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jueves, 5 de noviembre de 2015

VOTO EN BLANCO, DEL PERONISMO AL ARGENTINAZO (CHRISTIAN ARMENTEROS)

Voto en blanco, del peronismo al Argentinazo

Ocupación del Frigorífico Lisandro de la Torre (1959)
Atacar el voto en blanco y el voto bronca, como hace Itaí Hagman, es propaganda gorila y anti-Argentinazo que niega la historia y la lucha del pueblo argentino. En 1957, 2.119.147 de personas votaron en blanco (21.93%) contra la Revolución Fusiladora y la UCR, y en 2001, 2.433.600 de personas votaron en blanco (10%), mientras el voto bronca (voto en blanco, voto nulo, y no votar) alcanzó los 10 millones (42,67%).

En 1958 cuando Perón estaba proscripto, llamó a votar a Frondizi y una masa de obreros se negaron a avalar ese pacto, siendo que 836.658 personas votaron en blanco, conquistando el tercer lugar. La victoria de Frondizi llevó al Plan Conintes, que implicó una feroz represión contra el movimiento obrero y a la implantación de la educación religiosa ("Laica o libre"). En 1959, la respuesta fue una enorme huelga general. Este 2015, Cristina llama a votar a Scioli. Votemos en blanco para impulsar la huelga general.



Elecciones presidenciales de 1946:

23.735 votos - 0,82% - Lugar: 3/6

Elecciones de convencionales constituyentes de 1948:

1951 - 109.989 votos - 1,45% (En blanco y anulados) - Lugar: 3/10

Elecciones de vicepresidente de 1954:

1954 - 140.200 votos - 1,88% - Lugar: 3/7

Elecciones de convencionales constituyentes de 1957:

1957 - 2.119.147 votos - 21,93% - Lugar: 1/13

Elecciones presidenciales de 1958:

1958 - 836.658 votos - 9,16% - Lugar: 3/10

Elecciones presidenciales de 1963:

1963 - 2.058.131 votos - 21,2% - Lugar: 2/9

ANÁLISIS:

El voto en blanco fue in crescendo desde el regreso de la democracia, en 1983 (1,2%), hasta alcanzar en 1997 el 3,6 por ciento. Todos porcentajes aceptables, hasta que en 2001 se disparó para llegar al 40% –entre blancos y anulados– en Santa Fe. También en otras provincias, como Río Negro (28%), San Juan (25), Neuquén, Buenos Aires (24) y Jujuy, Tucumán y La Pampa (17, 16 y 15%, respectivamente) se repitieron los altos porcentajes. Chubut llegó al 23% mientras que en Entre Ríos los votos en blanco o anulados treparon al 20% y en Mendoza a un 19%. En la Capital Federal el ausentismo trepó al 30 por ciento.

Sin embargo, no fue la primera vez que esta herramienta se usó con eficacia. En 1957 y con el peronismo proscripto por la llamada Revolución Libertadora, el general Juan Domingo Perón –desde el exilio– sugirió a sus partidarios que votaran en blanco. Los militares aspiraban a reformar la Constitución, por lo que llamaron a elecciones para elegir convencionales constituyentes. Aquel 28 de julio triunfó el voto en blanco (2.115.861, un 25%) seguido de cerca por la Unión Cívica Radical del Pueblo.

También durante las elecciones presidenciales del 7 de julio de 1963 la participación del electorado fue del 85,6%, pero se registraron 2.058.131 votos en blanco, es decir, el 21,2% de los sufragios emitidos. Semejante cantidad se atribuyó en su mayoría a los simpatizantes del peronismo proscripto. Resultó electo el radical Arturo Umberto Illia con 2.441.064 votos, apenas algunos más que los emitidos en blanco.

VOTO BRONCA 2001: en 2001, el 42,67 % del padrón electoral (10,3 millones de ciudadanos) no asistió, votó en blanco o anuló su voto.

VOTO BRONCA 2005: el 38,89 por ciento del padrón de 26 millones de ciudadanos no votó a ninguno de los muchos candidatos a diputado y a senador nacionales.

Ese índice es apenas superior al que se registró en las elecciones legislativas de 2001, cuando la Argentina estaba al borde de precipitarse a una de sus más severas crisis.

En la jornada del 23 de octubre de 2005, la concurrencia a las urnas tocó el piso de 70,75%, el nivel más bajo desde 1922 -el pico se alcanzó, con el 91%, en la elección de Arturo Frondizi, en 1958-, el 12,22% de los electores que sufragaron (8,64% del padrón) lo hizo en blanco o anulo su voto.

Y los votos en blanco para diputados nacionales alcanzaron el 9,63% en todo el país (2.433.600 votos). Este registro está lejos de la expresión del llamado "voto bronca" de 2001, que fue del 10,5%.

Pico histórico

Según un análisis del Centro de Estudios Nueva Mayoría (CEMA), que conduce Rosendo Fraga, el pico histórico de voto en blanco se produjo en 2003. Mientras en 1983 el voto en blanco fue del 5,6 por ciento, para trepar al 7,5 por ciento en 1995, en las elecciones legislativas celebradas en 2003 el índice se disparó al 10,5 por ciento.

La mayor expresión

Luego de una primera señal de alarma en 1997 (4,1 por ciento), la mayor expresión del voto nulo se dio en las elecciones legislativas de 2001, cuando alcanzó en todo el país el promedio del 10,1 por ciento, y por la gran repercusión, en pleno auge de la consigna "que se vayan todos", fue bautizado "voto bronca" . Poco después de esos comicios el gobierno de Fernando de la Rúa llegó a su fin.

HISTORIA DEL VOTO EN BLANCO

Un trabajo de investigación realizado por el CEMA indica que el voto en blanco promedió el 3,9% en las 16 elecciones presidenciales realizadas desde que rige el voto obligatorio.

En la elección presidencial en la que fue elegido el radical Hipólito Yrigoyen en 1916, el voto en blanco fue el 3,52%. Seis años más tarde, en la elección del también radical Marcelo Torcuato de Alvear descendió al 1,63% y en la reelección de Yrigoyen (1928) llegó al 4,46 por ciento.

En 1931, cuando ganó Agustín Pedro Justo (radical concordancista), también superó el promedio y llegó al 5,08%, para descender seis años después cuando fue elegido Roberto Ortiz (radical concordancista) al 2,56 por ciento.

Cuando en 1946 fue elegido por primera vez Juan Domingo Perón, se registró el mínimo voto en blanco de la historia argentina: 0,84%. En cambio, en su reelección de 1951 se incrementó y llegó al 1,49 por ciento.
En 1958, cuando fue elegido el radical Arturo Frondizi, con el PJ proscripto, el voto en blanco ascendió al 9,26%, y en 1963, también con el peronismo proscripto, al ser elegido el radical Arturo Illia llegó al récord histórico, con el 19,42 por ciento.

Cuando ganó el peronista Héctor Cámpora (en marzo de 1973) el porcentaje de votos en blanco fue del 2,29% y al ser elegido Perón por tercera vez (en septiembre de 1973) descendió al 0,90 por ciento.
Tras la dictadura, cuando ganó el radical Raúl Alfonsín en 1983, el voto en blanco fue el 2,34%. Carlos Menem fue elegido por primera vez seis años después, en unos comicios en los cuales el voto en blanco bajó al 1,2%, pero en su reelección de 1995 se elevó al 3,59%, el porcentaje más alto desde la proscripción del peronismo.

En 1999, cuando ganó la Alianza y fue elegida la fórmula integrada por el radical Fernando de la Rúa y el frepasista Carlos Alvarez, descendió levemente, al 2,96%. Ahora, en la primera vuelta de 2003, cayó a sólo el 0,89 por ciento.

¿Algunas conclusiones? Las tres elecciones presidenciales con voto en blanco más alto coincidieron con comicios en los cuales hubo proscripción: de la UCR, en 1931, y del Partido Justicialista, en 1958 y en 1963.

El porcentaje de votos en blanco más bajo registrado se dio en las dos elecciones en las que fue elegido Perón.

Desde el restablecimiento de la democracia, hace casi 20 años, el porcentaje más alto se registró en 1995 y el más bajo, en la última elección.

DATO: 

El voto bronca hizo furor en las elecciones legislativas de 2001. Entonces, más de 10 millones de argentinos –o sea cerca de la mitad del padrón– optó por no elegir a ningún candidato sino votar en blanco, anular su sufragio o directamente no participar del comicio.


Christian Armenteros

FUENTES:

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