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martes, 14 de abril de 2015

[FATE] CONTRA LAS SUSPENSIONES, POR UN CONGRESO OBRERO

FATE: Aceptar las suspensiones es convalidar la política económica del kirchnerismo y la patronal

CONTRA LAS SUSPENSIONES, POR UN CONGRESO OBRERO

Vamos por el plan de lucha y el paro de 36hs, el voto al Frente de Izquierda, y un programa obrero de reorganización económica

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Madanes y Wasiejko han pactado imponer suspensiones a los 1800 trabajadores de FATE durante todo el mes de abril, dos días a la semana, recortando un 25% los salarios durante esas jornadas. Madanes argumenta que las suspensiones están motivadas por las restricciones a las exportaciones que FATE realiza hacia Brasil. Las suspensiones en FATE tienen lugar en simultáneo con las 3000 suspensiones y los 400 despidos en la planta de Siderca (Campana) de Tenaris, perteneciente al Grupo Techint, que también fueron avaladas por la burocracia sindical, en este caso la dirección de la UOM. En la Patagonia, la burocracia del sindicato petrolero ha aceptado no reclamar un porcentaje de aumento salarial e incluso ha avalado una reducción de la suma puente que habían arreglado a principios de año, con el argumento de que es la única forma de evitar los despidos ante la crisis de la industria petrolera por la caída de los precios internacionales del crudo.

De esta situación se desprenden 3 conclusiones. 1: Las suspensiones en FATE no son un caso aislado sino que se integran a una situación más general que sufre el movimiento obrero. No estamos ante un caso particular sino ante un problema para toda la clase obrera. 2: Que este problema expresa el derrumbe de la política económica exportadora, extractivista y ensambladora del kirchnerismo. 3: Que ante este derrumbe, las patronales y la burocracia sindical pactan, con el aval del gobierno, para hacernos pagar la crisis a los trabajadores, ajustando nuestros salarios y despidiéndonos, para mantener la tasa de ganancia de los capitalistas. Aceptar las suspensiones, por lo tanto, es negarse a ofrecer una salida para el conjunto de los trabajadores, convalidar la política exportadora del kirchnerismo, y aceptar que el ajuste se descargue sobre la clase obrera y no sobre la clase capitalista. La lucha contra las suspensiones, para triunfar, se tiene que integrar a la lucha más general del movimiento obrero por imponer su propio plan económico ante la bancarrota capitalista.


EXIJAMOSLE A MADANES LA APERTURA DE LIBROS. NO JUSTIFICAMOS LOS DESPIDOS Y LAS SUSPENSIONES.

Es sobre esta base que saludamos el rechazo del SUTNA San Fernando al pacto entre Madanes y Wasiejko para imponer las suspensiones. Los trabajadores no tenemos que ser apologistas ni solidarios con la burguesía nacional, con los patrones supuestamente “productivos”. No tenemos porqué aceptar el argumento de que, como Brasil impone trabas a sus importaciones, entonces los obreros tenemos que ver nuestro salario reducido. Primero, no tenemos porqué creerle a Madanes: exijámosle que abra todos los libros contables para que los trabajadores podamos conocer de forma exacta el estado financiero de la empresa. Segundo, no tenemos porqué aceptar ser nosotros los que paguemos el costo de la crisis: si hay que ajustar contra alguien, ajustemos contra Madanes. Naturalizar los despidos y las suspensiones es naturalizar que, cada vez que la empresa tiene algún problema, el costo lo pagan los trabajadores y no los patrones. De ninguna manera. La lucha contra los despidos y las suspensiones tiene que estar asociada a la lucha por la apertura de libros y para que la crisis la paguen los capitalistas.

PARA TERMINAR CON LAS SUSPENSIONES TENEMOS QUE LUCHAR POR NUESTRA PROPIA POLÍTICA ECONÓMICA

La naturaleza de las suspensiones reside en la política económica del kirchnerismo, que ha montado un régimen de emergencia luego del Argentinazo, de características exportadoras, ensambladoras, sojeras y extractivistas. Por eso nos meten las suspensiones cuando caen las exportaciones a Brasil. O meten suspensiones, despidos y ajuste salarial en Techint y en las petroleras cuando cae el precio internacional del crudo. El gobierno de Cristina, autoproclamado “nacional y popular”, rechaza comprar desde el Estado la producción de las empresas y volcarla al desarrollo del mercado interno. Se ata a sí mismo a los vaivenes de la bancarrota capitalista, sin siquiera intentar llevar adelante un proceso de industrialización y de desenvolvimiento económico nacional autónomo. El pseudo-nacionalismo de contenido capitalista muestra de esta forma sus límites, y plantea la necesidad de formular una salida obrera que enfrente la bancarrota capitalista defendiendo los intereses de los trabajadores. La derecha de Macri y Massa, lejos de plantear una salida, buscan reforzar el carácter oprimido de la economía nacional y llevar adelante un proceso de brutal endeudamiento externo, acompañado de una brutal devaluación: es decir, un Rodrigazo sin anestesia luego del Rodrigazo en cuotas de Cristina-Kicillof. La salida es obrera y por izquierda.

De ahí que el método para enfrentar los despidos y suspensiones sea convocar un Congreso Obrero para discutir un programa de reorganización económica, asociado a la pelea por el plan de lucha del movimiento obrero y el voto al Frente de Izquierda contra los partidos ajustadores. El SUTNA San Fernando tiene la capacidad de hacerlo, como ya lo ha demostrado con los distintos plenarios abiertos convocados para intervenir ante los paros nacionales y la lucha contra el impuesto al salario.

LA NEGRA RECHAZA LAS SUSPENSIONES PERO NO PROPONE UN CAMINO PARA DERROTARLAS: LA TPR SÍ

La TPR propone una lucha política en todos los planos contra las suspensiones, y es sobre esa base que criticamos los límites de la política de La Negra, dirección del SUTNA San Fernando. La Negra rechaza las suspensiones pero no propone un camino para derrotarlas. No es lo que han hecho el PTS y el MAS (Lista Marrón). El PTS y el MAS le critican a Wasiejko haber firmado las suspensiones sin consultarlo con los trabajadores: ¿pero acaso si los trabajadores votan aceptar las suspensiones, vamos a estar de acuerdo con las mismas? Como TPR decimos bien claro: tenemos que rechazar las suspensiones por lo que implican objetivamente. Si la mayoría de los compañeros estuvieran de acuerdo con aceptarlas, tendríamos que desarrollar una tarea de clarificación y convencimiento. Incluso si hubiese una minoría dispuesta a luchar contra las suspensiones, una dirección de lucha tiene que evaluar concretamente la posibilidad de colocarse junto a esa minoría, a pesar de que la mayoría no la apoye. Sobre esa base, el centro de la crítica del PTS y el MAS a La Negra es no haber convocado asamblea o alguna instancia deliberativa. El PTS le critica “no haber convocado a ninguna medida” y el MAS “no lanzar una campaña de esclarecimiento”. Sin embargo, su crítica es impotente porque no ofrecen una salida de conjunto ante las suspensiones.

Desde la TPR criticamos a La Negra por izquierda: sobre la base de saludar su rechazo a las suspensiones, criticamos que no convoquen a ninguna instancia deliberativa, adentro y afuera de la fábrica, para discutir un planteo de conjunto. Si la mayoría de los compañeros no está dispuesta a desarrollar un proceso de lucha, una dirección de lucha tiene la responsabilidad de llevar adelante una campaña política explicando la salida política contra las suspensiones, clarificando sobre la política económica del gobierno y la patronal. El planteo del Congreso Obrero tiene ese valor. La convocatoria al Congreso, a reuniones y asambleas en la fábrica de cara al Congreso, permitirá medir la disposición a luchar de los trabajadores. Lo mismo ocurre con el resto del movimiento obrero: esta lucha es una lucha del conjunto de la clase obrera, no solamente de los trabajadores de FATE. Por eso, el Congreso Obrero es un instrumento para que el conjunto de los compañeros afectados por las suspensiones, los despidos y los ajustes salariales puedan desenvolver de forma común una pelea en todos los planos en defensa de sus intereses.

No somos solidarios con la patronal, sus partidos políticos y su política económica. Tenemos que contraponerle nuestros intereses de clase, nuestra alternativa política y nuestra política económica. Convoquemos al Congreso Obrero con este objetivo.

14 de abril de 2015

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