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lunes, 30 de marzo de 2015

[CINE] ANÁLISIS DE "¿QUÉ PUEDE UN CUERPO?", LA PELÍCULA DE CAMILO BLAJAQUIS

Análisis de "¿Qué puede un cuerpo?", la película de Camilo Blajaquis 

A pesar de haberle prometido a varias amigas y amigos del barrio Gardel que estaría en el estreno de la nueva película de Camilo Blajaquis (seud. de César González), no pude ir por problemáticas temporales. Pero si he accedido recientemente de manera expropiatoria y totalmente gratuita en la red, vía youtube. Veo en esta nueva obra que Camilo nos acerca una trama fluida, con personajes naturales del barrio, guiones dinámicos y la cruda postal en dos dimensiones del barrio Gardel, ubicado en el valle del primer cordón del conurbano bonaerense, hacia el oeste, a donde se llega en minutos por la autopista aterrizando en El Palomar- B° Gardel. La filmación da de lleno en escena con el precario y tercerizado plan federal de viviendas, iluminando los container de puerto utilizados para acomodar, bestialmente, a los que no fueron incluidos a las modestas casas nuevas. Al costado se observa de fondo el desgaste permanente de los monoblock, en el cual se le aprecia la mano de pintura cuarentona, las “costumbres falopas” que ayudan a pasar los “días de gueto”. La aparición de las fuerzas de seguridad robándose mutuamente sus valijas de cometas delictivas. Una fantasía o realidad que esta historia le puede dar igual. El primer personaje un joven del barrio que debe salir cartonear, o tratar de pegar laburo para zafar de su realidad recesiva. Luego Camilo, que sale a cumplir horario en algún trabajo. Un remisero que debió pagar su cuota de plusvalía para llegar a una mejor herramienta de trabajo. Toda una cinta de imágenes del inframundo en el que se encuentran las barriadas obreras o dormitorios obreros de las fuerzas productivas argentinas, alrededor de sus principales ciudades. El cómo es tener que enfrentar el manto de realidad explotadora del primer trabajo, bajo contrato o a prueba. Un menor alentado a jugar al pibe chorro y hacer parte de esa ruleta rusa que puede apagarle el televisor para siempre. En todos los relatos se ve la infección que provoca el capitalismo fermentando el barrio obrero. Queda flotando todo el tiempo si estos cuerpos pueden seguir aguantando más la profundización de lo único que se les da: "una política de destrucción masiva". Queda sin registrar en toda la película lo que fue un cambio indiscutible en los vecinos del barrio, las implicancias de las experiencias del activismo piquetero que se expandieron luego del 2001, las que construían organizaciones independiente de la influencia del estado, la lucha por la vivienda y urbanización, el freno de los cortes de luz, y la movilización de los centenares de vecinos que superaron el inmovilismo de los punteros, llegando a poner el barrio en varias instancias bajo los controles obreros. Esta obra sin dudas muestra el estancamiento en tiempo real de las fuerzas productivas en su dormitorios y me lleva a repetir las palabras de un vecino compañero y militante socialista que siempre gritaba en la asamblea de vecinos del monoblock 1 "nos podemos quedar a dormir en la húmeda sombra del ostracismo, o terminamos con esto y gobernamos nosotros”.

Karlos Xinx 
29/03/15

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