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domingo, 17 de junio de 2012

¿Cómo hacemos para eliminar el impuesto a las ganancias y que todos los trabajadores tengan su asignación familiar? (Lucas Malaspina) - [EL PIQUETERO Nº2]


El gobierno de Cristina le mete la mano en el bolsillo a los jubilados y trabajadores

¿Cómo hacemos para eliminar el impuesto a las ganancias y que todos los trabajadores tengan su asignación familiar?

Pongamos en pie un movimiento político de los trabajadores para defender el salario

El gobierno de Cristina sigue sin concretar la actualización (que debe realizarse según la inflación) del Impuesto al Salario, denominado maliciosamente por el kirchnerismo como impuesto a las ‘ganancias’. Este año, “como consecuencia de esa falta de ajuste, este año otros 350.000 trabajadores que hasta ahora no estaban alcanzados por el impuesto pasarán a pagar [impuesto a las] Ganancias. Y otro 1,5 millón que ya estaba alcanzado pasará a pagar mucho más” (Clarín, 20/5).


Pero el kirchnerismo no sólo confisca a los trabajadores en actividad, sino también a los inactivos: “El mismo efecto se hará sentir sobre unos 40.000 jubilados que desde marzo pasado empezaron a pagar el impuesto a las Ganancias que antes no pagaban y otros 200.000 que estaban pagando y pasan a tributar más” (ídem). Evidentemente, no le alcanza con saquear la alcanza la caja de ANSES.

CUANDO LOS TRABAJADORES CONSIGUEN UN AUMENTO, LA AFIP Y LA ANSES PASAN POR CAJA A COBRARLES IMPUESTO AL SALARIO Y A DARLES DE BAJA ASIGNACIONES FAMILIARES

Por ejemplo, en 2012, los trabajadores aceiteros firmaron por el 24 %, un aumento claramente por debajo de la inflación. Sin embargo, encima “quedaron excluidos de cobrar las asignaciones familiares que mensualmente paga la ANSeS. Y casi todo el personal quedó alcanzado por el impuesto a las Ganancias, mientras que los que ya pagaban, pasarán a pagar más en ese rubro” (Clarín 26/1).

“Por la falta de actualización, hoy tienen derecho a cobrar las asignaciones familiares los trabajadores con hijos, que se casen o tengan hijos, que ganan menos de $ 5.200 mensuales de sueldo bruto. Esas asignaciones las paga la ANSeS con fondos que provienen de las contribuciones sobre la masa salarial. Al pasar el básico inicial de la categoría más baja (peón) de $ 5.000 a 6.200 mensuales, todo el gremio quedó fuera de este beneficio. La ANSeS sale beneficiada porque recauda sobre una masa salarial más alta y no paga ni una sola asignación familiar” (ídem).

“Con el impuesto a las Ganancias, pasa algo similar. Hoy pagan Ganancias los trabajadores que ganan, después de los descuentos de jubilación y salud, un sueldo neto de más de $ 5.782. Con el nuevo básico, más algún adicional por antigüedad o premio, el 95% o más de los trabajadores aceiteros quedó gravado por Ganancias. Y los que ya pagaban, pagan más. Así, la AFIP es la otra gran beneficiada” (ídem). Como se ve, los mecanismos impositivos del kirchnerismo están dirigidos a que la ANSeS y la AFIP se beneficien del saqueo del sueldo de los trabajadores.

EN 2012, LA CAJA DE LOS K SE DEVORÓ LA CUARTA PARTE DEL AUMENTO PROMEDIO OBTENIDO EN LAS PARITARIAS

Según explica el periodista Ismael Bermúdez, no se trata sólo del ejemplo de los aceiteros. “La demora en la actualización del mínimo no imponible de Ganancias hace que una cuarta parte del aumento salarial para los sueldos medios no vaya al bolsillo del trabajador sino a la AFIP. Por eso, el aumento del 23% que se está negociando en la mayoría de las paritarias de este año se transforma en una mejora real del 18%. Los 5 puntos de diferencia quedan retenidos para pagar el impuesto a las Ganancias” (Clarín, 29/5). Este dato, inclusive, no toma en cuenta, algunas paritarias que cerraron ‘a posteriori’ y que hacen que el promedio sea aún menor, 21% para ser precisos (ver Editorial).

EN 2012, EL KIRCHNERISMO RECORTÓ 200.000 ASIGNACIONES FAMILIARES MÁS

El kirchnerismo tampoco actualiza las asignaciones familiares y paga menos subsidios, recortando una enorme cantidad de fondos, como se vio en la comparación entre los presupuestos de 2010 y 2011: “En el Presupuesto 2010 se previó pagar 4.096.486 salarios por hijo de trabajadores activos. En el Presupuesto 2011 se reduce a 3.424.506: son 671.980 menos” (Clarín, 9/2/11). En 2012, 200.000 trabajadores se perdieron las asignaciones familiares. “Es porque sus sueldos superan el tope de $ 5.200 brutos (antes de los descuentos) que fue fijado en septiembre del 2011 y este año todavía no fue actualizado por el Gobierno” (Clarín, 21/5).

LOS KIRCHNER SE NIEGAN A ACTUALIZAR EL TOPE Y SE BASAN EN LA ‘TABLITA’ DE MACHINEA, EL MINISTRO DE ECONOMÍA DE DE LA RÚA

Desde que asumió Néstor Kirchner y luego le siguió Cristina, una política confiscatoria sistemática respecto al salario tuvo lugar. El tope no se ajustó en 2003, 2004, 2008 y 2010 y, en el resto de los años, el ajuste, cuando se realizó, fue inferior a la inflación real. Como explicábamos a principio de la nota, tampoco este año fue actualizado.

Esto porque, en concreto, mediante la no actualización por inflación, “el Estado se beneficia con una mayor recaudación a costa de apropiarse de una porción creciente de ingresos de una gran cantidad de trabajadores activos y pasivos” (Clarín, 9/1). “Tanto la recaudación de Ganancias, que las empresas descuentan del sueldo del trabajador, como las Asignaciones Familiares, que aportan las empresas como un porcentaje de la masa salarial sin tope, se ajustan automáticamente todos los meses por la suba de los salarios. Así la AFIP recauda más sin esfuerzo alguno y sin requerir aval del Congreso ni emitir resolución alguna: la inflación y las paritarias se encargan de esa tarea (ídem). “Hoy, tanto las escalas como las alícuotas son las de Machinea. Por esto el trabajador paga rápidamente una alícuota más alta” (Clarín, 29/5).

PONGAMOS EN PIE UN GRAN MOVIMIENTO POLÍTICO DE LOS TRABAJADORES PARA DEROGAR EL IMPUESTO AL SALARIO Y LOGRAR QUE LAS ASIGNACIONES FAMILIARES SEAN UNIVERSALES

Como Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), planteamos que el Impuesto al Salario debería ser abolido y las Asignaciones Familiares ser universales.

Sin embargo, es necesario destacar que, aún bajo esta nefasta legislación del gobierno de Alianza, “un trabajador que gana $ 10.000 mensuales está alcanzado por una tasa del 23%”, pero que “si las escalas hubiesen sido actualizadas tributaría el 9%” (Clarín, 29/5). Y que si se actualizara el ‘mínimo no imponible’, directamente, ¡ese trabajador que gana $ 10.000 no pagaría Impuesto al Salario! De hecho, hoy por hoy, “más del 20% de los asalariados – 1.850.000 trabajadores- y más de 200.000 jubilados sufren la retención del impuesto a las Ganancias, mientras que la renta financiera está exenta” (ídem).

Al mismo tiempo, según otro análisis de Bermúdez, “datos de Seguridad Social indican que en solo dos años los padres de un millón de chicos dejaron de cobrar el salario por hijo por superar el tope primero de 4.800 y ahora de $ 5.200” (Clarín, 9/1). “Si ese límite se hubiese actualizado debería ser de $ 8.500. En ese caso, los padres de más de un dos millones de chicos cobrarían ese beneficio. Y más, si se elimina la discriminación de los tramos salariales” (ídem).

Para justificarse, los K sostienen que la actualización del tope tiene “un costo fiscal, que en la última oportunidad calculó en más de $ 5.200 millones anuales” (Clarín, 21/5). Pero en realidad, el gobierno no está poniendo un centavo, sino todo lo contrario: “las asignaciones familiares se financian con una contribución que hacen las empresas sobre la masa salarial que pagan todos los meses y que se va ajustando automáticamente con los aumentos de sueldos. Esa contribución la recauda la ANSeS. Es decir que mientras el Fisco recauda cada vez más, son cada vez menos los empleados en relación de dependencia que cobran el beneficio” (ídem).

Desde la TPR creemos que no se trata de una lucha que vamos a resolver aisladamente, fábrica por fábrica, empresa por empresa, obrero contra patrón. Se trata de una pelea que imbrica a la clase trabajadora en su conjunto en la lucha contra una gigantesca operación expropiatoria a manos del Estado capitalista.

La CGT de Moyano ha enviado a Cristina a principios de año una carta donde plantea estos puntos como parte de su pliego de reclamos. Sin embargo, en línea con la política de Moyano de entregar a los trabajadores atados de pies y manos en las paritarias, nada ha hecho realmente para acabar con esto. La CTA de Micheli, que también se hace eco de estas reivindicaciones, luego del paro del 8 de junio, se ha retirado de las calles hasta nuevo aviso, sin convocar a ningún plan de lucha. Y obviamente la ultra-kirchnerista CTA de Yasky, a pesar de que hasta su propio instituto económico (CIFRA) admite que aunque sea el ‘mínimo no imponible’ debería ser actualizado, tampoco hace nada por ello.

En contraposición a esto, lo que corresponde es poner en pie un enorme movimiento político para derogar el Impuesto al Salario y lograr que las Asignaciones Familiares sean universales.

Lucas Malaspina

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