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sábado, 18 de mayo de 2013

[LA TPR EN LA FÊTE DE LUTTE OUVRIÈRE] No hay retiro de tropas: Hollande y la ONU están militarizando Malí


Contra la invasión, apoyo incondicional a la resistencia guerrilla y a la república de Azawad

 No hay retiro de tropas: Hollande y la ONU están militarizando Malí

Pongamos en pie comités por “¡Fuera el imperialismo de Mali!”

François Hollande, el presidente ‘socialista’ de Francia quien se jactaba de que iba a respetar a las ex colonias porque “Francia existe” pero también “África existe” ahora justifica todo en función de ‘cuidar a los residentes franceses en Mali’. Es decir, cuidar sus propios intereses capitalistas. Una impostura total. Se calcula que hay ya unos 2000 soldados franceses implicados en el denominado operativo Serval.

Recientemente, Francia ha anunciado la retirada para armar unas elecciones truchas en julio. Sin embargo, se trata de un número insignificante porque salen 100 franceses… pero entran 50 españoles. Por lo tanto, lo real es que Hollande está dirigiendo desde la ONU la militarización de Malí vestida con un ropaje democratizante para garantizar su saqueo. Mientras tanto, duplicarán los uniformados presentes, colocando casi 12.000 ‘cascos azules’ (los mismos acusados de innúmeros vejámenes en Haití y la ex Yugoslavia) en el país africano.

Frente a esto, desde la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR) de Argentina, queremos señalar que la tarea de los revolucionarios internacionalistas pasa por desarrollar el apoyo activo a la resistencia guerrillera en Mali, hoy prácticamente reducida al MNLA, que se encarga de defender la ciudad de Kidal y la naciente república del Azawad; por impulsar las luchas obreras en Mali, tomándolas como punto de partida para la discusión del objetivo estratégico que es la conformación de un partido obrero revolucionario en Mali. En nuestra perspectiva, siendo Mali una semi-colonia francesa, y Francia la metrópoli de los malienses, corresponde a la izquierda francesa que reclama para sí misma el título de revolucionaria, en especial para la trotskista, retomar lo mejor de sus tradiciones en apoyo a la revolución argelina y vietnamita poniendo en comités de apoyos a la insurgencia colonial en Mali.




HOLLANDE INVADE MALI PARA APLASTAR LA RESISTENCIA GUERRILLERA Y GARANTIZAR EL SAQUEO

Los motivos de la invasión imperialista tienen su raíz en la explotación capitalista del oro (Mali es el tercer productor mundial), la explotación de Uranio del sur de Níger (frontera norte de Mali), el petróleo y varias redes de narcotráfico. Mali limita al norte con Argelia, al este con Níger, al oeste con Mauritania y Senegal, y al sur con Costa de Marfil, Guinea y Burkina Faso. A su vez la lucha de la nación oprimida tuareg no es cuestión solo de Mali sino también de todos los países limítrofes donde tiene presencia el pueblo nómade bereber-comúnmente habitantes del Sahara-. Los tuareg, se encuentran también en Argelia, pero también en Libia, en Níger y en Burkina Faso. Esto demuestra de por sí, que si la lucha por su liberación nacional se llevara aunque sea en los términos formales de un terreno propio para la nación tuareg, esto ya desarmaría las fronteras actuales y dinamitaría el actual armado imperialista en la región. El reclamo de los tuareg, por lo tanto, plantea una confrontación objetivo con las fuerzas imperialistas y tiene un potencial revolucionario.

Por su parte, el gobierno de Hollande ha logrado por primera vez en meses el apoyo de todos los partidos políticos patronales en la Asamblea Nacional, que le han apoyado para lanzar la invasión. Inclusive, más allá de los verdes, la UMP, o el Front Nationale, el propio Front de Gauche, que viene de encabezar movilizaciones contra el ajuste del PS (después de haberle dado el voto en segunda vuelta), también avaló la invasión a Malí, lo cual constituye una gran advertencia para todos los trabajadores y luchadores franceses que están rompiendo con Hollande pero confían en Mélenchon y en el Front de Gauche como salida a la crisis francesa. Esta semana, Hollande ha cumplido un año en el gobierno y Francia acaba de entrar en recesión. Francia sufre una grave crisis y crece la deslegitimación popular del gobierno capitalista e imperialista de Hollande.

Las verdaderas intenciones de Francia se confirman por el hecho de que, tan sólo 2 semanas después de que Hollande invade Mali, decide enviar soldados del ejército destacado allí para custodiar la planta nuclear de Areva, en Niger. O sea, básicamente hacer una nueva intervención encubierta. En Niger, el ejército nativo muestra su carácter colonial previamente destacando 600 efectivos custodiando la planta francesa. La autorización para el ingreso de tropas francesas en Níger fue que ya existían acuerdos de seguridad con Francia, establecidos luego del secuestro de siete franceses de Areva en septiembre de 2010 a manos de AQMI (Al Qaeda Magreb Islámico) y uno de los contratistas en la ciudad de Arlit, en el norte de Níger. Es todo una iniciativa más general del imperialismo: Barack Obama, en febrero envió un centenar de militares a Níger para apoyar los esfuerzos de las tropas franceses en Malí.

¿Por qué la importancia de la protección de Areva y su lugar central en la invasión? “Areva es el mayor inversor extranjero en Níger, y lleva extrayendo uranio en Níger desde hace más de cinco décadas y suministra gran parte del material en bruto que emplea la industria de la energía nuclear de Francia. La energía nuclear representa el 75 % de la producción eléctrica en Francia” (El País, 24/1). En ese sentido, “Una fuente del Ministerio de Defensa ha confirmado el envío de fuerzas especiales para proteger la planta de Areva en Níger, pero se negó a dar más detalles” (Le Point, 23/1).


Hollande invade Mali, en conclusión, para aplastar la resistencia guerrillera y así garantizarse el saqueo de Malí.

ANTE LA QUIEBRA DEL ESTADO EN MALI, LOS GOLPISTAS SANOGO-TRAORÉ RECLAMARON LA INVASIÓN IMPERIALISTA

Para garantizar este saqueo, el imperialismo francés sufre una doble crisis en Mali. Por un lado en el norte, donde el MNLA, movimiento independentista tuareg, que dominaba toda la zona, fue atacado por los islamistas que empezaron a ocupar el territorio tuareg, atacando a las poblaciones, específicamente por los grupos AQMI, MUJAO – Movimiento por la Unidad y la Jihad en el África del Oeste- y Ansar Dine – Defensores de la Fe.

Originalmente, en enero de 2012, los tuaregs en el norte re-iniciaron una lucha para declarar el Azawad como estado independiente. La república de Azawad, sin embargo, no fue reconocido internacionalmente. En el sur, se da el golpe de estado del capitán Sanogo que ha hecho caer al presidente constitucional Amadou Toumani Touré, con el argumento de que no fue capaz de garantizar el poder del Estado. En ese momento (marzo de 2012) es que una parte del ejército se subleva contra el gobierno de Amadou Toumani Touré (llamado ATT) y deja el gobierno del sur de Mali bajo el mando de un gobierno de facto dirigido por Sanogo. 


Un movimiento para apoyar a los golpistas se formó el 22 de marzo. El capitán Amadou Sanogo, que encabezó el gobierno del golpe de Estado, reclamó el 5 de abril la intervención militar internacional en una entrevista publicada por Libération y Le Monde. Mientras las grandes potencias (incluyendo los EE.UU. y Francia) ponen el Malí el acento en "condenar el golpe de Estado", para la formación de un "gobierno de unidad nacional".

En este sentido es importante destacar que el gobierno de Chávez haya salido a denunciar el golpe en contra de ATT. El golpe se produce con cierta resistencia esa misma noche (51 muertos) pero finalmente el presidente derrocado ATT capitula abiertamente aceptando renunciar formalmente para dar paso a un gobierno de transición. Sin embargo, cuando se da esta capitulación, Chávez no se delimita ni llama a organizar la resistencia del pueblo de Mali contra los golpistas. Todo un síntoma de la política bolivariana. Quien queda en la presidencia luego del golpe, en consenso con EE.UU y Francia, y antes de las elecciones (a realizarse supuestamente en julio de 2012) es Dioncounda Traoré, el ex presidente del parlamento que asumió como presidente interino. Este es pro-frances, y es quien pidió a la ONU la intervención militar, como el propio golpista Sanogo. El gobierno que está formalmente vigente, el de Traoré, es un gobierno odioso, surgido del acuerdo entre el golpista Sanogo y el imperialismo: por eso su política fue traer al ejército francés a reconstituir su capacidad, como Estado, de defender su ordenamiento territorial anti-popular y los negociados imperialistas de Francia, regimentando la lucha por la autonomía tuareg y la propia liberación nacional de Mali.



EL FRONT DE GAUCHE, HOLLANDE, LA UMP y EL FRENTE NACIONAL VOTAN JUNTOS PARA INVADIR MALI FRENTE A LA RECESIÓN, EL AJUSTE Y LOS DESPIDOS EN FRANCIA, LA SALIDA ES PASAR DE LAS MARCHAS AL PLAN DE LUCHA Y LA HUELGA GENERAL

En Argentina la izquierda está brutalmente adaptada al Front de Gauche, hecho contra el cual sólo la TPR luchó activamente como se demuestra en nuestro periódico internacional. Como con Syriza, todo un sector de la izquierda centrista, reformista, y nacionalista, incluyendo al kirchnerismo, saludó al Front de Gauche de Mélenchon, que se reunión con Cristina, y la apoyó. Incluso la izquierda revolucionaria, como el Partido Obrero salió a decir que la alta votación de Mélenchon era un “ascenso de la izquierda”, según ellos, identificable… ¡al propio Frente de Izquierda argentino! Fue Mélenchon, sin embargo, el que dio los votos al PS francés para lograr que acceda Hollande al gobierno, quien ahora está aplicando el ajuste pactado por la derecha que le antecedía (Sarzoky) con Merkel. Fue Mélenchon, también, quien apoyó la invasión imperialista en Mali. Las ilusiones en la progresividad de la izquierda frentepopulista culminan en una nueva frustración.

Recientemente el 5 de mayo Mélenchon convocó a una movilización llamando “a refundar la República” en contra del ajuste de Hollande, queriéndose presentar como traicionado por el PS. Pero si el Front de Gauche hubiera roto realmente con Hollande, en la Asamblea Nacional, el Front de Gauche (que lo integran el PCF y una ruptura del PS), no se hubiera aliado a Hollande y la derecha (no sólo Sarkozy sino también la fascista Le Pen), para votar la invasión a Mali con el fin de aplastar la resistencia anti-imperialista islamista y la lucha por la autonomía tuareg. Por eso la tarea del NPA, de Lutte Ouvrière, y de toda la izquierda francesa que se reclama en oposición al PS y al frente popular de Mélenchon, es denunciar políticamente a Mélenchon y luchar frontalmente por la ruptura del Front de Gauche para quebrar cualquiera de las ilusiones  en estos social-patriotas. Recordemos que Mélenchon hizo de su política para Mali una declaración de principios diciendo que “aunque  esto no dependiera de nosotros, querríamos hacer todo lo posible para que se garantice”. Cuando Hollande extendió hasta junio el plazo de permanencia de sus tropas por voto en la Asamblea Nacional, el FG se abstuvo cobardemente, sin denunciar que esto no era parte de ninguna “acción humanitaria” sino para liquidar a los bastiones del norte, es decir la república de Azawad.

En el propio terreno de la lucha de clases inmediata, hay que comprobar cuál es la verdadera política que Mélenchon, el PCF y el FG en general, llevan adelante. Como atestigua la prensa, junto a PSA Aulnay surgen importantes luchas testigo como la de Goodyear que plantea la necesidad de tomar la ofensiva con una perspectiva de conjunto. “El plan para clausurar la factoría de neumáticos de Goodyear en Amiens, en el norte del país, concentró en las afueras de París a un millar de trabajadores de esta empresa y Sanofi, Fralib, Ford y Peugeot-Citröen” (es.euronews.com, 12/02). Ante estas luchas obreras, el Front du Gauche no combate para que la crisis la paguen los capitalistas, en el sentido concreto de que no impulsan la lucha por la expropiación de las empresas, las fábricas y los bancos bajo control obrero. Por el contrario, Mélenchon, el PCF y el FG en general son los que hoy concretamente están encabezando las movilizaciones populares contra las medidas de ajuste de Hollande. De esta forma, la ruptura de las masas con Hollande se encuentra encorsetada en los marcos reformistas del Front du Gauche en lugar de empalmar directamente con la creciente lucha obrera.

Para un socialista revolucionario, el desafío es desarrollar un programa de transición para la revolución socialista en oposición a un programa de reformas impotente e incapaz de resolver la crisis. Por eso, un socialista revolucionario tiene que denunciar que las marchas de Mélenchon se tratan de una gimnasia de movilizaciones que apunta a desgastar el prestigio del gobierno y a capitalizarlo electoralmente. Por algo, el Front de Gauche no utiliza su influencia en los sindicatos para impulsar una huelga general y plan de lucha para quebrar la línea del “pacto de competitividad” y el informe Gallois. De esta forma, los límites políticos de su planteo son directamente proporcionales al conservadurismo de las medidas de lucha propuestas: ninguno de los dos apuntan a afectar la capacidad de explotación de la clase capitalista. La fórmula de Mélenchon es fácil: marchas y protestas sí, huelgas obreras no.

LA SEXTA REPÚBLICA QUE PROPONE EL FG ESTÁ MANCHADA EN SANGRE. QUE EL NPA Y LO APOYEN A LAS GUERRILLAS Y LAS LUCHAS OBRERAS DE MALI. EL FIT DEBE ORGANIZAR LA LUCHA POR MALI EN ARGENTINA

Esto demuestra que hay un debate por llevar adelante. ¿De qué Sexta República estamos hablando cuando su mayor impulsor la inaugura pactando ahogar en sangre con el responsable del hundimiento de la anterior? Jean Philippe Dives, dirigente del NPA, muestra correctamente que estas contradicciones pueden desarrollarse (ver su artículo “Face à l’union nationale imperialiste: exigeons le retrait des troupes françaises du Mali”, Tout est à nous, 42, 20/04). Por ejemplo, relata que en la base del PG (Mélenchon) muchos denuncian la intervención, mientras que quienes hasta hace meses eran parte del NPA (como Gauche Anticapitaliste), tienen elementos que ya justifican la línea central del FG, o sea invadir. Es decir que la ruptura por derecha del NPA tiene que procesar un debate por Mali centralmente.

Lo que desde la TPR buscamos dejar en claro es que la lucha por la refundación de una sección de la IV Internacional en Francia hoy pasa por una lucha frontal contra el FG y que Mali es el punto de quiebre. Al NPA y LO los saludamos por haber sido los únicos que organizaron una marcha de 200 compañeros junto a Alternativa Libertaria, a la planta de Areva, donde denunciaron la intervención, llamando al retiro de tropas y mostrando los intereses imperialistas reales del asuntos. Pero el retiro de tropas no alcanza para una política revolucionaria, sino cuanto mucho, para una política pacifista y centrista. Lutte Ouvrière, por ejemplo, ni dio importancia a la polémica contra el FG por sus posiciones respecto a Mali. Pero lo que diferenció la III Internacional de Lenin y Trotsky, respecto de la II Internacional de Bernstein y Kautsky, es que ofrecían una política activa de boicot a sus ejércitos y gobiernos para que pierdan la guerra, por el inmediato retiro de las tropas, para se desarrolle una tendencia a la huelga general, y por sobre todo, para la propaganda y colaboración de todo tipo, basada en el apoyo incondicional, de los compañeros que resisten y luchan por su liberación. Esta no fue la lucha del NPA y de LO, porque refractan la presión del imperialismo, no rompen con la adaptación al Front de Gauche y no defendieron el Frente Único Antiimperialista. La estrategia de la revolución permanente, que es la piedra de toque del leninismo-trotskismo, implica organizar partidos obreros en las colonias y semi-colonias, en este caso Mali, apoyando la insurgencia anti-imperialista como parte de la lucha por la dictadura del proletariado.

Inclusive, en la cuestión de Mali, el NPA o el POI, se han colocado por detrás de lo mejor de su propia historia, por limitada o diferente que fuese. Como señala un trabajo de la mandelista Sylvain Pattieu, “El movimiento trotskista francés era débil y minoritario, en noviembre de 1954, cuando una nueva organización desconocida, el FLN, desencadena la insurrección armada que se convierte en ‘la guerra de Argelia’.” En el medio, en 1952, se había producido la expulsión de la mayoría de la sección francesa, que encabezada por Marcel Bleibtreu-Favre y Pierre Lambert, se había opuesto a Michel Pablo y a Ernest Mandel, que propulsaron la disolución de la IV Internacional dentro del stalinismo y el nacionalismo burgués. Pero en cualquier caso, como señala Pattieu, “Los trotskistas han sostenido las luchas de liberación nacional en Indochina y están en contacto desde la entreguerra (entre la Primera y Segunda Guerra Mundial) con el dirigente histórico del nacionalismo argelino, Messali Hadj. El grupo de Lambert heredó las relaciones privilegiadas con el viejo dirigente nacionalista, con residencia en Francia. Cuando estalla la insurrección, los trotskistas apoyan sin reservas la reivindicación de la independencia de Argelia. Para estos militantes revolucionarios, todo golpe al imperialismo francés permite avanzar hacia una posible revolución social en la metrópoli. El apoyo a los nacionalistas argelinos no plantea entonces un problema de principios sino un problema práctico ya que existen dos organizaciones nacionalistas con una rivalidad sangrienta: si el FLN es el grupo que lanzó la insurrección, Messali Hadj aporta al MNA la causa de su legitimidad histórica. (…) Tales elementos son difíciles de percibir para los militantes franceses, quienes eligen sin embargo aportar su apoyo a una de las organizaciones (…) El apoyo trotskista se manifiesta de dos maneras complementarias, públicamente y en la ilegalidad. Públicamente, los trotskistas intentan constituir comités amplios, uniendo la izquierda y los sindicatos en la oposición a la guerra de Argelia. (…) En su prensa, los trotskistas sostienen también la consigna de independencia de Argelia. Aquí el combate legal cae a veces en la ilegalidad, cuando los artículos son censurados y sometidos a multas. (…) La ilegalidad no asusta a los trotskistas pero la voluntad de proteger la organización conduce a una organización rigurosa de este apoyo clandestino a las organizaciones nacionales argelinas. (…) El PCI y la IV Internacional aseguran la impresión de folletos del FLN dirigidos a los numerosos obreros argelinos que viven en la metrópoli con su familia, y cuyo apoyo y el “impuesto revolucionario” son necesarios para las luchas en Argelia. Los folletos son impresos en Bélgica, enviados a diversos miembros del PCI y repartidos luego por los militantes trotskistas en diversos bares y comercios “amigos” del FLN. (…) En 1956, algunos paquetes son descubiertos, lo que desencadena el arresto de Simonne Minguet, Raymond Bouvet y Janine Weil. Esta última, antigua militante trotskista, pertenece luego a la Nueva Izquierda e ignoraba el uso dado a su apartado de correos. Pierre Frank, después de una discusión acalorada en el Buró político del PCI, se presenta ante el juez de instrucción en tanto que dirigente de la organización trotskista: asume políticamente la utilización por el FLN de casillas de correo del PCI. Luego de una campaña de solidaridad, los distintos acusados sólo permanecen dos meses en prisión sin que sean retenidos cargos contra ellos. Pero la impresión se hace en adelante en París, en una imprenta clandestina, que cambia frecuentemente de lugar y de la que se encarga Pierre Avot, compañero de Simonne Minguet, encargado permanente del apoyo al FLN (…) Es Pablo quien se convierte en el principal artesano de la red trotskista y sobre todo de dos operaciones de envergadura, la construcción de una fábrica de armas para el FLN en 1960 en Marruecos y en 1961 la fabricación de moneda falsa para la cuenta del mismo FLN (…)” (Dissidences, Año 4, Nº9, 10/01).

Nuestro compañero Lionel Zivals, dirigente de la TPR, incluye en su gira internacional a la Fête de Lutte Ouvrière para debatir Mali con los anticapitalistas franceses: por el apoyo a la resistencia guerrillera, las luchas obreras y la autodeterminación nacional. Esta actividad política de la TPR en Francia tiene un rol de importancia mundial en la lucha por la clarificación de corrientes, no sólo por el aumento de la centralidad de África en la situación mundial, sino por el carácter de “caja de resonancia” de la izquierda francesa sobre sus pares internacionales. En Argentina, el kirchnerismo, el chavismo, y el MST, integrado a la dirección del Secretariado Unificado, tienen que pronunciarse ante la confirmación repodridamente colonialista de su delfín reformista galo. El PO tiene que explicar qué significa “el ascenso de la izquierda francesa” en Mali. Y en general, todos los compañeros que se reivindican del espectro militante del Frente de Izquierda, tienen la obligación de mostrar que el socialismo es el antiimperialismo consecuente y que, por eso, no le damos la espalda a la resistencia de Mali. La TPR ya arrancó esta lucha.

LEJOS DE PREPARAR UN RETIRO DE TROPAS, HOLLANDE Y LA ONU PACTAN LA MILITARIZACIÓN DE MALI CON MÁS DEL DOBLE DE MILITARES PRESENTES Y UNA POLICÍA EXTRANJERA

La ficción que busca montar el gobierno francés es que ya estaríamos entrando en un retiro de tropas. Es cierto, en un lenguaje mistificador, hipócrita y farsante, que las cosas ‘se han calmado’: se han aplastado los principales focos de resistencia; las guerrillas islamistas han perdido el control de Gao y Timbuktú, y el MNLA, que quedaron enfrentados a estos últimos, sólo gozan de una autonomía relativa alrededor de Kidal.

Sin embargo, recién se retiraron 100 efectivos franceses de los 2000 que hay. Después de eso, según lo que se votó en la Asamblea Nacional en julio se retiraría todo. ”La semana pasada, Francia propuso a la ONU y al gobierno de Mali mantener un contingente permanente de 1.000 soldados en el territorio maliense para colaborar en esa lucha. En tanto, Naciones Unidas planea enviar unos 11.200 cascos azules y 1.400 policías. Además están desarrollando una misión de formación militar para el Ejército maliense en la que participarán instructores de la Unión Europea” (Télam, 9/4). Si tenemos en cuenta que además hay 1000 soldados de Tchad, con el envío de más de 10000 cascos azules y la ‘importación’ de una policía, se produce un pacto entre Hollande y la ONU para militarizar Mali. Están demostrando nuevamente que la intervención no fue para permitir que un ‘grupo terrorista’ los deje ‘vivir en paz’, sino para participar de forma determinante de la ‘reorganización de Mali’, a punta de pistola, mientras siguen negociando para cooptar a las guerrillas. “Dlamini-Zuma elogió el envío de cascos azules a Malí, pero al mismo tiempo se pronunció por continuar el diálogo para zanjar el conflicto por vía negociada” (Ria Novosti, 29/4).



CONTRA EL CHAVISMO, RUSIA y AL-ASSAD, TRAIDORES DE LA LUCHA ANTIIMPERIALISTA: BUSCAN USAR A MALI COMO MONEDA DE CAMBIO EN CONTRA DE LOS INTERESES DE LOS PUEBLOS TUAREG Y MALIENSE

Al mismo tiempo que el Front de Gauche traicionó cualquier expectativa anti-imperialista al apoyar la invasión en Mali, lo mismo hizo el chavista Maduro: cuando un nacionalista burgués apoya una invasión imperialista es porque reniega de la lucha por la liberación nacional y se encuentra en una etapa de descomposición irreversible.

En el mismo sentido se pronunció recientemente Rusia. De hecho, al comienzo de una reunión con el líder ruso en el Kremlin Hollande aseguró “El monopolio ruso de exportación de armas, Rosoboronexport, informó a mediados de mes de que negocia la venta de armamento a Mali, cuyas autoridades habrían mostrado interés en adquirir una partida de armas de fuego, helicópteros y blindados”. “Rusia ‘apoyó desde un principio las acciones militares en Mali’ (EFE, 28/2). ¿Y qué dijo Putin? Ha dicho que “Siria puede terminar en otro Mali” si no se evita la caída de Al-Assad. Es decir Rusia que aprovechó el saludo de Hollande para devolverle la ‘gentileza’ llamándolo a una solución negociada en Siria, (opuesta a los intereses del ESL – Ejército Sirio Libre o de los propios salafistas sirios). Quieren que Obama y Hollande acepten pactar con Rusia y China contra la revolución en curso en Siria. Entienden que el mayor peligro es armar una guerra civil que ponga en peligro la continuidad del propio Estado y plantee su resquebrajamiento o dislocación, de modo que todo se termine saliendo de su control y que sea un peligro para los intereses imperialistas en toda la región – en primer lugar, para la propia Israel.

Es en este cuadro que desde la TPR queremos hacer llegar una reflexión a los militantes chavistas. Si entendemos que Chávez había repudiado el golpe cometido contra él, ¿Por qué no desarrollar la lucha para derrotar al golpe y exigir el retorno de Amadou Toumani Touré al poder en Mali? Los chavistas que con soltura plantean que es correcto ahogar en sangre al pueblo sirio para defender a Al Assad, en Mali no dan la lucha contra el golpe y dan la espalda al legítimo reclamo de la República de Azawad. Tienen que mirar la realidad de frente y sacar conclusiones de esto. Maduro no defiende al pueblo de Mali de la invasión IM-PE-RIA-LIS-TA, así como tampoco denuncia que Al-Assad tiene mano dura contra su propio pueblo pero no mueve un dedo contra los bombardeos de Israel. Es intolerable. Los luchadores tienen que abrir los ojos y romper con el chavismo para impulsar una verdadera lucha anti-imperialista junto a la izquierda revolucionaria.

En última instancia, la realidad es que para el chavismo, Rusia, y hasta para el propio Al-Assad, Mali es parte de una negociación más general por Siria: están usando los intereses de los pueblos maliense y tuareg como moneda de cambio. Como señala un ex diplomático indio de gran jerarquía (Bhadrakumar ejerció funciones en Alemania y en la ex Unión Soviética), “París hizo una sorprendente afirmación en el sentido de que Moscú ‘propuso suministrar medios de transporte’ para el despliegue de las tropas francesas en Malí (…) Sin duda, la intervención occidental en Malí tiene implicaciones en la política de las grandes potencias y en la coordinación de Rusia con China respecto a temas regionales. Sin duda hay implicaciones para la ‘Primavera Árabe’ y a corto plazo también para Siria. (…) Malí es, irónicamente, Siria al revés. Rusia tiene serios intereses geopolíticos en Siria, mientras que Malí y África occidental y septentrional constituyen el patio trasero de Europa. Es interesante que París (que adoptó una posición estridente respecto a Siria) haya sentido la necesidad de acercarse a Moscú respecto a Malí. También desde una perspectiva ideológica, Rusia y Occidente se ven repentinamente diciendo lo mismo respecto al aumento del islamismo en Medio Oriente y el Norte de África después de la ‘Primavera Árabe’” (Asía Times, 25/1). Los elementos son concluyentes. El apoyo infame del chavismo a la invasión en Malí lo coloca en el mismo plano que las fuerzas pro-imperialista que hostigan sistemáticamente a Venezuela y apoyan a la derecha caprilista.

VOTAR DESPUÉS DE LA MASACRE: PARA GARANTIZAR LAS ELECCIONES EN JULIO, HOLLANDE QUIERE ACABAR CON LA REPÚBLICA DE AZAWAD Y LIQUIDAR LAS GUERRILLAS

El Movimiento Nacional de Azawad anunció su fundación el 1° de noviembre de 2010. Fue el 16 de octubre de 2011 cuando se fusionó con otros grupos tuareg, y reforzado por el regreso de los ex combatientes que participan en Libia, forma el MNLA, Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad. Del 17 de enero de 2012, los combates con el ejército maliense se dan en Menaka y Tessalit. Los tuareg reciben refuerzos de grupos yihadistas ​​en la frontera entre Argelia y Malí desde 2003. Como dijimos más arriba, fue el avance de las tropas rebeldes (tuareg e islamistas o yihadistas, unidos), lo que en el Norte del país provocó la caída del gobierno. Por eso el presidente Amadou Toumane Touré fue derrocado el 22 de marzo: un reflejo de la crisis del gobierno de Mali. Dato de color: hasta Wikipedia reconoce que Touré era un presidente sostenido por Chávez pero también por Estados Unidos.

En este marco, los tuaregs pensaron que podían conciliar con el imperialista Hollande y sus lacayos porque estaban dispuestos a obtener una independencia formal, castrada, pactada con el imperialismo inclusive, si les respetaban los territorios que ellos reclaman para sí. Pero el imperialismo no está dispuesto a negociar la zona que le corresponde a los tuaregs. La razón es que Hollande tiene como prioridad restablecer el orden en la región, reconstruir el Estado maliense, que haya una autoridad constituida que respalde sus negocio, y, luego, discutir con quien sea pero sin poner en riesgo la unidad del aparato estatal. Concretamente: “El presidente de Francia, François Hollande, ha subrayado este viernes la necesidad de celebrar elecciones en Malí a finales de julio ‘en la totalidad del territorio’, para lo que ha resaltado que será necesaria la existencia de una administración civil con autoridad sobre todo el país (...) ‘Ya he dicho que todas las facciones del territorio maliense deben ser capaces de organizar elecciones, también Kidal’, ha precisado, según ha informado la emisora Radio France Internationale. ‘No se puede aceptar, como ya he manifestado en otras ocasiones, que los grupos armados permanezcan en Malí, dañando su soberanía, representada por sus autoridades legítimas’, ha apostillado el mandatario francés” (www.europapress.es, 11/5).

En este preciso momento, AQMI, MUJAO y Ansar Dine ya no controlan Gao ni Timbuktú, donde a lo sumo pueden garantizar algunos ataques suicidas. Los medios informan que sus principales líderes han muerto o huyen hacia la frontera. El único bastión es Kidal, la tercera ciudad en importancia del país, que sigue en manos del MNLA. Desde allí, los tuareg defienden la República del Azawad. Es deber de todos revolucionarios del mundo entero, y también de todos los malienses que luchan por su propia libertad como pueblo, incluyendo los grupos islamistas que antes por razones sectarias atacaron a los tuaregs, reforzar al MNLA contra cualquier ataque francés. El MNLA ha planteado que "rechaza categóricamente toda petición de su desarme como preámbulo de su participación en un proceso de negociación y sigue convencido de que son sus fuerzas las que protegen a las poblaciones del Azawad’, apuntó el grupo a través de un comunicado publicado en marzo (…) En este sentido, recalcó que ‘estas armas sirven a la protección del pueblo del Azawad contra los crímenes masivos y las múltiples violaciones llevadas a cabo por el Ejército de Malí sobre la población civil’” (www.europapress.es, 11/5).


Tan sólo unas semanas antes, la situación era bien distinta:

“Kidal se ha convertido ya en un quebradero de cabeza, en el último escollo de esta guerra, en la piedra en el zapato del discurso triunfal francés respecto al conflicto de Malí. Esta región es el auténtico feudo tuareg del norte del país. Hace algo más de un año, el 30 de marzo de 2012, el Ejército maliense fue expulsado de Kidal tras el ataque combinado de dos grupos tuareg, los rebeldes del MNLA (laicos) y los miembros de Ansar Dine (islamistas radicales a las órdenes de Iyad Ag Ghali). Tras unos meses de cohabitación, estos últimos se impusieron a los primeros, aunque la sharia o ley islámica no se aplicó allí nunca como en Gao o Tombuctú. Ni amputaciones ni lapidaciones ni castigos corporales”.


“Sin embargo, la intervención francesa en Malí a partir del 10 de enero y su progresión hacia el norte del país provocó un cambio de escenario. El 28 de enero, el MNLA, que había sido derrotado en el terreno militar por los yihadistas, aprovecha los bombardeos franceses para volver a tomar Kidal. Los rebeldes tuaregs no solo se benefician de la debilidad de los radicales, sino que se vieron reforzados por la llegada de numerosos elementos que habían desertado de las filas de Ansar Dine. Unas horas más tarde, los soldados franceses toman el aeródromo de Kidal y el 5 de febrero unos 1.800 militares chadianos llegan a la ciudad. El enemigo común es los terroristas de la rama magrebí de Al Qaeda y los miembros de Mujao y Ansar Dine, así que chadianos, franceses y tuaregs empiezan a colaborar” (El País, 30/4).

Como demuestra la propia crónica, la urgencia de un apoyo incondicional y de la unidad anti-imperialista se deduce de la invasión. El imperialismo sabe utilizar hábilmente cualquier división de la resistencia a su favor. Los revolucionarios tenemos que dar pasos concretos en la organización de un vínculo efectivo entre las guerrillas y el proletariado de Mali desarrollando la propia auto-defensa y la huelga general indefinida contra la invasión. De esta forma, generaremos mejores condiciones para bloquear cualquier enfrentamiento sectario por diferencias étnicas o confesionales y demostraremos en la práctica la superioridad del socialismo revolucionario contra toda variante nacionalista pequeño-burguesa, laica o religiosa, en el propio terreno de la lucha contra la invasión imperialista. Nuestra consigna es: ¡Basta de persecución a las guerrillas! ¡Fuera el imperialismo de Mali! ¡Defendamos la república de Azawad!

LA TÁCTICA DEL FRENTE ÚNICO ANTI-IMPERIALISTA COMO CLAVE PARA DERROTAR LA INVASIÓN Y TAREA CENTRAL PARA PONER EN PIE UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO EN MALI

La táctica del Frente Único Anti-imperialista se tiene que verificar en la lucha, justamente, contra el imperialismo. Una cuestión de primer orden es  plantear la expropiación de los capitalistas franceses. Si bien los salafistas son más intransigentes contra el imperialismo, en los medios burgueses destacaban como dato que donde los islamistas dominaban, eso no alteraba la producción y, por lo tanto, los obreros no eran convocados a la lucha sino que seguían siendo explotados por sus patrones. Esto constata la necesidad de organizar de forma socialista al proletariado de Mali en un partido revolucionario propio, para defender realmente los intereses de la nación maliense. Delata, a su vez, el carácter sesgadamente capitalista de las guerrillas. Por ejemplo, “la minera de oro Randgold Resources (NASDAQ: GOLD, LON: RRS) dijo el lunes que su complejo Loulo-Gounkoto, así como su ‘joint venture’ Morila, estaban operando normalmente a pesar de la declaración del estado de emergencia en Malí (…) La noticia se produjo apenas unas horas después de que el canciller Laurent Fabius dijo que la dramática intervención de su país en el país africano habría de bloquear un avance de los rebeldes que podría haber tenido ‘consecuencias terribles’ (…) Otras empresas mineras con presencia en el país son el Sahara Minería, Minerales Taurian Malí, Holdor Ag, Robex Resources Inc. y PG Recursos Natyral, etc. En el momento de publicar este artículo, estas empresas no han informado ningún tipo de problemas” (www.mining.com, 14/1). Como se ve, para que la liberación nacional abra paso a la liberación social tiene que procederse a la expulsión concreta de los pulpos imperialista (no sólo reclamar una independencia formal) y la lucha debe ser dirigido por un partido obrero que le imponga su impronta de clase a la lucha anti-imperialista.

Basados en el Congreso de los Pueblos de Oriente que dirigieron los bolcheviques Grigory Zinoviev y Karl Radek, en las Tesis de Oriente y en la producción política y teórica de Lenin y Trotsky en los Congresos de la III y IV Internacional, llamamos a los trabajadores y la izquierda que se reclama revolucionaria a rechazar cualquier posición sectaria o unilateral. Los errores de las guerrillas o su propio carácter capitalista no pueden ser usados para justificar el caballo de Troya del pacifismo democratizante y pro-imperialista. Para derrotar la invasión, tenemos que unir en la acción todas las fuerzas posibles. Al mismo tiempo, en cualquier terreno donde la Sharia domine, no dejamos de propagandizar y organizar a la mujer trabajadora en una perspectiva socialista para reventar la opresión impuesta, en la medida de nuestras posibilidades y las condiciones dadas.

Pero por eso decimos que la corrección de nuestro planteo tiene que verificarse en la práctica. Si la izquierda y los trabajadores no apoyamos a quienes efectivamente están luchando contra el imperialismo, estamos entregando terreno al imperialismo con ‘argumentos de izquierda’. Los efectos de esta posición centrista, en concreto, es abrirle paso a la invasión encabezada por Hollande. Por eso, nuestra obligación es apoyar y al mismo tiempo denunciar que fue la política sectaria del AQMI y la capitulación del MNLA la que generó mejores condiciones para el retroceso de la resistencia frente al ejército francés. De esta forma, no colocamos firmemente en el campo de la resistencia anti-imperialista y planteamos una tajante delimitación clasista como basamento para la construcción de un partido revolucionario.

En 2012, aeroportuarios de Bamako, basureros, mineros del oro, docentes de Bamako, protagonizaron un importante movimiento huelguístico. En marzo de 2013, ya iniciada la guerra, hubo huelga de soldados y también de periodista. Incluso en el norte de Níger hubo una huelga en una planta china de energía nuclear. Es decir que el proletariado y los trabajadores están en movimiento, pero sin vinculación con la resistencia guerrillera contra la invasión. Lo que falta son milicias populares que sean la expresión de la deliberación en las bases, la organización de la auto-defensa y la pelea por una huelga general indefinida hasta la expulsión de los invasores. Tenemos que paralizar el aparato productivo y golpear a los imperialistas donde les duele. Por eso nuestro viaje a Francia parte de estas conclusiones. Una comunidad de medio millón de malienses vive en la metrópoli, pendiente del desenlace de estos acontecimientos. La TPR se vuelca de lleno al desarrollo de la lucha por un partido obrero revolucionario en Mali y en Francia, planteando una táctica frentista de poner en pie comités para unir la lucha por la dictadura del proletariado en la metrópolis y en las colonias, para vincularse a este debate y encontrar los caminos que la lleven a penetrar lo más posible en la médula del proletariado africano que se bate por liberarse de las cadenas del coloniaje imperialista. Lo que define al verdadero internacionalismo proletario es pelear por unir la lucha obrera en la metrópolis con la insurgencia colonial contra la invasión imperialista.
18 de mayo de 2013
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