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miércoles, 9 de octubre de 2013

[EUROPA] Por un bloque anti-capitalista, internacionalista, obrero y revolucionario de la izquierda que rechace los gobiernos ajustadores del PIE y el PSE

Elecciones del Parlamento Europeo 2014: 500 millones de personas discuten el futuro de la UE


Por un bloque anti-capitalista, internacionalista, obrero y revolucionario de la izquierda que rechace los gobiernos ajustadores del PIE y el PSE


Contra la disolución del anti-capitalismo detrás del frente popular, pongamos en pie una campaña europea de la izquierda independiente


Lionel Zivals
@LionelZivalsTPR

Christian Armenteros
@ArmenterosTPR


En mayo del año que viene se desarrollarán las elecciones europeas. La lejanía de la fecha es sólo aparente porque la discusión sobre la estrategia de las principales fuerzas políticas se está desarrollando ahora mismo durante las vacaciones de verano europeas. La importancia de las mismas debería ser evidente para todo luchador por los bastisimos contingentes de trabajadores que votarán en medio de un Europa dividida, convulsionada por la protesta popular y en bancarrota.




Lo primero que tenemos que visualizar es que se trata de una elección que involucra a más de 500 millones de trabajadores que están sufriendo tasas de desocupación históricas (tasas de hasta el 60% en la juventud y de casi el 30% sobre el total). Es decir que la misma clase obrera que sufre en carne propia la bancarrota capitalista tendrá que cuestionarse sobre su propia experiencia y la naturaleza de la crisis. Incluso los analistas predicen una votación más alta de lo común (un 70% en vez del 43% de 2009 según Reuters). El debate será si el brutal retroceso en sus condiciones de vida tiene conección con el régimen político y, en función de esta reflexión política, si decide ratificar y legitimar con su voto al gobierno o apostar por otro partido. Se trata, por lo tanto, de un disputa estratégica por la conciencia de millones de trabajadores que no podemos omitir ni retrasar y que tenemos que abordar con todas nuestras fuerzas.


Y, en segundo lugar, esta será la primera vez en la historia que tendremos una elección verdaderamente continental porque “con candidatos rivales para el presidente de la comisión [europea] en las elecciones, será la primera vez que los ciudadanos europeos votarán al cargo ejecutivo más poderoso de la UE” (The Guardian, 03/07). De esta forma, estas parlamentarias no sólo se tratan de “representantes nacionales” sino de cuál es la estrategia continental que los trabajadores adoptan ante la bancarrota. Se trata, por lo tanto, de una elección que plantea una lucha política titánica por parte de los partidos que nos reclamamos del internacionalismo proletario contra los partidos que defienden la Unión Europea y sus planes de ajuste.



6 estrategias y 6 bloques en disputa: el PPE, el PSE, el PIE, la derecha fascistizante, la izquierda anti-capitalista y la izquierda obrera, revolucionaria e internacionalista


La disputa estará fundamentalmente entre el Partido Popular Europeo (PPE) y el Partido Socialista Europeo (PSE). Vale decir entre los que aplican el ajuste en Grecia y España o los que lo hacen en Francia e Italia. En este cuadro, el tercero en disputa será el partido de la izquierda frentepopulista expresada por el Partido de la Izquierda Europea (PIE) que ya ha largado una campaña continental.


Mucho más atrás, hay otra tendencia que todavía no tiene una representación continental pero se encuentra en ascenso: nos referimos a los partidos de la derecha fascistizante (por ejemplo, el UKIP británico pronostica un “terremoto político”). El ascenso de Amanecer Dorado en Grecia, del Frente Nacional Francés y de otras expresiones derechistas en el continente muestran que, mientras asciende el Frente Popular, ya se están preparando los colmillos del fascismo. Esto probablemente tenga su expresión en las europeas: “podemos ver un ascenso de los partidos nacionalistas como en Inglaterra y Francia”, “no es un pronóstico despreciable que los populistas, en especial la extrema derecha, tendrán una influencia mayor en el parlamento (europeo)” (Reuters, 08/13).


En este cuadro, por último, el anticapitalismo (fundamentalmente, las distintas expresiones del mandelismo y el cliffismo) y la izquierda obrera, revolucionaria e internacionalista (representada por los partidos de la CRCI), muy lejos de ser alternativa, se dividen entre el silencio marginal y sectario o la adaptación lisa y llana al PIE.


Las elecciones europeas en la antesala de una situación pre-revolucionaria continental


Esta disputa política entre partidos opera sobre condiciones históricas explosivas. Los estados europeos están parados sobre una montaña de deuda que han hecho aún mayor absorbiendo los activos tóxicos de la banca. Cómo apuntó Georges Magnus, famoso por ser el consejero del UBS que escribió un informe anticipando la crisis hipotecaria en los EEUU en 2007, "no veo cómo la zona euro podrá evitar uno o más defaults. El peso de la deuda es demasiado grande, la economía está demasiado débil y la confianza social y política está retrocediendo. Políticamente, Europa ya no funciona y los defaults parecen cada vez más probables" (Clarín, 13/04). Después de Chipre y el recorte en los activos bancarios impulsados por la comisión europea, aumenta la posibilidad de una fuga de capitales. El mismo economista señala que "a partir de ahora, si España o Italia tienen problemas, lo primero que ocurrirá será una fuga de capitales. Sería racional, y empeorará las cosas".


Se trata de una situación intolerable para las distintas burguesías del viejo continente. Por lo tanto, la ilusión de un "ajuste con crecimiento" que propugnaban los PS es una impostura. Ni siquiera Alemania se encuentra a salvo: atrapada por la depresión de su principal cliente, la eurozona, y por la desaceleración China, en mayo las exportaciones alemanas sufrieron su peor caída en 2 años. El euro está herido de muerte y quieren salvarlo a costa de las masas. Esta tendencia incluso comienza a tomar forma en la formación de una tendencia anti-euro en algunos sectores de la burguesía. Diversas e incluso contrapuestas tendencias políticas refractan esto. Por un lado la formación de Plan B en Grecia y el Chipriota AKEL. Por otro los movimientos pequeñoburgueses anti-euro y anti-sindicales como el M5S de Beppe Grillo. Esto impulsa dos tendencias contradictorias: de un lado el aumento del nacionalismo en toda Europa mostrando que el capital opera sobre líneas nacionales y, por el otro lado, la tendencia a la supresión de la democracia política por medio de gobiernos técnicos y la monopolización de toda la banca europea (tanto estatal como privada) bajo la bota alemana.


Esta división de la burguesía a nivel continental preanuncia una crisis de poder y la apertura de una situación prerrevolucionaria. En el viejo continente la crisis del euro se profundiza mostrando que caminamos hacia un estallido de la unión monetaria, dislocando las relaciones capitalistas y poniendo sobre la mesa el inminente default de los estados, la transformación de toda Europa en un protectorado alemán y escenarios probables, fundamentalmente en los PIIGS, de rebeliones populares e incluso de guerra civil. La explosión de la Unión Europea ya está en marcha. Contra la Unión Europea y el Euro, tenemos que luchar por romper la unión imperialista de la burguesía europea y por los Estados Unidos Socialistas de Europa. Esta es la vigencia y la reivindicación práctica del internacionalismo proletario como salida de poder ante la bancarrota capitalista.


El PIE no es una alternativa de izquierda: pide el voto para co-gobernar metiendo el ajuste con el PSE


Esto es importante porque el dato político central de los últimos dos años ha sido el ascenso de las formaciones frente populistas en toda Europa: Syriza en Grecia, el Front de Gauche en Francia, Izquierda Unida en España (con particularidades, como Bildu, AGE o ERC) y de forma más residual Die Linke en Alemania. Estas formaciones políticas capitalizan electoralmente el descontento y las grandes luchas que, encorsetadas por la "gimnasia huelguística" de la burocracia sindical (en varios casos ligada a estos partidos), atraviesan la protesta popular. Es a partir de este desarrollo electoral que se generan dos ficciones que oprimen la cabeza de la izquierda anti-capitalista: 1. que el PIE ya ha logrado monopolizar “el espacio a la izquierda del PS” 2. en este sentido, que hasta el planteo limitado de una “izquierda anti-capitalista autónoma” ha perdido actualidad y ahora sólo resta apoyar al PIE “contra el bipartidismo del PSE y el PPE”, ya sea desde afuera o directamente liquidándose en su interior.


Sin embargo, lejos de ser una alternativa, los hijos del eurocomunismo son un trampolín directo a la socialdemocracia. Mélenchon, lider del Front de Gauche francés y co-presidente del PIE declaró recientemente, apostando a la influencia del FdG en las filas del PS que “puede haber una unidad que parta de nosotros y se extienda ampliamente en las filas socialistas para defender las pensiones. Las etapas son las siguientes. La elección europea que viene será un momento clave. Una vez más, si superamos a la izquierda [al PS francés, NdR], tendremos la responsabilidad de proponer una alternativa al gobierno de Ayrault en el marco de la misma asamblea nacional [¡dominada por el PS!, NdR]. O sino, habrá que elegir otra. Es decir, lo que se nos plantea es la conquista de una mayoría política de izquierda” (placeaupeuple.fr, 23/08) ¡Impresionante! Lo que nos plantea el co-presidente del PIE es reciclar a la socialdemocracia malversando los votos que consiguen como “opositores al PS”. Los frentepopulistas europeos se abrazan al cadáver maloliente de la II internacional.


Que se entienda bien: el pacto PIE-PSE se trata de defender intereses materiales concretos del aparato político. “Por su parte, el Partido Comunista, aliado al PS en numerosas ciudades, no quiere romper las relaciones que ha tejido con su aliado en 2008, a riesgo de perder numerosos concejales y la cantidad de fondos que reportan. Cada edil comunista tiene, en principio, que dar una parte de sus beneficios al Partido; así en 2011, el 46% del presupuesto del PCF estaba compuesto por los aportes de los ediles” (Mediapart.fr, 03/05) La perspectiva de los frentepopulistas se basa en todo un método político. Pierre Laurent, dirigente del PCF declaró en una reciente entrevista en Liberatión que “el objetivo debe ser elegir mayorías de izquierda con comunistas, Front de Gauche, Ecologistas, Socialistas y fuerzas ciudadanas en conjunto, para evitar que la derecha y la extrema derecha conquisten las ciudades.” (Reuters, 22/08)


En portugal, si las elecciones se hicieran hoy, el PS sacaría 35,3%, el Bloco de Esquerda (BE, sección portuguesa del PIE) 6,6% y el PCP 11%, contra el 35,6% de la coalición gobernante de derecha PSD-CDS (Portugal Digital, 09/09). En este marco, “el BE propone tanto al PS como al PCP la apertura de un proceso de negociaciones para aprobar unas bases programáticas de un gobierno de izquierda. Los bloquistas defenderán este martes que las negociaciones deben comenzar de inmediato y ser concluidas rápidamente. El PS dió luz verde a la realización del encuentro, a las 19hs del martes. El PCP y el BE se reunirán el viernes pero entre comunistas y socialistas parece más difícil la realización de una reunión” (Público, 16/07) Como se ve, el PIE es el favorito del PS para formar gobierno y el más apurado para hacerlo. Basta recordar que fue el PS el que firmó el primer memorándum para entender la encerrona que sería este auto-denominado “gobierno de izquierda”.


Estas formaciones políticas trabajan conscientemente para desviar el movimiento de lucha, en vez de potenciarlo y colocarlo como alternativa de poder. En lugar de luchar por echar a los gobiernos del ajuste se pasaron todo el 2012 exigiendoles “que cambien" (política de Referéndum llevaba adelante por IU y el FdG) y, cuando piden su renuncia (Syriza e IU contra Rajoy ahora), lo hacen solicitando nuevas elecciones en vez de impulsar el movimiento popular para echarlos. Se trata de un política sistemática para encausar la lucha en los marcos del estado capitalista.


La política de Syriza, luego de su ascenso electoral ha sido la de procesar una profunda derechización, atacando a su ala izquierda y dándole la espalda a las principales huelgas del último periodo  como el caso de profesores, ERT (televisión pública) y la lucha antifascista en Manolada. El Front de Gauche, formó parte de la "Alianza Sagrada" que votó la invasión a Mali, mostrando que el frentepopulismo del PIE defiende con las manos manchadas de sangre de trabajadores africanos el proyecto imperialista de la Unión Europea. Al tiempo que desarrolla movilizaciones contra Hollande para que termine con la austeridad se ha mantenido al margen de cualquier apoyo real a la huelga de Peugeot Aulnay (la huelga más importante de los últimos años en Francia) y no impulsa ningún movimiento huelguístico. IU en España, ha pasado a la consigna de "Gobierno Dimisión" pero exigiendo "Elecciones YA". En vez de plantear una alternativa a la política liquidacionista de la burocracia sindical, IU piensa en un futuro éxito electoral y mientras, regionalmente, forma parte (Andalucía) o apoya (Extremadura, Asturias) a los gobiernos del ajuste. En Andalucía, bajo su gobierno ocurren 100 desahucios diarios (Diagonal, 18/12/12). ¿Es esto luchar contra el capitalismo?


No se trata de un error circunstancial: IU insiste, como viene haciendo desde que conoció la marcha de Griñán (dirigente del PSOE andaluz), en que el pacto con el PSOE no es de personas sino de políticas” (elcorreoweb.es, 31/08). La “lealtad” de IU con el PSOE es tan grande que llegan al extremo de auto-boicotearse. Como afirman ellos mismos: “la única formación a la que le interesarían unas elecciones ahora es a IU [por su ascenso en las encuestas, NdR], y a pesar de eso decimos que no, que apostamos por la estabilidad, que somos una garantía para desarrollar programas y políticas de izquierdas” Rafael Rodríguez, consejero de Turismo y Comercio de IU (El País, 01/09). La discusión ya ni siquiera es “ajuste o no ajuste” sino los términos sobre cómo se aplica el ajuste: son la pata izquierda del capital.


La bancarrota del anticapitalismo: entre el silencio sectario y la revalorización de la socialdemocracia y el PIE


En este cuadro, la situación del anticapitalismo y la izquierda revolucionaria europea es más que catastrófica. Antarsya, que tiene el indudable mérito de haberse presentado en las elecciones griegas contra Syriza, no ha sacado aún ninguna declaración de cara a las elecciones, lo que implica que se baja de una lucha continental porque exista una referencia anticapitalista y le regala la iniciativa a Syriza. De hecho, el último congreso se procesó una crisis entorno al planteo de Alavanos de un reivindicar un “frente anti-euro” siguiendo el ejemplo de ¡la devaluación kirchnerista en Argentina! Nosotros, revolucionarios argentinos, advertimos que es un despropósito total.


La izquierda revolucionaria europea, es decir la CRCI/RedMed (PCL italiano, EEK griego), tampoco han sacado ninguna iniciativa política, incluso cuando se realizó una conferencia europea el pasado junio en Atenas, mostrando una parálisis política que acompaña la orientación disolvente que impone el Partido Obrero a su agrupamiento internacional detrás del PIE. Recordemos que el PO, a diferencia del EEK, en las últimas elecciones indicó el voto por Syriza.


Por otro lado, la izquierda anticapitalista que sí está discutiendo las elecciones europeas lo está haciendo para tratar de ir de furgón de cola del PIE. Izquierda Anticapitalista (IA), en su última universidad de verano organizó unas jornadas llamadas “¿Cómo unir la izquierda con un programa de ruptura con la Troika?” donde quedó clara la voluntad de ir con Izquierda Unida y no ser de ninguna manera una alternativa. No sólo ya es preocupante que la dirección haya invitado a frentepopulistas que decían abiertamente que “lo máximo que podemos hacer hasta que en toda Europa rompa con el actual sistema es hacer una política socialdemócrata de verdad” (David Fernández Calviño, diputado de Anova, http://www.anticapitalistas.org/spip.php?article28781) sino que incluso Miguel Urbán (dirigente de IA) dijo que “es socialdemócrata o menos aún lo que toca” hacer hoy. Estas afirmaciones se combinan con un cierto desprecio movimientista a las elecciones bajo la tesis que hay que “emponderar a los movimientos sociales” haciendo abstracción de la lucha política de partidos. Resultado: una adaptación de conjunto.


La izquierda anticapitalista europea (principalmente el mandelismo y el cliffismo, pero no exclusivamente), ha colapsado frente a este problema, subordinándose directa o indirectamente al PIE. El colapso del NPA francés, la crisis del SWP tras su ruptura con Respect en Gran Bretaña, las "alternativas desde abajo" y el “procés constituent” en España impulsadas por IA, la política de Antarsya frente al ascenso de Syriza son muestra de esto. Ni hablar de la IMT de Alan Woods o la CWI de Peter Taffae que postulan su completa disolución en el PIE como la quinta escencia del trotskismo. Lo concreto es que el anticapitalismo se coloca a la cola del frente popular o colapsa frente a su presión. Las formaciones políticas que han renunciado a la lucha por la dictadura del proletariado han sido tomadas por sorpresa por la crisis capitalista entrando en bancarrota frente el ascenso del frente popular.


Si los revolucionarios no ganamos al anticapitalismo, se disolverá en el frente popular


La defensa de la independencia política de la izquierda que no es el PIE, es además urgente por el hecho de que las propias formaciones centristas anticapitalistas están en crisis por las futuras elecciones europeas y sus direcciones tienden a colocarse detrás del frente-populismo: el NPA busca un pacto con el Front de Gauche bajo la fórmula de una “alternativa de izquierda al gobierno”. Izquierda Anticapitalista en España impulsa un proceso llamado “alternativas desde abajo” que intenta proyectar candidaturas conjuntas de la izquierda anticapitalista y reformista, es decir, disolver IA en un frente camuflado con IU y otros frentepopulistas con un programa democratizante. Bildu, el frente de la izquierda independentista vasca con una ruptura del PNV (EA, socialdemócrata) está en crisis por la candidatura a las europeas. Frente a que las CUPs llamaron a hacer un frente,  “ha recibido el «sí quiero» de Sortu [izquierda de Bildu, NdR], para concurrir a las próximas elecciones europeas de mayo en coalición con Bildu. Pero Eusko Alkartasuna [EA] prefiere seguir con sus anteriores aliados, los también independentistas catalanes de ERC [que apoyan los ajustes de Mas en Catalunya, NdR], además del BNG” (El Mundo, 02/09). La izquierda vasca, que en las elecciones anteriores impulsó Iniciativa Internacionalista colectando el apoyo de la izquierda independentista española y parte de la anticapitalista, ahora se encuentra en crisis por el ala derecha de Bildu. Como se ve, las elecciones europeas serán un momento de grandes definiciones políticas: ¿Bildu va con las CUPs o con los socios de Mas? Se plantea una intervención para separar a la izquierda independentista de los sostenedores del ajuste de la UE.


Desde la TPR llamamos a impulsar la campaña por un bloque de la izquierda independiente del PIE


La bancarrota del anti-capitalismo ante el ascenso del frente popular no es ninguna casualidad. El anti-capitalismo es al trotskismo lo que el eurocomunismo representó para el stalinismo: se trata de un retorno vergonzante a la socialdemocracia borrando cualquier referencia al octubre ruso y la revolución proletaria. Oculto tras un discurso radical pequeñoburgués, el objetivo del anti-capitalismo es liquidar los partidos obreros y la lucha revolucionaria por la dictadura del proletariado. Por eso, más tarde o más temprano, todos confluyen entorno al PIE. Portugal es el caso más agudo porque el mandelismo directamente integra el mismo partido que el PIE (Bloque de Izquierda) y, juntos, han votado el ajuste y están discutiendo co-gobernar con los ajustadores seriales del PS. Como ya dijimos en otra ocasión, Portugal es el país que adelanta la hora para toda Europa.


Desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria de Argentina entendemos como una tarea prioritaria la lucha por fisonomizar a “la otra izquierda”: la izquierda que no pacta con los ajustadores. Obviamente, esta tarea de reagrupamiento le corresponde en primer lugar a la izquierda revolucionaria europea expresada por la CRCI y Red Med. Una agitación electoral a nivel europeo debería plantearse en la dirección de echar a los gobiernos del ajuste, de enfrentar a la UE y el euro, de desarrollar el planteo de nacionalización bajo control obrero de la banca y repudio de la deuda y la expropiación bajo control obrero de toda fábrica que cierre o despida. Su divisa central deberá ser el gobierno de los trabajadores y la lucha por los Estados Unidos Socialistas de Europa.

La tarea sería luchar por el reagrupamiento de la izquierda revolucionaria y centrista-anticapitalista contra la UE y los gobiernos del ajuste (PCL Italiano; Antarsya, EEK, OKDE Ergatiki Pali en Grecia; NPA y LO en Francia; las CUPs catalanas, Izquierda Anti-capitalista, Lucha Internacionalista, En Lucha, Corriente Roja, Red Roja y sectores de IU -CUT-BAI, por ejemplo- en España; el SWP en Inglaterra; RSB y Grupo Rio en Alemania, como casos más importantes). Este planteo no es una suma algebraica ni pretende construir artificialmente un campo político que sólo de manera muy ocasional se ha configurado. Somos los primeros en advertir las dificultades para que prospere y que estará minado de contradicciones. Nuestra apuesta, a pesar de estos límites, es indicar a los luchadores europeos donde colocar el eje de ruptura para establecer una delimitación principista del frentepopulismo e intervenir en la crisis del anti-capitalismo para que los trabajadores hagan su experiencia y retomen el camino de la revolución proletaria.

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