bancarios.
LA PARITARIA
BANCARIA ES UN CASO TESTIGO PARA TODO EL PAÍS
La pretensión de imponer el tope salarial en la
paritaria bancaria forma parte de una política de conjunto de la patronal y los
gobiernos en todo el país. En paralelo a la paritaria bancaria, se desarrolla
la de aceiteros, donde la patronal no se ha movido del 16% y donde ya ha
arreglado con la burocracia sindical un aumento del 19,5% para los aceiteros
del Cordón Industrial de San Lorenzo. En esa misma línea, el gobierno del FAP (Bonfatti)
ya se ha pronunciado contra el reclamo de aumento de 30% de los municipales de
Santa Fe: “el ministro de Gobierno y Reforma del Estado provincial, Rubén
Galassi, consideró que ‘la negociación salarial va a ser difícil, como fue este
año (por 2012). En marzo tuvimos conflicto con los docentes, pero después
pudimos revertir esa situación, y se cumplió con los aumentos y los acuerdos.
Reconozco que los dirigentes de UPCN, ATE y Amsafé le ponen una cuota de
realismo a estas discusiones, porque saben que el mejor acuerdo es aquel que se
puede cumplir’ (…) ‘Hoy no podemos hablar de cifras, tenemos que terminar de
ver cuál es la inflación interanual, no medida por el Indec porque da la mitad,
sino por el Ipec, que al 30 de noviembre nos está dando 19 por ciento’, dijo el
funcionario, cifra que es coincidente con el ‘techo’ que pretende el gobierno
nacional para las paritarias de 2013” (La
Capital, 3/1).
Por lo tanto, el resultado de la primera ronda de
paritarias de 2013 es decisivo para el conjunto de las paritarias que se van a
desarrollar durante este año. De ahí la necesidad de dar una lucha política
desde todas las organizaciones obreras para apoyar a los trabajadores
bancarios, aceiteros y municipales, impulsando la lucha para quebrar el tope
salarial y conquistar aumentos superiores a la inflación.
LA
BUROCRACIA ARRUGA FRENTE AL GOBIERNO Y NO QUIERE ENFRENTAR EL PACTO SOCIAL
Sin embargo, la burocracia sindical se niega a
desarrollar esta lucha. El caso de los bancarios es ejemplificador: luego de
haber convocado al paro del 27 de diciembre, la burocracia arrugó frente a la
convocatoria a la conciliación obligatoria y la amenaza de sanciones y multas
por parte del Ministerio de Trabajo. De hecho, su secretario general, alineado
en la CGT-Moyano, ya pateó para adelante dos veces el plan de lucha que él
prometió: primero, cuando el gobierno convocó a la conciliación; segundo,
cuando el gobierno la extendió. Palazzo pretende que los trabajadores bancarios
no muevan un pelo mientras se desarrolla toda la negociación con la patronal:
eso es preparar el terreno para la derrota. De hecho, ya en las propias
negociaciones la burocracia no respeta la voluntad de los trabajadores y
negocia a la baja. Mientras la asamblea del Banco Provincia votó exigir un 35%
de aumento, y mientras ese número se vio en numerosas pancartas en las
movilizaciones del sindicato, la burocracia arrancó a negociar pidiendo un 25%.
Esta política de la dirección de La Bancaria forma
parte de la política más general de la burocracia sindical. El 19 de diciembre,
en la Plaza de Mayo, ni Moyano ni Micheli denunciaron el pacto social y
convocaron a luchar contra los topes salariales: muy por el contrario, se
plantearon el objetivo de armar listas electorales para 2013 sin enfrentar al
gobierno por los reclamos obreros. Es cierto que Palazzo no fue a esta marcha
pero su crítica no fue por izquierda sino por derecha porque La Bancaria no
dejó de marchar el 19 para marchar el 20 de diciembre en el aniversario del
Argentinazo sino para… no hacer ninguna marcha. Por lo tanto, su deserción del
19 fue absolutamente funcional al kirchnerismo. De hecho, al anunciar su boicot
a la marcha del 19 explícitamente la dirección de La Bancaria “se pronunció por
‘un necesario acuerdo o pacto social para consolidar los avances económicos y
sociales de los últimos años’” (Terra,
14/12/12). Es decir que la dirección de La Bancaria capitula frente al gobierno
en la paritaria por su propio carácter filo-kirchnerista.
Por su parte, la CGT-Caló busca arreglar un aumento
cosmético del mínimo no imponible para justificar la firma de paritarias por
debajo de la inflación: “El Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), el
grupo que sostuvo la llegada del metalúrgico Antonio Caló a la conducción de la
CGT, se reunirá el jueves para analizar una agenda de temas, que incluye la
modificación del mínimo no imponible (MNI) del Impuesto a las Ganancias (…) Tanto
en el MASA como en otros gremios reconocieron que ‘la posibilidad de concretar
un acuerdo que incluya modificar el MNI y establecer un porcentaje en
paritarias se viene mencionando desde la semana previa a Navidad’” (BAE, 8/1). Se trata de un carnereaje
brutal, porque están dejando en banda al 80% de los trabajadores que no está
afectado por el impuesto al salario y porque, a su vez, no reclaman la
eliminación del impuesto para el 20% restante. Esto, sin mencionar que la
CGT-Caló no desarrolla ningún tipo de movilización por el aumento del mínimo no
imponible. La CTA-Yasky, a su vez, se mantiene en silencio: ya el año pasado,
capitularon vergonzosamente luego de haber convocado al primer paro de CTERA
contra un gobierno kirchnerista, cuando Sileoni fijó el aumento de la paritaria
por decreto. No es casualidad: su jefe político, Sabbatella, se convirtió en un
funcionario de primera línea del gobierno kirchnerista comandando AFSCA para
aplicar la Ley de Testaferros (Ley de Medios).
Por lo tanto, para derrotar el pacto social y dar
satisfacción a los reclamos de los trabajadores, es necesario barrer con la
burocracia sindical y poner en pie una nueva dirección clasista de los
sindicatos.
LA IZQUIERDA
Y EL CLASISMO TENEMOS QUE DESARROLLAR UNA CAMPAÑA POR ASAMBLEAS Y UN PLAN DE
LUCHA PARA DERROTAR EL PACTO SOCIAL Y CONQUISTAR NUESTROS RECLAMOS
Desde la TPR llamamos al conjunto de los
trabajadores a pronunciarse y movilizarse en apoyo a los compañeros bancarios
que luchan por el aumento del 35%, para derrotar la ofensiva del gobierno
contra su salario y la política capituladora de la burocracia de Palazzo. Un
triunfo en esta paritaria servirá como primer paso para triunfar en todo el
proceso de paritarias de 2013.
Los aceiteros, cuya dirección se niega a impulsar
un plan de lucha por los reclamos de los trabajadores, han colocado un reclamo
que tiene que ser un faro para todo el movimiento obrero: “la Federación
solicitó un sueldo básico para la categoría inicial de $ 7.646, que es –dicen–
el valor del salario mínimo vital, en base a estudios de la Universidad
Nacional de Rosario” (Clarín,
28/12/12). Esto, si bien representa un 23,3% de incremento respecto de los $
6.200 actuales y se coloca, por lo tanto, muy por debajo de la inflación, a su
vez pone sobre el tapete un reclamo histórico de la izquierda y los luchadores:
el salario mínimo igual a la canasta básica familiar.
Por lo tanto, los luchadores tenemos que tomar en nuestras
manos el reclamo del 35% que han puesto sobre la mesa los bancarios que luchan,
y apoyarnos en esa reivindicación para avanzar en el camino hacia la conquista
del salario mínimo igual a la canasta básica familiar para todos los
trabajadores, como han planteado los aceiteros. En esa misma línea, todo el
debate planteado en la situación política sobre el impuesto al salario plantea
la necesidad de que los luchadores tomemos la iniciativa reclamando su completa
eliminación. Y, a su vez, mientras la burocracia quiere depreciar cada vez más
los salarios de los compañeros tercerizados y en negro que componen el 50% de
los trabajadores de este país, tenemos que luchar por su pase a planta y su
blanqueo.
Esto es absolutamente necesario teniendo en cuenta
que los gobiernos están aumentando el transporte público en un 50%
aproximadamente, las naftas aumentaron un 30% en lo que va del año, los peajes
subieron su precio entre un 15% y un 42%, la telefonía celular aumentó un 45%,
los colegios privados un 40%. A su vez, “entre enero y noviembre alimentos y
bebidas acumulan un alza del 37,7% (…) la carne, por lejos, con subas del 100%,
lidera los aumentos, seguida por lácteos y alimentos sustitutos, como pollo” (iEco, 15/12/12). Esto, cuando “la mitad
de la gente ocupada –que engloba a 8 millones de personas– gana menos de $
3.000 mensuales, de acuerdo a las cifras de la Encuesta Permanente de Hogares
(EPH) del tercer trimestre de 2012, difundida ayer por el INDEC (…) En
promedio, el ingreso general mensual llega a los $ 3.707. Por otro lado, hay
1.261.000 desocupados, sin ingresos o que reciben la ‘prestación por desempleo’
de menos de $ 400. Si se desciende en la escala de ingresos, surge que el 30% o
4,8 millones de personas gana menos de $ 2.000, una cifra inferior al salario
mínimo (…) Por encima de los $ 5.000 mensuales está sólo el 20% de los ocupados
–3.200.000 personas–, que en su mayoría están alcanzados por el impuesto a las
Ganancias y dejaron de percibir o están cobrando asignaciones familiares más
bajas o congeladas en los valores de 2008” (iEco,
27/12/12). Las paritarias de 2013 tienen que ser el escenario donde los
trabajadores irrumpan para enfrentar esta situación de miseria a la que nos
someten los gobiernos del ajuste, el tarifazo y los topes salariales: es decir,
Cristina, la derecha y el FAP.
Llamamos a toda la izquierda y el clasismo a
emprender una campaña política por el triunfo de los trabajadores bancarios,
aceiteros y municipales, impulsando asambleas y un plan de lucha en todos los
lugares de trabajo por todos estos reclamos:
PARITARIAS 2013: AUMENTO DE 35%
PARA TODOS // ELIMINACIÓN DEL IMPUESTO AL SALARIO // UNIVERSALIZACIÓN DE LAS
ASIGNACIONES FAMILIARES // PASE A PLANTA DE LOS TERCERIZADOS Y BLANQUEO DE LOS
TRABAJADORES EN NEGRO
8
DE ENERO DE 2013
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