VOTAR A DE LA SOTA ES INDULTAR A LOS GENOCIDAS
ALEJANDRO FURMAN
A 1 semana de la muerte de Videla, y en el
inicio de su campaña electoral para las legislativas de 2013, De la Sota
declaró: “Se acaba de morir (Jorge Rafael) Videla. (…) ¿Por qué no se hace como
en todos los países del mundo… a quebrar esta coalición de los torturadores
asesinos del terrorismo de Estado, ofreciéndoles a algunos, como hace la
justicia americana o cualquier justicia, ‘te ofrezco reducirte las penas si
nos decís realmente dónde están los que nos faltan’ (…) No hicieron nada.
Pareciera que todo pasa por decirles los vamos a reventar y entonces nadie se
desabroquela y Videla se muere sin decir la parte de la verdad que se llevó a
la tumba y yo soy de los que creen que la Argentina necesita un baño de
reconciliación” (Tiempo Argentino, 22/5). De la Sota luego ratificó esas
declaraciones a través de su cuenta de Twitter: “Le hubieran ofrecido a alguno
una rebaja de pena para q rompiera el pacto de silencio q hay entre los
genocidas. Sabríamos más” (Perfil, 24/5).
Básicamente, lo que De la Sota
está planteando es un indulto encubierto. Primero, porque De la Sota se suma a
la impostura kirchnerista de que los genocidas “se llevan sus secretos a la
tumba cuando mueren”, cuando en realidad esos secretos figuran en los archivos
del Estado que se mantienen cerrados por decisión del gobierno. Segundo, porque
la justicia no se negocia. Lo que buscamos las organizaciones de izquierda y
DDHH no es un par de años más o menos en la cárcel sino que se los juzgue por
lo que efectivamente hicieron: un genocidio contra los trabajadores. Nosotros
queremos justicia. Por el contrario, De la Sota aprovecha la muerte de Videla
para postularse como el candidato a favor de indultar a los genocidas.
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