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martes, 8 de octubre de 2013

[EDITORIAL]: Mucho más que unas elecciones parlamentarias (por Juan Marino)


Ante la derrota del kirchnerismo, cerrémosle el paso a la derecha
Mucho más que unas
elecciones parlamentarias
Vamos por más de un millón de votos para el Frente de Izquierda
Juan Marino,
por el Comité Central de la TPR (Tendencia Piquetera Revolucionaria)
@JuanMarinoTPR


El resultado de las internas proscriptivas ha puesto de manifiesto una enorme crisis dentro del aparato kirchnerista que raja las paredes. Se trata de un régimen de emergencia que ya no tiene la capacidad para contener sus tendencias centrífugas mientras los trabajadores hacen una acelerada experiencia política en busca de una salida. Estas son las razones de fondo que explican el crecimiento electoral del Frente de Izquierda.

En la provincia de Salta, por ejemplo, las votaciones ya son del orden de los dos dígitos y está planteado que el PO salga primero en las elecciones a diputados provinciales del 6 de octubre. No es sólo una posibilidad: en las PASO hubo una urna donde el PO salió primero con el 30% de los votos. La expresión más avanzada de este desarrollo político es Colonia Santa Rosa donde el 27% que sacó en agosto deja planteado que en 2015 el PO directamente gane la intendencia (ver nota). No se trata de un fenómeno local: en provincia de Buenos Aires las encuestas dan que Pitrola puede superar a De Narváez. Lo mismo sucede en Córdoba donde en la capital es posible que el FIT supere al FPV o en Mendoza donde Del Caño tiene un intención de voto del 15% lo cual lo dejaría como segundo candidato más votando superando al kirchnerismo. Evidentemente, la situación política está dando pasos firmes para que la crisis política se transforme en una crisis del sistema político. El resultado de las PASO, por lo tanto, es la constatación fehaciente de que Argentina está inmersa en una auténtica situación pre-revolucionaria.


CRISTINA SACÓ LA MITAD DE VOTOS QUE EN 2011: EL 54% YA NO EXISTE

Cuando Cristina dice que salieron primera fuerza a nivel nacional intenta ocultar que lo hizo con el 26% de los votos, es decir, con la mitad de los votos que tenía hace dos años. La realidad es que se terminó la extorsión bonapartista de que “nos votó el 54 por ciento”. El retroceso fue incluso mayor al de 2009 cuando Kirchner sacó un 31 por ciento y perdió en la provincia de Buenos Aires.

En Capital Federal, el PRO y UNEN juntos superan el 60% mientras que los K no alcanzan el 20%. En Santa Fe, el FAP y el PRO suman más del 65%, relegando al kirchnerismo a un tercer lugar. El candidato K fue el derechista Obeid. Sí, el mismo que en el Congreso votó contra el matrimonio igualitario. En Córdoba la candidata kirchnerista Carolina “CoNEAU” Scotto, sacó poco más del 10%, quedando abajo del PJ de De la Sota, de la UCR y del PRO. En Córdoba capital el FPV quedó a pocos votos de ser superado por el Frente de Izquierda que, de hecho, lo venció en muchas barriadas obreras.

En un bastión del kirchnerismo como es Chaco, la UCR superó el 40% quedando a menos de 6 puntos de la lista de Capitanich. En San Juan, la lista del kirchnerismo perdió con Compromiso Federal de los Rodríguez Saá. En Santa Cruz ganó la UCR con el 44%, casi el doble de lo que obtuvo el FPV. En Salta, Urtubey no alcanzó el 20% y le ganó por poco más de un punto a Romero. En Jujuy el FPV quedó arriba de la lista de la UCR por apenas un punto también. También perdió en Mendoza a manos de Cobos y en Catamarca y Chubut, también con triunfos radicales. La derrota más importante se produjo en Provincia de Buenos Aires, donde el Frente Renovador de Sergio Massa se impuso al oficialista Martín Insaurralde por un 35,05% a un 29,65%. Massa ganó también en 74 intendencias contra sólo 44 del oficialismo y 13 del frente FAP-UCR (FPCyS).

CRISTINA INTENTA FRENAR A MASSA ASUMIENDO LA AGENDA DE DERECHA Y NEGANDO LOS RECLAMOS POPULARES

Es a partir de este fuerte retroceso electoral que el kirchnerismo decidió pegar un viraje derechista. El discurso de Cristina en el bunker mostró un gobierno agotado que le abre paso a la derecha. La designación de Milani-Marambio-Granados y el reforzamiento del operativo centinela significan el fin del “gobierno de los derechos humanos” y que ya está en marcha el operativo para Scioli 2015.

Para instrumentarlo, Scioli e Insaurralde reunieron a los integrantes de la tercera sección electoral en la sede del Frente Nacional Peronista. Allí “se acordó avanzar en la ley de policías comunales”. No es casualidad: “En lo conceptual, introducirá la seguridad como eje de debate. En su entorno aseguraron que ordenó para los próximos días acelerar la discusión en la Legislatura provincial del proyecto de policía comunal, caballito de batalla de Massa, que el gobernador había presentado en 2012” (ver La Nación, 18/08).

A diferencia de 2009, el kirchnerismo no apuesta a “profundizar el modelo” a través de nuevas medidas intervencionistas sino que está quebrado políticamente. La razón última se encuentra en los límites insalvables del nacionalismo burgués en el marco de la bancarrota capitalista mundial. En vez de responder a la demagogia de la derecha y la centroizquierda pro-imperialistas dando satisfacción a los reclamos populares, Cristina ratificó su oposición al 82% móvil y a terminar con el impuesto al salario. El kirchnerismo no prepara una salida por izquierda sino por derecha. Votar al kirchnerismo, por lo tanto, es abrir paso a las variantes pro-imperialistas como Scioli, de ningún modo implica combatirlas.

JORGE YOMA (FRENTE RENOVADOR-MASSA): "O CRISTINA KIRCHNER CAMBIA O VA A TENER QUE DEJAR EL GOBIERNO"

La oposición patronal ve el hilo de sangre y quiere imponer sus términos. En Radio 10, Yoma planteó una agenda clara: “cambiar significa poner gente apta a conducir las distintas áreas del Estado (...) que la Presidenta se ponga a gobernar, que la corte con Twitter, con las peleas ridículas con los medios de difusión, con la Justicia, con los socios comerciales". Es decir que en lugar de estar pidiendo la renuncia del gobierno están pidiendo incorporar ministros para copar al kirchnerismo desde adentro.

Ellos saben muy bien hasta qué grado depende el kirchnerismo del aparato del PJ: “si Scioli en lugar de ponerle el hombro a un gobierno inepto y garantizar la gobernabilidad decidía pasarse a la oposición y se aliaba a (Sergio) Massa, eso significaba la catástrofe electoral del Gobierno e implicaba la renuncia de la Presidenta". Esta es la razón por la cual Jorge Yoma se siente con la autoridad como para ponerle un ultimátum en público al gobierno: “si Cristina no cambia, no va a alcanzar ni con Daniel ni con el peronismo para sostenerla".

Rápidamente salió al cruce Aníbal Fernández diciendo “a mí me importa un carajo lo que diga Yoma”, “el modelo no se toca” y que “Cristina va a cambiar si se le antoja". A su vez, en represalia directa por sus declaraciones, el kirchnerismo echó a los 14 empleados de Yoma en el Congreso. Todo esto, sin embargo, fue una cortina de humo. Lo cierto es que a Cristina “se le antojó” acordar con “los dueños de la pelota”, es decir, pasar por encima de la oposición patronal… para pactar con los capitalistas sin intermediarios.

En la reunión Cristina fue al pie y deslizó frases como “me quedan dos años más y quiero llegar tranquila a 2015” y “no soy eterna” (todas citas de Clarín, 12/9). Por su parte Scioli declaró en el Consejo de las Américas que: “este gobierno tiene que terminar lo mejor posible para que después la dinámica de la democracia permita proyectar un mejor futuro”. Léase: ya sabemos que Cristina no va más. Si nos dan el tiempo necesario, lo solucionamos nosotros mismos. Sin solución de continuidad, es claro para todos que el kirchnerismo ya optó por pactar y ser el síndico de su propia quiebra política.

Por eso Macri aseguró que “si el Gobierno entiende el resultado (de las elecciones) y eso lo llama a una actitud más dialoguista y más inclusiva de los demás, no creo que haya ningún problema en la gobernabilidad”. En este mismo sentido, Zaffaroni ya salió a golpear contra el poder ejecutivo: "yo soy partidario de un régimen parlamentario directamente, porque el presidencialismo es lo que nos está abstrayendo de todos estos problemas. Hay que tener un sistema que permita que la crisis política no derive en una crisis de sistema", puntualizó. En relación al intento de reforma judicial kirchnerista, Zaffaroni subrayó: "no tiene que alarmar eso. Pero hay que tratar de que la solución no sea la de Pol Pot con el fusilamiento de 300 jueces”. Entre línea y línea, su concepto es claro: cerremos filas y forcemos a un acuerdo para que la crisis del kirchnerismo no termine en otro Argentinazo.




GOLPE INSTITUCIONAL: JUICIO POLÍTICO Y SUCESIÓN PRESIDENCIAL

Es en el marco de esta crisis de poder que se inscribe el debate sobre la presidencia de la Cámara de Diputados. La oposición no sólo busca imponerle sus términos al kirchnerismo sino avanzar posiciones en la sucesión presidencial. La misma está ordenada en 4 instancias (presidente, vicepresidente, presidente del senado y presidente de diputados). La disputa de diputados, por lo tanto, anticipa y condiciona la disputa presidencial.

La propia Cristina lo dijo en el acto de Tecnópolis: “parece Julián (en alusión al sojero K Julián Domínguez, NdR) que quieren tu lugar en la Cámara de Diputados, en la presidencia. Y dicen que son el futuro (...) Eso es el pasado, ya lo vi en 2009, ya lo vimos cuando los que no pensaban en nada igual se juntaron para desalojar de la presidencia de la Cámara de Diputados a quien institucionalmente le correspondía, que era la primera minoría”. Estas declaraciones fueron acompañadas por Juliana Di Tullio, presidenta del bloque del FPV en diputados, diciendo que "la intención de fondo es dar un golpe institucional a la democracia" porque es "a la primera minoría a la que le corresponde la presidencia de la cámara al igual que la presidencia de las comisiones".

A su vez, desde el sciolismo, el jefe de gabinete Alberto Pérez denunció que en la Argentina hay sectores que “intentan socavar la gobernabilidad” y tras cuestionar las “denuncias al voleo”, habló de una “campaña” destinada a “difamar, desencantar a la gente y corroer las bases de legitimidad” del Ejecutivo nacional. En tanto, la ministra Álvarez Rodríguez coincidió en que existen “procesos de desestabilización en marcha, vinculados con lo económico y comunicacional, que superan lo político”, y recordó que el final del mandato de Cristina Fernández y Daniel Scioli “es en 2015 y no después de las elecciones de octubre” (todas citas de elcomercioonline.com.ar, 20/08).

Para ilustrar el operativo golpista en marcha Patricio García, el senador bonaerense del Frente para la Victoria (FpV), recordó las “acciones golpistas” en municipios como Azul, Bragado y Necochea, donde concejales opositores buscan destituir a los intendentes del FpV – en todos los casos, por distintas variantes de corrupción. “Van por algo más que conseguir un cargo o marcar diferencia, pretenden condicionar la conducción del Gobierno provincial, y llevar adelante un golpe institucional”. “Los que no pueden alcanzar el poder con los votos, lo intentan conseguir con la rosca”, sentenció. Por su parte, el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López denunció que sectores de la oposición “ahora pretenden la presidencia de la Cámara de Diputados violando el reglamento, que es ni más ni menos que parte de la sucesión presidencial” y que ello “no corresponde, nunca ocurrió” y que le “suena a desestabilizador”.

Por último, Luis D'Elía también se sumó a las denuncias de conspiraciones: "el Círculo Rojo se propone ganar la presidencia de Diputados y de Senadores" y agregó que "con el argumento de ‘chorra’ y ‘loca’, destituir a Cristina Kirchner”. D’Elía hasta le puso fecha al golpe: dijo que será el 8 de noviembre (en alusión a la marcha del 8N). Dando más precisiones, indicó como golpistas al CEO de Clarín, Héctor Magnetto, el titular del Grupo Techint Paolo Rocca, al banquero Jorge Brito, al ex presidente Eduardo Duhalde, al mafioso radical Enrique Coti Nosiglia, y al burócrata Luis Barrionuevo. La idea sería que con la presidencia de ambas cámaras impulsarían un juicio político contra Cristina, al igual que le sucedió a Fernando Lugo, en Paraguay.

CARRIÓ: “EL PJ ESTÁ BUSCANDO UN NUEVO 2001”

Mientras toda la oposición patronal en bloque lo desestimó, a las denuncias de golpismo se sumaron las de Elisa Carrió quien se considera una “opositora leal e institucionalista” y sentenció: “acá hay dos salidas. Salís en la República y respetás los mandatos constitucionales o salís al 2001”

En una entrevista, Carrió declaró: “Acá hay una pelea de facciones en el seno del PJ, en la provincia de Buenos Aires, que va a terminar en una crisis institucional de gravedad inusitada. Informo diariamente a la OEA, a una persona que está haciendo el seguimiento, e informo a todas las autoridades internacionales para ver cómo decanta. Porque algunos actores se están comportando idénticamente al 2001 (…) el establishment y Massa están jugando a otro juego. (…) Massa es el nuevo Kirchner. Después, que alguien pague el ajuste. Duhalde está detrás de todo esto. Donde está Ignacio de Mendiguren (ex-titular de la UIA y candidato del massismo a diputado) hay un golpe civil. Por eso reiteramos nuestra posición institucionalista. (…) Scioli está queriendo ser el ganador. Esta es una puja del PJ al estilo 1975 (…) estamos en la crisis de sucesión (…) negocian con el establishment a ver quién hace el ajuste (…) una parte de la oposición quiere un golpe civil y que el candidato sucesor sea Massa".

En diálogo con el programa Desde el llano, Carrió aseguró que "hay una parte de la oposición que quiere un golpe civil". "Quieren armar una transición, en la que un miembro del Congreso de la unidad opositora, se haga cargo. Y el candidato es Massa”. Dos semanas después, insistió con sus denuncias y dijo que “una de las hipótesis duhaldistas" es que el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, encabece un gobierno de transición, en caso de darse un golpe de Estado contra el kirchnerismo”

No descartó tampoco, el cambio de ministros (“puede venir un Remes Lenicov y hacer lo mismo que le ordenó (Eduardo) Duhalde” - o sea, una devaluación) y colocó la disputa por diputados en la línea del golpismo “- Dirigentes opositores se han planteado asumir la presidencia de Diputados. –Es parte de ese juego. –¿No acuerda con esa iniciativa? –Yo no soy quién. Lo decidirá el nuevo bloque. ¿Pero puede adelantar una opinión? –No voy a adelantar ninguna opinión porque no voy a hacerles el juego a quienes me quieren crucificar. Aquí hay que salir como 1983, no al 2001”.

LA OPOSICIÓN DIVIDIDA ENTRE “GOLPISTAS” E “INSTITUCIONALISTAS”

El golpe institucional, sin embargo, tiene un límite objetivo para consumarse: se requiere tener la mayoría de la cámara (129 diputados del total de 257 bancas). Para que esto suceda se deben reunir dos condiciones. Primero que haya un fuerte retroceso del kirchnerismo (debería perder unos 800 mil votos de aquí a octubre, es decir, una caída del 12,5% respecto a agosto). Segundo que, aunque sea una estafa al electorado, se reúna una mayoría opositora contra la primera minoría oficialista por medio de agrupar a toda la oposición más un sector de diputados oficialistas o de sus aliados que se pasen de bando. Se trataría, por lo tanto, de un pacto de olivos contra el kirchnerismo. La consumación de un Capriles argentino ungido por todos los partidos tradicionales que fueron despedazados por el Argentinazo. Un pacto pérfido de esas características es algo que no toda la oposición está dispuesta a acompañar. 

Entre los que apoyan el pacto golpista, se encuentra a la cabeza el presidente de la UCR, Oscar Aguad, quien declaró: "al presidente de la Cámara lo designa la mayoría o la primera minoría (…) Es absurdo suponer que pueda significar un golpe institucional. En todo caso, el golpe lo da el pueblo con los votos. Perder las elecciones significa mucho, porque las consecuencias son constitucionales, porque se forman nuevas mayorías en el Congreso (…) Los controles que puede tener la oposición en la Cámara baja y que atemoriza a la oposición son los de manejar los tiempos, citar ministros, poner reglas para que cuando vaya el Jefe de Gabinete no sea un monólogo donde no se le pueda preguntar nada y el formar comisiones investigadoras (…) Cobos podría ser extraordinario como presidente de la Cámara” (mdzol.com, 20/08). En el mismo sentido se pronunció Gil Lavedra, presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR, quien dijo “lo que lesiona la estabilidad institucional es la corrupción de la propia administración nacional”. Cuentan con el apoyo de Mauricio Macri quien declaró: “es una forma lógica de ejercer la dinámica democrática, que si perdiste la mayoría la tenga la oposición y que dialogues en función de conseguir las leyes que querés”. Lo mismo dijo De Narváez: “la oposición debe ejercer la presidencia de la Cámara baja si triunfa en las elecciones de octubre, y destacó que ejecutar esa atribución no es golpismo sino representar”.

Sin embargo, la crisis estalló dentro del radicalismo dado que Cobos rechazó ser candidato: “yo ya he tomado postura, no aspiro a ocupar ningún cargo” y remató: “hay que ser respetuosos de esa tradición, más allá de que el peronismo no lo hizo. Nosotros somos distintos” (ídem). Por su parte Alfonsín, quien primero apoyó el pacto golpista, un mes después se pronunció rotundamente en contra: "eso no resuelve nada. No es cierto que el parlamento funcione mejor si la oposición obtuviera la Presidencia de la Cámara de Diputados (…) A mí me vinieron a ver desde otros partidos para ofrecerme la presidencia y les dije que no (…) luego de octubre la oposición no tendrá el número suficiente de votos que le permita tener en sus manos la presidencia en Diputados (…) Creo que muchos están haciendo la digestión antes de comer" (Terra.com, 29/09).

La crisis también golpeó las filas del denominado “pan-radicalismo”. Tanto Hermes Binner como Carrió, Solanas y Donda ratificaron que rechazan disputar la presidencia de diputados. Binner declaró: "siempre fuimos defensores de la primera minoría, son cuestiones que hay que respetar y es lo que garantiza el ejercicio democrático" (Página12, 21/08). En el mismo sentido se pronunció Donda de Libres del Sur: “El Frente Progresista sostiene que la presidencia de Diputados debe ser para la bancada mayoritaria” (impulsobaires.com, 26/09). De esta manera, la crisis de la UCR está determinada no sólo por la falta de candidatos sino también con la posición de sus aliados y una especulación con que el resultado electoral no será suficiente.

También el peronismo está cruzado por esta crisis política. El massista Felipe Solá declaró: “No se trata de un golpe institucional. En 2009 yo era uno de los pocos que insistían en que la oposición debía ocupar la presidencia de la Cámara. No lo hicimos y lo pagamos caro”. En la misma línea se pronunció De Mendiguren: “si se plantea es porque es posible, así que yo creo que hay que desdramatizar esto, esperar las elecciones y luego definirlo (…) hay que tener en cuenta la experiencia de los que tuvieron en el 2009 la posibilidad de tomar la presidencia, no lo hicieron y después se arrepintieron de no haberlo hecho” (infonews.com, 20/08). Es decir que De Mendiguren rechaza las denuncias de Carrió sobre un “golpe civil” contra el gobierno nacional pero acepta amontonar a toda la oposición para colocarse en la sucesión presidencial. Por el contrario, el propio Massa dejó en suspenso la cuestión: "Ya se verá en su momento. Hay que esperar las elecciones. Hay mucha gente muy apurada. Yo voy a ser un diputado raso. No me interesa ni la presidencia de la Cámara, ni la del bloque, ni de ninguna comisión" (Clarín, 20/08).

POST-KIRCHNERISMO: CON CRISTINA EN OCTUBRE Y POR UNA INTERNA ABIERTA DEL PJ PARA 2015

El último episodio de esta crisis donde los capitalistas discuten a viva voz como devorar al kirchnerismo es la reunión del Consejo Nacional del PJ y la opinión del Grupo Clarín. Con respecto a este último, si aceptamos que Lanata es su principal vocero, la posición es clara: “nadie quiere que se vayan. Lo último que la oposición quiere es que se vayan. La oposición quiere que se queden dos años. Gobiernen. Y arreglen el quilombo que hicieron. Nadie quiere que se vayan y heredar el quilombo que hay. Es ridículo como idea” (extracto de Periodismo Para Todos).

Por su parte, la reunión del PJ tuvo la misma tónica. En su documento, el PJ se auto-denominó "columna vertebral del Frente para la Victoria" y llamó a votarlo en las elecciones legislativas de octubre. El concepto fue claro: sin apoyo del movimiento obrero, la supervivencia del kirchnerismo depende de la estructura estatal de intendentes y gobernadores. Por eso, la parte más interesante de la reunión fue el debate sobre qué perspectivas están en disputa de cara a 2015: que el candidato sea electo por medio de una interna abierta del PJ. Ahora, ¿abierto hasta quién? ¿Está incluido Massa?

La Nación del 01/08 responde: “de hecho, cuando se lo consultó sobre si el intendente de Tigre y sus seguidores serían expulsados, Scioli eludió pronunciarse al respecto. ‘Nuestro partido, más que nunca, está abierto, participativo y democrático’”. En el mismo sentido se pronunció Gioja “el candidato presidencial del peronismo para las elecciones de 2015 será ‘el que salga de las primarias’ obligatorias (…) ‘Nos vamos a preparar institucionalmente como partido para normalizarlo y también para 2015’” (Ámbito, 27/09). “Para después de octubre la estrategia debe ser ‘abrir de par en par las puertas del partido’, y convocar a todos los sectores del peronismo para definir los candidatos en las PASO de 2015. Sobre el futuro del PJ, destacó que ‘siempre ha hecho frentes’ y que convocará ‘a todos los que quieran’ integrarlo para 2015. Este planteo va dirigido hacia los hermanos puntanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saa; el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, o el santacruceño, Daniel Peralta. "Para hacer una interna nacional se necesita que las provincias también participen, la idea es arreglar la situación en la provincia de Buenos Aires, Córdoba, San Luis, Santa Cruz donde los gobernadores son los presidentes del PJ" (losandes.com, 02/09). Cualquier similitud con el planteo de Duhalde no es casualidad. “El ex presidente se refirió a posibles candidatos del PJ para las presidenciales y dijo que había cinco o seis candidateables. No descartó una interna entre Massa y Scioli pero resaltó al mandatario cordobés: ’no hay que descuidarlo, es el más experimentado’” (informedigital.com.ar, 21/09).

Por otra lado, según Clarín del 03/10, “Cristina Fernández sepultó el proyecto del Frente para la Victoria y resolvió delegar el debate por la sucesión en la estructura tradicional del PJ (…) Daniel Scioli, al igual que José Manuel De la Sota y Sergio Urribarri, se imaginan midiéndose en una competencia durante las PASO de 2015. Los une, además, la decisión, al menos temporaria, de excluir a Sergio Massa. Del mismo modo que Massa, Scioli y De Narváez dejaron afuera de Buenos Aires a Mauricio Macri, los peronistas quieren cercar ahora al intendente de Tigre en la provincia y encuadrarlo en la ‘derecha opositora’. ‘Si quiere competir, que compita con Macri. Él ya eligió jugar fuera del peronismo’ se entusiasmó un alfil del cordobés De la Sota, que hasta hace pocas semanas veía con agrado un acuerdo con el intendente de Tigre. Hoy prefiere apostar a la reunificación del justicialismo”. “El gobernador bonaerense cree que las internas son un paso esencial en su plan para revitalizar el partido. ‘Daniel en el PJ Nacional y (el jefe comunal de La Matanza, Fernando) Espinoza o algún otro de los intendentes fuertes en el PJ bonaerense, sería una combinación ideal’, confesó ante Clarín uno de los hombres de mayor confianza de Scioli” (Clarín, 01/09).

Por su parte Felipe Solá del massismo declaró que "no iríamos a una interna del PJ. Nosotros ya somos un partido político". Mientras que Sergio Massa opinó que “desde su espacio político se busca interpretar al mejor peronismo". Sin embargo, el que sí se manifestó nuevamente a favor de internas es el dirigente Fernando Pato Galmarini, suegro del líder del Frente Renovador. "En el peronismo, desde hace 30 años, no estamos en desacuerdo con las internas. Y a mí me parece que se han ido prefigurando en estos tiempos algunos candidatos. Pero falta mucho para 2015. Tenemos que votar en octubre, así que pensar en esto es un despropósito. Pero, si trasladáramos estos tiempos a 2015, no sería de extrañar que pudiera haber una interna entre Sergio, (José Manuel) De la Sota y Scioli”. En tanto, el dirigente denarvaista Gustavo Ferrari dijo que "esperemos para el 2015 que haya un presidente peronista" (lacapital.com.ar, 19/09).

La propia Cristina, de hecho, en la entrevista que hizo con Jorge Rial dijo que descartaba la posibilidad de “elegir a dedo al candidato presidencial”. Esto significa que el candidato a presidente en 2015 ya está en manos del aparato del PJ. La decisión del kirchnerismo es a lo sumo intentar bloquear que Massa pueda participar de la interna abierta pero su destino ya está atado a la candidatura presidencial de Scioli.

Como admitió Kunkel “el gobernador Daniel Scioli ‘nunca fue descartado’ como una opción para suceder a Cristina Kirchner. Asimismo, Kunkel recordó que Sergio Massa y otros justicialistas que decidieron ser candidatos por otros espacios sin ser autorizados por el partido están suspendidos en su afiliación, de acuerdo a lo que surge en la Carta Orgánica del PJ. Todos aquellos que quieren regresar para el 2015 deberán analizar la cuestión con las nuevas autoridades” (Infobae.com, 01/10). “En ese marco, consideró que no deberían presidir el partido justicialista ‘quienes tengan aspiraciones a cargos ejecutivos en 2015’ (un claro cuestionamiento a la presidencia de Scioli en el PJ, NdR). No obstante, dijo ‘garantizar reglas de juego equilibradas y la participación de todos los que estén dentro del peronismo’. ‘Los que fueron candidatos por otro partido -agregó- sin autorización del Consejo, no pueden participar de estas internas’” (La Nación, 18/09).

En la misma línea se pronunció Diana Conti: “No sé si ella va a elegir a alguien o no, lo que ella diga será, pero me parece que vamos a tener primarias de candidatos a presidente para 2015. Hay varias propuestas. Vamos a ver, a lo mejor ella decide que lo mejor es eso. (…) ya pasó un tiempo muy suficiente y necesario en el Partido Justicialista sin elecciones internas partidarias. Me parece que ya es tiempo de que se reconstituya el Partido Justicialista como espacio político de contención del peronismo a través de mecanismos democráticos, porque ya está bastante renovada su dirigencia. Todos reconocemos la importancia de Partido Justicialista, por eso todos reconocemos ya la necesidad de que éste y los demás partidos que integramos el Frente para la Victoria -entre quienes la relación está excelentemente bien- nos fortalezcamos con elecciones internas partidarias” (mdzol.com, 22/09).

EL ABSTENCIONISMO DEL FRENTE DE IZQUIERDA: LOS GOLPES Y AUTO-GOLPES “SON FUEGOS DE ARTIFICIOS”

¿Qué dijo el Frente de Izquierda ante esta enorme crisis política por la sucesión presidencial? En Prensa Obrera Altamira escribió una editorial donde, de forma muy correcta, señaló: “la cuestión de la presidencia de Diputados va a ocupar un lugar crítico en la campaña electoral que se inicia en un par de días. (…) El bloque de representantes del Frente de Izquierda votará, para ese caso, a su propio candidato (…) El escenario de ‘golpes’ y ‘contragolpes’ institucionales inaugura esta segunda fase de la campaña electoral. Su propósito inmediato es instalar una polarización política. Las advertencias oficiales sobre un ‘golpe’ apuntan, sobre todo, a galvanizar al electorado kirchnerista con vistas a la elección de octubre. Si sigue este libreto, el electorado del kirchnerismo será el último en salir del barco y en sufrir todas las consecuencias del desbarajuste económico y político. Lo llamamos a que lo haga de inmediato mediante el voto, en octubre, al Frente de Izquierda” (Editorial PO: “Después de las PASO, la crisis política”, 22/08).

Sin embargo, nada de esto se vio reflejado en su campaña electoral como FIT. Muy lejos de ocupar un “lugar crítico” no se hizo absolutamente ninguna mención del punto. De hecho, en su “Manifiesto político-electoral del FIT” solamente se hace una vaga mención a que “a través de algunos de sus políticos (como Scioli, Massa, Macri o De la Sota) buscan conciliar ese programa con una ‘transición ordenada’, para evitar la repetición del 2001. En realidad, quieren que sea el gobierno K el que cargue con las ‘tareas pendientes’ del ajuste”. Se habla de una vuelta al 2001 sin hacer mención de la presente crisis política y cuál será la táctica del Frente de Izquierda. Algo lamentable.

La razón de tanto liquidacionismo es el escepticismo morenista. Mientras el PO abordó el punto en sus editoriales e hizo un esbozo de cuál debería ser la perspectiva y la táctica correcta, tanto el PTS como IS subestimaron por completo esta crisis de poder. En Canal 26, el ex-candidato a vicepresidente del FIT (Christian Castillo) declaró que: “yo creo que es fuego de artificio para convencer de mantener el voto a Insaurralde” (26noticias.com.ar, 26/09). En la misma línea se pronunció Izquierda Socialista en la única vez que dijo algo al respecto: “por eso nadie se traga las supuestas ‘teorías conspirativas’, los ‘ríos de tinta” de la prensa opositora para ‘destituir a un gobierno popular’; el golpe que prepara el ‘Círculo Rojo’ de la centroderecha al que ya el piquetero D´Elía le puso fecha, el 8N. Todo para encubrir que el gran gestor de la debacle del peronismo kirchnerista es su propia base social. 4 millones lo dejaron de votar, quitándole la mitad del apoyo que le habían dado dos años antes” (“La izquierda crece”, 11/09). Para ellos la crisis de poder se trataría solamente de una excusa kirchnerista para no votar a la izquierda. Están sufriendo una miopía política mayúscula.

No es casualidad. Se trata del escepticismo anti-catastrofista de una corriente que ni siquiera puede reconocer su propio desarrollo electoral como expresión de una ascenso en la lucha de clases. Por el contrario, el PTS mira el crecimiento electoral y se pregunta si no será que el FIT se está transformando (léase “ocupa el espacio libre”) del centro-izquierda progresista hoy aliado a la UCR. Como dicen Fernando Rosso y Juan Dal Maso en su blog: “esto abrió una situación particular con una ‘crisis del espacio de representación de la centroizquierda’, en la que el kirchnerismo tiene que abandonar progresivamente ese espectro y la centroizquierda sojera no puede hacerlo propio. (Las lecturas son varias) una es como manifestación de la crisis-ausencia de centroizquierda (más fuerte en unas regiones que en otras), y por lo tanto interpretado en su aspecto ‘negativo’, como no representación de una radicalización política, sino como una ocupación de un espacio ajeno. Pero, si bien es un hecho que el desarrollo del FIT se da sin lucha de clases (¿leyeron bien? NdR), una lectura ‘positiva’ debe tener en cuenta que posibilidades y desafíos abre para la política, el programa y las ideas de la izquierda, la crisis de una opción de ‘contención’ de centroizquierda y la ‘ocupación’ de este espacio por un frente de ‘extrema izquierda’ con partidos que se reivindican trotskystas. Porque la propia crisis de la centroizquierda y el malestar con la política burguesa ‘tradicional’, es también terreno fértil para la izquierda”. 

UNA ELECCIÓN HISTÓRICA DE LA IZQUIERDA: EL FIT YA ES CUARTA FUERZA NACIONAL

Esta crisis de poder no sólo se desarrolla “por arriba” sino que un elemento constitutivo de la misma es un potente desarrollo electoral de la izquierda. El FIT se consolidó como la cuarta fuerza a nivel nacional. Este crecimiento electoral confirma que la situación es prerrevolucionaria y es un síntoma político que pre-anuncia el pasaje a una situación directamente revolucionaria donde el protagonismo histórico de las masas se apodere de las calles. 

Por eso decimos que no se trató solamente de un “milagro”: es la conclusión de una presencia orgánica en todo el país con guarismos que coloca al FIT como cuarta, tercera y hasta segunda fuerza desde Jujuy hasta Santa Cruz (incluso no faltaron las mesas donde el FIT salió primero holgadamente). De esta forma, con sus hechos el FIT desmiente los dichos de Ricardo Alfonsín de que la UCR “es el único espacio, además del Frente para la Victoria, que forma parte de una fuerza nacional”. Por el contrario, el FIT se presentó en 18 de los 24 distritos nacionales y en 74 de los 134 de la provincia de Buenos Aires. Los únicos que pueden decir eso son el kirchnerismo, la UCR y tal vez el PRO. Este es el enorme progreso conquistado por el FIT. Una alternativa de izquierda que ha echado raíces como fuerza política nacional y ha superado los 900.000 votos, luego de haber alcanzado casi 700.000 en 2011. Se trata de un crecimiento del 50% respecto a octubre y un 100% con respecto a las anteriores PASO. La oposición obrera y de izquierda, la alternativa obrera y socialista, está en marcha. La posibilidad fáctica y plausible de una salida por izquierda ante el derrumbe del gobierno kirchnerista es un hecho.

Esta gran elección a nivel nacional tiene su correlato en las distintas provincias, dado que en Salta el Partido Obrero ha quedado como cuarta fuerza con el 11,1% de los votos, en Jujuy el FIT ha logrado casi el 9%, en Santa Cruz el Partido Obrero también se colocó como cuarta fuerza con más del 7%, en Mendoza el FIT terminó en tercer lugar con el 7,6%, en Río Negro el PO alcanzó el cuarto lugar con el 6,3%, en Córdoba el Frente de Izquierda superó el 5,5%, en Formosa el Partido Obrero quedó tercero con más del 5%, en Neuquén el FIT terminó cuarto con más del 6,6%, y desde ya los enormes resultados en Capital Federal y Provincia de Buenos Aires, donde el FIT logró el cuarto y quinto lugar con el 4,18% y el 3,95% respectivamente. En todo el resto de las provincias donde se presentó, el FIT y las fuerzas que lo integran evadieron la proscripción superando el piso de 1,5%.

Para nosotros, como TPR, estos guarismos son una oportunidad para la lucha por reformar al Partido Obrero dado que uno de los principales argumentos con los cuales Marcelo Ramal impugnaba las posibilidades revolucionarias de la clase obrera en la crisis campo-gobierno de 2009 era que “ningún partido obrero saca más del 1%”. Ahora, con el 4% de promedio nacional y siendo el FIT cuarta fuerza nacional, ese debate ya ha sido saldado por el propio desarrollo histórico de la izquierda.

De hecho, el resultado no sólo es histórico en relación al “piso del 1%” de Ramal sino al propio techo de la izquierda a lo largo de la historia en nuestro país: con su votación de 900.371 votos el FIT superó la votación del FREPU (PC+MAS) en las legislativas del ’85 (351.860, 2.3%) y de Izquierda Unida (PC+MAS) en las presidenciales del ’89 (409.751 votos para presidente, 2.45% y 580.944 votos que metieron a Zamora al Congreso, 3.49% y Silvia Díaz como diputada provincial en la legislatura bonaerense) convirtiéndose en la quinta fuerza electoral, en las presidenciales del ’99 (con PC+MST dio 151.276 votos, 0.8%), en las legislativas de octubre de 2001 (con 276.571 que metieron a Patricia Walsh en el Congreso, 5,21%, en el marco de una elección más general de la izquierda que totalizó 1.200.000) y en las presidenciales de 2003 (con 332.863 votos, 1.71%). De esta forma, conforme avanza la rueda de la historia más cerca se encuentran los momentos decisivos que demostrarán irrevocablemente de qué está hecho cada partido. Cada avance del FIT pondrá bajo la prueba de los acontecimientos a los “anti-capitalistas” argentinos contra un kirchnerismo en descomposición, un frente popular integrado por el FAP-UCR y una derecha que se postula firme para 2015.

NO AL GOLPE PARLAMENTARIO A CRISTINA. POR UN CANDIDATO DEL FIT EN LA SUCESIÓN PRESIDENCIAL. LA SALIDA ES POR IZQUIERDA

Al cierre de esta edición de El Piquetero, de hecho, la propia Cristina ya no será la presidente. Temporalmente, y sin fecha de retorno, se ha alejado del ejercicio del mandato debido a razones médicas. Por ello, tendremos como presidente a “Ciccone” Boudou. No son pocos los que especulan que el “dolor de cabeza” de Cristina lo será, en realidad, en primer lugar para los trabajadores porque Boudou aprovecharía su presidencia para aplicar la devaluación y el ajuste tan reclamo por la oposición. “Luego de las elecciones legislativas del 27 de octubre, la devaluación oficial se acelerará a un ritmo del 45% anualizada, según estimó el JP Morgan en un informe difundido el viernes” (Ámbito, 07/10) Detrás del hipócrita “respeto a la salud de la presidente” se oculta que los chicos de la UCeDé están de fiesta. 

La crisis política por la sucesión presidencial se ha vuelto a ratificar como el tema central y excluyente de la campaña electoral de octubre. Sin ningún lugar a dudas es el punto de división entre la izquierda revolucionaria y la centrista que esquiva o rechaza la lucha por el poder. En este sentido, pareciera obvio que ni Zamora ni Camino Popular ni el Nuevo Mas se hayan pronunciado sobre el punto. Llama poderosamente la atención, por el contrario, que el FIT no haya emitido siquiera un comunicado comprometiéndose a presentar una candidatura independiente a la presidencia de la Cámara de Diputados cuando el Partido Obrero y su principal candidato, Jorge Altamira, ya fijaron posición.

El tema no es menor porque candidatearse a la sucesión presidencial es plantarse con bandera firme en defensa de la autonomía política de la clase obrera y la izquierda frente al kirchnerismo en descomposición y, en especial, frente a su expresión sojera y derechista como Julián Domínguez. La izquierda kirchnerista, filo-kirchnerista o FAPista, por el contrario, no ha tenido la capacidad de darse una expresión independiente del kirchnerismo sojero. Se trata de la conclusión de todo un trabajo político a lo largo de una década que nos posiciona desde dos lugares completamente distintos: unos como rehenes de la derecha kirchnerista y otros como una alternativa política de izquierda.

¿Se trata de un “golpismo de izquierda” disputar la presidencia de diputados? De ninguna manera. Por el contrario, la presentación de un candidato del FIT permitirá una clarificación por partida doble mostrando la impostura tanto del kirchnerismo como de todas las variantes de la oposición patronal. Por un lado, en relación a los K, dejará en claro que cuando Fernando De la Rúa era presidente, Cristina propuso que el senador peronista Ramón Puerta sea el presidente provisional del Senado -cuando era el segundo en la línea sucesoria. De hecho el 10 de diciembre del 2001, también durante la presidencia de Fernando de la Rúa, fue elegido Eduardo Camaño como presidente de Diputados que era de la oposición. Esto también fue acompañado por el entonces senador por San Juan, José Luis Gioja quien decía que “el pueblo se expresa en elecciones plurales, libres y periódicas sobre quienes deben gobernar los órganos de la República. (…) El criterio de la mayoría es el factor propiamente democrático”. Esto en abierta contradicción con lo que hoy plantean. Y, por el otro, servirá para demostrar el verdadero carácter de la oposición y su núcleo de coincidencias fundamentales más allá de las diferencias. El oportunismo en política nunca deja de tener una lógica que lo fundamenta y, por eso, es revelador sobre la verdadera naturaleza de las fuerzas políticas. Es decir, como centro-izquierda y centro-derecha tienen una misma apuesta estratégica pro-imperialista.

En este sentido, no hay peor oportunismo que no fijar posición. Es absurdo que una fuerza que se reclama de izquierda se quede callada ante semejante crisis de poder. La crítica socialista tiene que reivindicar la autonomía de la izquierda clasista como alternativa de poder. Por eso criticamos duramente al FAP y los “institucionalistas” que hacen gala de ser “una oposición leal” y no disputar la presidencia. Se trata de una brutal capitulación política al kirchnerismo. No es cierto que disputarle la presidencia a la primera minoría sea una falta al reglamento. Se trata de una simple “tradición parlamentaria”, es decir, una tradición de pactos espurios de los partidos patronales a espaldas del pueblo. La Constitución no establece que sea la primera minoría o el bloque más numeroso el que tenga que tener la presidencia de la cámara. Lo que dice es que tiene que tener la mayoría de la cámara. Y si la mayoría la obtienen los partidos que no son del gobierno perfectamente puede haber un opositor. Si el FIT tiene que presentarse en la lista de quienes se candidatean a la sucesión presidencial no es porque le alcancen o no los votos para conquistar la presidencia sino porque sus bancadas (sean 1, 6 o más) tienen que estar al servicio de educar políticamente y preparar de una manera sistemática la lucha por una salida por izquierda. Nuestra crítica a quienes disputan la presidencia no es por disputarle al kirchnerismo sino porque lo hacen amontonando intereses pro-imperialistas para forzar una salida por derecha. Por eso configuran un planteo golpista y anti-popular.

El mismo debate se da en el caso del juicio político a Cristina. La oposición prepara un juicio político con el argumento de la corrupción con Lázaro Báez. En realidad se trata de una excusa para forzar la sucesión a Boudou. No se puede descartar, siguiendo este razonamiento, que Cristina haya “decidido enfermarse” con tal de pactar la impunidad para ella misma y sus funcionarios. Desde la TPR, como parte de la izquierda argentina que combatió al kirchnerismo desde el primer día en Santa Cruz, estamos convencidos del carácter corrupto del gobierno y sus negociados con la obra pública. Sin embargo, eso no nos confunde ni un por segundo en llevarnos a caer en la trampa de la oposición patronal. Ello siempre supieron de la corrupción del kirchnerismo y nunca dijeron nada. Si levantan su voz ahora es porque necesitan imponer un cambio en el poder político. Detrás del planteo institucional del juicio político, por lo tanto, se esconde una consideración de la correlación fuerzas: ellos creen que llegó la hora de la derecha. Nosotros rechazamos esta intentona y, como planteara Trotsky en los 30’ (ver nota aparte), señalamos que el juicio político es sólo un trampolín para el derrocamiento del kirchnerismo. Nadie se olvida del 8N y sus movilizaciones por el ¡Fuera Cristina! Desde la TPR, partidarios de un segundo Argentinazo contra Cristina, la derecha y el FAP, nos colocamos en oposición al 8N y el reclamo de juicio político porque entendemos que nuestra tarea como revolucionarios, conforme la izquierda no pueda disputar fácticamente el poder para sí misma, es cortarle el paso a la intentona golpista de la derecha para que los trabajadores argentinos puedan agotar hasta el extremo la desilusión en el fracaso del kirchnerismo.

De hecho, un juicio político contra Cristina sería para bloquear la ruptura de las masas con el kirchnerismo y su evolución al Frente de Izquierda. La polarización sería funcional al abroquelamiento extorsivo de esa base popular en ruptura transformándolos en rehenes de la camarilla kirchnerista. 

Nosotros, por el contrario, le decimos a los luchadores que confían en el gobierno nacional: no sean cómplices de los pactos con Lázaro Báez. Es su obligación no regalarle esa bandear a la oposición pro-imperialista y, por lo tanto, exigirle a Cristina Kirchner que se separe inmediatamente de todos esos personajes indeseables. De esta forma, indicando que las masas no deben tener ninguna confianza en el kirchnerismo, apostamos a que la clase obrera argentina derrote las tentativas golpistas, agote sus expectativas políticas en el nacionalismo exigiendo que de todo lo que pueda dar y, por lo tanto, corone su experiencia política con la adhesión militante a la izquierda clasista y revolucionaria. Con estos planteos, ingresamos de lleno a la campaña electoral de octubre para que la conclusión de estas elecciones prerrevolucionarias sean el ingreso del Frente de Izquierda en todos los parlamentos del país.

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