Publicamos el artículo del PCO de Brasil ante las internas del Frente de Izquierda en Argentina.
Primarias presidenciales
El callejón sin salida del Frente de Izquierda de Argentina
La victoria de PTS sobre el PO en la disputa interna para escoger al candidato presidencial del frente electoral de la izquierda argentina demuestra que la política del Frente de Izquierda es un callejón sin salida para cualquier aspiración revolucionaria
Ocurrida el último domingo, 9, la disputa interna (elecciones primarias) en el frente electoral que tiene el Partido Obrero (PO) y el Partido Socialista de los Trabajadores (PTS), sus principales exponentes, dio el mando de la campaña electoral presidencial para el ala oportunista del Frente izquierda (FIT), representada por el diputado Nicolás del Caño, del PTS.
Del Caño venció a Jorge Altamira, tradicional candidato del Partido Obrero, por 51,07% a 48,93% de un total de 726.054 votos (3,31% de la votación general de las primarias presidenciales de este domingo). Fueron 370.764 para para el PTS y y 355.290 para el PO, una diferencia de sólo 15.474 votos.
¿Fraude morenista en Mendoza?
El resultado en la provincia donde Del Caño fue elegido diputado en 2013 es indicativo del grado de artificialidad del resultado de las primarias de este fin de semana.
El candidato del PTS tuvo 82.171 votos en Mendoza, el 22% de todos sus votos, contra los 7.602 votos de Altamira. Una disputa que termina con 91,53% de los votos para uno y 8,47% para el otro es cosa inusual e incluso muy poco probable en la política.
Diego Rojas, columnista del diario digital Infobae señaló un hecho importante acerca de esta victoria, al menos inusitada:
"La victoria de Del Caño fue una sorpresa, ya que el PTS, el partido que puso en marcha su candidatura, no sólo no tiene militancia en distintas provincias, donde ganó, al tiempo que su influencia política y organizativa es inferior a la de sus oponentes -en particular el Partido Obrero, que es reconocido como la fuerza más importante de la izquierda argentina ".
¿Cómo puede un partido ganar allí donde no había militantes? Sólo hay una respuesta: campaña por ese partido. ¿Quien? ¿Por qué, entonces, eligieron los PTS?
Como "programa", presentaron el reclamo demagógico que un diputado gana lo mismo que un maestro.
El PTS basa su campaña en el discurso oportunista conocido de "renovación" ... el Frente de Izquierda, una organización que existe sólo cuatro años como bien señala el columnista anteriormente mencionado. Hicieron el centro en enfatizar en la juventud de su candidato (que es 35) en lugar de Jorge Altamira (73), es decir, una campaña demagógica contra el PO, en una demostración de puro sectarismo y el oportunismo electoral.
El hecho es que la campaña (así como el voto) del PTS no estaba basada en un movimiento real de la clase obrera.
¿Por qué la política del "Frente de Izquierda" no sirve para hacer la revolución?
Su propaganda corresponde con los sectores más atrasados de la población, y apoyándose en la confusión creada por la existencia de un frente electoral, se las arreglaron para cubrir un verdadero golpe contra el sector más progresista del Frente de Izquierda.
Independientemente de las críticas que tenemos contra el PO (especialmente sobre su política de Frente de Izquierda), está claro que esto es una estafa política y una victoria del parasitismo político del PTS.
El resultado de la primaria argentina ofrece una oportunidad para entender cuál es la política del "Frente de Izquierda" defendida por gran parte de la izquierda centrista pequeño-burguesa y por muchos que, aunque bien intencionados, no entienden lo que está detrás de esta fórmula.
Para ganar las primarias, el PTS dejó en claro todo su conservadurismo pequeñoburguesa (la demagogia electoralista, promesas vanas, palabras vacías). A medida que crecen, la tendencia es cada vez más a la derecha. Su victoria en estas elecciones primarias impondrá en el Frente de Izquierda una política aún más pequeño-burguesa y de derecha, empujando a todos los grupos de izquierda que están allí (incluyendo al PO) para las posiciones como las de Syriza en Grecia o de Podemos en España.
El Frente de Izquierda no tiene la intención de hacer la revolución por una razón muy simple: no es una política de la revolución, es una política puramente electoral. Esto no es un frente basado en la lucha de los trabajadores, es un frente electoral. Nada más.
En tanto que frente electoral, la política del "Frente de Izquierda" conduce a una evolución derechista. La del PO es mucho menor que la del PTS, que ya surje como un grupo extremadamente derechista, de la pequeña burguesía y que fue mucho más audaz en su giro a la derecha.
Es precisamente por esta razón - por ser la elección - que la existencia misma de un Frente de Izquierda entre el PO y un partido centrista con fuertes tendencias oportunistas como el morenista PTS, abre la brecha para que un ala derecha termine por dirigente el frente.
El PO, un partido de tradición militante de décadas, contaba como punto culminante de su política construir un frente electoral para conquistar diputados, y ahora se encuentra colocado a remolque del morenismo, de un grupo que no tiene historia.
Para ser real, la propuesta de frente único dirigido a organizaciones de izquierda debe estar claramente asentado en una lucha común por la clase obrera, de lo contrario es puro oportunismo electoral.
El equivalente político del "Frente de Izquierda" de Argentina en Brasil sería unir al PCO a un bloque electoral con el PSOL, PSTU y similares, como muchas veces en el pasado sugirieron los líderes del Partido Obrero. El resultado no sería muy diferente si nuestro grupo tuviera que ponerse a remolque de la izquierda centrista pequeñoburguesa en busca de votos.
La victoria del ala derecha es el resultado de un frente de izquierda puramente electoral. El límite impuesto al propio PO por su propia política es la ruptura del frente, ya que las posibilidades de desarrollo en su interior se encuentran agotadas por el control logrado por los morenistas y el agotamiento de la capacidad de adaptación de la dirección de la PO.
Fuente:
Traducción:
Lucas Malaspina
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