[INFORME POLÍTICO AL V CONGRESO DE LA TPR] 31 DE MARZO: ELECCIONES Y PARO NACIONAL

Informe político al V° Congreso de la TPR: Frente al ascenso de la derecha y la complicidad del kirchnerismo, por una lucha de clases integral contra los partidos patronales

31 DE MARZO:

ELECCIONES y PARO NACIONAL 

¡Aumento salarial del 50%! ¡Basta de cierres, despidos y suspensiones! ¡El salario no es ganancia!

Pongamos en pie un frente político-reivindicativo por un plan de lucha y en apoyo al Frente de Izquierda

Este 31 de marzo está convocado el 5° paro nacional bajo el gobierno de Cristina. Este paro fue convocado a mediados de febrero por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) para darle al gobierno la posibilidad de largas negociaciones y para no empalmar con los procesos de lucha de los docentes, estatales y las primeras paritarias. Es decir que reúne todas las características de un paro aislado, desconectado de las luchas y para negociar por arriba contra los reclamos de los compañeros. Con el llamado al paro de la CGT - Moyano y la CTA - Micheli de ayer, ingresamos en el primer paro nacional de este año electoral.

Frente al paro del 31M, por lo tanto, la principal tarea del clasismo, la izquierda y los luchadores es derrotar la maniobra de la burocracia transformándolo en un paro activo con el protagonismo de la izquierda y el clasismo. A su vez, tenemos que impulsar una intervención independiente de los luchadores: con piquetes y paro activo, imponerle nuestra impronta y nuestros reclamos a la jornada, contra la burocracia sindical del transporte que quiere un paro dominguero y lo lanza para negociar con el próximo gobierno, o como Moyano que lo inscribe en su estrategia de apoyo a macrismo. Contra esta orientación, impulsemos un frente político-reivindicativo por un plan de lucha y en apoyo al Frente de Izquierda.

Yasky y Caló mienten: CFK está jugada al ajuste y la recesión

La burocracia sindical kirchnerista quiere bloquear el paro en función de que el gobierno subiría el piso de Ganancias. Sin embargo, para los trabajadores no tiene ningún sentido confiar en esto. Incluso las versiones periodísticas sobre que Kicillof estaría a favor de levantar este piso, lo asocian a que logren imponer paritarias del 20% (Noticias, 21/03). ¿Por qué confiar en Cristina cuando permite el reguero de suspensiones y despidos en todo el país y se juega a aplastar las paritarias como ya hizo con los docentes?

El gobierno intenta maquillar la recesión diciendo que en 2014 la economía creció un 0,5% según el IndeK, cuando según varias consultoras privadas las caídas van del 2% al 2,5%. Incluso las cifras K reflejan una caída respecto al año pasado y un estancamiento económico; pero los signos de la recesión los trabajadores los vemos en las suspensiones y despidos que arrecian en la industria. Los casos de WorldColor y Madygraf, por ejemplo, muestra cómo las patronales incluso “hacen negocio” con el vaciamiento y quiebra fraudulenta de las fábricas. Las medidas del gobierno frente a esto consisten en subsidiar capitalistas agrarios, devolviéndole parte de las retenciones a la Federación Agraria (invierten en eso 2.500 millones de pesos) y pagarle a los bonistas la deuda externa (Griesa acaba de autorizar el pago del CitiBank). Es decir, congraciarse con el imperialismo y cooptar un sector de la Mesa de Enlace, nada para los trabajadores. Las últimas declaraciones del gobierno son elocuentes: mientras dice que no es posible modificar el impuesto a las ganancias, Aníbal Fernández dijo que buscará “todas las maneras posibles” para evitar el paro. El propio IndeK que nos quiere hacer creer que “estamos mejor” acaba de publicar que la mitad de los asalariados cobran menos de $5.500 al mes, o sea la mitad de la canasta básica. El gobierno no quiere entregar los reclamos sino conspirar contra las medidas de lucha de los trabajadores. Nada bueno va a venir de quedarnos esperando. Tenemos que luchar para derrotarlo.

Queremos un paro nacional por las paritarias 2015, no un pacto con los partidos patronales

Las declaraciones de la burocracia muestran su naturaleza traidora. En Perfil del 21/3 el secretario de prensa de la UTA, Mario Calegari, fue explícito: “Los (presidentes) que puedan venir deberán sentarse con el movimiento obrero para tratar de lograr una convivencia beneficiosa para todos los sectores”. Fernández, luego de bajarse del 50%, ahora dice que “no se puede pedir menos que un 35%”, pero tampoco lanza un plan de lucha por eso. Micheli por su parte reclama “que no se firme por debajo del 40%", pero no denuncia que la burocracia moyanista y del transporte desligan este paro de las paritarias. El reclamo contra el impuesto al salario y la inflación no sólo excluye cualquier reclamo salarial de cara a la paritaria 2015 sino que apunta… a un pacto social para 2016. Esto también fue retratado por el “almuerzo secreto” (¡!) entre Macri y Moyano del martes 17/3 en el quincho de los municipales porteños. Según Clarín “hay tres medidas que aplicaría Macri con las que busca seducir al público sindical: derogación de Ganancias, un pacto social para acordar niveles de precios y salarios de manera anual, y un mecanismo ‘equitativo y transparente’ de reparto de los fondos de las obras sociales” (23/3). Para lograrlo planteó “incentivar la producción nacional, que le gustaría una CGT unificada y que ayudaría a los dirigentes peronistas a ‘correr a la izquierda’ de los gremios y de las fábricas” (ídem). El pacto Macri-Moyano es, por lo tanto, público. Antes de anunciar la huelga general, Moyano ya está hipotecando con el macrismo el futuro de los trabajadores hasta 2017.

Esta alianza política es lo que hace contrastar la actitud de Fernández (UTA) con Moyano, que acaba de anunciar un plenario de la CGT el 15 de abril y un posible paro de 36 horas con movilización para mayo: mientras el primero planteó que esperaba que “recapacite la presidenta”, Moyano en su conferencia de prensa le pegó a Scioli (que en las últimas encuestas presenta una polarización con Macri) por la inseguridad en Provincia de Buenos Aires. A Moyano y Macri también los une la Comisión Directiva de Independiente, donde tiene su silla Ritondo. En esta misma línea Perfil (23/3) publica que “Barrionuevo y Daniel Angelici [presidente macrista de Boca] está muy aceitado por los casinos y bingos de la Ciudad, donde el gremio de los gastronómicos tiene una fuerte influencia” y que el Momo Venegas “se metió [en las listas] en la Ciudad y en Santa Fe”.

Por otro lado, “la estrategia del jefe de los camioneros será engordar la tropa de adherentes con el apoyo de algunos gremios que están hoy anidados en la CGT oficialista y que ensayarán, gradualmente, un alejamiento del kirchnerismo ante la falta de respuesta a sus pedidos y por conveniencia político-electoral” (La Nación, 26/3). Como se ve el carácter anti-popular del kirchnerismo no hace más que alimentar a la oposición de derecha.

Como si fuera poco, Moyano también mantiene los vínculos con Massa vía Facundo Moyano que se candidatea a diputado con el Frente Renovador y hasta con Scioli a través de Plaini. El tándem Maturano - Fernández no plantea un plan de lucha, sino que plantea el paro como una prenda de negociación con el próximo gobierno. Por eso mientras mantienen el paro, se juntaron con la UIA, y Maturano declaró que “viene un Gobierno nuevo que se va a tener que dedicar a mejorar la situación del transporte” (Infogremiales.com, 19/3). La apuesta de este sector es a dirigir una futura unificación de la CGT: además de la medida, también confirmaron un congreso normalizador el 18 para unificar a los gremios del transporte. En esta línea, según La Nación “se reactivaron esta semana las negociaciones por la unificación de la CGT, fracturada hoy en tres sectores. De esas charlas secretas participan hombres de Moyano y Barrionuevo y dirigentes de peso de la central oficialista” (26/3). El contenido reaccionario de esta unidad está dictado por su estrategia de negociar un pacto social con el próximo gobierno. Desde la TPR rechazamos la unidad reaccionaria de las burocracias e impulsamos la unidad clasista de los luchadores.

En la misma actitud traidora se ubica Micheli: su “Jornada Nacional de Lucha”, de la cual formamos parte, fue alejada calculadamente del punto más alto de la lucha docente; no jugó el rol de unificar la lucha docente y estatal en todo el país; y menos aún es parte de un plan de lucha. Mientras, negocia su entrada al mini FAP de Stolbizer como diputado por la provincia de Buenos Aires. Como advertimos desde la TPR en su momento, el Frente Popular y la candidatura presidencial de De Gennaro nunca pasaron de ser la moneda de cambio para cerrar un acuerdo con los partidos patronales.

Frente a tanta impostura de la burocracia opositora, los kirchneristas consuman sus propias traiciones. La CTA de Yasky viene de aceptar un ignominioso piso salarial para los docentes. La burocracia K, mientras bloquea la lucha y no convoca al paro, se encolumna dentro de la interna: desde la CGT Caló impulsan la “Mesa Político Sindical” para “acompañar el proyecto nacional” (Infogremiales.com, 18/03) y respaldaron expresamente la candidatura de Scioli. Mientras esto sucede, Cavalieri negocia un 30% en cuotas cuando su sindicato (Comercio) tiene los salarios más bajos de toda la escala salarial. A su vez, Yasky intenta venderles a los trabajadores que Cristina es “anti-imperialista” porque apoyaría a Venezuela, cuando la realidad es que su gobierno se reúne con el embajador yanqui Noah Mamet y ya ha firmado 3 acuerdos de cooperación con este. La lucha por sumar a los trabajadores de la CGT y CTA oficialistas a la huelga general es la lucha política contra todas las burocracias sindicales y por una nueva dirección clasista del movimiento obrero.

Vamos al paro nacional. Apoyemos el proyecto de ley del FIT contra despidos y suspensiones. vamos por el voto al Frente de Izquierda

Hoy ya estamos en presencia del 5° paro nacional bajo el gobierno de Cristina (cuatro convocados por las CGTs opositoras y la CTA-Micheli y uno convocado exclusivamente por la CTA-Micheli el último 20 de noviembre). A este quinto paro ya convocan la CGT Moyano y la CTA MIcheli. La Bancaria también se sumó y reclama que los bancos devuelvan a los trabajadores el monto del impuesto a las ganancias, como ya sucede en el Banco Provincia y el Ciudad. Carpena informa en Clarín del 23/3 que “Luis Barrionuevo hará lo mismo, pero confirmará la adhesión de su CGT Azul y Blanca recién 48 horas antes”. Incluso se afirma que “la expectativa pasa no sólo por la lista de adherentes al paro (se descuenta que varios gremios K, enojados con Cristina, alentarían secretamente la protesta), sino por lo que vendrá después: algunos impulsan una huelga de 36 horas, con una movilización, quizás para mayo” (ídem). Hay que intervenir decididamente para que estas posibilidades se transformen en hechos concretos. No en mayo sino en abril para darle continuidad a la huelga general con un plan de lucha y vincular la huelga general a la lucha política contra los partidos patronales en las elecciones de las PASO de abril.

Es por eso que desde la TPR llamamos a ligar la campaña por la huelga general y el plan de lucha con el apoyo al proyecto de ley contra suspensiones y despidos y la lucha polìtica en la campaña electoral por el voto al Frente de Izquierda. La lucha obrera y popular contra este gobierno y contra las alternativas patronales tiene que estar ligada a luchar contra el cierre por derecha del Argentinazo y por lo tanto a sostener una alternativa por izquierda a los K y contra el ascenso de la derecha.

Basta de electoralismo y sindicalismo. Enfrentemos al gobierno y la derecha con una lucha de clases integral: en cada evento de la crisis política vamos contra los partidos patronales

La izquierda, sin embargo, no está embarcada en esta pelea, sino que se concentra exclusivamente en la agitación electoral sin ligarla con la lucha por la huelga general. Esto sobre la base del argumento implícito (y no tanto) de buena parte de la izquierda de que los perjudicaría electoralmente. Por un lado, no es cierto que haya una relación directa entre estas dos cuestiones. Por ejemplo en Grecia, Syriza, que es un frente popular, avanzó entre 2012 y 2015 en base al desgaste que le provocó a Samaras la sucesión de huelgas generales. Por su parte, en la década del ‘30 tanto el Frente Popular francés como español logró constituirse en representación del proceso huelguístico en el plano electoral a pesar de estar estratégicamente opuesto a la lucha de clases. Lo mismo puede decirse del FOCEP, frente anti-imperialista peruano, en los 70’. Ejemplos sobran. Es decir, la huelga general prepara un mejor terreno electoral para la izquierda si ésta logra identificar su causa política con la lucha popular. E incluso, si este no fuera el caso puntual, es correcto ‘arriesgarse’ a perder votos por impulsar la movilización de masas, porque para la izquierda revolucionaria lo estratégico es desarrollar la iniciativa de los trabajadores, y las conquistas parlamentarias o ejecutivas son secundarias, tácticas, y están subordinadas a ese objetivo.

Seamos claros: acá el debate consiste en que el Partido Obrero, en palabras textuales de Altamira, dice que hay un “reflujo”, “en un sentido general” (PO, 18/3) y por eso habría que desarrollar la agitación electoral pero no impulsar la lucha por la huelga general. ¿”Reflujo” cuando se está discutiendo la huelga general y un paro nacional de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo? ¿”Reflujo” cuando vamos hacia la 5° huelga general bajo el gobierno de Cristina y venimos de una histórica votación al FIT? Decir que “hay reflujo” no sólo es falso sino que es darle la razón a Patria Grande cuando utiliza los ejemplos de Syriza, Podemos y los “gobiernos latinoamericanos progresistas” para decir que “la vía electoral es la principal hipótesis de acceso al poder político” (Cambio, 5/3). Según Altamira, Patria Grande tendría razón ‘por ahora’, lo cual podría cambiar con “un futuro ascenso obrero” (PO, 18/03). Este debate “tácito” se hace explícito cuando las organizaciones debaten abiertamente la necesidad de frenar medidas de lucha en función de concentrarse en la campaña electoral como fue el caso del Polo Obrero y el Frente Popular Darío Santillán en el frente de organizaciones piqueteras de la Capital Federal. No hay que naturalizar este veneno paralizante y democratizante en el campo de los luchadores.

El insistente golpe a la clase capitalista que significan huelgas generales regulares son un síntoma típico de una situación prerrevolucionaria en plena maduración. La votación creciente a partidos obreros y de izquierda, también. Mucho más, si estos partidos se reclaman trotskistas y revolucionarios. Cuando esto se complementa, a su vez, con una probable victoria de candidatos de derecha pro-imperialista significa que vamos hacia una polarización social y política donde los trabajadores tenemos que golpear so pena de permitir el ascenso político de nuestros futuros verdugos. ¿Cómo se puede ser tan ciego de no verlo? ¿Cómo no ver que, delante de nuestros ojos, están en pleno desarrollo las tendencias a la revolución y la contrarrevolución? En 2015, sin lugar a dudas, es el año donde se juega el balance del Argentinazo.

La “lucha por el poder” no es electoralismo hasta el día que hagamos la insurrección, como ahora plantea el PO producto de su viraje centrista, o hacer sindicalismo reduciendo la lucha política a “apoyar cada lucha y sumar apoyo de distintos sectores políticos” como plantea el PTS. La lucha por el poder, en el actual cuadro político, es intervenir en las crisis políticas (la lucha de partidos en todos los planos) mostrando los intereses que defiende cada uno y contraponiendo la respuesta de los luchadores. Esto es exactamente lo que no hacen ni el PO ni el PTS (mucho menos el FIT en tanto tal) cuando no intervienen como partidos en la discusión política nacional sobre transformar la huelga de transporte del #31M en huelga general. Lo mismo puede decirse de las elecciones en el subte donde el PTS actuó como un bombero del kirchnerismo. Según el propio Clarín “el planeta K festeja: si se hubiera unido, la izquierda podría haber sumado un histórico 43%” (23/3). ¿Se ve como la ceguera política es funcional a los partidos patronales tanto en los electoral como lo sindical?

El abstencionismo en las crisis políticas no puede ser sustituido por luchas electorales o luchas sindicales: en la lucha de clases integral, lucha política partido contra partido ante cada evento de la crisis política nacional, el objetivo de los socialistas es derrotar en todas y cada una de las batallas a los partidos patronales. Dejar un espacio vacante, como el #31M, es regalarle la iniciativa al enemigo de clase y permitir que le pongan su impronta a una gran jornada obrera que debería ser impulsada y protagonizada por la izquierda y el clasismo con sus banderas desplegadas al frente.

Por el paro nacional, por el plan de lucha, por el paro de 36hs y por el voto al FIT, militá con la TPR

Es necesario enfrentar el ascenso de la derecha que se viene procesando con la candidatura de Macri, la victoria de la derecha en Mendoza y el apoyo de la UCR al PRO tras la última convención radical en Gualeguaychú. Por eso, como lo dijimos en el Plenario de Sutna San Fernando convocado el sábado 21/3, desde la TPR llamamos a que votemos mandatos por el paro activo en todos los lugares de trabajo e impulsemos reuniones y debates con el activismo. Impulsamos ligar esta lucha con la puesta en pie de un frente político-reivindicativo, el voto al Frente de Izquierda y la campaña para que el FIT incorpore a la TPR. La necesidad del Congreso Abierto del FIT se ve por partida doble: no sólo para incluir a todos los luchadores sino para que los trabajadores podamos unir la lucha por el voto al Frente de Izquierda con la lucha por la huelga general por todos nuestros reclamos. Con esta orientación, la Tendencia Piquetera Revolucionaria abre su V° Congreso y llama a los trabajadores del país a intervenir en el próximo 31 de marzo.

23/3/2015

TPR

Tendencia Piquetera Revolucionaria