Nueva Pagina Web


Nos mudamos a una nueva y mejor pagina
Te esperamos en elpiquetero.org


miércoles, 9 de octubre de 2013

[PIQUETERO N°5] ALTAMIRA: “Se ha abierto una transición política con algunas características pre-revolucionarias” (por Christian Armenteros)

Contradicción evidente: si lo dice la TPR “está mal” pero si lo dice Altamira “está bien”

ALTAMIRA: “se ha abierto una transición política con algunas
características pre-revolucionarias” (Prensa Obrera, 05/09)

Si es prerrevolucionaria, la izquierda tiene que luchar por un segundo Argentinazo

Christian Armenteros
@ArmenterosTPR

En la Prensa Obrera del 05/09 sale publicada una entrevista a Altamira del diario español La Vanguardia. Su título es “El carácter de la transición política”, lo cual indica que se trata de una nueva caracterización de etapa para el Partido. En la entrevista se vuelve sobre un debate central de la situación política que está en el núcleo del debate entre la TPR y el PO, su carácter pre-revolucionario. De manera directa, Altamira dice: “Se ha abierto una transición política con algunas características pre-revolucionarias” (...) “Las características pre-revolucionarias potenciales de la situación actual obedece a la conjunción de un descontento simultáneo de las clases poseedoras y de las explotadas (por razones antagónicas), de los de arriba y de los de abajo. A la hora de evaluar el ritmo que podría tener esta crisis, la conclusión (inevitablemente provisoria) es que será relativamente rápida, esto porque hay un reflujo generalizado de las economías llamadas emergentes, o sea que se acentúa la crisis mundial, y porque el ‘cambio de frente’ de la burguesía parece bastante generalizado.” [subrayado nuestro]



Estas palabras, es importante aclararlos, no es la primera vez que Altamira las dice sino que llegan luego de que en 2011, en el N°1 de la revista “ujotaese” (junio 2011) diga que en Argentina “se está gestando una situación pre-revolucionaria” y que “el aspecto más importante de estas elecciones es que se desarrolla en el marco de una agudización de la bancarrota capitalista mundial y del desarrollo de revoluciones, movilizaciones sin precedentes y guerras - o sea, un marco pre-revolucionario de conjunto” Es decir que desde 2011, como mínimo, Altamira viene sosteniendo esta caracterización de manera vacilante e inconsecuente.


Una caracterización vergonzante y ecléctica

Que Altamira diga esto debería llamar a la reflexión a cualquier militante del PO. No todos los días el máximo dirigente del partido dice que el centro de la discusión política es revolución o contrarrevolución. Evidentemente, se trata de una crisis de poder que tiene que ordenar nuestra intervención política.

Los compañeros saben muy bien que el Comité Central nos expulsó del Partido Obrero en 2009 diciendo que caracterizar a la situación que atravesaba el continente y argentina como pre-revolucionaria era “una conclusión pre-establecida para justificar a un grupo foquista”. En pocas palabras, Altamira nos acusaba de ser una mala copia de Santucho y el PRT. Contra las caluminas del CC, nosotros explicamos que estábamos reivindicando las declaraciones de la CRCI (ver 2007) y que ellos negaban la situación prerrevolucionaria para justificar un viraje anti-capitalista hacia el morenismo. Hoy, como en 2011, Altamira vuelve a decir que hay “rasgos prerrevolucionarios” sin mediar explicación alguna. Se ve que habla gratuitamente.  

Desde la TPR preguntamos: ¿por qué estas declaraciones salen siempre en notas secundarias y nunca en un editorial, más si son parte de la caracterización de la etapa? ¿Por qué reconocen esto ahora, no en 2009 y sí en 2007? ¿Qué cambió? Para Altamira, ““La dislocación de los partidos tradicionales es la expresión de treinta años de fracasos políticos de la burguesía argentina. La base popular de ellos emigra hacia la izquierda, algo que se ha acentuado en las elecciones pasadas” Por eso “La emergencia de un movimiento popular tendrá, en la próxima etapa, una expresión política diferente, seguramente de la izquierda revolucionaria (luego de algunas transiciones episódicas)“ ¿Cuál sería la “transición episódica”? “Es posible que una alianza “de izquierdas” (FAP, Unen y ex Proyecto Sur, Coalición Cívica, CTA) llegue al gobierno en 2015, pero con una salvedad: debería aceptar el lugar de segundo violín de una unión nacional con la fuerza del ‘peronismo’ que emerja con mayor relieve. Esto ocurrirá inevitablemente si se desarrollan los elementos pre-revolucionarios de la situación actual; como lo explicó Engels hace mucho, todos los componentes del sistema político burgués (derecha-izquierda) tienden a formar un bloque único ante amenazas extremas. Es difícil, sin embargo, que esa izquierda pueda ganar las elecciones presidenciales en caso de un desarrollo menos convulsivo.” (todas citas de la misma entrevista).

En conclusión, Altamira saca a relucir la caracterización de “potencialmente prerrevolucionaria” para justificar que si el FAP gobierna en 2015 se tendrá que unir “inevitablemente” con Massa para poder frenar “el ascenso del FIT”. Llamativamente Altamira se olvida, sin embargo, que el FAP ya está unido con una derecha a su medida: la UCR. Por lo cual, denominar “alianza de izquierdas” a la alianza de Cavallo y De la Rúa resulta por demás generoso. Este tipo de miopía política apunta, a su vez, a rechazar “en bloque” al FAP en lugar de buscar separar la base popular del FAP de sus partidos patronales y derechistas. Lo que está claro es que si vuelve al poder el pacto entre el FREPASO y la UCR significa que la burguesía quiere quemar su último cartucho antes de apelar directamente a la derecha. De esta forma se replantearía, sobre un desarrollo histórico superior, la polarización política entre Duhalde-PJ y los piqueteros como luego del 2001.

Por un segundo Argentinazo: ¿si no es ahora cuando?

Desde la TPR nos preguntamos: con casi un millón de votos a nivel nacional, con bloques parlamentarios en el congreso, en las legislaturas provinciales y concejos deliberantes, con inserción y puestos de dirección en sindicatos y centros de estudiantes, con organizaciones piqueteras y locales partidarios en los barrios ¿no está la izquierda en condiciones de candidatearse como alternativa de poder en medio de esta “transición política”?

Solano nos decía que la situación prerrevolucionaria no era tal porque “la iniciativa la tiene la oposición patronal”. De ahí su frase “AÚN NO. TODAVÍA NO”. Ramal nos decía que en Argentina no había partidos obreros que saquen más del 1% de los votos. Como TPR les preguntamos ¿no hay una ascenso de la izquierda y el clasismo ahora? ¿no hay un 5% a nivel nacional del FIT? ¿no hay urnas donde el PO sale primero con picos de casi el 30% de los votos? ¿no hay, incluso, la posibilidad de que el PO gobierne la capital de Salta? Entonces, ¿qué más espera la dirección del PO? ¿vamos a seguir “esperando la carroza” o nos vamos a proponer intervenir como un factor consciente en la crisis de poder?

Consignas de poder vs cinismo electoralista

Nótese que el CC nunca estuvo en contra de nuestra consigna “en sí”. Solamente la consideraba inapropiada para el momento y que “ocultaba otro debate” (nuestro supuesto foquismo). 4 años después, la lucha política avanzó y el PO y el FIT necesitan con más fuerza un planteo de poder. La TPR propone la consigna “por un segundo Argentinazo contra Cristina, la derecha y el FAP”. Al fin y al cabo ¿cómo militar en la gestación de una situación prerrevolucionaria sin popularizar un planteo? A esta altura, ya nos preguntamos si para Altamira las consignas siguen teniendo algún sentido. Al fin y al cabo, si el problema es siempre hacer lo mismo entonces las consignas sólo sirven como un adorno simpático de un comentarista que sólo se presenta a elecciones.  

#Altamiratienequeestar y #Laizquierdalacongreso tienen la virtud de plantear la lucha política socialista en las elecciones. Nosotros apoyamos esas consignas. Sin embargo, esta crisis de poder no se está procesando sólo en las elecciones. El propio Macri y el ministro de Educación porteño lo saben y por eso atacan al estudiantazo porteño como si fuera “la preparación de un Argentinazo”. Atacan al movimiento estudiantil porque saben que preanuncia y forma parte de un levantamiento popular que está madurando entre los explotados. Altamira también lo admite a su forma cuando dice que “la votación al FIT es una rebelión popular en la cabeza de los trabajadores”.

A esto se suma la histórica lucha que hizo renunciar al rector de la UNLaR, el levantamiento de la UNT tucumana, el paro docente en Neuquén contra Chevron, la rebelión obrera en el Parque Industrial de Pilar y la lucha por el ¡Fuera De la Sota! en Córdoba que muestran otro camino. Junto a los otros estudiantazos, el villerazo, la ocupación del Parque Indoamericano, las puebladas en la cordillera contra la Barrick y la contaminación, la lucha de las inundados por el ¡Fuera Macri! y ¡Fuera Bruera!, el primer paro general contra el gobierno kirchnerista el 20-N, las ocupaciones de fábricas contra el cierre y los despidos y la constante rebelión docente anti-burocrática que se vive año tras año todas estas luchas forman parte de los primeros eslabones de un segundo Argentinazo en plena gestación. Dijo una vez un bolchevique ruso que la tarea de los revolucionarios es establecer un hilo de continuidad entre el pasado y el presente y entre cada lucha hacia la lucha final. Somos nosotros, los leninistas, los encargados de insuflar esta conciencia socialista y esta perspectiva revolucionaria a la lucha de los explotados en la plena gestación de una situación prerrevolucionaria. Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará. Este es el debate que queremos abrir con los militantes y votantes del Frente de Izquierda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario