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domingo, 2 de diciembre de 2012

LA TPR ADHIERE AL ACTO EN PLAZA DE MAYO CONTRA LA BAJA DE RAÚL MAZA

El gobierno  de Cristina no es “de izquierda”, es un gobierno que persigue a los que defienden su derecho a protestar y reclaman un sueldo mínimo de $7000. Desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), a todos los uniformados les decimos: la salida es por izquierda, nunca por derecha.

“LA TENDENCIA PIQUETERA REVOLUCIONARIA ADHIERE AL ACTO EN PLAZA DE MAYO CONTRA LA BAJA DE RAÚL MAZA, PLANTEA LA ANULACIÓN DE TODAS LAS SANCIONES IMPUESTAS POR EL KIRCHNERISMO Y DENUNCIA LA COMPLICIDAD DE LA DERECHA Y EL FAP CONTRA EL JUSTO RECLAMO DE TODOS LOS GENDARMES, PREFECTOS Y CAPELLANES QUE PARTICIPARON DE LA PROTESTA SALARIAL”
Desde la TPR planteamos poner en pie una reunión abierta de todos los uniformados que sufrieron represalias junto a los partidos de izquierda, los sindicatos y todas las organizaciones populares que quieran dar su apoyo para defender los derechos democráticos de la tropa y exigir:

1.       Reincorporación inmediata de Raúl Maza y del capellán Gerónimo Fernández Rizzo. Basta de persecución contra los 40 gendarmes que fueron pasados a disponibilidad por adherir a la protesta salarial
2.       Salario mínimo de $7000 para todos los uniformados. El sueldo igual a la canasta básica familiar es un derecho de todos
3.       Sindicalización con derecho a huelga indefinida sin restricciones y sin miedo a sufrir  persecución o sanciones. La única forma de conquistar los reclamos es tener un verdadero sindicato junto al movimiento obrero y con pleno derecho a huelga. No queremos una nueva burocracia sindical que negocie con la cúpula, queremos que la tropa pueda organizarse y protestar contra las arbitrariedades de la cúpula.
4.       Repudiamos la persecución de los oficiales identificando a quienes protestaron a partir de las filmaciones. Defendemos el derecho democrático de los uniformados a quebrar la cadena de mando para protestar y negarse a reprimir o espiar a las organizaciones populares
5.       Basta de humillaciones y condiciones de absoluta precariedad. Basta de prestar servicios sin agua, sin baños químicos y sin luz 
6.       Libre derecho a la agitación y organización política de los uniformados. Proponemos largar una campaña pública de los uniformados afectados, la izquierda y los sindicatos de cara a todas las fuerzas exigiendo el derecho democrático a la libre deliberación en asamblea para discutir estos 6 puntos al interior de todos los cuarteles, cárceles y comisarías del país



Luego de más de una semana de protesta en octubre contra el recorte salarial y por un salario mínimo de $7000 para todos, la histórica revuelta contra la cúpula militar terminó con un acuerdo precario: en noviembre no se iba a aplicar ningún ajuste y se iba a dejar de lado el decreto 1307 para reestructurar la escala salarial.

El kirchnerismo, de esta forma, apareció formalmente como dando un paso atrás con la denuncia de que la protesta era “destituyente” y terminó aceptando la renuncia del hermano de Nilda Garré y removiendo a los titulares de Gendarmería y Prefectura. De hecho, incluso hicieron la maniobra de plantear que el problema no era el decreto sino “cómo se aplicó”. Con lo cual se reconoció la injusticia del ajuste y la fuerte desigualdad interna donde un cabo cobra $4500 y la cúpula más de $50.000 – desproporción de 1 a 10 que incluso es mayor si se tiene en cuenta el curro de los suplementos y compensaciones.

Sin embargo, como denunciamos en su momento desde la TPR, el acuerdo no era una solución (ni siquiera precaria) porque encubría una ofensiva fortísima del kirchnerismo contra todos los gendarmes, prefectos y capellanes que participaron de la protesta salarial. El acuerdo no era “ganar tiempo” sino bajar la guardia por confiar en un kirchnerismo y una oposición patronal que en ningún momento quiso dar respuesta al reclamo – como se vio en la conferencia de prensa de Abal Medina y Lorenzino y en la hipócrita declaración política de todas las fuerzas parlamentarias “en defensa de la democracia” (o sea, la reivindicación formal de la democracia en todo el país menos al interior del aparato represivo donde según estos falsos demócratas debería haber una dictadura permanente).

Por todo esto, nuestra opinión como TPR era que no había que aceptar el acuerdo y que, por el contrario, había que transformar la protesta en una huelga indefinida peleando por el reconocimiento sindical y uniendo la protesta de los uniformados con la lucha de los trabajadores contra el ajuste. Ese fue el camino que no se quiso seguir para “no meternos en política”, “dejarle en claro a Cristina que no estamos en contra de ella” y no denunciar las provocaciones de la oposición derechista como Macri que dijo “váyanse a sus casas”, es decir, ese fue el camino tomado por no querer ligarse a la izquierda y el movimiento obrero. Hoy, la realidad es que la protesta de los uniformados está en franco retroceso porque el kirchnerismo está metiendo miedo para reforzar a la nueva cúpula militar y ni la derecha ni el FAP dijeron una sola palabra en su contra. La razón se encuentra en que todos los partidos capitalistas se escudan en "la defensa de la democracia" para oponerse a una sindicalización de los represores que eventualmente pueda llegar a cuestionar la verticalidad y la cadena de mando al interior del propio aparato represivo del Estado. Por lo tanto, para estos supuestos "demócratas" los represores deben estar privados de cualquier derecho político y sufrir una dictadura permanente dentro de los cuarteles, comisarías y cárceles. En esta contradicción evidente se basa la posición hipócrita de la derecha, el kirchnerismo, el FAP y la propia burocracia sindical que "apoyan el reclamo"... pero no la protesta. Por el contrario, sólo la izquierda que pelea por el desmantelamiento del aparato represivo, somos los que defendemos consecuentemente el reclamo salarial y el derecho a protestar por él.

Para que la protesta por el sueldo de $7000 continúe, por lo tanto, no sólo se trata de qué medida concreta tomar sino, sobre todo, de cuál es su perspectiva política. Para los militantes de la TPR la salida es por izquierda y por eso llamamos a todos los uniformados afectados a largar una campaña pública en común con los sindicatos para reagrupar y extender la organización de cara a todas las fuerzas.

LA RESPUESTA DEL KIRCHNERISMO A LA PROTESTA DE GENDARMERÍA Y PREFECTURA POR UN SUELDO MÍNIMO DE $7000: MÁS REPRESIÓN Y MÁS PRIVILEGIOS PARA LOS QUE MÁS COBRAN

Dos meses después, por lo tanto, la política del kirchnerismo quedó desnuda en toda su hipocresía: sólo quedó en pie la represión y la defensa de los privilegios.

Entre estas medidas de persecución política se encuentran, también, la expulsión del capellán (cura militar) que realizó una misa en apoyo a la protesta, y los planes de llamadas para prestar servicios en condiciones de absoluta precariedad (sin agua, sin baños químicos y en algunos casos hasta sin luz) En oposición a estas arbitrariedades contra la tropa, desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR) denunciamos estas medidas del gobierno de Cristina como sanciones reaccionarias cuyo único fin es reforzar a la cúpula y al aparato represivo. 

La responsabilidad del kirchnerismo en esta auténtica persecución política es innegable. "Esto tiene que ver con haberme expuesto en los medios, con haber reclamado un sueldo digno y en blanco, por haber dicho lo que muchos pensaban y no se animaban a decir", relató a LA NACION el propio Raúl Maza pocas horas después de haber perdido el rango. "No estoy arrepentido de nada. El que tiene que arrepentirse es Zach, que no hace más que bajarse los pantalones ante Garré. Evidentemente fue ella la que le pidió que me echara", lanzó Maza (La Nación, 01/12). Nosotros como TPR compartimos esta denuncia de Maza y le agregamos que ningún partido político de Argentina, a excepción de la izquierda que se referencia en el FIT, repudió las sanciones, aprietes y pases a disponibilidad que metió el gobierno de Cristina contra una gran cantidad de uniformados que participaron de la protesta. El movimiento de gendarmes y prefectos tiene que señalar entre a sus enemigos, por lo tanto, no sólo al kirchnerismo sino también a la derecha, el FAP y toda la oposición patronal.

Por otra parte, La Nación hace una descripción demoledora de cuál fue la “solución equitativa de los salarios” por parte del kirchnerismo: “La administración de Cristina Kirchner liquidó los sueldos de octubre de la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval con fuertes aumentos, de más de 10.000 pesos, para altos jefes de las fuerzas, pero con subas muy exiguas para suboficiales, con lo cual reapareció el malestar entre los uniformados de las categorías más bajas.(…) Pero las únicas mejoras fueron para los oficiales de alto rango, con haberes judicializados. Según un informe al que pudo acceder LA NACION, un oficial superior con 38 años de servicio pasó de cobrar 26.000 pesos de bolsillo en agosto a 37.000 en octubre: 42% más. (…) La cara opuesta fue un suboficial subalterno, de 12 años de antigüedad, que pasó de 4500 a 4600 pesos de sueldo neto. La suba fue del 2,2 por ciento. Un marinero de 3 años de actividad percibía 3300 pesos en agosto y cobró 3500 el mes último de bolillo. Una mejora del 6%. (…) Un oficial jefe de 32 años de actividad ganaba 20.000 pesos en agosto y 29.000 en octubre: un 45% de aumento. Los suboficiales más beneficiados fueron también los de alto rango, judicializados. Un suboficial superior de 38 años cobró 17.000 antes y 21.000 ahora, 23,5% más. (…) Sin embargo, los mayores aumentos fueron hacia los haberes judicializados. Un suboficial de la Prefectura aseguró a LA NACION que "sólo algunos suboficiales obtuvieron subas de 1000 o 1500 pesos; otros no tuvieron aumentos". (…) El suboficial Raúl Maza, vocero de los rebeldes de Gendarmería, que fue pasado a disponibilidad, reveló que "el 60% cobró más en octubre, pero con subas de 700, 1000 o 1400 pesos". En la Gendarmería, también los altos jefes fueron beneficiados.” (La Nación, 14/11)

Por eso, el balance que saca La Nación es “En términos de redistribución del ingreso, el reparto resultó regresivo: se les aumentó más a los que más tienen y menos a los más postergados de las fuerzas. En esta decisión, pudo haber pesado el ánimo de castigar a los suboficiales por la rebelión de octubre o de enfrentar a éstos con los más altos mandos de las fuerzas, que negociaron los aumentos.” Todo este operativo político del kirchnerismo va destinado a que los uniformados saquen una misma conclusión "Hay mucho malestar. No hay tanta fuerza como la otra vez. Con todo lo que se peleó, resulta que la plata se la llevaron los altos jefes y nosotros nada” (Idem).

Como se ve, el kirchnerismo no enfrenta la protesta avanzando un programa contra la cúpula militar (el supuesto “revanchismo montonero” de Garré y Cristina) sino que, por el contrario, muy lejos del revanchismo lo que existe es un pacto entre el kirchnerismo con la cúpula militar para reforzar al aparato represivo del Estado.

LA PROTESTA DE GENDARMERÍA, ¿CON EL 8N O EL 20N? LOS UNIFORMADOS TIENEN QUE UNIRSE CON EL MOVIMIENTO OBRERO, NO CON LOS CACEROLAZOS DE LA DERECHA Y EL FAP

Otro asunto estratégico es que entre la protesta de octubre y el actual acto en Plaza de Mayo hubo dos fechas fundamentales: el 8N y el 20N. En el caso de Maza, participó del primero y no se lo vio en el segundo. Este es un hecho esclarecedor porque significa que se unifica la protesta de los gendarmes con la iniciativa de la derecha y el FAP, y no con el primer paro nacional contra el gobierno de Cristina.

Según refleja Clarín, para el gendarme "’la sociedad que se manifestó ayer fue la misma que apoyó nuestro reclamo’, por eso llegó hasta el obelisco. Sin embargo, el grueso de sus compañeros estuvo ausente. ‘La idea fue que no vengan las muchachos, sino sus esposas, para que no se expongan más, que fueron a reclamar eso’” (Clarín, 9/11).

Por el contrario, si bien hubo un sector que levantaba reclamos populares, nosotros como TPR denunciamos que el programa del 8-N era absolutamente reaccionario porque reclamaba un frente entre la derecha y la centroizquierda sojera. Es decir, entre Macri y el FAP, los mismos que “apoyaban el reclamo” de gendarmería y prefectura… pero no la protesta y exigían que “vuelvan a sus casas”. O sea, los partidos patronales cómplices del kirchnerismo y la cúpula militar. Por eso, para la TPR la salida pasaba por “res­tablecer la independencia política de los cacero­lazos contra su desnaturalización a manos de la derecha y la centro-izquierda sojera. Tenemos que rechazar el #8-N y, frente a la crisis nacional, retomar el camino del “piquete y cacerola, la lu­cha es una sola”. Desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR) llamamos a los trabaja­dores y la clase media romper con TODOS los partidos patronales y sumarse a la pelea de los trabajadores que este 20 de noviembre hicieron el primer paro nacional contra el gobierno kirch­nerista para marchar el próximo aniversario del Argentinazo juntos a la Plaza de Mayo, previa lucha conjunta en las calles por un nuevo paro general con marcha a Plaza de Mayo. La salida a la crisis es por izquierda, nunca por derecha.” (tpr-internet.blogspot.com, 8/11) Lo mismo vale para la protesta salarial de los uniformados y, por eso, les planteamos que la tarea pasa por denunciar a la burocracia sindical que no larga un plan de lucha y convocar a un nuevo paro nacional junto a la izquierda y el clasismo.  

PARA QUE HAYA SEGURIDAD, TENEMOS QUE TERMINAR CON LAS MAFIAS CAPITALISTAS Y EL APARATO REPRESIVO DEL ESTADO.

Por último, la agenda del acto y la misa en Plaza de Mayo fue el tema de la seguridad. "´La idea es pedir por la seguridad, puesto que sabemos que el dinero en vez de que vaya para que los que hacemos seguridad estemos bien pagos, es dirigido para otra cosa´, se quejó el ex gendarme” (Página12, 30/11)

Como se ve, se trata de un error colosal porque atribuirle la inseguridad a la falta de presupuesto en las fuerzas armadas es lavarle la cara a la complicidad que existe entre el aparato represivo y los gobiernos capitalistas con las mafias del narco-tráfico, las redes de trata y el crimen organizado. Por el contrario, muy lejos del reforzamiento y más presupuesto, la medida más elemental de seguridad pasa por la disolución de todo el aparato represivo y la organización de un movimiento popular que enfrente política y militarmente con todas las mafias capitalistas. Nada de eso se dice en esta convocatoria y, por lo tanto, nosotros como socialistas denunciamos este garrafal error político de la convocatoria que une la protesta de gendarmería y prefectura con la demagogia fascistizante típica de un Blumberg. Por eso, sumar el reclamo de seguridad con ese programa derechista, no amplía la base popular del reclamo sino que por el contrario la reduce al espectro político derechista y refuerza la campaña del kirchnerismo emparentando la protesta salarial de los uniformados con lo más reaccionario de la política patronal.  

LA SALIDA ES POR IZQUIERDA, NUNCA POR DERECHA: LARGUEMOS UNA CAMPAÑA PÚBLICA DE LOS UNIFORMADOS AFECTADOS, LA IZQUIERDA Y LOS SINDICATOS DE CARA A TODAS LAS FUERZAS

La protesta de los uniformados, por lo tanto, no sólo está sufriendo una fuerte persecución sino que, sobre todo, se encuentra ante un total impasse y crisis política. Alejándose de su mejor momento cuando se planteó la posibilidad de que participen columnas de la tropa sublevada en defensa del salario mínimo en el acto de la CGT-Moyano y la CTA-Micheli en Plaza de Mayo el 10 de octubre, lo que termina quedando en pie es la asociación política de la protesta con el 8-N y el reclamo blumbergiano de más presupuesto para seguridad.

Desde la TPR por lo tanto, en primer lugar nos solidarizamos contra la represión kirchnerista (porque, más allá de los diferentes programas, lo claro es que Cristina los ataca en defensa de la verticalidad y los privilegios al interior del aparato represivo) y, en segundo lugar, advertimos duramente contra este giro a derecha en su programa político y llamamos a soldar la unidad de la protesta de los uniformados con la izquierda y los trabajadores.

Para lograr este objetivo, hacemos la propuesta concreta a toda la movilización (o a los grupos de uniformados interesados en llevarlo a cabo) de constituir inmediatamente una campaña pública por los 6 puntos señalados al principio de nuestro folleto que constituyen, en nuestra opinión, el único programa que permite conquistar los $7000 de salario mínimo. A su vez, señalamos que la marcha reivindica su carácter patriótico pero no hace ni una sola mención al escandaloso pago de la deuda externa que hace sistemáticamente el kirchnerismo y tampoco dice nada sobre el ajuste, el tarifazo y la crisis con los fondos buitres en particular. Eso constituye, una vez más, una clara definición de no querer confrontar con los partidos de la derecha y la centro-izquierda pro-imperialista. Al no criticar a esos partidos, la crítica exclusiva sobre el kirchnerismo los termina colocando en el campo de la oposición patronal. Llamamos a sacar las conclusiones y seguir el ejemplo de los uniformados en Europa (o incluso en la propia Santa Cruz) que unen su reclamo al de los trabajadores con el ajuste y todos los partidos políticos que defienden el ajuste.

Desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), a todos los uniformados les decimos: la salida es por izquierda, nunca por derecha.

4 comentarios:

  1. ¿con una izquierda asi quien necesita extrema derecha?
    No se olviden de Pando

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    1. con una izquierda que es cómplice de la cúpula militar, ¿quién necesita al kirchnerismo?
      No se olviden de Berni y Garré

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  2. Para ir en contra de Berni y Garre podes apoyar a Videla... sigan asi, cada dia mas "frikis" de ultraderecha

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    1. claro, para no ir en contra de Berni y Garre entonces no tenemos que apoyar que la tropa tenga derecho a huelga, sindicatos y un salario mínimo $7000 porque esa es la política de... Videla.

      Reforzando a la cúpula militar y persiguiendo cualquier intento de organización de la tropa, ¡vamos el gobierno nacional y popular!

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