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jueves, 14 de julio de 2011

Después de la aplastante victoria de Macri con casi el 50% de los votos, ¿Quién quiere echar a Macri?



Después de la aplastante victoria de Macri con casi el 50% de votos...

¿Quién quiere echar a Macri?


Filmus y Pino son responsables de la victoria de Macri, 

por estar en contra de echarlo en 2010 y presentarse "más  macristas que 

Macri"

M
acri ganó la primera vuelta de las elecciones de la Capital Federal por una diferencia de casi 20 puntos por encima de Filmus, 47% a 28%. Ganó todas las comunas de la Ciudad y sumó 2 legisladores a su bloque, es decir, consolidó su control sobre casi la mitad de la Legislatura. Mientras Página 12 (o el PTS) atribuyen el resultado a un supuesto “clima conservador” o a la “buena situación económica” para ocultar sus propias responsabilidades políticas, la realidad es que la campaña de la Capital Federal estuvo marcada por la derechización de los principales candidatos de oposición a Macri: Filmus en primer lugar y Pino en segundo.

Desde la TPR nos oponemos al reduccionismo económico y en nuestro balance de las elecciones queremos destacar LAS RESPONSABILIDADES POLÍTICAS de quienes permitieron el avance del macrismo. Es decir que el resultado de estas elecciones estuvo determinado, en primer lugar, por el posicionamiento de los distintos partidos políticos que condicionaron el desarrollo de la campaña en un sentido derechista. Esto generó las mejores condiciones para que el PRO obtuviera una victoria abrumadora en la primera vuelta. La victoria de Macri, por lo tanto, no podría haber sido tan holgada si no fuera por la complicidad de Filmus y Pino.


Macri llegó al 50% gracias a una parte de los votos de Cristina...

A pesar de las declaraciones de Alfonsín, Carrió y Duhalde, que pretendieron darle a la elección el carácter de un  virtual ballotage contra Cristina, la realidad es que Macri obtuvo este triunfo evitando cualquier tipo de confrontación directa con Cristina y el kirchnerismo.

Macri llevó adelante una campaña reivindicando a su propia gestión y absteniéndose de hacer declaraciones derechistas; complementada en la última semana por el desalojo a los manteros de la calle Lavalle con un grosero despliegue de la Metropolitana a plena luz del día y los ataques políticos permanentes por parte del Ministro Bullrich hacia las tomas de  colegios impulsadas por la CUES. La campaña electoral, por lo tanto, ratificó el carácter derechista y represor de Macri pero estuvo claramente orientada al centro (de ahí también que haya conquistado votos que no le eran propios).

Esto mismo lo señala el propio diario La Nación en su edición del 11 de julio, un día después de las elecciones: “El mensaje de triunfo de Macri estuvo a tono con la campaña de Pro: moderación, poca agresión hacia el kirchnerismo y propuestas de gestión futura en la ciudad.” ¿Por qué Macri tuvo un discurso de centro? Porque buscaba captar a una franja de la población que en las elecciones nacionales va a votar a Cristina, y todo indicaría que lo logró. Recordemos que ahora Cristina tiene la imagen positiva más alta en la Ciudad desde que el kirchnerismo asumió la presidencia en 2003, y todas las encuestas la dan ganadora en las internas y en octubre en el territorio de la Capital Federal. Por lo tanto, un triunfo del 50% significa que Macri ganó la primera vuelta con parte de los votos de Cristina.

… y Cristina tiene parte de los votos del PRO para las elecciones nacionales

En este sentido, el hecho de que Cristina y Macri tengan una intención de voto similar en la Capital Federal pone de relieve el carácter “oficialista” de los votos, donde se impone la reelección de los gobiernos actuales –lo mismo sucede en la mayoría de las provincias. Cristina no contrapuso el “oficialismo” nacional al “oficialismo” de la Ciudad, sino que lo complementó: mientras Macri gobierna para los capitalistas de la especulación inmobiliaria y reprime la lucha por la vivienda, Cristina reprime a los docentes de Santa Cruz y se apoya en los gobernadores sojeros y represores de las provincias. De ahí su fracaso electoral y por qué no participó personalmente de la campaña por la Capital Federal.

Como contrapartida, y en esta misma línea, pocos días después de la elección, la propia María Eugenia Vidal, candidata a vice-jefa de gobierno por el PRO, “admitió que podría respaldar a la actual Presidente en las primarias” (InfoBae, 14/07). La orientación de Cristina frente a Macri, por lo tanto, forma parte del viraje de los gobiernos nacionalistas del continente hacia la adaptación política frente a los gobiernos pro-imperialistas, como se reflejó en el reconocimiento del gobierno golpista de Honduras por parte de Chávez y en la entrega de militantes al gobierno de Santos. El nacionalismo latinoamericano ya perdió su “rebeldía anti-neoliberal” y, una década más tarde, en lugar de luchar contra la derecha pro-imperialista busca pactar y complementarse con ella. Al fin y al cabo, negocios son negocios.

Los porteños no “nos parecemos a Macri”: Filmus y Cristina le regalaron la Capital al PRO

Apenas terminadas las elecciones de la Ciudad, Aníbal Fernández declaró que “los pueblos tienen los gobiernos que se les parecen” (La Capital, 11/7). Es decir que nos echa la culpa a los porteños del triunfo de Macri, para encubrir su propia responsabilidad política. En contraposición al planteo de Aníbal Fernández, la principal conclusión política que todos los que nos oponemos al macrismo tenemos que sacar, es que Filmus y Cristina se colocaron en oposición a la lucha de los explotados y, precisamente por eso, no desautorizaron a Macri sino que reforzaron el repudio y el rechazo a las luchas populares.

Frente a la polarización Filmus-Macri, esta decisión de “apostar por derecha” del kirchnerismo terminó bloqueando la proyección política de las luchas en el terreno de la elección y le permitió a Macri desarrollar una campaña absolutamente despolitizada. Filmus, por lo tanto, no expresó la polarización real que existió durante 2010 entre Macri y los levantamientos populares sino que, por el contrario, se colocó del lado de Macri contra las luchas. 

¿Y Cristina dónde está?

Por otra parte, los K le regalaron la iniciativa a Macri ya desde el momento en que Cristina había decidido no participar de la campaña electoral de la Ciudad, poniendo a Filmus como candidato y no a Boudou; cuando éste último había agrupado detrás de su candidatura desde la CGT, pasando por las Madres de Plaza de Mayo y el principal puntero de la Villa 20, Marcelo Chancalay, hasta al “Pitu” Salvatierra, una de las “caras visibles” de la ocupación del Parque Indoamericano.

Todo esto demuestra que, así como Macri buscó captar a una franja de votantes de Cristina, ella misma también evitó chocar contra Macri para captar los votos que en las elecciones de Capital fueron al PRO. Se demuestra, una vez más, que quiere ganar las nacionales apoyándose en la derecha. ¿O acaso nos olvidamos de que en La Rioja Menem es una colectora kirchnerista?

FILMUS Y SUS COLECTORAS: CONTRA EL ESTUDIANTAZO, CONTRA EL PARQUE INDOAMERICANO, CONTRA LOS DOCENTES Y LOS PETROLEROS DE SANTA CRUZ, CONTRA LOS QOM, CONTRA EL JUICIO Y CASTIGO POR LA MASACRE DE CROMAÑÓN Y EL ASESINATO DE MARIANO FERREYRA

En este mismo sentido, Filmus desarrolló una campaña derechista en oposición a las grandes luchas y los grandes levantamientos que vienen sacudiendo a la Ciudad. Ni bien arrancó la campaña electoral dijo que “la creación de la Metropolitana fue muy acertada”  y, no conforme con eso, declaró: “yo voy a ser el jefe de la Metropolitana”  y que “la toma de viviendas está en contra de las leyes de la ciudad. Ninguna toma está bien y no puede ser respaldada por las autoridades. La Corte Suprema acaba de decir que quien tiene que desalojar es la Metropolitana.” (La Nación, 29/05). O sea que Filmus se postula para ser… ¡el jefe de los desalojos en la Ciudad! ¡Filmus se postuló como el enemigo Nº 1 de la ocupación de Parque Indoamericano y la lucha por la vivienda!

A su vez, declaró que “el derecho a protestar no puede ir contra el derecho a transitar. Las normas son muy claras. Vamos a ser muy rigurosos en el cumplimiento de las leyes. Aunque no nos gusten las normas, las vamos a aplicar” y que “tiene que haber clases. Mi primera ley fue la de 180 días de clases. Los alumnos tienen derecho a expresarse, pero que haya clases” (ídem anterior). Fue el candidato de Cristina, Filmus, quien “hizo campaña” como el enemigo Nº 1 del Estudiantazo. Del apoyo público que Cristina dio a las tomas el año pasado, ya no queda nada.

La propia composición de las colectoras demuestra el carácter anti-popular de la lista kirchnerista. La lista del Frente para la Victoria estuvo encabezada por Cabandié, uno de los dirigentes de La Cámpora, la agrupación que dirigió el desalojo de los QOM. La segunda colectora llevó al principal responsable político de la masacre de Cromañón, Aníbal Ibarra, como primer legislador. Por último, Nuevo Encuentro es la fuerza política que de forma sistemática se opone a las tomas de colegios y los cortes de calles de los secundarios, con el argumento de que “Bullrich está cumpliendo los planes de obras”. Y, como frutilla al postre, Carlos Tomada (el amigo de José Pedraza y su patota asesina) es su candidato a vice-jefe. Filmus quiso ser “más macrista que Macri”, lo que contribuyó a instalar un sentido común reaccionario que impulsó el desarrollo del propio PRO.

De Pino a bonsái…

Por su parte, Pino Solanas no fue capaz de superar la complicidad del kirchnerismo con Macri sino todo lo contrario. Sus votos se redujeron prácticamente a la mitad en relación a la elección de 2009, pasando del 24% al 13%. En la campaña, Pino imitó a Filmus y llegó a proponer la creación de un organismo estatal para evitar los piquetes en la Capital Federal, en el marco de un almuerzo con las principales entidades empresariales de la Ciudad. Ya el año pasado había atacado a las tomas diciendo que generaban el caos. Ahora, Pino dio “libertad de voto”, es decir que incluso… ¡llama a votar por el propio Macri!

En esta línea, desde principios de año, las fuerzas de izquierda integradas a Proyecto Sur, el MST y el PCR, se retiraron del movimiento secundario para militar la campaña electoral, lo que demuestra que Pino pretende construirse en oposición al movimiento popular. Esta política derechista, combinada con el desplante de Binner y la disgregación de sus propias filas, convirtieron al Pino en un bonsái.

Sucede que el derrumbe de Solanas se vio agravado por la crisis política con Binner, que excluyó a Pino del Frente Amplio Progresista y cooptó a elementos de la mesa de dirección de Proyecto Sur, como Lozano de la CTA y Libres del Sur en su conjunto. En ese sentido, tanto el PS como Libres del Sur se ausentaron del acto que Pino hizo cuando terminó el escrutinio. La disgregación es tal que, en el ballotage, “el hombre que encabezó la lista de legisladores del partido, Pablo Bergel, adelantó que ‘personalmente’ se inclinará por la fórmula del Frente para la Victoria” (InfoBae, 14/7).

Ahora, Pino se ve enfrentado a dos opciones, ambas catastróficas para él mismo: o mantiene la candidatura testimonial de Alcira Argumedo para las elecciones nacionales y corre el riesgo de no alcanzar el 1,5% en las internas (tal como retrata una entrevista publicada en Política Argentina el 4/7: “-Anotá sus nombres, que son los únicos dos que me van a votar-le dice en broma a su asesora, y señala al periodista y al camarógrafo-.La frase expresa algo que el tono humorístico parece esconder. Tras la ruptura con el Frente Amplio Progresista (FAP), la candidata presidencial de Proyecto Sur, Alcira Argumedo, sabe que el piso de 1,5 por ciento que debe obtener en las primarias para poder participar de las elecciones nacionales de octubre puede ser un escollo difícil de superar”). O agacha la cabeza y va detrás del Frente Amplio Progresista (sojero y tercerizador) como furgón de cola.

Por su parte, el MST, que intentaba presentar a Proyecto Sur como un movimiento de masas capaz de derrotar al gobierno y a la derecha, o el PCR, que pretendió presentarlo como la plataforma de un frente popular a nivel nacional, ahora van a tener que retroceder en chancletas y sumarse al batallón de los desertores de forma tardía y vergonzosa o mantenerse firmes junto a Pino y derrumbarse junto con él.

… y del FIT al Fitito

En un marco en que el macrismo orientó su campaña hacia al centro, y tanto el kirchnerismo como Proyecto Sur derechizaron el cuadro político, el FIT también hizo girar su propia campaña hacia el centro. Este movimiento se expresó, en primer lugar, en las sistemáticas declaraciones del PO de que “el Frente de Izquierda es el progresismo”, o en la propia plataforma del PO, centrada en hacer “propuestas de transformación social objetiva” sin enunciar el sujeto y los métodos para llevar adelante esa transformación, lo que implicaría reivindicar de forma sistemática y metódica las luchas obreras y populares.

Por eso, sus afiches no mostraban ninguna consigna más que entrar a la Legislatura. Esto es un objetivo válido en sí mismo pero no puede sustituir instalar un planteo independiente en la elección. La reivindicación de las luchas sólo se hizo de forma episódica al final de la campaña, reivindicando a las tomas de colegios y la lucha docente de Santa Cruz. El FIT no centró su política, por lo tanto, en polarizar la elección desde la posición de las luchas de los trabajadores y los estudiantes. Fue en el cuadro de esta campaña que el FIT terminó quedando detrás de Castrilli y Zamora, quien obtuvo el doble de votos que ellos porque le copó la parada progresista.

En la adaptación al conservadurismo del progresismo porteño se encuentra el fundamento del fracaso político  del FIT.

Filmus pretende ganarle a Macri con la derecha, no con la izquierda (y por eso va a perder).
Frente al ballotage del 31 de julio, organicemos una gran campaña unitaria para que miles y miles impugnen su voto
Las elecciones de Capital Federal pusieron de relieve que se cerró la crisis política abierta en la Legislatura durante el 2010, y que el Estudiantazo y la ocupación del Parque Indoamericano no lograron cobrar una fisonomía política en la elección. La responsabilidad de esta situación recae en el kirchnerismo y Proyecto Sur, que el año pasado contribuyeron a cerrar la crisis por derecha salvando a Macri y que este año reforzaron al PRO con sus propias campañas derechistas.

En esta misma línea, ni Filmus ni Cristina han salido a plantear una “patriada porteña” convocando a todos los luchadores de la capital para derrotar a Macri en el ballotage. Muy por el contrario, embellecen su propia derrota, diciendo que fueron los mejores resultados obtenidos por el Frente para la Victoria en toda su historia en Capital Federal, encubriendo que estuvo determinada por el amontonamiento de tres colectoras, de las cuales el FPV sacó solamente el 14% de los votos.

En lugar de intentar revertir la evidente derrota de la primera vuelta sacándolo al impresentable de Tomada y buscando polarizar con Macri desde el campo de las luchas, el kirchnerismo se encierra en sí mismo de forma mezquina como un aparato conservador que está más preocupado por el co-gobierno del día después que por el resultado del ballotage. Esta política conservadora y anti-lucha no hará más que agrandar la brecha entre el PRO y el kirchnerismo, allanando así el camino para la segura victoria de Macri.

Hay que sacar las conclusiones: atacando las tomas y los piquetes, no enfrentamos a Macri. Defendiendo la represión a los docentes de Santa Cruz, no enfrentamos a Macri. Dando la espalda a las luchas populares, e incluso oponiéndose a ellas, no enfrentamos a Macri. Por eso, Filmus no sirvió para echar a Macri de la Capital y fue el responsable de que alcance el 50% de los votos al reforzar las tendencias derechistas de la elección.

Desde la TPR decimos: los kirchneristas que quieren rajar a Macri no tienen por qué atarse a la candidatura de Filmus-Tomada, que ha demostrado su profunda hostilidad contra las luchas y su incapacidad para echar al PRO. En este ballotage, por decisión exclusiva del kirchnerismo, votar a Filmus es votar que siga Macri en el gobierno. Entonces, la lucha por echar al gobierno de Macri es una tarea que tendremos que resolver en las calles y que de ninguna manera podrá ser resuelta en este ballotage.

Por lo tanto, llamamos a todos los que defendemos las luchas y queremos que Macri se vaya del gobierno de la Ciudad, a impulsar una gran campaña unitaria para que los luchadores impugnen su voto. Una gran campaña para demostrar que en la Ciudad somos miles y miles quienes apoyamos la lucha de los trabajadores y estudiantes y que, contra cualquier pacto, complicidad o cálculo electoral, nosotros sí queremos echar a Macri.

14 de julio de 2011


Tendencia Piquetera Revolucionaria
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5 comentarios:

  1. jajajajajajajajajajajajjaajajajajajajajajajajajajajjajajajajajaj dediquense al humor, les va a ir mejor

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  2. quien los banca a ustedes?... la cia?

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  3. Che y vos sos pelotudo gratis? De política cero, no?

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  4. "Filmus y Pino son responsables de la victoria de Macri"
    ustedes no son responsables de nada? es cierto que son muy marginales para tener un peso que implique responsabilidades, pero llamando a imgnar o votar en blanco en el ballotage ha que hacere un poquito cargo me parece

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