A continuación, reproducimos el discurso que Laura Ginsberg leyó durante el acto convocado por APEMIA y el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, el 27 de febrero. Llamamos a todas las organizaciones de izquierda y de derechos humanos a darle la más amplia difusión, dado que se trata de una contundente denuncia tanto contra Cristina y el imperialismo yanqui, como contra el Estado de Israel y las direcciones sionistas de AMIA y DAIA.
DISCURSO DE LAURA GINSBERG,
DE APEMIA, LEIDO EL 27 DE FEBRERO ANTE LAS PUERTAS DEL CONGRESO
Quiero comenzar este acto compartiendo con todos
ustedes mi emoción por estar viviendo días muy intensos y contrastantes. En la
última semana hemos sido parte de manifestaciones extraordinarias contra la
impunidad. Y no sólo porque la gente nos expresó en las calles su solidaridad
espontánea, genuina, alentándonos a seguir, a no bajar los brazos en la lucha
por la verdad y la justicia, y contra esta ley miserable que los diputados se
aprestan a votar. Hace pocos días, participamos de un gran acto en Plaza de
Mayo junto a miles de personas que se concentraron en solidaridad con las
víctimas de la masacre del Once, reclamando justicia, exigiendo que ese crimen
no fuera a quedar impune. Sentimos también la gratificación de haber compartido
la movilización popular que logró una acusación contundente contra los asesinos
de Mariano Ferreyra.
Este es el camino que elegimos y compartimos con
ustedes: la denuncia pública y la movilización popular contra las políticas de
impunidad del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Una vez más, nos encontramos aquí, en la calle,
movilizados junto a las organizaciones del EMVyJ, junto a todos ustedes, que
nos acompañaron en 1994, en este lugar, para solidarizarse y repudiar el
atentado a la AMIA, y que nos acompañaron también en 2004, para denunciar la
consagración de la impunidad consumada por un juicio oral fraudulento que
liberó a los Telleldín y a los Ribelli, primeros eslabones de la conexión local
del atentado.
Hoy venimos a manifestar nuestro repudio a la
sanción de la ley que aprueba el Memorando de Entendimiento argentino-iraní.
Con la obediencia debida de los diputados y senadores oficialistas y sus
aliados, el gobierno de Cristina Kirchner quiere poner un “punto final” a
cualquier investigación de la masacre de nuestros familiares y amigos en la
AMIA.
Somos conscientes del manoseo y la confusión
deliberada que orquestó el gobierno nacional. Después de reiteradas mentiras,
el gobierno reconoció que lleva por lo menos dos años negociando cómo sacarse
de encima el tema AMIA. Primero lo hizo en secreto bajo el patrocinio de las
principales potencias mundiales y, después, en el marco de las Naciones Unidas,
con el único objeto de lograr un acuerdo político con Irán en nombre del
esclarecimiento del atentado a la AMIA, que ya saben de antemano que no van a
resolver.
El resultado de las negociaciones fue el “Memorando
de Entendimiento” que están votando, y que nos sacudió junto a todo el pueblo
argentino. Por eso convocamos a este acto para expresar el repudio popular
contra el “punto final”, la “obediencia debida” y la consagración de la
impunidad que esta ley traerá como consecuencia.
Hace apenas un mes, la Presidenta anunció este
acuerdo político como aquel que iba a superar la “farsa” de las políticas del
Estado nacional en los últimos años y les iba a permitir avanzar en el
esclarecimiento del atentado.
Como si fuera ajena a esa farsa, la Presidenta, que
prometió una solución jurídica, que prometió no subordinar la investigación a
intereses geopolíticos extranjeros, nos impone un acuerdo que no presenta
ninguna de las ventajas que ella festejó en las redes sociales y sus
funcionarios, en el parlamento. De aprobarse la ley, el gobierno Kirchner va
renunciar formalmente a todo lo que prometió hasta ahora.
Hoy queremos explicar en qué términos y por qué nos
oponemos a esta ley que los diputados se aprestan a sancionar y así poder
entender esta nueva maniobra oficial.
¿Es cierto que esta ley signifique algún “avance”
para “destrabar” la causa judicial de la AMIA? NO, NO ES CIERTO.
Ni el gobierno se lo cree. Timerman no cree que
esta ley ayude a esclarecer la verdad. El juez Zaffaroni desea que “Ojalá sirva
para algo”.
Esta ley nacional no destraba nada porque no se
propone investigar la responsabilidad local en el crimen de nuestros familiares
y amigos. Su único propósito es abandonar el montaje anterior de una acusación
internacional que nunca probaron, y en la que ellos mismos no creen.
La acusación contra Irán fue un montaje que empezó
en 2003, cuando el gobierno y los jueces se preparaban para liberar a la
primera línea de la conexión local del atentado. Después de largar a Telleldín
y a Ribelli, nunca más se habló o investigó conexión local alguna. El fiscal
Nisman fue más lejos aún, y llegó a afirmar -desafiante- que jamás hubo una
conexión local del atentado.
Hace diez años, cuando los Kirchner llegaron al
poder empezaron a construir la “pista iraní” para reemplazar a la conexión
local que ya estaban dejando en el olvido. En agosto de 2003, el canciller
Bielsa anunció claramente que acusar a un país a 20000 km de distancia le
servía al gobierno para salir de la imputación que hacíamos acerca de la
responsabilidad local, la propia responsabilidad del Estado argentino en el
atentado. Por entonces, la acusación contra Irán servía para poner el atentado
al servicio de los intereses políticos de las grandes potencias que señalaban a
Irán como parte del “Eje del Mal”.
Nuestro país, asociado a Bush y a Sharon, sumaba el
tema AMIA a esta acusación política. Mientras negaba la existencia de una
conexión local, el fiscal Nisman dio una cobertura jurídica y armó una
acusación internacional basada en testimonios de terroristas y opositores
iraníes. Hoy sabemos por cables secretos revelados por Wikileaks de la
colaboración y el control que la CIA y el Mossad tuvieron en el armado de esta
acusación.
Todas estas manipulaciones de alcance internacional
fracasaron. Ayer, en el plenario de las Comisiones de Diputados, Timerman
reconoció que el país terminó aislándose internacionalmente, después de
insistir con una acusación en la que ningún país creyó.
¡Qué notable! Hace años quieren vendernos que
persiguen a una supuesta conexión internacional para justificar el abandono de
la búsqueda de los responsables locales y, ahora, que reconocen 7 años sin
progresos, en medio del descrédito internacional, tratan de desandar el camino
de esa acusación sin mayor prueba, en secreto. ¡Es una confesión que habla de
las políticas del gobierno!
Para lo único que sirve el Memorando firmado es
para limpiar la mesa de las negociaciones mundiales con Irán, que acaban de iniciarse
en Kazakhstán.
Este es el único “avance” que significa esta ley:
poner el tema AMIA al servicio de esta instancia de “diálogo” internacional que
no tiene nada que ver ni con el esclarecimiento del crimen ni con saber la
verdad. Esta ley es un nuevo obstáculo para conocer la verdad porque sólo busca
justificar el pasado y el presente encubridor del propio Estado nacional.
El gobierno argentino es consciente de los límites
insalvables de esta ley para avanzar hacia la verdad y el esclarecimiento. Pero
cuando dice que si el acuerdo no resulta, todo queda como está, miente una vez
más.
NO ES CIERTO que todo queda como está. Será peor.
Porque ahora se la van a pasar años discutiendo la constitucionalidad o no de
una ley que no sirve para avanzar en nada ni para castigar a nadie, mientras el
Estado renuncia formalmente a su obligación de ejercer la persecución penal de
los responsables y las querellas de las víctimas pueden verse bloqueadas.
Aún no fue sancionada y ya se autojustifican y
naturalizan la impunidad. Su único propósito es seguir encubriendo.
Después de escribir cientos de miles de fojas en
supuestas investigaciones judiciales, gastar miles de pesos en viajes de
especialización en terrorismo internacional y delegaciones que viajaron a las
asambleas de Naciones Unidas, nos encontramos 19 años después sin saber nada y
sin ningún preso.
La ley del Memorando es la culminación del ciclo
político abierto por el gobierno de Néstor Kirchner en el tema AMIA. Es la
demostración de la incapacidad y el fracaso para esclarecer este crimen de
terrorismo de Estado del cual el Estado argentino es responsable en, al menos,
su encubrimiento, que fue reconocido por el propio gobierno de Kirchner en el
Decreto 812 del 2005. Porque el Estado sigue ocultando sus responsabilidades
como “conexión local” del atentado y por el fracaso del montaje de una
acusación internacional, esta es una ley de encubrimiento. Después de 19 años,
el Estado argentino no puede ofrecer ninguna salida porque es el organizador
del encubrimiento y de la impunidad.
No fue solamente el Poder Ejecutivo. El Parlamento
lo ayudó a través de la Comisión Bicameral de Seguimiento de los atentados, que
sostuvo todos los delitos e irregularidades que cometieron el ex juez Galeano y
los fiscales Mullen y Barbaccia. Y pensar que la Presidenta se siente orgullosa
de haber integrado esta Comisión de encubridores, que hasta los jueces mandaron
investigar. Las cosas que hizo el Parlamento usando como excusa el atentado a
la AMIA son vergonzosas. Sancionó la ley del arrepentido a la medida de
Telleldín y la ley del testigo de identidad reservada para amparar a los
buchones de la bonaerense o de estados extranjeros. Reformó el Código Penal
introduciendo nuevos artículos represivos, e impuso la ley antiterrorista en
nombre del atentado a la AMIA con el único propósito de amenazar y reprimir las
luchas populares.
Y la última que acaban de hacer… ¡trajeron
diputados truchos para hacer aprobar esta porquería!
Y qué se puede decir del Poder Judicial, en el que
todos delegaron la investigación de este verdadero crimen político de Estado,
cuando hasta el día de hoy no pudieron dar cuenta de la trama de complicidades
que ellos integran y legitiman.
El Estado argentino no estuvo solo en el armado de
tanto encubrimiento. Contó con el apoyo de sus principales socios
internacionales: Estados Unidos, Israel y los países europeos, que lo
integraron como aliado a la OTAN.
Y en nuestro país, la complicidad de las
direcciones de DAIA y AMIA fue de-ter-mi-nan-te. Acompañaron todas y cada una
de las políticas encubridoras del Estado nacional y lo hicieron al servicio de
lo que hace pocos días Israel llamó una “relación íntima” con Argentina.
Acompañaron ayer, cuando apoyaron a Menem y Galeano
y aún hoy defendiendo a Beraja y exigiendo en la fiscalía abandonar cualquier
investigación de una conexión local. Acompañan ahora, porque cuando cuestionan
el Memorando, lo hacen en defensa de un Poder Judicial impotente y encubridor;
lo hacen en defensa del trabajo del Fiscal, que intenta mantener a flote una
supuesta conexión internacional para exculpar al Estado argentino de sus
propias responsabilidades.
El gobierno de los Kirchner, junto a la direcciones
de AMIA y DAIA nos trajeron hasta acá. Fue y sigue siendo el secreto de Estado
la condición necesaria para garantizar esta situación de impunidad. Con esos
secretos el Estado gobierna a espaldas del pueblo y en su contra.
¡No puede ser que la llamada Comisión de la Verdad
que quieren imponer por ley vaya a conocer parte de los documentos secretos en
Teherán y los familiares y amigos de las víctimas no podamos conocerlos en
nuestro propio país! ¡Basta de leyes, decretos y archivos secretos!
El repudio es insuficiente si no tenemos una
propuesta que ayude a avanzar en el camino del esclarecimiento y la verdad. En
los debates en senadores y diputados, Timerman, Pichetto y Rossi dijeron no
haber escuchado propuestas concretas, mientras una parte de la oposición
reclamó reuniones secretas con el juez y el fiscal o sesiones secretas en el parlamento.
¡Qué decir de aquella oposición parlamentaria que acompañó todos estos años de
impunidad y todavía no puede explicar qué hacen en sus propias filas
funcionarios procesados por el encubrimiento del atentado!
Nosotros aceptamos el desafío del gobierno.
Nosotros sí formulamos una propuesta concreta. Dijimos que para esclarecer el
atentado y perseguir a los responsables de la conexión local es indispensable
la apertura inmediata de los archivos secretos en poder del Estado, que siguen
cerrados pese a las mentiras oficiales. Es indispensable constituir una
Comisión Investigadora Independiente, una comisión que investigue la verdad
incuestionable de las responsabilidades criminales y encubridoras del Estado
nacional y sus socios. Con sus aportes y resultados podremos impulsar una
acción penal legítima para condenar a todos los culpables y no para generar
nuevas maniobras de encubrimiento.
Estas propuestas no son improvisadas ni
oportunistas. Conscientes de que la investigación del crimen de la AMIA aún no
comenzó, las hemos defendido en los últimos 12 años cuando desde este lugar
desafiamos todos los intentos gubernamentales que impulsaron la impunidad que
nos agobia en nombre del esclarecimiento, del juicio y castigo.
La impunidad en la masacre de la AMIA es una herida
abierta que atraviesa a todo el pueblo argentino. Es parte de la impunidad de
hoy, como son los crímenes políticos irresueltos de la desaparición de Jorge
Julio López y el asesinato de Silvia Suppo. Es parte de la impunidad de hoy,
que ya se cobró las vidas de tantos jóvenes luchadores, como Maximiliano
Kosteki, Darío Santillán y Mariano Ferreyra, entre otros. Es parte de la
impunidad de hoy, cuando los negocios y la corrupción matan en Cromañón y en
Once.
Queridos amigos…. En la memoria de todos nosotros
está grabada la lucha de muchos años contra las leyes de punto final y
obediencia debida. Nos sentimos parte de esas luchas y afirmamos que ninguna
ley pudo impedir las luchas por verdad, justicia y castigo a los culpables.
Esta maniobra vergonzosa de aprobar una nueva ley de punto final en el tema
AMIA tampoco va impedir la continuidad de nuestra lucha y de estas exigencias:
¡No al
punto final en la masacre de la AMIA! ¡El Estado Argentino es el responsable
del encubrimiento y la impunidad! ¡Exigimos la inmediata apertura de los
archivos secretos de la SIDE y de todas las fuerzas de seguridad! ¡Exigimos la
investigación de la conexión local! ¡Reclamamos la formación de una Comisión
Investigadora Independiente! ¡Justicia para las víctimas de la masacre de la
AMIA!
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